Esto es, precisamente, la dictadura del relativismo, la dictadura del pensamiento único, que pretende imponer mediante medidas coactivas la llamada ideología de género, de tal forma que no sea posible oponerse a ella sin correr el riesgo de marginación o, incluso, de persecución.
El término 'igualdad' entre hombres y mujeres que preside estas movilizaciones contiene en sí mismo el engaño básico mediante el cual se pretende introducir esta nueva doctrina social. La idea de igualdad suena bien a cualquiera y por eso se utiliza, excluyendo así de entrada y sin ningún reparo el hecho de que el hombre y la mujer son diferentes, biológica y psíquicamente, para convertir la condición de hombre o mujer en una opción personal de libre elección.
La diferencia entre hombre y mujer es incuestionable, como diferentes son sus capacidades, complementarias entre sí y revestidas de la misma importancia y dignidad.Por eso, yo creo que hoy en día sobra el feminismo de moda y falta feminidad en el mundo.
La maternidad está fuera del alcance de los hombres y la influencia educativa de una madre es mayor que la del padre, y son factores con una importancia de primer orden en la evolución de la sociedad. Es por ello por lo que reitero y reivindico la importancia de la feminidad en el mundo, estando de sobra reivindicaciones feministas como el derecho al aborto que tanto daño hace.
Los tonti-progres actuales pretenden imponernos la ELECCIÓN DE SEXO, ser varón o mujer, a capricho de cada cual. Y tal propuesta atenta directamente a la Naturaleza. Y lo peor es que ni se enteran de ello a pesar de que pregonan que son ecolo-todo.
ResponderEliminarEsa pretensión de que seamos los ciudadanos los que elijamos el sexo viene a demostrar que la imaginación destructiva de los de Lenin y compañía va mucho más allá de la dictadura eliminadora de ideas y de la libertad de expresión que todos tenemos.
EliminarLo peor es que, además, desconocen lo que es FEMENEIDAD, máximo valor de las mujeres y su más alto índice de belleza cuando disponen de la misma.
ResponderEliminarCualquier mari-macho se autodenomina feminista y ahí es en donde comienza la falta de comlementariedad entre hombre y mujer porque una fémina sin feminidad es lo opuesto a lo deseable en ellas.
Totalmente verdadero lo que expones. La mayor calidad de belleza femenina se halla en su grado de feminidad. Y las que lo han trucado por querer ser como las camioneras de mitín, pierden todo su fuerza de féminas creíbles.
EliminarEstoy de acuerdo con la frase de "sobra el feminismo de moda y falta feminidad en el mundo." Están queriendo destruir hasta lo más elemental de las sociedades que vienen funcionando civilizadamente desde hace más de 5.000 años.
ResponderEliminarAbsolutamente cierto todo lo que contiene tu comentario.
EliminarCuánto cretino y cretina se han subido al balcón de predicar sandeces anti-natura.
ResponderEliminarPareciera que el espíritu de "mando" inherente a toda mujer responsable de sí misma, se haya trasladado a la milicias callejeras.
EliminarEstá bien que las mujeres busquen la igualdad en retribuciones y aspiraciones académicas, vedadas desde siempre, pero si ello conlleva como está sucediendo a que renuncien a sus cualidades más femeninas, están destruyendo su mayor atractivo para la percepción del varón.
ResponderEliminarVenimos todos coincidiendo en lo fundamental. Al margen de que entre ambos sexos las retibuciones y cargos deben de ir en función de capacidades, la renuncia a la feminidad de algunas bobas con una idea de igualdad sin digerir las está convirtiendo en rechazables por pura lógica biológica.
EliminarAmen de combatir la ideologia de genero, una de cuyas ramas es ese feminazismo tan alejado del feminismo clasico, es fundamental -opino- entender de donde sale esto: el famoso marxismo cultural. Me permito recomendar al respetable este video que creo lo explica muy bien:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=lr-3Ak_9KJ0&t=414s
He seguido tu consejo y visionado el video que sugieres y es exactamente un reflejo perfecto de lo que esta entrada trata.
EliminarQuieren además llevarnos al marxismo cultural sin antes pasar a la sociedad por el elemental instrumento de una buena educación académica, necesaria para modificar cualquier costumbre milenaria.