29 agosto 2014

La cutrez de agosto

Aquí es el calor agosteño el  que enciende e incuba el huevo de las dos Españas. ¿Qué dos Españas? La del hacinamiento playero a ritmo de sangría y chiringuito, y la de los 'selectos' que escapan a lugares próximos a la invisibilidad. En el segundo punto incluyo a los dotados de buen gusto y se van a ver pueblos de Cantabria o de Vasconia o de Galicia con ánimo de enriquecimiento cultural. Incluso a los que visitan las buenas librerías de MadriZ. Y ya el colmo del elitismo corresponde a los que pasan agosto en Soria y vuelven con ristras del mejor embutido picante existente.

Entre los primeros hay un buen puñado de próceres cuyo horizonte veraniego ideal es una playa al más genuino estilo 'Celtiberia show'. Un arenal descerebrado, abrasado de alcohol, ruido y arquitectura costera invasiva. Que no se sientan ofendidos los que se crean aludidos pero aquí entran de lleno los pueblos que Franco fabricó para Agosto : Marbella, Salou, Benidorm, etc.

No es cuestión de presupuestos, sino de planteamientos. De la misma manera que elegimos nuestro modo de vida, también está al alcance de todo el mundo inventarse el verano que se quiere vivir.


Franco promocionó una idea de España poco culta, taurina y aflamencada, en la que demasiados siguen perseverando al traducir la palabra agosto como una playa saturada de cuerpos a un soplo de la torrefacción integral. Con la correspondiente indumentaria de calzoncillos de calle y chanclas
Pero no, aunque le cueste creerlo a vuestra merced, hay vida más allá y hay otras Españas, y otros veranos, donde no es prescriptivo pelearse por un toldo municipal para ser feliz. Ni estar oliendo sudores rancios ajenos, ni viendo inmensos gordos y gordas desparramados entre arena.

El paraíso puede estar a la vuelta de la esquina, pero siempre queda en la dirección contraria de ese lugar donde se dirige la multitud y ruge la marabunta. El arte de inventarse un buen verano comienza con una rebelión personal. ¿Contra qué? Sobre todo, contra la vulgaridad.
SAN VICENTE DE LA BARQUERA- Cantabria

Habría que prohibir agosto, aunque ello suponga que muchos madrileños y bilbaínos, ciudadanos que por considerarse ellos mismos de primera clase, colonizan cuanto visitan y ocupan hasta el último rincón de esa España cutre con sus traseros y pichicastizadas.



SORIA



4 comentarios:

  1. Querido tocayo, sabes de sobra que Patxi (el Caudillo) jamás de los jamases pisó Marbella etc. eso lo dejaba para los horteras de algunos de sus ministros (por ej. Giron)
    El "invicto" psaba sus veranos entre Donostia (Ayete) y el Pazo de Meirás en La Coruña, lo que demuestra (afinidades políticas aparte), un encomiable buen gusto.
    Quien poseyera un yate como el humilde AZOR (que años despues disfrutara FG, otro hortera de bolera venido a mas....).
    En fin, y como dicen en mi pueblo, que no semos nada.....

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    1. DON FJ de C
      Sí, el Invicto era un refinado en sus gustos particulares, y era de los iba en sentido contrario al de las masas respecto a diversiones y descansos.El hortera de la familia era su yerno y con uno ya consideraba que era de sobra.
      A mí siempre me ha llamado la atención el hecho de que la marinería de su AZOR eran indefectiblemente marineros de Guetaria, Motrico y Bermeo, gente que apenas sabía hablar en castellano en aquella época. Y que, según se ha sabido, se dirigian a él tuteándole y hablándole como a un igual en temas de pesca.

      Otra cursi de tomo y lomo era su asturiana señora. Pero a cada quién le toca lo que cae, y conforme a lo que contaba en sus Memorias su primo y ayudante "El Pacón", no se molestaba en hacerle el menor caso a las indicaciones de ella respecto a nombramientos y política.

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  2. Qué mala uva tienes jeje, yo este año no traigo chorizos sino morcillas.

    Agosto es un mes COÑAZO que hay que pasar como mejor se pueda, servidora deseandito que empiecen ya las clases para que reinen la ley y el orden porque ya empieza a caerme bien Hannibal Lecter, cuidadín...

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    1. DOÑA MARIBEL
      Estupendo : esas morcillas deben de saber a gloria. Tengo un amigo que pasa el verano en Soria y suele regalarme, a la vuelta, un par de chorizos picantes de aquella tierra y eso es la excelencia.
      Acostumbrada a que los niños o niñas te dejen en paz en casa, ahora has tenido que soportarlos durante un mes entero a todas horas. Y eso balda.

      Bueno, estás ya en Complutum y quedamos los elitistas a la espera de tus resúmenes políticos, los únicos dignos de ser leídos. Y para completar el cuadro, también Don Bwana ha llegado a su casa.

      Un abrazo

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