15 mayo 2017

Los asiáticos nos van a comer la tostada


Nuestro declive atiende en gran medida a que comienza una era asiática. Basta con fisgar un poco en las boutiques de facazo de Knightsbrige, en Londres, o de Ortega y Gasset, en Madrid, esas tiendas en las que los mortales del común nos limitamos a planchar la nariz sobre el escaparate. Los asiáticos son prácticamente los únicos que calientan sus tarjetas en los templos del lujo. ¿Por qué nos están comiendo las papas? Pues es fácil: trabajan mucho más que nosotros, estudian más y además son más numerosos.

Mientras un niño surcoreano vive prácticamente solo para estudiar y casi todos los padres pagan pasantías extras de refuerzo, nuestro brillante Gobierno, dentro de su gran apuesta por la cultura del esfuerzo, acaba de aprobar que los chavales españoles puedan pasar al Bachillerato con dos cates.
¿A quién le irá mejor en el mundo híper competitivo que viene: a los surcoreanos que empollan como posesos o a la dulce Generación Botellón? ¿A quién contrataría usted si fuese el jefe de una multinacional: a un joven forjado en la entrega laboral y de enormes conocimientos, o a otro muy majete, pero que curra con cuentagotas y lo primero que pregunta al llegar es cuándo se libra?

Tendríamos que cambiar nuestros paradigmas. Dejar de ver cómo algo normal que niñas púberes y niños con bigotillo de pelusa se agarren unas moñas rituales de espanto cada viernes y sábado. O explicarles que es imposible enfrentarse a estudios complejos de lengua o matemáticas con un dedo fuchicando en el "guasap" y otro dándole al "feisbuk".

LUIS VENTOSO



8 comentarios:

  1. Lo que está clero es que el ESFUERZO impuesto a los jóvenes asiáticos terminarán dejando obsoletos a los jóvenes occidentales si éstos no cambian de hábitos. Y en este momento no se ve esa intención de cambio.

    En los años todos del siglo XX la juventud estaba imbuída de que tenía que trabajar mucho, oposiciones a plazas, masters para mejores puestos laborales, doctorados de sus carreras en incluso cursos en el extranjero además de aprender idiomas, si queróa llegar a ser algo más que un oficinista bancario.

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    1. DON CABALLERO.
      Sí, los asiáticos han copiado el esfuerzo tradicional de la chavalería occidental del XX pero se han pasado en sus extremos.

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  2. Yo recuerdo a chavales de 14 años que tras salir de la Escuela se iban a unos cursos de Escuelas Profesionales a estudiar delinenates o matemáticas de más altura con el objetivo de no ser simples mandrinadores, torneros, etc. en los talleres.

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    1. DON CARMELO-
      En auella época de post-guerra no había más remedio que prepararse mucho para conseguir llegar a tener unos ingresos.
      No hay que olvidar que tres cuartas partes de España venía del CAMPESINADO y tuvo que esforazarse mucho para ponerse a la altura de las industriales Cataluña y Vasconia. Y los vascones no teniamos más remedio que competir con alemanes y franceses para vender nuestras máquinas.

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  3. Aquellos adolescentes no tenian tiempo ni se les ocurría el pasar las horas escolares libres haciendo cursos de judo o de karate. Lo que tenian en cabeza, como ahora los asiáticos, era aprender idiomas, matemática y Contabilidad, etc.

    En el País Vasco a nadie se le ocurría apuntarse a una academia militar o entrar en cuerpos policiales y eran épocas en que aún no había el exacerbado nacionalismo que vino después. Simplemente no veían futuro por esas vías. O que las tre guerras carlistas dejaron un poso de hartazgo hacia lo uniformado.

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    1. DON FLORENCIO.
      Ahora los niños se dedican a lo que les apuntan sus padres y no está mal que hagan judo u otro deporte siempre que no olviden lo básico de sumergirse en los trabajos escolares de siempre.

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  4. Suelo ver un canal de youtube donde hablan mucho de la sociedad japonesa, paradigma del esfuerzo, tambien en la educación de la chavaleria, y lo voy a dejar muy claro: yo no quiero eso para mis hijos. Voy a repetirlo de nuevo, no lo quiero para mis hijos. Pueden trabajar como burros, y ser los reyes del esfuerzo, pero carecen de individualidad alguna, son gregarios adnauseam, y desde luego dudo sea el camino hacia una vida plena.

    Esto no quiere decir esté de acuerdo con la cultura actual del subesfuerzo y de la mediocridad. Creo en occidente se sabia, no hace tanto, compaginar el esfuerzo, con una vida familiar y social plena. Y tambien opino que los actuales problemas en la educación es culpa de los adultos. Los crios son como son porque los adultos les metemos, o les meten si prefieren, MIERDA.

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    1. SEÑOR OGRO.
      No, tampoco me gustan a mí esos maratones de trabajos a los que obligan a los niños asiáticos y que como comentas lo s convierten en carentes de individualidad.
      Pero lo contrario tampoco me gusta. Nuestra adolescencia estuvo marcada por sacar buenas notas escolares y simultanemanete aprender algo más especializado que no se daba en los colegios. Especialmente en las aldeas vascas o en al menos en Guipúzcoa los chavales salian de la Escuela bastante bien preparados en aritmética pero se complementaban haciendo cursos de Contabilidad o algo parecido.
      Era una época en que se desconocía lo que es el botellón e incluso entre los adultos estaba muy mal visto dedicarse a emborracharse.

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