13 marzo 2015

El gran fracaso ilustrativo en España

El escritor Arturo P. Reverte publica su última novela y tiene el siglo XVIII como escenario. Se titula 'Hombres buenos'. Y es la historia de una amistad sincera en el muladar de una gran derrota. Es el Siglo de las Luces, que triunfa en París con la 'Encyclopédie' de Diderot y D'Alambert como bujía, mientras aquí sólo queda un tinglado de candelillas. Una cutrez de conspiradores. De intelectuales con meninges de sebo.

Y también de hombres dispuestos al progreso convocados por la Real Academia Española.

P. Dos académicos con el encargo de adquirir en París los 28 volúmenes de 'L'Encyclopédie'...
R. Ellos son los hombres buenos. Los que lucharon por el progreso sorteando la violencia histórica y casi genética del español, la incultura atroz de este pueblo y la vileza al relacionarnos que no se da en otros países. 

P. Es la novela de esa España que no pudo ser.
R. Exacto. Al final triunfa el cerrilismo. Porque siempre hay alguien que impide que prosperen los demás. El XVIII fue un gran siglo, el que pudo hacer que España saliera del agujero. Teníamos gente culta, academias, militares que leían, marinos científicos... Y Francia era el modelo, pero con la Revolución Francesa, el regicidio de Luis XVI y la invasión napoleónica, Francia se convirtió en el enemigo. 

P.¿Qué falló?
R. Lo de siempre. Nosotros. Pero es que siempre hemos sido de polos opuestos. Aquí hemos tenido una derecha vil, turbia y malintencionada alimentada en sacristías y púlpitos, pero también una izquierda (aunque esos conceptos entonces no existían) demagógica e irreal que se manifiesta plenamente en la Constitución de 1812, que es excesivamente utópica. Esos dos extremos se necesitan mutuamente, pero ninguno de ellos quiere convencer sino exterminar. 
Y en medio, la gente buena que intenta sobrevivir a esos hijos de puta que les intentan hacer la vida imposible. Y debajo de todo, la religión. No quería que este fuera un libro antirreligioso. Aunque buena parte del desastre español se lo debemos a la Iglesia católica. Cuando escarbas, en el XVIII tropiezas permanentemente con la religión. 
Su presencia es el gran obstáculo de la modernidad. Y eso no quita que haya creyentes extraordinarios. De hecho, quien da permiso para que en la RAE entre L'Encyclopédie fue un inquisidor. Pero la Iglesia, como institución, fue la gran enemiga de la Ilustración. A los hombres buenos los encadenó la Iglesia católica. 

P. ¿Aquel momento roto fue el principio del fracaso?
R. Uno de ellos, sí. Quizá el más relevante. De ahí mi melancolía, porque nunca volveremos a tener como pueblo esa ingenua esperanza.

P. Estamos ya muy contaminados de derrotas. Nos hemos llegado a odiar tanto que no será posible reconciliarnos. No es muy estimulante.
R. Pues estoy seguro de que es así. Sólo se es virgen una vez. Éramos brutos, analfabetos, violentos pero vírgenes. Y había gente buena que podía sacarnos de ese cerrilismo... Ahora ya no puede ser. 

P ¿Dónde están hoy sus hombres buenos?
R. Donde siempre, aquí al lado. pero no los vemos. Esta novela es un homenaje a ellos. Pienso en algunos de los compañeros de la Academia a los que homenajeo en esta novela: Antonio Mingote, Gregorio Salvador, Antonio Colino, Francisco Ayala... Pero es verdad que son menos, se les oye menos y están anegados por una ola de mediocridad incluso dentro de la Academia. A la RAE la respeto por ellos. Yo no quería ser académico. Cuando me llamó la Academia fueron esos hombres buenos quienes me enseñaron a respetarla... En cualquier caso, es muy difícil ser hombre bueno en este país. 

P. ¿De qué sirve este libro?
R. Para conocer aquello y para entendernos algo mejor. Pero también para defender la cultura como lo único que nos puede hacer mejores. España volvió la espalda a la cultura hace demasiados años. Y con este Gobierno de ahora, que directamente la desprecia, pues estamos jodidos. Están negando el futuro a la gente. Sin cultura no hay futuro.

 (A.Lucas)

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

15 comentarios:

  1. Me gusta lo que dice Reverte sobre la causa del atraso general cultural del país. Porque es real como se comprueba facilmente visitando cualquier aldea de España : casi nadie sabe ni en qué consiste la diferencia de una democracia y y un país no democrático.

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    1. DOÑA NEREA
      Estoy de acuerdo. Aún quedan rémoras de aquella España nacionalcatólica y lo que es peor : las consecuencias de tantos siglos de dominio eclesiástico sobre las mentes de un país campesino.

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  2. Me encanta Reverte en sus artículos semanales y esta entrevista es muy buena.

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    1. DOÑA IRASEMA
      Bienvenida a este blog.
      Reverte es buenísimo en el artículo corto y en esta entrevista dice verdades como puños.

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  3. Hola, Javier:

    Sí, derecha vil e izquierda demagógica, conceptos demasiado evidentes. Difícil arreglarlo porque, como se dice en el comentario, sin cultura no hay futuro. Y parece como si el sistema, desde ambos lados, se haya ensañado en los valores legados por las pasadas generaciones, por nuestra Historia.

    Un cordial saludo

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    1. DON XESÚS
      Durante siglos los sotanados han luchado a brazo partido para que la población no tuviera acceso a culturización no religiosa, y las consecuencias son evidentes a estas alturas.

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  4. Me gusta lo que escribe Pérez Reverte, pero hay veces que peca de "progre", como si la verdad fuera patrimonio de ellos, los buenos. Leí una entrevista que le hacían donde hablaba de la nueva novela y, claramente, justificaba la guillotina... no el asesinato, decía, pues eso sería una aberración, pero sí la frase es clara: "la guillotina no asesina, sino que hacía justicia". La sentencia, cuanto menos, es muy peligrosa.
    La patita ideológica dejándose ver otra vez.
    La Cultura es importante, exacto, pero la Cultura, no la mezcolanza donde todo vale.

    Un saludo, don Javier.

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    1. DON HEREP
      He leído muchas novelas o todas las que ha publicado y no le tengo por un zurdoso. Es más, creo que los odia a muerte. Sucede que tenemos una derechona como alternativa que ni es liberal ni le gusta nada, como tampoco a mí. El liberalismo supuso la separación definitiva de lo religioso en Política, y aquí la derecha siempre va de la mano de los obispos. Y en los siglos XIX y XX más aún.

      Un ejemplo de este tipo de liberalismo lo tienes en los conservadores británicos, yankees y franceses. Jamás mezclan el tema religioso porque es, al entender de ellos, un asunto que pertenece a la PRIVACIDAD de cada quién.

      Yo he conocido el "nacional-catolicismo del Franquismo y era una total dictadura impuesta a las gentes desde el púlpito, y que las autoridades civiles apoyaban por conveniencia.

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  5. Mal que les pese a algunos, Pérez-Reverte es una mente lúcida dentro del panorama cultural español, sus relatos basados en acontecimientos históricos, bucean más allá de la simple historia oficial (de uno y otro lado) que se nos ha venido contando.

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    1. DON TRECCE
      Plenamente de acuerdo con tu comentario.. Ha demostrado ser un auténtico LIBERAL, es decir alguien que no necesita eliminar a quien opina de forma opuesta. Y hay pocos en España de ese calibre porque el país está siempre dividido, en todo, en fanáticos incapaces de razonar con el que piensa de modo distinto.

      La obsesión de Reverte y de los que añoramos las bonazas de la Ilustración en Francia y en Europa entera salvo en España, es que con CULTURA aún es posible remediar el africanismo de espíritu de nuestras gentes.

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  6. En el periodo al que alude Reverte como teimpo de hombres buenos y que se perdió, es el de los Floridablanca, Campomanes, Aranda y otros varios ilustrados más que en tiempos de Carlos III trataron de modernizar el país.

    Durante este período se crearon las principales Academias, instrumento de difusión de las luces, Se establecieron la Real Academia de la Lengua, Medicina, Historia, Bellas Artes de San Fernando, y, junto a ellas, el Jardín Botánico y Gabinete de Historia Natural.

    Tras el impulso reformista del reinado de Fernando VI, la ilustración llega a su apogeo en el reinado de Carlos III. Los ministros de este monarca, con espíritu renovador, trataron de elevar el nivel económico y cultural del país.

    Los escritos de Campomanes, Jovellanos, Capmany o Cabarrús muestran la asimilación de las teorías económicas de la fisiocracia y del liberalismo económico.

    Fruto de ese interés por los asuntos económicos y sociales fue la creación de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, preocupadas por la difusión de las “ciencias útiles” y el desarrollo económico.

    El interés por la educación y el progreso científico se concretó en la creación de nuevas instituciones de enseñanza secundaria (Reales Estudios de San Isidro), de enseñanza superior (Colegio de Cirugía, Escuela de Mineralogía, Escuela de Ingenieros de Caminos) y en la reforma de las Universidades y de los Colegios Mayores.

    El desarrollo de las ciencias experimentales fue importante: Mutis y Cavanilles en biología, Ulloa y Jorge Juan en Astronomía y Cartografía, Piquer en Medicina.

    Juan trató especialmente la Física, Navegación y Astronomía y, en sus obras conjuntas con Ulloa, se adentró en las Ciencias Sociales y Humanidades. F. Navarrete se ocupó especialmente de la Historia de la Navegación. Mendoza y Ríos de Astronomía y Navegación. Bauzá, Espinosa y Tofiño de Hidrografía. Vargas Ponce de Historia Natural, Antropología y Geografía. Ciscar de Matemáticas, Navegación, Física y Astronomía.

    En total fueron mas de 100 las obras que se tradujeron a otros idiomas o que se publicaron fuera de los territorios de la monarquía hispana. Y abarcaban casi todas las materias que en esa época se cultivaban.

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    1. DON LUIS
      Agradecido por tu valiosa aportación al tema y que es muy enriquecedora.
      Todos esos ilustrados podían haber convertido el país en uno muy parecido o mejor que los correspondientes a Reino Unido, Francia, Dinamarca, Suecia, Holanda, etc. pero, como dice Reverte, los jesuitas y los obispos frenaron de cuajo el empeño.

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  7. Lo que cuenta GOGÉNOLA es un resumen muy resumido porque en aquella época se iniciaron además las exploraciones navieras creando barcos que ningún país europeo tenía, así como las exploraciones al Artico, a la Patagonia, a Australia. etc. llegando mucho antes que los famosos Cook y pandilla a lugares del globo desconocidos.

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    1. DON MARIO
      Efectivamente los españoles avanzaron hacia el norte de California y construyeron una serie de misiones: San Diego en 1767, Monterey en 1770 y San Francisco en 1776. (La bahía de San Francisco fue visto por primera vez en 1769 por Gaspar de Portolá desde el lado de tierra debido a que su boca no es evidente desde el mar.) San Francisco se mantuvo como el límite norte de la ocupación terrestre. Por mar, desde 1774 hasta 1793 las expediciones de España en el Pacífico Noroeste trataron de hacer valer las reclamaciones españolas contra los rusos y británicos. En 1774, Juan José Pérez Hernández llegó a lo que hoy es el extremo sur de la península de Alaska.

      En 1791 la expedición Malaspina cartografió la costa de Alaska. En 1792, Dionisio Alcalá Galiano circunnavegó la isla de Vancouver. Y tantos y tantos otros que terminaron mal por causa de los gobiernos de Madrid, sometidos a los dictados de la Iglesia.

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  8. Creo que se equivocan con el siglo, el siglo XVIII, especialmente la segunda mitad durante los reinados de Fernando VI y Carlos III, España era un país plenamente asimilable a los más avanzados del resto de Europa, solo hay que fijarse en los ejemplos del comentario de Luis Gogénola... No hay que olvidar tampoco los grandes avances en construcción naval de Gaztañeta copiados por nuestros principales enemigos Inglaterra y Holanda.

    Pese a que el siglo XVII no puede considerarse dentro de la época dorada de la monarquía española, no creo que sea un momento de atrasos sino más bien al contrario. En el resto de Europa andaban igual o peor, saliendo de un modelo medieval hacia la modernización.

    El problema gordo y el atraso de España creo que es después, una vez acabada la guerra de la independencia donde nuestros aliados ingleses se preocuparon más de destruir el país que de ayudarnos a echar a los franceses. Ahí nos hundimos del todo, y lo más grave, durante el siglo XIX no levantamos cabeza, yendo de guerra civil en guerra civil y con la independencia de América.

    Y cuando parece que teníamos algo de estabilidad a principios del XX, nos llegó la república y el invicto paralizando el país hasta los años 60, y así andamos.

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