Me crucé con uno de esos hombres del medio rural que te hacen ver que no tienes ni media hostia: el paisano había enterrado a su mujer por la mañana después de 50 años de casados y por la tarde se iba en bicicleta a la huerta.
-¿Y no le da pena, Antonio?
-Mira, hijo, pena sí me da. Mucha. Pero me va a dar el doble de pena si se me joden los tomates.
Cuando andas como una lechuga, cuando te encuentras como perdido, cuando te ves caminando muy deprisa en tu día libre, cuando todo te suena a impostado, cuando ya no te crees ni a los tuyos haciendo declaraciones en el telediario, siempre te queda volver al pueblo para que se te quite la tontería.
Nosotros (los de pueblo) habríamos arreglado las últimas elecciones de un modo más sencillo y sin tantas encuestas, como aquella mítica escena de "Amanece" que no es poco en la que el alcalde pedáneo sale a decir que las elecciones las han ganado 'los de siempre', que 'de cura ha salido don Andrés', que 'de puta sigue Mercedes' y que 'también ha salido que los de la invasión se tienen que ir, y que si hay algún americano también'.
Da igual que haya 30 grados cuando se pone el sol, porque siempre diremos que por la noche parece que refresca. Da igual que haya una refinería cercana o una explotación de porcino, porque siempre diremos que igualito es el aire que se respira en Madrid. Da igual que nos quememos con el sol, porque hablaremos de la brisa del monte. Da igual que el agua tenga mucha cal, porque aquí glosaremos la vida saludable.
Hemos probado con gobernantes de Madrid y de Santiago, de Valladolid y de Sevilla. Creo que ha llegado el momento de probar con un señor de pueblo-pueblo.
Con su bicicleta y con su Farias en la boca. A ver qué pasa. Si ha de venir una desgracia, al menos que sigamos atendiendo el huerto.
Pedro Simón
Si de verdad es de pueblo-pueblo, declinaría la invitación.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarTambién es probable que tal cosa sucediera. Para no perder la naturalidad y honestidad de su medio.
Los que tenemos son hijos de los de pueblo-pueblo con trajes de Armani. Y esos ya son lo peorcito de la sociedad.
Desde el pueblo pueblo solamente podemos decir una cosa, sin gobierno estamos bien. La recogida de la cereza ya ha pasado y empezamos con los melocotones. Los melones y las sandías andan ya cerca de su mejor momento y cogerlos de buena mañana ayuda a quitarse la pereza de madrugar. De mitad de agosto a mitad de septiembre andaremos por las fiestas de la redolada, y luego a vendimiar. Acabada la vendimia y con el vino en las cubas se empezará con el vareo de las aceitunas.... y así iremos tirando como el año pasado y como el que viene.
ResponderEliminarDON CSC.
EliminarCon esa planificación laboral y de vivir, no necesitaís para nada a ningún gobierno, ni nacional ni autonómico.
En tiempos de la IV República FRANCESA tenian gobiernos que duraban un mes y los franceses vivían más felices que nunca. Luego vino el follón de Argelia y de Indochina y De Gaulle tuvo que intervenir instaurando la V República.
Me apunto a seguir con UN GOBIERNO EN FUNCIONES toda una década. Es lo más parecido a lo que había en los años 1960 con el Invicto. El país prosperó.
Pues yo no lo dudaría: para ellos mi voto. Al país no le vendrían mal en estos tiempos de blandenguería y mamadurria de todo a cien un poco de rudeza de botijo y siega, don Javier.
ResponderEliminarDON HEREP.
EliminarA estas alturas, y tal como comentas, un maño de Cariñena o un tarraconense de zona del Priorat e incluso un vasco de Ataún, nos servirian perfectamente para darle la vuelta a esta castaza de golfos que viven sin dejar vivir a los españoles.