14 abril 2012

Es bueno ser pesimista


El futuro está ahí: vuesa merced sabe  lo que es. El futuro es lo que  espera. Lo que se avecina a toda velocidad. Somos inseguros, somos temerosos. Y encima, no podemos evitar sentirnos engañados. De hecho, sabemos que nos engañan porque sabemos que siempre es así.

¿Querríamos que nos dijeran toda la verdad? Humm, no sé, supongo que la respuesta correcta es sí, claro. Desde luego que lo es. Necesitamos saber a qué atenernos. Necesitamos saber qué demonios va a pasar. Qué más van a hacer con nosotros a continuación. Siempre queremos saber lo que vendrá después.

Si te elevas lo suficiente, puede resultar hasta divertido: las extremadas medidas económicas adoptadas  hace una semana no solo no cambian las perspectivas ni optimizan los pronósticos.

De todas formas, en épocas como ésta, en las que, como decía la Mafalda de Quino, lo peor de todo es que el empeoramiento no deja de empeorar, es cuando más echamos de menos un poco de certidumbre.

El ministro de economía  asegura que todo esto forma parte de un plan. Se ha propuesto lanzar el mensaje de que sabe lo que hace. Por otro lado, ¿qué les parece la actitud  huidiza del presidente de Gobierno?
¿Tiene miedo? Se le ve demacrado y mustio. ¿Se encuentra bien?

En fin. De todas formas, mi teoría es que en los malos tiempos conviene hacerse pesimista para no desesperar. Lo siento. El optimismo ingenuo y el exceso de expectativas te puede destrozar los nervios. Por eso, la mayor parte de los pesimistas que conozco son astutos. Por regla general, se contentan con poco, suelen ser andariegos, frugales, observadores y lacónicos.

Y cultivan la ironía y la discrepancia por sistema, lo cual, naturalmente, tiene que ser muy beneficioso para la salud. Además, son tipos educados y respetuosos, cosa que siempre es de agradecer.

Y risueños, aunque parezca mentira. Da la impresión de que el hecho de carecer por completo de esperanzas no les sienta, en el fondo, nada mal. Así que, menos optimismos. Que luego todo es protestar.



21 comentarios:

  1. Es que no esperar un mundo maravilloso a la vuelta de la esquina no quiere decir que te conviertas en una persona mustia e incluso amargada. Si esperas lo peor incluso lo malo te producirá alivio. Si esperas un mundo color de rosa creo que eso sí que debe de producir unas depres de caballo. La ironía ayuda mucho y por supuesto ser frugal, saber vivir con poco --que a mi siempre me parece incluso mucho-- te facilita las cosas, pero claro tienes que estar hecho así, tener un carácter adaptativo a todo tipo de terrenos y situaciones. Cuando se esta bien lo disfrutas, cuando no se tiene en realidad si que se tiene si lo piensas bien siempre y cuando tengas un techo y lo mas básico sin por ello dejar de luchar por una vida mejor. Supongo que también depende de la edad y de si ya tienes unos añitos haber corrido lo tuyo de joven. Para los chavales es mas difícil.
    Saluditos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya, DON ROBERT, veo que eres de esa pasta mental que cito en la entrada. Sí, para vivir con espíritu pesimista es necesario también haber madurado en edad y disgustos.

      Has entendido muy bien lo que pretendía decir. Porque para ver el Mundo desde esta perspectiva hay que esperar poco de muchos, especialmente de los políticos por muy lumbreras que sean.

      Personalmente creo que el pesimismo va unido al excepticismo en todo y eso produce sentido de la ironía e incluso enorme sentido del humor.

      Eliminar
  2. Se lo voy a enseñar a alguien que yo me sé que me llama catastrofista cuando le canto las verdades del barquero :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON GEORGE
      No le hagas caso a quien te denomine así porque a este país le sobran por todas sus costura los fanáticos y "creyentea" incluso de equipos de futbol.

      El escepticismo es una forma del conocimiento según la cual no hay ningún saber firme, ni puede encontrarse nunca ninguna opinión absolutamente segura.

      Desde el punto de vista práctico, el escepticismo es una actitud que se encuentra en la negativa a adherirse a ninguna opinión determinada. Ya en el siglo III a C. Pirrón de Elis explicaba las ventajas de pensar así.

      Eliminar
  3. Dice Vd. que "al presidente se le ve demacrado y mustio". Me parece normal, yo siempre lo he visto así, nunca me ha parecido la alegría de la huerta.
    La ventaja de ser pesimista, además, tiene la ventaja de no sorprenderse por los acontecimientos. Incluso pudiera aparecer alguna noticia aceptable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON BWANA
      Esa ventaja que Ud. indica es realmente alentadora para sobrevivir.

      Eliminar
  4. Pues no se don tella...este señor tiene esa cara desde siempre yo no le conozco otra :):) Es mustio y "naftalinoso". Si, queremos saber la verdad, claro que sí,pero de golpe y porrazo, no hacernos sufrir día a día poquito a poquito.Milllllllllllllll besitos don tella, muy buena reflexión.besitos mill

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DOÑA MIDALA
      Ese paisano tuyo es la cara opuesta de tí. Es lo más mustío y triste que te pueda caer cerca si se aproxima a uno, o UNA.

      Ya sabes que nunca nos dirán la verdad porque sería renegar de su profesión de políticos : engañar al prójimo.

      Un millón de besos, Midalita.

      Eliminar
  5. jeje...Me da la risa cuando leo lo de sí bwana sobre Rajoy, porque no se cómo se las apaña pero siempre pone la misma cara y no se sabe si viene o va. Claro que, dicen que eso es típico de los gallegos.

    Cueo que tienes toda la razón, pero, además, ahora mismo no existen motivos objetivos para ser optimista con lo que solo un oligofrénico, tipo ZP, podría permitirse el lujo de serlo. Además, hay un matiz diferencial entre ser pesimista y esperar solo lo peor. La vida siempre está llena de sorpresas, a veces muy buenas, pero solo el pesimista las valora, al optimista siempre le sabrán a poca cosa..

    Por cierto, los optimistas suelen no leer prensa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DOÑA CANDELA
      Abundas en lo que expongo y rematando mi posición de que es mejor ser pesimista para sobrevivir.

      Los optimistas esperan lo mejor de sus idolos y para cuando caen del guindo ya se han llevado la fostia padre. No sé si leeen o no prensa pero tampoco la necesitan porque viven de sus espectativas siempre inmejorables.

      Eliminar
  6. Mi querido cofrade en lides informativas, con matices pesimistas os informo: Que me habéis convertido en pesimista, Rediós.

    Sobre todo cuando tras leer aquesta vuestra frase: "Y cultivan la ironía y la discrepancia por sistema, lo cual, naturalmente, tiene que ser muy beneficioso para la salud", me he sentido plenamente identificado con ella y tras leerla, he lanzado al ciberespacio un post titulado Un Bobón con Trabuco dedicado a Bobón Robocop I de España.

    El resto de vuestra estimable frase alegórica a los pesimistas, no va conmigo puesto que en vuestra apreciación significáis que:
    "Además, son tipos educados y respetuosos, cosa que siempre es de agradecer".
    Pues bien, sabed que mi educación y respeto hacia esa alimaña coronada brilla por su ausencia.
    Doy Fe.

    Mis saludos, insigne prócer vascongado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SEÑOR DE VALERO
      No os minivaloreís, brillante Caballero de rocín y adarbe. Que además de irónico y discrepante, soís de lo más respetuoso y educado con quien hay que serlo.

      No se puede tener respeto a quien no lo merece y por tanto en nada desmereceís de la categoría de los que arremetemos a diestra y siniestra, y con gran orgullo de no inclinar la cerviz ante disfraces de "sagrado", ya que sagrada sólo lo es la vida y la honra de quienes la tienen.

      Voy a galopar hacia vuestro Castillo a conocer la última arremetida vuestra a quien carece de eso que ambos apreciamos : LA DIGNIDAD PERSONAL.

      Como imagino de qué tratan vuestros negocios en esto, debo de añadir que estaba a punto en estos momentos de escribir por causa del Borbón "Tempori cedere, id est necesitati parere, semper sapientis est habitum" ( Ceder a las circunstancias (del tiempo o momento), o sea obedecer a la necesidad, es siempre costumbre del sabio. Marcus Tullius Cicero.) ya que con la que cae ese bribón se dedica a cazar elefantes nada menos que en Botsuana.

      Desde Carlos IV para aquí NO HAN APRENDIDO NADA DE NADA. Y suspicio que gran peligro corren quienes con él van ya que la ingesta permanente de tanto whisky le da una veces por irse contra paredes con su rostro, pero si va armado ya son palabras mayores para los circundantes.

      Con mis respetos máximos ante un catalán de rancio abolengo, me descubro quitándome la chapela.

      Eliminar
  7. Hay que ser realistas, que es lo que llaman "optimismo bien informado" y ponerse metas asequibles en la vida, pero tan cargante resulta el que sólo ve el lado rosa de todo, como en ocasiones el que ve únicamente la parte negativa de hasta lo más nimio...creo firmemente que hay puntos de luz en medio de incluso las mayores tragedias -y viceversa- y eso nos puede servir para superarnos y avanzar o por el contrario para quedarnos en ello y hacernos mucho daño, pero creo que tú y Zorrete lo habéis expresado bastante bien

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DOÑA MARIBELUCA

      Sí, realistas como comentas, pero los cargantes son los que "ven el lado rosa siempre de DE LOS DE SU BANDO", olvidando lo que sea menester de todos los demás flancos.

      Debo matizarte que los pesismistas no buscamos el LADO NEGATIVO de nada, sino que no esperamos casi nada de positivo de quienes pueden influir en nuestras vidas o modos de actuar.

      Un cariñoso saludo

      Eliminar
  8. Respuestas
    1. DON MAMUNA
      Los planes que dicen tener no son de ninguna clase porque no tienen ninguno adecuado a la circunstancia actual.

      Eliminar
  9. Un pesimista -dicen- es un optimista bien informado.
    En los tiempos que vivimos, más que pesimistas u optimistas, lo que hay que ser es realistas y tener los pies en el suelo.
    Calibrar lo que nos rodea,valorarlo y sacar nuestras propias conclusiones sin interferencias periodísticas ni de la opinión de los cuatro gurús de turno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DOÑA NATALIA
      No sé si en realidad es un ser realista pero es lo que más se aproxima a la realidad de ese modo de ver las cosas.

      Se tiende, en general, a las euforias y tristezas con enorme raapidez por falta de equilibrio emocional, y personalmente asocio el pesimismo con el escepticismo, estado ajeno a euforias y tristezas.

      Eliminar
  10. Creo que es usted muy optimista. Con respecto al pesimismo yo soy más pesimista. Me apena la pesadumbre. Me desasosiega. Te quita las ganas de tener ganas de tener ganas.

    FugisaludoS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. AMIGO DON FUGITIVO
      Tú confundes el pesimismo con la pesadumbre y éste es un un simple estado mental de MELANCOLIA, o tendencia a la tristeza permanente.

      El pesimista es ajeno a la tristeza y a la euforia.

      La cultura griega clásica explicaba todas las enfermedades y los cambios de temperamento o "humor" a partir de la influencia de cuatro líquidos corporales denominados "humores": la sangre, la flema, la bilis negra y la bilis amarilla.

      Según esta teoría de los cuatro humores propuesta por Hipócrates un exceso de sangre provocaba comportamientos hiperactivos (maníacos, en la terminología actual), mientras que el exceso de bilis negra provocaba un comportamiento abatido, apático y un manifiesto sentimiento de tristeza.

      NADA QUE VER CON EL PESIMISMO.

      Eliminar
    2. En efecto, en cuanto a temperamento, soy flemático. Por carácter escéptico, y filosóficamente epicúreo.

      Pero pesimismo y optimismo son dos extremos igualmente perniciosos, dos visiones ofuscadas de la realidad.

      Sin afán de polemizar, reciba una vez más saludos fugitivistas.

      Eliminar