11 junio 2009

OBAMA : Tres en uno


El progre americano no se parece mucho al progre español, por suerte para los estadounidenses. Cabe esperar que Obama se comporte como se espera de un miembro del Partido Demócrata a la hora de abordar cuestiones de carácter moral (matrimonio homosexual, por ejemplo) o de carácter económico (por ejemplo, aumentando el gasto del Estado en prestaciones sociales). Pero los fundamentos del sistema americano, esa libertad individual y esa unidad nacional, son intocables. Como también son intocables los intereses de la nación. De la nación americana, claro está.

Para la izquierda española, la victoria de Obama representa una victoria moral, por cuanto los odiados republicanos estadounidenses se quedan sin la presidencia del país más poderoso del mundo. El triunfo de Obama ha sido recibido por los verdaderos tontiprogres como una especie de venganza retardada sobre George Bush Junior, como una batalla más de la Guerra de Irak. Hoy, todo progre que se precie se siente un poco Hussein, pero no por Barack Hussein Obama, sino por Sadam.


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El primer Obama
es el de su vida oculta, más bien ocultada por su campaña y los principales medios americanos al escrutinio de los electores. Es por los ambientes que frecuenta un joven de extrema izquierda que no hace ascos al repudio de todo lo que los Estados Unidos significan, pregonado por sus amigos y aliados en cuyos proyectos antisistema participa activamente.

El segundo Obama inicia su carrera política con una legislatura de senador en el Estado de Illinois, ganando las elecciones con la eliminación a priori de sus competidores dentro del partido y sus rivales de enfrente. Se adapta en seguida a la maquinaria demócrata que gobierna el Estado, legendaria por su corrupción y malas artes, desde donde bombea dinero a los empeños militantes de los amigos del primer Obama. No han cambiado, pues, sus ideales, aunque sus métodos sean los del más rudo caciquismo americano.

Su campaña para el Senado nacional sigue las mismas pautas de liquidación política previa de competidores y rivales. Primero se produjo por una implacable purga de las firmas que avalaban las candidaturas ajenas (irrelevantes defectos de forma invalidan a muchos peticionarios, la mayoría negros). Después se debió a la misteriosa revelación de los privados historiales de divorcio de los otros aspirantes, correligionarios u opositores.

En su corta carrera como senador acumula el historial de votaciones más izquierdistas de sus 99 pares, sin votar jamás contra el partido. Reclama para sus favorecidos mucho más dinero que nadie, por el muy denostado pero legal método de colar en cualquier presupuesto, a cambio del voto, subvenciones completamente ajenas a lo que se discute (pork barrel o earmarks). Defiende las hipotecas basura como avanzada política social y protege de la regulación a las dos grandes entidades hipotecarias que están en el origen de la crisis financiera. Por supuesto, ambas terminarán contribuyendo a su campaña presidencial.


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El tercer Obama ya es otro cantar. La base es su fluida oratoria y el color de su piel. Se encuentra con un país que ansía el cambio y se muere por demostrarse a sí mismo y al mundo que no es racista. Y que está hastiado de Bush. La situación no podía estar más madura.

Sin embargo, ni Obama ni ningún otro presidente americano va a dejar de defender nunca los intereses de su nación (y los de todo Occidente), tanto en Irak como en cualquier otro sitio del mundo. Y las alusiones a cuestiones de política internacional en el discurso de Obama resultan bastante elocuentes. "Apoyamos a los que buscan, en todo el mundo, paz y seguridad", ha dicho Obama. Porque cualquier político americano, sea demócrata o republicano, es consciente de que la paz no puede existir sin el requisito previo de la seguridad.

Paz y seguridad. "Si vis pacem, para bellum", pero en versión obamita. "Habrá que formar alianzas", ha dicho Obama, para añadir a continuación que "habrá problemas alrededor del mundo" porque no todos estarán de acuerdo con las decisiones que tome como presidente de los Estados Unidos. Vamos, que buscará alianzas, pero que si tiene que tomar decisiones que no gusten, las tomará.

Lo que sí cabe esperar de Obama es una política de gestos más inteligente que la de George Bush, porque Obama maneja mucho mejor las armas de la propaganda. Lo que quiere decir que la política internacional de los Estados Unidos seguirá siendo exactamente la misma, pero con un maquillaje más multilateral. Además, Obama contará con la complicidad activa de la progresía europea, que estará dispuesta a respaldar, al menos al principio, cualquier cosa que el nuevo presidente haga, aunque sólo sea por solidaridad progre. Incluso si Obama arrasara mañana Bagdad y sembrara de sal la capital iraquí, la progresía europea encontraría el modo de justificarlo.

Así que la elección de Obama será beneficiosa para la política exterior americana, porque los planes de acción tropezarán con muchos menos obstáculos de opinión pública nacional e internacional.

En cualquier caso, no es la política internacional lo que debería marcar el primer mandato de Obama. A menos que se produzca alguna inesperada crisis diplomática o de carácter terrorista, el principal problema al que Obama tendrá que hacer frente en los próximos cuatro años va a ser la economía. El nuevo presidente americano va a tener que afrontar una crisis económica de proporciones colosales, cuya profundidad y duración nadie conoce a ciencia cierta.
Habrá que ver la "talla" del muchacho" cuando, transcurridos seis meses de mandato, tenga delante de las narices algún Ben Laden haciendo indiadas o un Irán chuleando a USA en tanto los empresarios despiden empleados a millones.

(Este perfil se ha realizado con datos de Luis del Pino y de Gees)
Por Javier Tellagorri



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5 comentarios:

  1. Si Obama tiene algun punto coincidente con el espectro político español,es con el PP.
    La izquierda garbancera es tan palurda y zote que equipara democratas con socialistas y republicanos con el PP,lo que es una demostración de que no conocen los USA.
    Coincido contigo en que la principal,prioridad de Obama es la situación económica, y es ahí desgraciadamente,donde se verá que las políticas basadas en el gasto público no funcionan,como no funcionaron con Carter.
    En política exterior Obama se ha adecuado al "real politik" y ya hemos visto como ha cambiado el discurso respecto a Guantánamo o sobre la presencia militar de USA en Afganistán.

    Saludos.

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  2. A diferencia de nuestro iluminado Obama llegó con un discurso a la Casa Blanca que la cruda realidad le ha hecho ir modificando y se ha visto en la necesidad de anteponer el pragmatismo al idealismo (creo que sólo con eso no se come).

    En muchos casos retrocederá y, a diferencia del carabobo, dejará de lado eso a lo que aquí nos tiene tan aconstumbrados, la política de las frases huecas y de nula eficacia. Al menos allí Obama sabe lo que se juega, entre otras cosas porque a diferencia de lo que digan nuestros intelectuales (cantantes mediocres, cineastas incompetentes y escritores infumables) los americanos son muy inteligentes y no les temblará la mano a la hora de largar a un inútil.

    En todo caso a la hora de establecer paralelismos con los partidos políticos americanos y su equivalencia española sería ésta:

    demócratas = pp
    republicanos = tecnócratas del opus

    Habrá quien no lo comparta pero lo que es indicutibles es que los demócratas tiene de sociatas lo que yo de sueca.

    Hala, ya solté otra charla

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  3. NATALIA e ISRA

    Ambos coincidís en que los Demócratas son el equivalente del PP.

    La diferencia entre Demócratas y Republicanos radica en que los segundos son MUCHO MÁS LIBERALES que los primeros, porque son de la mentalidad de que "cada uno se busque la vida según sus capacidades" y que el Estado no debe de ser la teta mamandurria de nadie.
    Los Republicanos propugnan el LIBRE MERCADO sin cortapisas de SGAES ni cuotas restrictivas de ningún tipo, así como el respeto a que cada quién lleve armas según le plazca, pero si las usa mal le meten en la cámara de gas sin contemplaciones.

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  4. ITEM más digo que el envío de ejércitos al extranjero (fuera de Usa) lo han decidido siempre (salvo los Bush, padre e hijo) los DEMÓCRATAS =Kennedy, Lindon Jonson, Roossvelt (tanto Teodoro como el que lo hizo en la segunda guerra mundial), Truman (bombas nucleares en Japón), etc. etc.

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  5. Coincido con todos vosotros en lo que decíis, pero yo añado que Obama donde va a tener un gran problema es con Irán y con Corea del Norte.
    Sson dos países muy peligrosos con armamento nuclear.

    América para estas cosas, hasta ahora, ha sido especialmente rigurosa. No veo a Obama frenando estas ansias bélicas a estos dos países. Creo que estamso ante un nuevo horizonte en las realciones internacionales, bastante peligroso por cierto.

    Abrazos.

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