Antonio de los Ríos Rosas (Ronda, Málaga, 16.III.1812-Madrid, 3.XI.1873) fue uno de los padres del liberalismo conservador español. Ministro y presidente del Congreso en varias ocasiones.
Criticó con dureza la dictadura del general Espartero, tanto como la de Narváez, lo que le valió la represión y el exilio. Defendió la alternancia pacífica entre partidos, basada en las elecciones, y el poder moderador de la Corona.
Entendía que la actividad pública debía estar guiada por la moralidad, lo que le creó muchos problemas, ya que luchó siempre contra la corrupción.
Fundó la Unión Liberal, que lideró el general O’Donnell, para sostener el régimen constitucional y ordenar el sistema de partidos.
Junto al demócrata Cristino Martos elaboró la fórmula de la Monarquía democrática, fundada en la idea de un rey como poder moderador rodeado de instituciones representativas formadas por sufragio universal masculino.
Murió pobre, con tan solo seis duros de plata en el cajón de una mesa.
ACOTACIÓN
Claro que por entonces aún no existían los socialistas ni los comunistas, y eso facilita la explicación.
extraño caso
Resumiendo la breve reseña biográfica: liberal constitucional, crítico con quien fuese necesario serlo, moralidad como norma, honrado hasta morir pobre.
ResponderEliminarIgualico igualico que todos nuestros políticos de hoy día.
AMIGO ROMERO LANDA
EliminarTodo eso que dices era el hombre. Y nadie lo recuerda hoy cuando debiera de tener una estatua en cada ciudad de España.
Los de hoy, como sabes y lo saben hasta los niños de destete, son absolutamente lo OPUESTO a la forma de actuar de Ríos Rosas.
¡Excepcional, excelente, formidable, increíble! Al menos tiene una calle muy maja en Madrí.
ResponderEliminarDON BWANA
EliminarSí, señor, excelente este personaje, casi increíble para lo que estamos acostumbrados.
No sabía que también le habían dedicado una calle, aunque sí que los su época lo enterraron en el Panteón de Hombres Ilustres.
No se equivoque amigo Íñigo, TODOS los partidos políticos tieneN a la entrada de sus sedes un cuadro enorme de este personaje y una frase esculpida en mármol a modo de pie de página NO HAGAS LO MISMO QUE EL PRINGAO ÉSTE
ResponderEliminarAMIGO ISRA
EliminarEso sí me lo creo : que tengan un aviso los Partidos en sus sedes con la leyenda de "NO HAGAS LO MISMO QUE EL PRINGAO ÉSTE".
El extraño personaje, extraño para las costumbres del país, vivió cuando aún no habían llegado los inventores de "miembras" y "convolutos".
Antes, te dedicabas a la política y si morías pobre, podías conformarte agradeciendo las alabanzas del ciudadano. Ahora, si eres político y sigues empobrecido, deberás aguantar las mofas de aquellos que se burlarán de tu honradez. Es el signo de estos tiempos nuestros.
ResponderEliminarUn saludo.
AMIGO HEREP
EliminarSerá como dices pero hasta no hace muchos años, cuando yo era joven, cualquier profesional titulado universitario consideraba el mayor deshonor personal el ser mirado como "ladrón".Daba lo mismo que fuera médico, abogado, veterinario, ingeniero o político.
Ese concepto se ha perdido totalmente y ha sido sustituído por el de "aprovéchate al máximo ahora que estás en un cargo público", o cóbrale a los clientes de tu despacho de abogacía o de médico en función de su presumible fortuna".
No había comerciante que se atreviera a devolver LETRAS bancarias aceptadas por temor a tener que abandonar el hogar.
Esa es la gran diferencia venida tras la muerte del Invicto.
Hola, Íñigo:
ResponderEliminarDon Antonio de los Ríos Rosas (nacido en Ronda, ciudad espectacular, hermosa) murió pobre, lo que deja malparados a todos los políticos actuales. Su hoja de ruta, timbre de gloria, podría ser un buen eslogan para los que intenten (si los hay) la regeneración moral del país antes que plantar en la Moncloa la bandera de la sodomía como le gustaría al loco de ZP el Luciferino. Igual son capaces de buscar en los bancos suizos alguna posible cuenta de número del citado don Antonio de los Ríos, porque puede no caberles en la cabeza que se pueda ser honrado en vida y morir pobre.
Un cordial saludo
AMIGO XESÚS
EliminarCasi sin duda los actuales políticos no conciben que se pase por un cargo político sin arramblar con lo máximo posible para el propio bolsillo.
En la cultura sajona protestante este concepto del saqueo al prójimo está mucho peor visto casi que el asesinato. En su formación de origen puritano los mayores pecados del ser humano son ROBAR y MENTIR.
Fíjate qué diferencia con nuestros valores actuales.
No era cuestión de la época. No hay más que leer a Galdós para ver que entonces también los había ladrones, mentirosos y veletas, y eso que entonces no existía la televisión.
ResponderEliminarDON ULTIMO DE FILIPINAS
EliminarSí, claro, siempre ha habido ladrones, mentirosos, traidores a los suyos , etc. pero me refería a que no había MENTALIDAD de que "dedicarse a la política era sinónimo de enriquecerse a cargo del Erario Público".
Y está mal visto, pero no ahora en donde califican de "tonto del culo" al que no se APROVECHA de las facilidades del cargo público para vivir el resto de la vida sin dar golpe.
Hace poco leía algo sobre la biografía y andanzas del II Marqués de la Vega Inclán, nombrado en su día Comisario regio de Patrimonio (o algo así), un visionario de esos que se adelantan a su tiempo y que vio, allá a principio del siglo XX, el potencial que encerraba el turismo para este país, antes llamado España, entre otras cosas puso en marcha lo que sería la red de Paradores de Turismo, pero tuvo muchas más iniciativas en la restauración de patrimonio y puesta en marcha de proyectos que han llegado a nuestros días. Ha habido más gente como Ríos Rosas, en efecto, pero llegan los delincuentes estos y en un santiamén hunden lo que otros construyeron a base de dignidad y sacrificio durante años.
ResponderEliminarAMIGO TRECCE
EliminarSí, lo que cuentas nos lleva a pensar que, aunque chorizos los ha habido siempre, jamás ha existido una pandemia de políticos corruptos como ahora. Ni siquiera durante la Segunda República en que muchos comunistas se aprovecharon pero más se dedicaron a destruir los bienes de quienes creían ricos.
En el siglo XIX, cuando se estrenaron en España las primeras libertades y el sufragio universal ( a pesar de que era un sistema electoral basado en la compra de votos por los caciques), los prohombres dedicados a la política no eran nada propicios a ser tachados de ladrones.
Ahora les da exactamente igual que los llames ladrones o fijoputas porque ellos van a lo suyo : el expolio a favor personal.
Ah, pero eso era antes.
ResponderEliminarAMIGO MAMUNA
EliminarSí, hace más de 150 años. Desde entonces degenerando, degenerando, nos hemos convertido en carne de cañón de los mangantes.
Para que los que hablan de la historia de España como si esta hubiera empezado en la II República.
ResponderEliminarAmigo REPUBLICA BANANERA
EliminarLe iría bien saber que antes de la República había también gobiernos parlamentarios y no parlamentarios, e incluso guerras civiles, como las carlistas, de las que no tienen puñetera idea.
Uno de los pocos políticos que cumplió su función.
ResponderEliminar