Emilio Botín Sanz de Sautuola y López, Botín II, tenía una frase que retrataba el poder de su saga: "Ricos, lo que se dice ricos, somos muy pocos". Una sentencia presuntuosa pero real. Lo supo especialmente cuando, en 1936, autorizado por la Junta de Gobierno de la República, pudo salir del país.
Partió, iniciada ya la Guerra Civil, para llevarse la mayor parte de la fortuna familiar a Suiza. 75 años después, una reciente investigación de la Audiencia Nacional ha obligado a su hijo, el banquero más poderoso del país, a desvelar uno de sus secretos mejor guardados. Muy a su pesar.
Era el año del saqueo de las bóvedas de las entidades financieras, incluida la del Banco de España (el 15 septiembre de ese año salía desde Madrid el primero de los trenes que transportaron a Cartagena el oro que sería embarcado a Rusia).
No había nada seguro. Había dos bandos que se disputaban todos los bienes. Botín II, con 33 años, viajó primero a Inglaterra. Su destino final era Suiza. Con el Santander intervenido por los republicanos, con la peseta devaluándose a niveles africanos (la moneda acuñada por el bando rojo se devaluó ese año en 19,3%; en 1939 caería un 99,7%), las dudas se habían apoderado de los millonarios.
El país helvético era la mejor alternativa. Numerosas familias ricas españolas ya lo habían elegido como el destino para salvaguardar su patrimonio. Las grandes fortunas (de ambos bandos) creían que era el lugar. Incluso Fabra Ribas, ministro plenipotenciario de la República en Berna, intentó depositar en una cuenta del Crédit Suisse 30 millones de francos suizos.
El viaje de Botín Sanz de Sautuola se extendió más allá de lo autorizado por el régimen. Su ausencia causó sospechas en el gobierno. Tanto fue así que nombraron otro director general.
Pero Botín II, padre del actual director, quien entonces sólo tenía dos años, no perdió el norte de su empresa durante ese tiempo.
"Primero desde Londres y después desde Basilea, se mantuvo en contacto permanente con sus compañeros de la junta de gobierno e incluso efectuó ciertas diligencias relacionadas con créditos pendientes de diversas sociedades extrajeras clientes del banco".
De este modo lo describe Pablo Martín Aceña, en Banco Santander, autor de "Un siglo de historia del sistema financiero español", uno de los grandes eruditos en política monetaria. Es la versión oficial de la escapada. Por supuesto, nada se cuenta sobre el otro fin de Don Emilio: salvar el capital del clan.
El Viejo, como lo llamaban en el mundillo de Azca y similares, se habría de sentir aliviado cuando, un año después de su operación (creó una fundación de derecho inglés en Suiza para salvaguardar el patrimonio de los Botín) el banco recibió la orden de "evacuar todos sus libros, metálico billetes, valores y efectos en cartera". El destino de ellos sería Le Havre y Valencia.
Sólo en 1939 se recuperaría la mayor parte de esos bienes, por gestión personal de Botín (se encontró en el inmenso botín abandonado por los rojos en Figueras), quien ya había regresado de su exilio.
"Durante los 57 años que dedicó a su Santander convivió con la dictadura del general Primo de Rivera, la República, el franquismo y la democracia", afirma Jesús Salgado, autor de Botín, historia de una saga. Falleció en 1993 y su banco "es el único de los grandes dirigido por una sola familia".
Hace unos meses llegó una solicitud de Hacienda con su nombre en el sobre. Era para pedir información sobre la fundación que montó en Suiza. Unos ahorros que podrían superar los 1.000 millones de euros. Una hucha en la que no se introdujo ni un euro más desde su muerte.
Tres cuartos de siglo después de ser abierta la cuenta financiera, El Viejo vuelve a los medios, a los que no se enfrentaba apenas. Discreto y enigmático, sólo dio dos entrevistas personales en su vida.
Tellagorri
botin tiburones cantabrones
La cara y cruz del capitalismno español, tan cutre y tan poco productivo. La burguesía española nunca ha sido como su homónima europea. Desde el siglo XIX siempre se dedicaba a intentar emular a los nobles: dar un pelotazo o heredar en un matrimonio con una familia rica. Está estudiado que a veces sale un listo, levanta un imperio de la nada y luegos sus pijos hijos lo funden o, si resisten, lo hacen sus nietos. Como ejemplo vemos el grupo PRISA, levantado por el oriundo de Cantabria: Polanco. Su imperio hoy hace aguas y sus herederos son poco menos que torpes a las órdenes del tiburón Cebrián que se ha hecho con la nave. El caso de los Botines es diferente. Cada Botín supera al otro. De momento. Y parece que Paloma se está curtiendo en el Banesto para cuando herede. Es una pena ver una empresa tan metida en América Latina, como REPSOL, MOVISTAR o BBVA, haya hecho su fortuna de forma tan dura.
ResponderEliminarUna vez, en una excursión de senderismo, un excursionista que coincidía conmigo y que trabajaba para los Botines, me dijo que el número III de la saga declaró que: los empleados mayores de 40 años son "chatarra laboral" y me pregunto entonces, ¿y él? ¿qué coño es a sus años? ¿Diplodocus? Dinosaurio del parque Jurásico? o ¿simplemente hojalata en el basurero?
¿Qué pensará cuando sus deudores no pueden pagar y les quitan el piso y les persiguen hasta que se mueren? ¿Dormirá tranquilo el Botín III?
Saludos y buenas noches.
Hay que recordar que el capitalismo español está, o estaba tras la purga zapateril, conformada en gran parte por pequeñas y medianas empresas. Empresarios que con enorme trabajo, apuestas arriesgadas y siempre bajo una presion fiscal descomunal, lograron generar empleo, riqueza, etc. Pero como he dicho, ya se ha encargado el izquierdismo de aplastarlos y apalearlos.
ResponderEliminarClaro, no así con el sujeto (y otros como él) que nos ocupa. Leyendo su vida, tranquilamente podriamos sustituir la palabra empresario por conde, marqués o duque. No dejan de ser personajes cuya vida está dedicada unicamente a conservar y aumentar su fortuna personal; cosa que aclaro no me parecería mal si todo surgiera del esfuerzo personal. Pero me da que tiene que ver más la herencia, el chanchullo y el apaño con las altas esferas el éxito de los Botin.
A fin de cuentas ya sabemos con qué tipos se aliña este Botin III, ¿eh "querido emilio"?. Ya sabemos como logran que ciertos jueces se olviden de ciertos casos que les influyen.
DON JUAN
ResponderEliminarPor desgracia los "emprendedores" de España han sido pocos. Lo que cuentas de los Botin es parte de la realidad. Se sabe que el Viejo echaba del Banco a quien tuviera la menor traza de ser afiliado a un sindicato, y que le daba lo mismo un desconocido que un viejo amigo para apoderarse de su casa y coche si no devolvía un crédito hasta el punto de que arruinó a numerosos pequeños comerciantes por fallar en un pago.
Creo que los emprendedores del XIX, especialmente vascos, eran diferentes porque fundaron Bancos (Vizcaya, Bilbao, Guipuzcoano, etc.)astilleros, altos hornos, compraron minas de hierro y de carbón en el sur, etc. etc. y fueron los primeros industrializadores de España, antes que los del textil de Cataluña, que también era gente bregada y emprendedora ya desde los siglos XI y XII.
Hoy ya no hay individuos de aquella madera. Los propios burgueses (Ibarras, Aznar, Mac Mahon, Echevarrías, Liperhide, etc.) se han destruído entre sí mismos.
El Botin III es el modelo de busca-dinero a costa de lo que sea, y ahí está apoyando a Zapatero igual que mañana apoyará a Rajoy para que sus negocios no sufran con los políticos.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarEl Botin III es el modelo de tiburón despolitizado y busca-fortunas absolutamente amoral.
Tu frase lo resume : "tiene que ver más la herencia, el chanchullo y el apaño con las altas esferas el éxito de los Botin.".
En Usa hubo banqueros y empresarios que aún buscando hacer una gran fortuna tuvieron más interés en crear grandes empresas : Ford, Rockefeller, Gugenhein, los petroleros texanos fundadores de grandes corporaciones, etc. etc.
Pues aportas un caudal de información preciosa sobre la cosa botiniana. Así es que gracias. Oye, en la causa, que le defienda su querido amigo... Garzón, ¿no?
ResponderEliminarSaludos blogueros
DON JOSÉ ANTONIO
ResponderEliminarGracias. Como bien dices, lo apropiado sería que el Juez que "vea" su asunto sea el insigne e imparcial GARZÓN.
Quizá ni el mismo Botín se fia ya de él y teme que le vuelva a pedir dinero otra vez. Ya se sabe que los sociatas, tan amigos de los pobres, gustan de esquilmar a los ricos.
Lo siento pero cuando me sacan de la administración de un sueldo y algunos ahorrillos domésticos, se me nubla la mente y no atino con las cuatro reglas matemáticas.
ResponderEliminarMe pregunto para qué necesita una persona tanto dinero, total, al final, una vez muerto, los billetes no te sirven ni de adorno.
Y una cosa tengo clara, una fortuna no se hace trabajando, sino con chanchullos y a costa del esfuerzo de los demás.
¿Te imaginas qué pasaría si todos los españoles con dinero en el Santander sacaran sus ahorros por un día?
DOÑA ELENA
ResponderEliminarNo, una una fortuna tan descomunal no se hace trabajando, es tal como dices.
Pero contestando a tu pregunta de ¿Qué pasaría si todos los españoles con dinero en el Santander sacaran sus ahorros?, te garantizo que la FAMILIA seguiría siendo tan millonaria como ahora.