26 julio 2011

Curbelone, el padrino de Gomera

Todo lo que ocurre en isla se cocina en el luminoso despacho de Dios, Papi o El Padrino, como le conocen los vecinos. Aunque, últimamente, muchos se decantan por un apodo más malicioso: Curbelone.

Si te hacen esperar para una operación, él te monta un viaje a una clínica privada. Si toda tu familia se queda en paro, él te busca una chapucilla mileurista. Si te ahoga la hipoteca, él llama el director del banco para que aplace las letras. Pero, claro, si estás casada, te han visto flirteando con otro y pones en peligro la armonía del pueblo, quizá recibas una llamada del presi recomendándote discreción.

En media hora, recibe una decena larga de llamadas. Un vecino le pide una silla de ruedas. Otro, una cama articulada. Un tercero, que le adecenten el acceso a casa... Curbelo atiende todas las solicitudes con encomiable paciencia. Apunta los detalles (nombre, teléfono y petición) con letra pulcra y diminuta en un cuaderno tamaño folio. Al colgar, llama a uno de sus empleados, le explica el caso y suelta su coletilla predilecta. "Que lo arreglen. Inmediatamente".

Hace 10 días, esta misma muletilla fue su perdición. Hacia las tres de la mañana del 14 de julio, al senador lo echaron de un local de alterne madrileño, la sauna Gola, tras una trifulca con un cliente. Ante la insistencia de su primogénito, Aday, que celebraba. su licenciatura de ingeniero, junto a su padre y un amigo, el trío se plantó en una comisaría. Que lo arreglen, reclamó el senador a los agentes. Y, cuando le ignoraron, soltó la ristra de amenazas que le ha catapultado a la portada de los periódicos.

-Sois unos terroristas, borrachos, hijos de puta, sinvergüenzas, soy senador y voy a ir uno a uno a por vosotros... Que estáis pagados por los putos fachas del Partido Popular...-, reza el atestado.

El resultado de este presunto desbarre fue su detención y, este lunes, su renuncia como senador por La Gomera. El todopoderoso barón jamás había sufrido tamaña vergüenza.
"Se creyó que en Madrid podía mangonear igual que en la isla", explica un antiguo compañero de partido y de correrías nocturnas.

De vuelta a su despacho, sin embargo, el Senador Torrente, como le ha apodado la prensa, tiene ganas de pelea. Una y otra vez, mantiene su versión sobre aquella madrugada. Que es inocente. Que los policías se extralimitaron. Y que, diga lo que diga el atestado, no visitó un puticlub.

-Dice que se siente víctima de una cacería política...

-¿Qué es si no?

-Eso le pregunto.

-Lo sabremos a su debido tiempo... Otra cosa es que la oposición, que lleva perdiendo las elecciones desde 1983, quiera ganar así. Que trabajen más. Que se levanten temprano, se acuesten tarde y trabajen por la gente, no por ellos.

En realidad, no sólo la oposición, sino la isla al completo, está conmocionada por el Saunagate. Sus fieles claman contra el "linchamiento" de su ídolo. Sus enemigos ansían que le empapelen, aunque sea por una mera escapadilla erótica.

No es el único que reclama esta garantía. La presencia de Curbelo se siente en cada esquina de esta isla volcánica de 370 km². "A estas alturas, ya le habrán informado de que estoy hablando contigo", coinciden tres fuentes (por separado) a los pocos minutos de encontrarse con el reportero.

Hace 55 años, cuando nació en la aldea de Vegaipala, nadie habría imaginado que el pequeño Casimiro se convertiría en una especie de Gran Hermano canario. El benjamín de siete hermanos se acostumbró a subsistir con lo que surgía de la tierra: patatas, cereales, fruta... "Era casi un pastor", recuerda un compañero de clase. "En el bachillerato, la gente se reía de él. De ahí viene su resentimiento a la gente con más clase, con más cultura. Y su afán por el reconocimiento".

Casimiro supo sobreponerse a esta desventaja y se convirtió en el único hermano que obtuvo una licenciatura: Filosofía y Letras en La Laguna (Tenerife). Pero, en aquellos años del posfranquismo, la política le resbalaba.

El joven no descubrió la cosa pública hasta que regresó a La Gomera. En 1982, el triunfo de Felipe le abrió el apetito de poder. Al año siguiente, le nombraron candidato para la alcaldía de San Sebastián de la Gomera. Y ejecutó la primera pirueta de su carrera política: tras ganar por minoría, orilló a sus aliados naturales, los comunistas, para pactar con Alianza Popular. Lo que fuera por el bastón de mando.

Curbelo apenas aguantó en el cargo. Enseguida se metió en un lío por la detención ilegal de dos vecinos. Al principio, logró esquivar a la justicia con una triquiñuela: cada vez que pretendían procesarlo, sufría un oportuno cólico nefrítico. Hasta que el tribunal, harto de tanto escaqueo, le juzgó en la cama del hospital.

Inhabilitado por un año, Curbelo purgó su condena en el Parlamento Canario. Hasta que, en 1991, reconquistó la isla como presidente del cabildo, una rica institución con 35 millones de presupuesto. Y allí tejió el curbelismo, un embriagador cóctel de caciquismo español y populismo a lo Hugo Chávez.

Dos décadas después, el pueblo gomero le sigue apoyando. El 22-M, obtuvo el 53% de los votos: una cifra estimable, aunque lejana al 70% que cosechó en otras convocatorias. Todo gracias a dos secretos: su compulsiva dedicación de trabajo y su infalible olfato para las iniciativas más populistas.

Un claro ejemplo es su política funeraria. El cabildo gasta 421.000 euros al año en que todos los isleños, mueran donde mueran, disfruten de un entierro gratuito. "Se me ocurrió en Venezuela, cuando vi a un gomero debajo de un puente y pensé que si se moría iban a comérselo los perros", recuerda hoy Curbelo. Sobra decir que el presidente va a todos los entierros, manda una corona de flores y es el primero en dar el pésame a la familia, aunque el difunto fuera su enemigo.

Lo mismo ocurre con libros de texto, gratuitos en toda la isla. O con los viajes para la tercera edad. O con el nombramiento del silbo gomero como Patrimonio de la Humanidad.

El reverso de este paternalismo es la dependencia patológica a la que ha condenado a los gomeros. Él decide todo, coloca a todos y sofoca cualquier iniciativa ajena al cabildo, la mayor y casi única empresa de la isla.

"Ha creado un ejército de gandules que trabaja seis meses, subsiste con 800 euros al mes, se fuma unos porritos y, encima, se cree que el presi les hace un favor", denuncia un antiguo compañero de partido.

Tanta dependencia, claro está, genera arbitrariedad. Dicen sus enemigos que no hay nada más temerario que enfrentarte a Curbelone. El presidente se entera de inmediato de todas las rebeldías. Sus espías le alertan de cualquier crítica. Tiene los móviles de todo el mundo. Y no duda en llamar personalmente al sedicioso para apaciguarle.
En cambio, nadie controla al presidente. Apenas hay periodistas independientes. Los pocos que aguantan se sienten amedrentados por su temible gabinete de prensa. Y, por si fuera poco, el cabildo cuenta con una radio y una tele que glosan sin descanso las andanzas de Curbelone.

Sin embargo, el Saunagate ha abollado la invulnerable coraza política de Papi. Tras las presiones de Ferraz, tuvo que renunciar a su acta de senador. Un sacrificio crucial si, como se rumorea, resurgen varios casos que dormitan en los tribunales. El presi ya no será aforado, un privilegio que le protegía de las indagaciones más dañinas.

Lo que hoy nadie duda es que aquel chaval de campo ha prosperado. En el Registro figuran 17 propiedades a su nombre, sin contar a su esposa Remedios, sus tres hijos (Aday, Almudena y María) o posibles empresas. Eso sí, resulta imposible conocer los detalles: el registrador de La Gomera veta el acceso "por la ley de protección de datos". Algo que no ocurre ni siquiera con las propiedades de ZP.

Esta opacidad alimenta las especulaciones sobre su fortuna. "Tiene 40 millones de euros de patrimonio", sostiene el abogado Alonso Trujillo, ex socialista y uno de sus enemigos jurados.
Hasta la fecha, el PSOE canario no ha querido hurgar en este runrún. A fin de cuentas, es el mismo partido que lo mantuvo como senador (unos 5.000 euros al mes) pese a que su única intervención en la presente legislatura fue recoger su acta. A Curbelone le encantaba viajar a Madrid, regatear inversiones por los ministerios y compadrear con los poderosos.

A cambio de sus votos, el PSOE se lo perdona todo. Incluso su afición a la farra. Al presi le encanta el whisky caro y el buen Ribera. Así, a pocos les ha sorprendido que la Policía le acuse de ir tocado. "Ya le tuvimos que sacar de un pleno al que acudió totalmente borracho, aunque él insistía en que iba perfectamente", recuerda Pedro Medina, portavoz de Coalición Canaria.

Eso sí, la sumisión tiene sus límites. Los mismos detractores comparan a los gomeros con el volcán sobre el que viven: dormitan durante décadas hasta que estallan sin previo aviso. Como en la Rebelión de los Gomeros (1488) cuando se alzaron contra la tiranía del señor Hernán Peraza, a quien ajusticiaron.

Cinco siglos después, el humo empieza a asomar por los cráteres de La Gomera. Ahora es Curbelone quien ve peligrar su imperio.

Tellagorri


16 comentarios:

  1. Éste lo que tenía montado en la Gomera era un tinglado mafioso de mil pares.
    Si analizamos, era el Padrino, tenía ganado el respeto de todos con cuatro favores, y callados a los jóvenes con un pobre sueldo pero suficiente para el alterne juvenil.
    Si a esto sumamos un populismo al estilo Gil o Chávez, nos sale tal sujeto.

    Y es que pasar de comer lo que la tierra te da a ser "el puto amo", debe ser "traumático" y no todos lo llevan con la cabeza en su sitio.

    ResponderEliminar
  2. DOÑA ELENA
    No es que "tuviera" montado, TIENE montado el tinglado mafioso que indicas. O sea que la clave está en tener comprados a la mayoría por dos duros, y allí no debe de ser dificil porque no veo que haya muchas posibilidades de prosperar.

    Si te fijas, casi todos los chulos matones sociatas son de ese origen, comepatatas que ahora son millonarios. No hay kristo que los aguante.

    ResponderEliminar
  3. Un personaje digno de una isla más grande, como Sicilia, por ejemplo.
    Lo de llamarle Curbelone le viene al pelo.

    ResponderEliminar
  4. Qué cutre y casposo llevarse al nene de pilinguis como un "franquista" cualquiera (si hacemos caso a las pelis de los titiricejos claro) Una bochornosa concepción cortijera del poder...

    ResponderEliminar
  5. Nada nuevo bajo el Sol. Un nuevo caso de caciquismo sociata. Si es que esta gente no sabe hacer política sin mangonear, son los herederos de los más conservadores métodos de política al más puro estilo feudal, y luego llaman a otros "conservadores", cuando son ellos los que utilizan métodos que recuerdan a los corregidores del XVII...el Curbelo este no era más que un mendrugo, un cateto venido a más con mucho odio hacia la gente intelectualmente más apta que él, un cabrero que acabó de político por esos extraños giros del destino que propicia el PSOE. Se pensaba que en la capital podía seguir empleando sus métodos de ricachuelo rural que tiene metidos en vereda a los vecinos, ayy! pero es que en la capital esos métodos están muy mal visto señor mío...

    ResponderEliminar
  6. DON BWANA
    Como dice, sabiendo o sin saberlo, ha imitado a los sicilianos de hace un siglo. Porque éste aún está en la época de la cacicada rural.

    ResponderEliminar
  7. DOÑA MARIBELUCA
    Más que a la España franquista su actuar es propio de aquella época caciquil rural de principios del XX y finales del XIX.
    Que también lo había en la España franquista, claro.

    ResponderEliminar
  8. ONOREVOLE CAROLVS
    Lo describes muy bien en cuanto a mentalidad y época.
    A mí este tipo me recuerda a la España rural caciquil de la época de Cánovas.
    Es curioso que en una ISLA todo esto sea muy habitual pues hasta la propia MALLORCA a principios del XX era una sociedad caciquil de este estilo, y no digamos nada de Sicilia.

    Siempre los sociatas van dejando sus mejores muestras de REGRESIVOS hasta en los prototipos que utilizan en sus gobernadurías.

    ResponderEliminar
  9. Agatángelo Soler Llorca, el mejor alcande que tuvo y tendrá Alicante, según dicen los que le conocieron, cuenta en su libro, "Historias de la Terreta", como por delante de su farmacia pasaban caciques en hombros para, al cabo del tiempo, volver a pasar pero arrastrados por los pelos.

    Esto, enlazando con el final de tu post, un estupendo retrato detallado del personajillo en cuestión. Por cierto, como Pepiño, parece ser que muchos que fueron los tontitos de la clase se vengaron con creces de los agravios sufridos en su infancia.

    ResponderEliminar
  10. Muy completa y documentada estampa del senador-en-el-burdel. Se ve que debieron hacerle allí una propuesta que no podría rechazar el muy...zoquete. Sigue al mando del cabildo, del ca bildu iba a decir.
    Saludos blogueros

    ResponderEliminar
  11. DOÑA CANDELA
    Esa imagen que describe Soler Llorca es muy apropiada para toda esta ralea de analfabetos ensorbecidos por el "mando" y a cargo de los contribuyentes.

    Hay estupendos libros sobre la Cataluña y Vascongadas del fin de siglo XIX en donde el caciquismo era lo vigente y que venía a ser lo mismo que el que practica este Curbelone.

    En la novela NADA, de Carmen Laforet y primer Premio Nadal concedido, aparece lo mismo aplicado a la sociedad vigente en Mallorca a principios del XX.

    Sí, demasiados "tontitos" de niñez se han transformado luego en Corleones.

    En "Opinión Costa Urola" publico el cómo han funcionado los susodichos caciques en vuestra Caja de Ahorros Mediterraneo. Por si te interesa.

    ResponderEliminar
  12. DON JOSÉ ANTONIO
    Ya sabes que todos estos caciques locales acostumbran a estar cortados por el mismo patrón, tipo Calabria o la España de principios del XX, y dentro de sus características típicas entran sus aficiones a los burdeles y al vino.

    ResponderEliminar
  13. Lo dicen los especialistas sociólogos: en el poder local es donde la corrupción salta más que en poderes más extensos, de corte nacional o comunitario. Desde luego debe dar más asco otear por municipios, Comunidades Autónomas y Di-Puta-ciones Provinciales que un tío sin lavarse los sobacos en el metro de Madrizzzzz en el mes de agosto. Conozco casos de peperos, sociatas y hasta de Izquierda Hundida que ya ya. Estos son los Don Vito de turno, no nos hace falta ir a Sicilia o Nápoles con la Camorra o la Cosa Nostra.
    Sí, desde luego, es como volver a la España canovista de la Restauración, la España de los Álvaros de Figueroa o Cacicato de Roma-Nones en Guadalajara.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  14. Hola, impresionado me quedo con su entrada. Parece mentira que el Estado central permita el caciquismo, es una vergüenza que hoy por hoy la ciudadanía siga sufriendo los desmanes de estos políticos. Seguiré explorando en su blog. Tiene a un seguidor. Saludos.

    ResponderEliminar
  15. DON JUAN
    Has dado en el clavo : el cacicato es esencial en lo local y hasta, diría que, inevitable si no hay una sociedad fuerte y organizada.

    Allí por donde los habitantes son rústicos y apenas subsisten con sus oficios diversos, cacicato seguro.

    Este canario sigue la senda de los hermanos Romanones y su cuadrilla de similares por toda España. Aquellos que se dedicaban a comprar los votos o a exigir a sus colonos que votaran por ellos.
    Hay una novela histórica que refleja ese mundo en la Cataluña de finales XIX a la perfección : LA HERENCIA DE LA TIERRA, de Andrés Vidal.

    ResponderEliminar
  16. RUIZ
    Dobles gracias por tus loas y por SEGUIR mi blog. Te lo agradezco. Ya sabes que estás en tu casa.

    Un muy cordial saludo

    ResponderEliminar