-¿Es aquí donde mataron a tu amigo, aitá?
-Sí, aquí es.
-¿Donde la bomba?
-Sí, donde la bomba, hija.
-¿Y dónde fue?, ¿dónde?, ¿dónde?, ¿ahí? -dice señalando a los pies del padre.
-Chsssss -la silencia Fernando, que no quiere que su niña sepa mucho de aquello.
Al día siguiente, las fotografías se repiten en el mismo lugar, la plazoleta de Los Atanos, en Azcoitia (Guipúzcoa). Esta vez se incorpora a la sesión Jesús Mari Vega, el otro superviviente de aquel atentado firmado en 1980 por Jon Aguirre Aguiriano, una explosión que se cobró la vida de José María Piris, 13 años entonces, oficialmente el segundo niño asesinado por ETA. (La primera víctima mortal de ETA fue un bebé de 22 meses que murió a consecuencia de una bomba en la estación de Amara (San Sebastián), el 27 de junio de 1960.)
Elurtxuri, el nombre de guerra de Aguirre, ha asomado esta semana triunfante a las portadas de los medios de comunicación como firmante del Acuerdo de Guernika (la hoja de ruta de la izquierda abertzale) en nombre del denominado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK). Nunca ha mostrado arrepentimiento ni ha pedido perdón por lo de Piris, el amigo de infancia de Fernando y Jesús Mari.
Jesús Mari también está casado y tiene hijos. Dos: Iván, de 14 años, quien juega al tenis en una pista cercana, y Carla, de 11, quien ha heredado los ojos verdes de su madre, está unos centímetros por encima de la estatura media de su clase, y sueña con ser "actora".
Durante el posado, Jesús Mari y Fernando, de 44 y 43 años respectivamente, verbalizan la inquietud que ha seguido sus pasos en la vida desde aquel 29 de marzo de 1980. Que podía perfectamente estar allí delante de la cámara José Mari, y ser el nombre de cualquiera de ellos dos el labrado en la placa que le rinde homenaje a escasos cinco metros de donde conversan. Que esos hijos a los que adoran podrían no haberse gestado nunca.
-Cuántas veces me he preguntado yo: "¿Y si José Mari estuviera aquí?". Habría tenido novia, se habría casado, habría vivido lo que nosotros... -elucubra Fernando.
-Le tocó a él porque llegó primero al paquete... Y lo cogió.
Dicho de otro modo, sus vidas son el espejo de lo que habría sido la de Jose Mari Piris Carballo de no haber sido bruscamente abortada en la adolescencia. El asesinado era un apasionado del fútbol, un defensa fuerte y rápido que bien podría haber seguido los pasos de su amigo Fernando, quien fue profesional (delantero) hasta los 24 años y jugó en el entonces llamado Sanse, el segundo equipo de la Real. Tras su retirada se empleó como maestro industrial en una empresa de Azcoitia, en la que sigue en nómina.
O quizás el camino de José Mari habría sido más parejo al de Jesús Mari, que estudió Mecánica, aprendió inglés en Londres, francés en los Alpes, y ahora es comercial de una empresa que se dedica a la venta internacional de maquinaria. Ambos siguen viviendo en Azcoitia, donde han fundado dos familias sólidas. Son dos tipos muy cordiales, optimistas, de sonrisa fácil. Parecen verdaderamente felices.
Fernando y Jesús Mari no habían vuelto a hablar de lo sucedido aquel día hasta que la periodista los convoca en el escenario de los hechos. Se han cruzado por la calle y saludado, pero ninguno había sacado a colación aquello. Por eso el reencuentro, 31 años después, es especialmente emotivo. Se juntan en la misma plazoleta de Los Atanos, se dan la mano, unas palmadas en la espalda y la conversación surge sola.
El 29 de marzo de 1980 era sábado. Un sábado plomizo. José Mari y Jesús Mari, ambos de 13 años, y Fernando, de 11, habían jugado un partido de fútbol en el vecino campo de Azpeitia. No saben si ganaron porque lo sucedido después eclipsó el resultado. Poco antes de las 12 del mediodía, el padre de Fernando, Bernardo, que había ido a recogerlos, paraba el coche para que los tres se bajaran antes de entrar en el garaje cuando los niños divisaron el extraño paquete. Tenía unos grandes imanes pegados.
-Recuerdo que miramos por la ventana del coche y José Mari dijo: "¡Mira, mira!, ¡¡imanes!!". José Mari era el que estaba más cerca, sentado atrás, en la puerta de la derecha, por eso llegó primero. Cuando vio el paquete salió disparado a por él -recuerda Fernando.
-Sí, José Mari era muy ágil, muy movido, muy vivo... Yo estaba sentado en la ventanilla de la izquierda. Salí y eché a correr hacia casa porque hacía sirimiri. Me olvidé el paraguas en el coche de tu padre. Si llego a volver a por él... A unos 20 metros, a la altura de aquel árbol, oí el petardazo y giré la cabeza -continúa Jesús Mari.
-Yo corría detrás de José Mari en busca del paquete y me apartó el bofetón de la onda expansiva. Luego sólo recuerdo oscuridad y gritos, me ahogaba, no podía respirar. No veía, gritaba "¡aitá, aitá!".
-La explosión fue inmensa. Me pareció que el humo salía del garaje y pensé que había explotado una bombona de butano. Luego me di cuenta de que era algo más. Me quedé parado, petrificado. Vi como tu padre te cogía y salía disparado con el coche agitando un pañuelo. Oí gritos. Fue atroz ver cómo quedó José Mari. Un vecino saltó del balcón y lo arropó con una manta (cuenta Jesús Mari, señalando al bloque que se levanta a sus espaldas y que preside la plazoleta).
En ese mismo edificio, en el cuarto piso, vivía el guardia civil al que iba destinada la bomba lapa. Los etarras usaron los imanes para adosarla a los bajos de su Seat-850 Coupé rojo con la intención de que, una vez en marcha el vehículo, el calor del tubo de escape la activara. Algo falló, porque el coche del agente arrancó y el paquete explosivo quedó tirado en el suelo. Hasta que lo cogió José Mari.
El periódico del día siguiente refiere que los cámaras que cubrieron el suceso, "a la vista de cómo quedó el niño, decidieron no hacer fotografías del cadáver por motivos éticos". Las crónicas son confusas: hablan erróneamente de una bolsa de deportes, cuentan que José Mari le dio una patada...
A los reporteros podría haberles dado detalles exactos de todo lo sucedido el propio asesino, Jon Aguirre Aguiriano, espectador de excepción. Porque Aguirre, trascendió después, observaba desde uno de los balcones vecinos.
Había llegado a Azcoitia, procedente de Francia, días antes del atentado y se había alojado en el mismo edificio donde vivía el guardia civil al que pensaba liquidar.
"Lo triste es que éramos sólo unos niños y ellos, según declaración del propio hijo de puta, estaban viéndolo todo. Podían haber avisado, haberlo evitado... Eso es lo fuerte, lo que da rabia", clama Fernando.
Reconstruidos los hechos sobre el terreno, la impasibilidad de Aguirre al ver que los niños se acercaban al paquete sobrecoge. Desde una de las balconadas de la izquierda, a no más de seis metros de los chavales, contemplaba la escena Elurtxuri. El paquete estaba unos cuatro metros a la derecha de los retratados. Un grito de advertencia habría delatado al etarra pero salvado la vida del niño.
Jon Aguirre Aguiriano, detenido un año después, tardaría más de tres décadas en asomarse a otro balcón. Lo hizo el 7 de mayo pasado, cuatro días después de su puesta en libertad tras 30 años en prisión.
Elurtxuri salió a la terraza de su piso en la plaza Biteri, en Mondragón, donde vive, a unos 30 kilómetros de Azkoitia. Y alzó los brazos, exultante, para recibir a los simpatizantes que querían homenajearlo, burlando la prohibición de la Audiencia Nacional a la marcha. El acto se saldó con tres detenidos.
En el País Vasco son frecuentes los cruces indeseables entre víctimas y asesinos. En el mismo Azcoitia vive Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto, asesinado por ETA 23 días después que José Mari. Lo mató Kándido Aspiazu, a quien Ramón le había salvado la vida cuando el etarra era un niño. Tras 12 años en prisión, Aspiazu recobró la libertad y montó una cristalería en los bajos del edificio donde vivía la viuda.
La familia de Fernando García también ha tenido su encuentro desagradable. La mujer de Fernando, Nerea, hacía prácticas en una farmacia de Mondragón cuando liberaron a Aguirre Aguiriano. Un día apareció tras el mostrador.
-No lo reconocí, pero até cabos por los comentarios: "Fíjate, despúes de 30 años en la cárcel... Creo que mató a unos niños en Azkotia...". Cuando me di cuenta de quién era casi me desmayé: "¡Si es el de la bomba de mi marido y lo he tenido aquí, pidiéndome aspirinas!". Tuve que sentarme. Él regresó a la farmacia, pero yo nunca volví a atenderlo, recuerda Nerea.
El 29 de marzo de 1980 Fernando García, el niño que corría tras José Mari en dirección a aquel atractivo paquete bomba, ingresó en el hospital donostiarra de Nuestra Señora de Aránzazu con este cuadro: "Presenta traumatismo facial, con afectación de ambos ojos y traumatismo torácico con lesión en el pulmón izquierdo. Situación y pronóstico, grave". Los médicos dijeron a sus padres que no contaran con él. Pero se recuperó tras veintitantos días en la UCI, a oscuras por las vendas en los ojos.
-¿Y José Mari?, ¿dónde está José Mari..?-, preguntaba.
-Tranquilo, tranquilo, en la cama de al lado-, le mentían.
Supo la verdad el día que le dieron el alta, de boca de un médico porque su padre no se atrevía.
De aquello le quedaron horribles pesadillas en las que aparecía José Mari, decenas de cicatrices (aún tiene la marca del reloj que llevaba ese día, que quedó incrustado en la carne), y una lesión en el ojo derecho, cuya visión perdió definitivamente hace dos años tras un desprendimiento de retina. Durante su encuentro Jesús Mari le pregunta a Fernando por la leyenda que circuló en los días posteriores.
A la madre de Fernando, María del Carmen, le anidó el susto en el cuerpo y se obsesionó en controlar los pasos de su hijo día y noche. Fernando cree que el desasosiego que le sembró el atentado provocó su adiós prematuro, en 1994, de un infarto, cuando tenía 54 años.
Tras la muerte de Piris, el guardia civil a cuyo nombre figuraba el paquete le pidió perdón a la familia muy afectado porque un niño acabara ocupando su lugar. A la casa de los Piris Carballo en San Vicente de Alcántara (Badajoz), donde nació José Mari siete años antes de que sus padres emigraran al País Vasco y donde la familia regresó tras su pérdida, llegó también una carta con el remite de ETA.
En ella se les hacía saber que la muerte de su hijo había sido una equivocación. "Decía que lo sentían mucho, que había sido un error, pero que no se arrepentían, que no les pesaba", contaba el pasado martes Carmen Carballo, la madre de Piris.
El pacto, suscrito por la izquierda abertzale el 25 de Septiembre pasado (EA, Aralar, Alternatiba y la formación francesa AB) básicamente pedía a ETA "un alto el fuego permanente, unilateral y verificable" y al Gobierno que diera "pasos", como un cambio en la política penitenciaria o "la derogación de la ley de partidos". Los presos de ETA -unos 800, agrupados en las siglas EPPK- se adhirieron el pasado domingo al acuerdo y en su nombre firmaron Aguirre Aguiriano y Gloria Rekarte- y añadieron la reclamación "amnistía completa para los encarcelados".
Ana María Ortiz
ADDENDA del BLOG
La que sigue es la lista de los demás niños, hasta completar 22, muertos a manos de ETA.
ALFREDO AGUIRRE BELASCOAIN/ 1985. Tenía 14 años cuando una bomba-trampa colocada en un portal en Pamplona sesgó su vida.
DANIEL GARRIDO VELASCO/ 1986. Murió en San Sebastián al estallar una bomba colocada en el techo del automóvil en el que viajaba con sus padres, que también perdieron la vida. Tenía 16 años.
SONIA CABRERIZO MÁRMOL/ 1987. Víctima, con 15 años, del atentado de Hipercor (Barcelona).
SUSANA CABRERIZO MÁRMOL/ 1987. Hermana de la anterior, de 13 años, murió en la misma explosión.
SILVIA VICENTE MANZANARES/ 1987. Murió con 13 años, también en Hipercor, el atentado, hasta ahora, más sangriento en el historial de ETA: 21 muertos.
JORGE VICENTE MANZANARES/ 1987. Hermano de la anterior, tenía nueve años. El coche bomba de Hipercor se cobró la vida de cuatro niños.
SILVIA PINO FERNÁNDEZ/ 1987. Ella, con siete años, y sus padres fallecieron en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza.
SILVIA BALLARÍN GAY/ 1987. Con seis años, y junto a su padre, murió en el mismo atentado que la anterior.
ROCÍO CAPILLA FRANCO/ 1987. Otra víctima de la explosión en Zaragoza.Tenía 12 años.
ESTHER BARRERA ALCARAZ/ 1987. De tres años e hija de un guardia civil del acuartelamiento zaragozano.
JULIA BARRERA ALCARAZ/ 1987. Hermana gemela de la anterior.Cinco niños fallecieron en Zaragoza.
LUIS DELGADO VILLALONGA/ 1988. Murió en Madrid, con tres años, como consecuencia de las heridas sufridas en la explosión de un coche bomba.
MARÍA DEL CORO VILLAMUDRIA/ 1991. Murió, con 17 años, tras la explosión de un artefacto adosado a los bajos del coche de su padre en San Sebastián.
MARÍA CRISTINA ROSA MUÑOZ/ 1991. 14 años. Jugaba en el patio interior de la casa cuartel en Vic (Barcelona) cuando un coche bomba hizo explosión.
MARÍA DOLORES QUESADA ARRAQUE/ 1991. También asesinada en Vic.Tenía ocho años.
ANA CRISTINA PORRAS LÓPEZ/ 1991. Jugaba con las anteriores en el patio del cuartel. Tenía 10 años.
FRANCISCO DÍAZ/ 1991. Murió en Vic con 17 años.
VANESA RUIZ LARA/ 1991. Quinto menor fallecido en la explosión de Vic, cuando tenía 11 años.
FABIO MORENO ALSA/ 1991. Un artefacto colocado en el coche de su padre en Erandio (Vizcaya) sesgó su vida con dos años.
SILVIA MARTÍNEZ/ 2002. Seis años, asesinada el domingo en Santa Pola
jose mary piris
El relato de los hechos me ha estremecido, he leído sobrecogida el artículo. Y he sentido rabia e impotencia. Aún me parece inverosímil que exista gente como ésta, sin escrúpulos, que no saben lo que es querer a nadie, que jamás se pone en la piel del otro.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que pide la izquierda abertzale y los presos etarras en ese documento del 25 de Sep., por pedir pueden pedir la luna o la amnistía completa que no se la darán, entre otras cosas porque el Código Penal no recoge la posibilidad de la amnistía.
Lo que sí se acabará por completar es el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, esto se empezó cuando gobernaba Aznar, momento en el que hubo un mayor número de acercamientos.
Esto, que es la norma en los demás presos no etarras (el acercamiento a sus provincias), en ellos aún no se ha llevado a cabo por la política de dispersión. De hecho, los nuevos centros creados en el País Vasco están destinados a los presos etarras que se irán acercando.
Don Javier yo se bien lo que haría con estos hp.... sobre todo cuando el estado te deja tirado pero naturalmente no se puede poner aquí, la ley de los barrios y eso es todo.
ResponderEliminarSaluditos.
Joder! Que mal cuerpo me ha quedado.
ResponderEliminarSon tantos los puntos que querría comentar...
Por ejemplo, la afrenta a niño muerto, de que te envien una carta a Badajoz, para solo insultarte diciendo que no lo sienten. ¡Mal nacidos!
Y ahora vemos como este gobierno intenta llegar a algun acuerdo o comunicado con la banda para ver si le salva las elecciones a Alfredo... Es asqueroso todo esto ¿es que no tienen dignidad?!
ELENA
ResponderEliminarEl suceso es, efectivamente, estrecedor, y o recuerdo perfectamente pues se dijo que el chaval le dió una patada al paquete-bomba creyendo que era una especie de balón o algo chutable.
Lo que da rabia es la criminalidad de unas gentes que aún siguen creyendo que van obtener objetivos políticos ASESINANDO NIÑOS, como este cafre de Aguiriano.
Lo ha pagado con 30 años de prisión pero sigue siendo exactamente igual que cuando mató a Jose Mary Piris.
La más maldita de las enfermedades mentales es, sin duda, EL NACIONALISMO.
DON ZORRETE
ResponderEliminarAhí están los que son como este asesino chuleando por las calles de Guipuzcoa y realizando actos de enaltecimiento de los asesinos.
Debieran de estar todos encerrados en frenopáticos y con camisa de fuerza.
DON LORENZO
ResponderEliminarEfectivamente, además de que nunca se sienten minimamente culpables de nada acostumbran a burlarse y denostar a los muertos asesinados por ellos. Cada año en las tumbas de muchos de sus asesinados destruyen los panteones y dejan pintadas.
No les basta con eliminar civiles y niños, además de guardias civiles y militares.
El GALFREDO ha conseguido legalizarlos y quiere utilizar a esta gente para sus objetivos electorales, como comentas. Por tanto, no sólo son unos hijosdeputa sino que incurren en COMPLICIDAD asesina al colaborar con los asesinos.
Estas historias siempre causan rabia e impotencia, y cuando encima afectan a niños, incluso la lagrima se asoma al borde del ojo.
ResponderEliminarEn esta historia tremenda, pero que es una entre cientos y cientos, me quedo con esto "el guardia civil a cuyo nombre figuraba el paquete le pidió perdón a la familia muy afectado porque un niño acabara ocupando su lugar".
Compárese esta actitud, con la actual situacion que nacionalistas y socialistas intentan vender a la sociedad, y que se puede resumir en impunidad.
Porque las víctimas sangran y lloran, los asesinos son ajenos a la palabra; es cruel, pero es el orden de las cosas. Lo que no tiene pase, ni justificación, es que ciertos políticos (demasiados), ciertos fiscales y ciertos jueces hagan comandita para en dejacion de funciones, prevaricando, literalmente casi, dar por el culo a las víctimas, a sus familias, a la sociedad, a la democracia, a la ley, etc.
Eso no se debe consentir, ni se debe olvidar a las victimas, ni a los asesinos, ni a aquellos que de una forma u otra les doran la pildora a los asesinos. Y en ese monton de mierda de los que doran la pildora, incluyo a presuntos democratas, auténticos hijos de la grandísima puta.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarEl Guardia Civil del caso, como tantos otros, fue muy honesto con su acto y merece ser reconocido por ello.
Subrayo tu párrafo =
"Lo que no tiene pase, ni justificación, es que ciertos políticos (demasiados), ciertos fiscales y ciertos jueces hagan comandita para en dejacion de funciones, prevaricando, literalmente casi, dar por el culo a las víctimas, a sus familias, a la sociedad, a la democracia, a la ley, etc.".
Todos esos jueces, políticos y fiscales debieran algún día ser juzgados criminalmente como se hizo con los de Nuremberg.
¡Qué alivio, la inconsciencia; qué defensa psicológica, la desmemoria!
ResponderEliminarEs tremendo moverse con lucidez por Euskadi, con tanto escenario criminal a la vuelta de la esquina, a la revuelta del camino.
Pasamos por el infierno, como si tal cosa. Eso, cuando no hay alguna plaza de homenaje y gratitud al crimen.
Arrepentimiento… A fin de cuentas, ¿qué? El arrepentimiento, aun suponiéndolo sincero, no resuelve nada, no lava nada. Y sobre todo, no salda nada.
Que se arrepientan, eso no ahoga el deseo primario y básico: que se pudran.
Don Tella hoy le citan en el blog de Santiago Gonzalez.
ResponderEliminarSaluditos.
Veo que no soy nada original en mi comentario, pues me ha dado un pequeño bajón leyéndolo.
ResponderEliminarSólo se me ocurre que si bien no vamos a ser tan hijo de puta como él y reventar a sus hijos si podríamos meterlo en la cárcel de por vida, así sus criaturas tendrán la excusa perfecta para ser tan hijos de puta como su padre y pedir que acerquen al cabrón de su padre a casa.
Al fin y al cabo es como tantos otros padres españoles que se levantan temprano por la mañana a trabajar y revienta a alguien con una bomba.
Y el baboso de Rubalcaba poniéndoles el culo
BELOSTICALLE
ResponderEliminarSí, así es, la DESMEMORIA hace que todo parezca normal y tranquilo, y para los peneuveros es el modo de exculpar sus responsabilidades.
Esta gente merece que se contrate a los jefes de cualquier cartel mexicano de narcos para que envien a sus habituales muchachos a cortar cabezas para exhibirlas en las calles de los pueblos, tal como acostumbran a hacer en Sinaloa.
DON ZORRETE
ResponderEliminarSí este reportaje consta o se cita en algún blog me alegra porque sirve para que se divulgue lo que tantos tratan de ocultar y olvidar.
DON ISRA
ResponderEliminarSí, éste pedazo de cabrón es un trabajador de la muerte y asesino de niños y mejor que en la carcel estaría en manos de sicarios de Sinaloa, esos chicos que acostumbran a cortar cabezas y dejarlas en las aceras de los pueblos para que las vean todos.
Esta es la verdadera memoria histórica, nuestra memoria reciente, que no ha salido a la luz, porque a las victimas, se las ha ninguneado, tapado, insultado, se las ha enterrado en silencio y muchas veces casi de incógnito, como si hubieran sido culpables de que unos hijos de puta les hubieran arrebatado de una forma canallesca el mas elemental de los derechos.He leído esta mañana el post y un escalofrió de rabia me ha invadido, y ahora que los sapos y culebras han salido de mi, es cuando puedo comentar. Alguien ha hecho mención a los cárteles de Sinaloa, y creo que seria la mejor respuesta para poner orden en esta corrupción de estado que nos invade.
ResponderEliminarUn saludo
DON MANUEL
ResponderEliminarSí, ésta es la real Memoria Histórica a tener en cuenta y que la han borrado los de siempre, juntos en unión los peneuveros y sociatas.
He sido yo quien he sugerido, desde la impotencia y la falta de esperanza en el sistema, que se pida a los sicarios de Sinaloa que vengan a practicar la justa venguenza y justicia que merecen estos actos criminales. Al modo en que lo practican en Ciudad Juarez y próximas como Tijuana.
Porque creo que aún seguirán borrando todo esto y metiendo a los criminales en el mando de la Sociedad. Al menos aquellos actúan por dinero y éstos por odio inculcado e incurable. Como los perros rabiosos.
Los canallas que aún gobiernan no cejan de merendar con los asesinos todos los días.
Recuerdo de cría que me impactó mucho que un crío se quedó sin pierna en Ortuella por dar una patada a un paquete de estos, y también lo de Fabio Moreno abrasado en el coche sin que su padre pudiera salvarlo.
ResponderEliminarPero todos los crímenes son horribles y execrables sin distingos, no seré yo quien los haga después de escuchar a algunos decir "si estos no han hecho nada" para diferenciarlos de los militares y fuerzas del orden, o aquello de "no lo entiendo, eran vascos" o también "pero si eran trabajadores" como dijeron ciertos miserables cuando el bombazo tocó en Vallecas, o en los trenes del 11-M.
Hay que recordarlo, porque esta memoria histórica etarra, por contra a la otra, al Gobierno no le importa nada.
¿Sabes que es lo peor de todo?, al menos para mí, pues ese "ETA mátalos", estos son las madres, padres, amigos y conmilitones de estas ratas asesinas. Los mismos que lloran por no tener a sus hijos cerca de casa para poder llevarles bollicaos a prisión.
ResponderEliminarEs muy triste que haya un sustrato importante de la sociedad vasca que apoye a estos canallas, un sustrato que ha ido en aumento por lo que tantas veces se ha comentado en este blog y no es preciso repetir. Pero los auténticos responsables ni siquiera pertenecen a la banda terrorista, ni son vascos, son los que juraron defendernos, esos a los que pagamos generosos sueldos a cambio de una traición. Y a la cabeza ese par de miserables que son Zapatero y Rubalcaba.
Miguel Angel Blanco fué asesinado a sangre fría porque el Estado no cedió al acercamiento de presos a Vascongadas. Con esta gentuza o se cede o se les extermina, no hay término medio. Ahora los acercarán pero ellos seguirán exigiendo excarcelaciones e independencia y esto significa solo una cosa; o les dan lo que quieren o volverán a matar porque siguen siendo lo mismo que siempre, asesinos.
Cualquiera de las dos opciones es mala y posible. Personalmente creo que volverán a matar, pero no sin que una gran parte de sus secuaces haya sacado antes buen rédito político y económico de la cobardía del gobierno actual.
DOÑA MARIBELUCA
ResponderEliminarSí, tras cada atentado criminal contra gente inocente, se han dicho tantas tontadas y majaderías que mejor olvidarlas.
Pero, como dices, es necesario recordar estos hechos, y faltan muchísimos más, porque los sociatas y peneuveros han echado una gruesa capa de cal encima para que nadie lo recuerde.
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarSuscribo íntegro tu comentario.
Y la madre de todas las batallas está y seguirá estando en esas escuelas y adoctrinamientos permanentes patrocinados, organizados y ejecutados por los peneuveros y batasunos.
Es bueno recordar estas cosas aunque resulte penoso. Algunos son muy olvidadizos, por conveniencia o porque se les ha podrido el cerebro.
ResponderEliminarDON BWANA
ResponderEliminarGusto de traer, de vez en cuando, estos temas duros porque el gentío somos muy olvidadizos como comenta, y ahora mismo el asesino de ese niño está liderando un movimiento, en concordancia con Rubalcaba, para soltar a todos los presos etarras en breve, a cambio de alguna insustancial declaración de Eta que favorezca a Psoe.
Verdaderamente aterrador.
ResponderEliminarLa verdad es que, tras la entrada de hoy que publicas me quedo mudo y recuerdo aquellos años de sangre y muerte. Aquellos años en los que aún había gente que intentaba comprender a aquellos miserables como luchadores heroicos antifranquistas. En Madrid, hasta hace muy poco tiempo tuvimos sus siniestras tarjetas de visita en forma de asesinatos crueles y con bombas trampa a posteriori, para matar a más gente aún, en especial artificieros de las fuerzas del orden.
ResponderEliminarAfortunadamente no he tenido víctimas cercanas en esa lista siniestra de asesinatos viles e incalificables. Recuerdo este atentado aunque algo oscuro en mi memoria. Sñi recuerdo algunos, por ejemplo el de un chaval que se apellidaba Muñagorri creo, que también cayó víctima de una rampa y quedó con vida pero mutilado cruelmente allá por el año 1982 y creo que en Rentería o lugar cercano.
Lo más asqueante es la venganza de paranoicos cuando profanan con pintadas la paza de los cementerios y las tumbas de los asesinados, como en la tumba de Ordóñez. También recuerdo el asesinato aquel, el que ahora está la cristalería, y recuerdo el caso cuando se abrió dicho negocio. Asco de ver al H de P de la foto.
En fin, no tengo palabras para seguir. Antes recordar un asesinato inderecto: la librería de San Sebastián que tuvo que sufrir todo tipo de ataques de esa gentuza, esa bazofia social de la masa que forma la "kale borroka".
Buen resto de viernes.
Lo mas horrible es que por odiar a España matan a los de su propio pueblo...
ResponderEliminarUn abrazo
DON MAMUMA
ResponderEliminarPues así han sidos los últimos 40 años en Territorio Sioux.
DON JUAN
ResponderEliminarSí, el chaval Muñagorri quedó inválido para los restos y todos los otros que recuerdas y que suelen lo más mínimo en relación a la realidad. Se nos olvida la barbarie. Quizá como autodefensa mental.
El de la librería eran RECALDE y su señora.
MATOU
ResponderEliminarTen en cuenta que para estos asesinos y descerebrados, incluídos peneuveros y sus curas, todo el que NO es nacionalista independendesita NO ES VASCO y por tanto hay que eliminarlo.
Exactamente igual que los de Adolf con los alemanes no nazis.
Sobrecogedora hiatoria de la infamia. Ver cómo levanta los brazos el abuelo cabrón, orgulloso de sus crímenes, de sus hazañas libertarias infanticidas, te quita las ganas de tener ganas... Y aún quiere el Pocho Pachi una Pazzz sin vencedores ni vencidos... Ay, si no fuera por los otros vascos como vosotros, no sé qué pensaríamos de aquella bendita tierra.
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