Rafael "Fali" Delgado, secretario personal de Alfonso Guerra, fue quien ordenó a Leocadio Marín, primer delegado del Gobierno, que habilitara un despacho en la Delegación para Juan Guerra. En esa época, mayo de 1983, era subsecretario del Ministerio de Interior Carlos Sanjuán.
Los sucesivos delegados del Gobierno autorizaron verbalmente a Juan Guerra para que ocupara el despacho.
Desde esa fecha hasta el mes de mayo de 1989, Juan Guerra utilizó los servicios de ordenanzas y conductores oficiales, de otras personas ajenas a la estructura de la Delegación del Gobierno y fuera del control de los diferentes delegados, Leocadio Marín, Tomás Azorín y Alfonso Garrido Avila.
Fue en los últimos días de mayo de 1989 cuando Carlos Sanjuán le comunicó a Juan Guerra que debía abandonar el despacho de la Delegación del Gobierno. Previamente, el propio Alfonso Guerra habló con su hermano y le apuntó también la necesidad de que no apareciera nunca más en público junto a él.
El propio Carlos Sanjuán ha reconocido públicamente que por dos veces se dirigió a Alfonso Guerra mostrándole su preocupación por el hecho de que las actividades de su hermano Juan podían implicar al PSOE y hacerle un daño de consecuencias imprevisibles.
El contenido de todos estos documentos fue conocido por otros dirigentes del PSOE, incluido Felipe González, presidente del Gobierno. Felipe González conoció otros aspectos relacionados con Juan Guerra a través de su cuñado, Francisco Palomino, amigo de Juan Guerra, con el que se veía con relativa frecuencia, e incluso socio suyo en algunos negocios relacionados con la urbanización de Costa Doñana.
La cuestión es que ¿Cuántos mienmanos hay ahora mismito en España?
Los que son aficionados a novelas de cuatreros y asaltabancos no necesitan comprar libros, les basta con enterarse por los BLOGS de la cantidad de todos esos bandidos que circulan en tanta abundancia como si fueran patatas.
Tellagorri
mienmano tenia todas bendicion
Pero bueno! Cómo se pone usted por unas corruptelas de nada! Pero si Alfonso sólo quería ayudar a su pobre hermano que andaba falto de dineros! Coño, que la familia Guerra también tiene derecho a ganarse el jornal!
ResponderEliminarEso se llama hacer sostenible la economía familiar. O era economía sostenible?
La verdad es que soy un TIKIS-MIKIS, porque, como muy bien dices Aspirante, too er mundo tiene derecho a mangar.
ResponderEliminarLo que, en el fondo, quizá, me fastidie, es la cara de sandio que tiene Mienmano.
A mí lo que en el fondo me fastidia es que el café que ofrecía en el despacho era malísimo y me tocaba salir corriendo al baño y nunca cerraba los tratos, con lo que perdí parné a montones.
ResponderEliminarY el Guerra calentando escaño cuando en cualquier democracia subsahariana estaría pastoreando cabras en la sabana!
Qué país!
El famoso nepotismo de tiempos de Felipe Gonzalez, alias Felipe I de Andalucia y VI de España, eran tiempos de corrupción en España, tiempos oscuros como los que se viven ahora en Italia donde vivo. Es cierto que ahora hay también corrupción, pero a otros niveles, aquello rozó la novela negra.
ResponderEliminarUn saludo.
Uyuyuyuiiiiii..., eso digo yo, uséase, lo mismo que el amigo Aspirante, cómo se escandaliza usted, estos casos son normales en "tos sitios".
ResponderEliminar"Er chave" con su hija Paula, el Guerra con su "enmano", Castro con su broder en Cuba...y hasta Teresa Campos con su hija Terelu. ¡Lo que no se haga por la familia, por quién se va a hacer!
¡Ah, la familia, la familia...! Esto suena a mafia ¿no?
Besos.
ELENA
ResponderEliminarQuizá sea yo un puritano, a pesar de que los peneuveros nos han saqueado todas las arcas públicas de acá, pero lo que no soporto es la cutrez de ese tío con cara de algarrobo, propia de un estibador de río Mississipi, montado en lujosos Mercedes.
Me rompe los esquemas. Ni siquiera llevaba un bonito chaleco de colorines para redondear la jilipollez cutre.
A éste para firmar papeles, las fábricas de papel le hacían folios de doble ancho porque no le cabía la firma, de izquierda a derecha, en una página.
CAROLVS II
ResponderEliminarDesde luego viviendo en Italia tienes que tener una costumbre de ver y leer corrupciones como para que el Vesubio se ponga a eruptar.
Pero el Berlusconi no llega a la talla de TAHUR de Felipe y pandilla. Estos eran herederos directos de toda la farfalla de bandoleros del siglo XIX en Andalucia.
Se llevaron la pasta hasta de la Cruz Roja y de la Caja sde Huérfanos de la Guardia Civil, además de la del Boletín Oficial y del Museo del Prado.
Record mundial absoluto. Todos eran "Mienmano".
Ahora traes este caso que se junta con el que hemos tenido de Roldán.
ResponderEliminarEn su momento fueron escándalos mayúsculos, ante eso lo más normal habría sido que la casta política aprendiese de sus errores y, como mínimo, hacernos creer que lo habían aprendido.
Pero la sorpresa es mayúscula cuando esos personajes son unos pringaos si los comparas con la cantidad y la calidad de los mangantes actuales.
Y salvo "honrosas" excepciones siempre van al lado de unas siglas...
Esto es la política de altísimo nivel, en Orense (Ourense para los puritanos del gallego), Baltar se jubila y lo deja todo en manos de su hijo, en Castellón Fabrá, tres cuarto de lo mismo además de todos los indicados por vosotros, solo hay que ver al Borbón puesto a dedo por "Tito" Paco, Zapatero colocando a la descendiente de los Pajines como número tres, vamos que lo mejor de cada casa en la cremé de la cremé de la vida política española.
ResponderEliminarLo dejo que me estoy deprimiendo, y entran ganas de fabrica una guillotina siguiendo los planos de Charneguet.
ISRA
ResponderEliminarEn el FELIPATO se dió de todo tipo de mangancias en toda clase de instituciones (Cruz Roja, Guardia Civil, Banco de España, BOE, Ministerios, etc.) y, tal como dices, al final resulta que aquellos eran unos prongaos en comparación con lo que están haciendo los sociatas de ZP.
DON JAVIER
ResponderEliminarLa España de la PICARESCA que tan bien supieron describir los escritores del siglo XVII, es una broma.
Con el Felipato y con el Zapatazo aquí hasta los taquilleros de las estaciones de Renfe aprovechan para llevarse su tajada.