07 febrero 2017
LUIS de AZUA, academico y filósofo
—¿Qué opina sobre la reducción drástica de la filosofía en la educación?
—No se entiende cómo están destruyendo lo único de valor que aún queda. A partir de los años setenta del siglo pasado, todos los cambios han ido a peor.
—Sin embargo, gracias a internet, hay un acceso inmenso a la cultura. ¿Piensa que esto ha ayudado a aumentar el nivel cultural de la sociedad?
—Mira, Enzensberger tiene un artículo que se llama "Erasmo y la peluquera berlinesa". Es una comparación entre Erasmo, el gran sabio del Renacimiento, y una peluquera de Berlín. Lo que sabía Erasmo eran pocas cosas, pero todas muy bien ordenadas y coordinadas: sabía un poco de filosofía (Platón, Aristóteles), un poco de astronomía, etc. Todo muy bien ordenado.
En cambio, la peluquera berlinesa sabe muchísimas más cosas que Erasmo: sabe el nombre de todas las novias de los futbolistas del equipo de Berlín, sabe cuántas actrices de Hollywood se han divorciado este año, etc. Si en un recipiente pusiéramos lo que sabe Erasmo, y en otro lo que sabe la peluquera, veríamos que la peluquera sabe cien veces más cosas que el primero. Pero no le sirve de nada.
Erasmo, un sabio, lo sabía todo, y la peluquera no sabe nada. Claro, la diferencia es que uno tiene formación, y la otra tiene información. Todos estos aparatos sirven para informarse, pero no para formarse.
—¿No cree que depende también del uso que se haga de ello?
—Los saberes que puedes adquirir a través de la técnica son efímeros: no duran, no quedan. El trabajo de los codos con un libro, de tomar notas, de subrayar, eso queda. Y los chavales ya no saben multiplicar de memoria, dividir de memoria, etc.
Luego van perdiendo la capacidad memorística y están viviendo en la pura actualidad, en el puro presente, chateando como locos para ver si le sacan algún jugo a la vida. Pero lo propiamente formativo requiere tiempo, esfuerzo, paciencia, y eso es algo que ahora nadie está dispuesto a hacer. Y eso lo han destruido en veinte años, y no creo que sea algo recuperable.
Supongo que será como en la pintura. La transformación que se produce a partir de las últimas vanguardias lleva consigo la pérdida de las técnicas, lo que significa la muerte de esa manera de concebir el arte. Aparecen otras cosas: tíos que cuelgan sardinas en el techo y cosas por el estilo. En este momento podemos decir con toda tranquilidad: los Gobiernos, los Estados, las clases dirigentes están construyendo sociedades muy informadas y analfabetas, sin capacidad de defensa, sin herramientas críticas.
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Menos mal que aún nos quedan cerebros equilibrados y sensatos.
ResponderEliminarMe quedo con su frase de : "Los saberes que puedes adquirir a través de la técnica son efímeros: no duran, no quedan. El trabajo de los codos con un libro, de tomar notas, de subrayar, eso queda. Y los chavales ya no saben multiplicar de memoria, dividir de memoria, etc."
Luego van perdiendo la capacidad memorística y están viviendo en la pura actualidad, en el puro presente, chateando como locos para ver si le sacan algún jugo a la vida.
DON TÁCITO.
EliminarEso que dice le profesor AZUA es tristemente un hecho : las chavalería no es capaz de calcular nada sin usar medios mecánicos, y para colmo pierden miserebalemnte el tiempo con sus chat en móviles.
Un realista de la sociedad y muy inteligente y perspicaz.
ResponderEliminarDON ERNESTO.
EliminarSí, no se andan por las ramas de la especulación apriorística. Va al grano y expone lo que es un hecho real y tangible.
Es un placer intelectual leer a Azua.
ResponderEliminarOjalá lo leyeran todos esos que viven de la cultureta cotilleante de las redes, y se enteraran de que son la escoria del pensamiento.
DON MOLLARRI.
EliminarSí es un placer leerlo o escucharlo. Y lo de que los que adictos a las redes sociales de internet se enteren de que son la escoria de la Cultura, no te hagas ninguna ilusión.
El ejemplo de Erasmo y la peluquera berlinesa es muy bueno y fácil de entender hasta para los que jamás han leído un libro.
ResponderEliminarDON JUANJO
EliminarEse ejemplo es como estar mirando un cuadro en donde se representan los prototipos de una sociedad.
Para reflexionar.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarCierto. Con Azua no queda otra opción que reflexionar.
El problema, yo lo veo en las generaciones que ahora mismo se están formando y que en sí saldrán, si no lo remedia una guerra mundial, semi-analfabetas de saberes clásicos tradicionales.
ResponderEliminarDON LUPERCIO.
EliminarVamos a tener unos descendientes bastante analfabetos en cultura general y sin los conocimientos básicos para enfrentarse a casi nada que no sea técnico.
"sociedades muy informadas y analfabetas, sin capacidad de defensa, sin herramientas críticas." es algo que ya lo estamos viviendo.
ResponderEliminarDON SANCHO.
EliminarPrácticamente ya lo estamos viviendo o sufriendo : una sociedad sin herramientas críricas porque carece de base para hacer esas críticas.
Con la educación académica que reciben hoy los niños y jóvenes el futuro será muy tecnológico pero totalmente carente de nociones humanísticas. Las materias de historia, geografía, filosofía o literatura van a convertirse, como en la Edad Media, en algo exclusivo de enclaustrados.
ResponderEliminarDON MARIO.
EliminarMuy perspicaz en tu valoración del futuro muy próximo : la CULTURA encerrada entre cuatro académicos y estudiosos de bibliotecas.
He leído en algún "papel" que en unos exámenes recientes para PROFESORES de Enseñanza Media la mayoría no eran capaces de escribir un folio sin faltas de ortografía.
ResponderEliminarDON VILLAR.
EliminarVergonzoso se mire por donde se mire. En otro tiempo ya habrían obligado a dimitir al ministro de Educación.
En resumidas cuentas, lo dice Azua y es totalmente cierto, los internetes, móviles, ordenatas y demás sirven pata informarse pero NO FORMAN culturalmente a nadie. Y nadie se molesta o muy pocos en cubrir ese agujero mediante la lectura particular de libros.
ResponderEliminarDOÑA CASILDA.
EliminarEn vez de formar pedagógicamente lo que hacen esos aparatos es DEFORMAR las neuronas.
La solución estaría en la afición a obtener conocimientos en los libros. Pero soy pesimista al respecto.
Tendremos MUCHA INFORMACIÓN pero mayormente inútil. Si miras la Prensa de hace un mes y la de hoy en lo político apenas ha cambiado casi nada. Todo sigue lo mismo. Da igual que sea política nacional que internacional.
ResponderEliminarLo único que cambia son las catástrofes que se puedan suceder en alguna parte del Mundo, los divorcios de concretos personajillos o la celebración de alguna boda de famosos. Temas que no sirven para nada a casi nadie salvo a los cotillas aburridos.
DON JOSÉ.
EliminarPues, sí, señor, tienes mucha razón. De un mes a otro e incluso de un trimestre a otro lo que se lee o se informa cada quién apenas sufre variaciones en lo político ni en lo social.
Las novedades son más del tipo SUCESOS y del de Prensa ROSA.
Cierto es que en un canal como internet hay mucha basura, pero no estoy de acuerdo que no sea aprovechable. Como cualquier herramienta, todo depende del uso que le quieras dar, y eso depende de la formacion que te hayan dado. Y ahi si coincido con el articulista, han destruido la formacion, para formar gente manejable
ResponderEliminarSEÑOR OGRO.
EliminarEl tema no está en denostar a Internet que de por sí es una magnífica herramienta de COMUNICACIÓN en todas sus variantes. Lo terrible es que tus hijos se hagan médicos o ingenieros y carezcan de mínimos conocimientos de Historia Universal o de Geografía. Y eso se ve ya en cualquier Concurso televisivo en que los concursantes ignoran si Julio Cesar era coetáneo de Fernando VII o si Hernán Cortés y Santiago Carrillo tomaban café juntos.
Luis es un nombre de pila de varón en castellano. Su femenino, es Luisa. Su forma primitiva proviene del fráncio, lengua germánica de la que descienden las lenguas bajo fráncicas, Hluot-wig o Hlodowig (Hlod, 'ilustre, famoso, reconocido'; wig, 'combate'), que quiere decir "Ilustre en el combate" o "Ilustre en la batalla". Además de Luis, de Hlodowig también derivan Clodoveo y, a través de la latinización del alemán Ludwig, Ludovico. Es un nombre muy extendido en Francia, que fue llevado por dieciocho de sus reyes, entre ellos Luis IX conocido también como San Luis, por el que los franceses gustan de llamarse Hijos de San Luis.
ResponderEliminaraddenda - copia/pega de la wikipedia tal cual, ¡con dos cojones!...saludos cordiales
addenda 2 - ¿se ha vuelto Vd. vegetariano?...no veo carne por estos lares
DON ISRA.
EliminarSaludos cordiales.
Y gracias por la valiosísima información sobre los LUDWIG, muy extendidos por Babiera.
También se llamaba LUISA la más puta de la reinas de España, la conyuge de Carlos IV.
Que vuelva vuestra merced pronto, para tener constancia de no haber sido asesinado por la parienta.