03 junio 2011

Mary y Anne, piratas del XVIII

En un punto turbulento del mar Caribe, dos piratas se enfrentan a un duelo en pleno siglo XVIII, la edad dorada del pillaje. Apuntan, disparan. Ambos fallan. Se abalanzan, espada en mano, hacia su contrincante. La bandera del barco ondea en la punta del mástil y cuando el viento sopla fuerte, se ve clara la imagen: un cráneo y dos espadas cruzadas.

Uno de los marineros es fornido, con cara de pocos amigos. El otro, más bien pequeño pero ágil. En un momento de distracción, sorprende a su contrincante con un arma secreta: se abre la camisa y exhibe dos pechos de mujer. El grandullón, atónito, se queda paralizado ante su verdugo, una fémina, quien le clava la espada en el cuello y le quita la cabeza de un tajo.

Así era Mary Read, la más famosa mujer pirata, quizá, de todos los tiempos. El terror, allá por 1718, de los galeones españoles, buques preñados de tesoros de Indias que buscaban esquivar a los piratas ingleses y llegar a salvo a Europa en una época en que la población de asaltantes de altamar rondaba los 2.000 sólo en el Caribe.
La leyenda de Mary,tan temida como su compinche Anne Bonny, quedó sepultada bajo toneladas de historias de piratas de tupidas barbas.

Su sangre fría, su facilidad para transformar su aspecto en el de hombre rudo, el hecho de ser una mujer en ese mundo de hombres brutos, es también una forma de mirar la vida a Mary Read, la británica que un día decidió dedicarse al pillaje hace casi 300 años.

Hija ilegítima de una inglesa, Mary nació hacia 1690 en Plymouth (Inglaterra) y creció reemplazando a su hermanito, muerto al poco tiempo de nacer. Obligada a vestir como varón desde su primer día de vida, se acostumbró a andar por casa sin la vanidad de las señoritas. La treta fue idea de la madre, para convencer a su suegra de que el niño seguía vivo y así poder recibir de ella una corona semanal.

Cuando murió su abuela, la pequeña Mary, todavía vestida de muchacho, fue lacayo de una francesa, pero pronto se hartó y decidió alistarse en el ejército. Ingresó en un regimiento, donde pasó unos meses que le templaron aún más el carácter. Lo que no anticipó fue que su compañero de tienda de campaña cambiará los planes. Esto aplazó su cita con la piratería, pero no la canceló.

Mary, con la mente turbia por la situación, le reveló el gran secreto a su compañero y confesó ser una mujer. El joven soldado pasó del estupor a la complacencia y ambos decidieron casarse. Desde ese momento, Mr. Read, muchacho hosco y con voz impostada, asumió el papel de esposa y empezó a usar vestidos por primera vez. Juntos abrieron un hotel, el Three Horseshoes (Tres Herraduras), pero justo cuando creía que su pasado de mascaradas estaba enterrado, el esposo murió.

Sin pensárselo mucho, Mary, con alma guerrera, tiró los vestidos a la basura y volvió a su atuendo de pantalón y camisa. El siglo XVIII no era una época feliz para las viudas.

En cuanto pudo, se sumó a la tripulación de un barco mercante holandés. El minutero se acercaba al momento en que el barco pirata capitaneado por Jack Rackham les tomaría por asalto y permitiría que Mary Read, travestida como marinero británico, se sumara a la tripulación.

Jack viajaba con Anne Bonny, quien también vestía como chico ante los demás miembros de la tripulación. Fue en este cruce de caminos cuando comenzó a forjarse la reputación de Mary Read como la pirata "Sedienta de Sangre".

Anne Bonny era famosa por su voracidad sexual (revelaba su sexo sólo a sus amantes), y bajo esta batuta empezó a cortejar a Mary, convencida de que su presa no era más que un joven incauto. En el momento álgido de la seducción, Anne le mostró su cuerpo desnudo. Y Mary no tuvo otra opción que revelar también su verdadera identidad. Dos mujeres. Dos piratas.

La verdad es que el capitán montó en cólera por la excesiva atención que Anne prestaba al chico inglés. Anne, para deshacer el entuerto, se apresuró a abrirle la blusa a Mary, aplacando así la ira del capitán.

Disfrazadas, estas féminas de tres siglos atrás cubrieron sus cabellos y sus pechos con vendas e igualaron a los otros piratas en vulgaridad lingüística y en resistencia a la hora de empinar el codo. Así lo narró un cazapiratas que los encontró en plena celebración de barriles de ron y los llevó a las autoridades.

Al capitán Rackham lo ahorcaron a los pocos días de la redada. Durante el juicio por robo, las dos Gatas furiosas del infierno no pidieron clemencia y fueron declaradas culpables. Ante la inminencia de la condena (la horca) revelaron estar embarazadas. La condena se postergó.

La línea de la vida de Mary Read se vuelve boceto y parece tocar la leyenda hacia el final. Según algunos historiadores, se le perdonó la vida tras la condena por piratería, pero falleció luego, en el parto.

Otros dicen que escapó. Lo cierto es que Mary y Anne existieron, y el mito de las guerreras de la piratería en el Caribe inspiró la figura fantástica de la hija de Barbanegra. Pero eso ya es cine.

Tellagorri


21 comentarios:

  1. Ay con los piratas, corsarios, bucaneros, etc.. cuanto mito y cuanta poesía para lo que en realidad no era sino un sangriento fenómeno, protagonizado por salvajes. Siempre nos los presentan en el cine como gentes simpáticas, empujadas por las cosas de la vida, pero en general hasta afables...ya.

    Esto de las piratas disfrazados de hombre la verdad es que sorprende en aquellos tiempos; tenía que tener su mérito mantener la charada.

    Hoy en día no parecería para tanto, solo hay que ver a aquellas nekanes batasunas que salieron por la tv una temporada.

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  2. SEÑOR OGRO
    Tal como dices actualmente esa profesión es muy habitual, y basta fijarse en las Nekanes que citas y en la jefa corsaria Mary Tere, la bella Vicegallina de recientes tiempos.

    También existió la Monja Alferez, Catalina de Erauso, que ensartaba en su espada a montones de hommes, en calidad de oficial de Tercios españoles.

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  3. Bueno, se ve que eso de dos tetas tiran más que dos carretas se hace realidad en el caso de estas piratas, pues bastaba con enseñar los pechos a su enemigo para aprovechar el momento y cortarle la cabeza de un tajo mientras el otro babeaba y no salía de su asombro.

    Una historia estupenda para llevar al cine, mucho más ahora en que los piratas están de moda tanto en cine como en TV como en el mundo de la política.

    Un abrazo.

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  4. Magnífica y desengrasante historia... que bastante tenemos todos los días.

    Sólo espero que antes de morir la "sorpresa" de esos pechos fuese agradable, si encima de perder la cabeza te aparecen brevas "made in teresita" es una putada.

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  5. DOÑA ELENA
    AUPA CORDOBA, que hoy os visita el Comité ese evaluador. Díles a los anfitriones que se lleven un par de mozas locales con los pechos al aire y seguro que ganaís. Incluso podríaís mandar un Falcon a Complutum para que ISRA sea el encargado de la recepción con chicas despelotás.

    Ya ves, cordobesa, hasta los fieros piratas se dejaban decapitar in situ con sólo mostrarles unas tetas. Menos mal que la Mary Tere no se dedicaba en aquella época ( porque ya vivía entonces) a la piratería.

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  6. DON ISRA
    Observo que comprendes la necesidad de insertar historias de éstas para olvidarnos de que existen el Alfredo y los Pepiños con sus pepinos.

    No seas retorcido maloso que lo peor que le puede suceder a un moribundo es ver las tetas de la Mary Tere. Sería como mandarle al infierno ahora que sabemos que no existe, según decía el polaco de blanco.

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  7. Jajajajaja, en qué estaría yo pensando que al leer
    " que ISRA sea el encargado de la recepción con chicas despelotás" he entendido "que ISRA sea el encargado de la ERECCIÓN con chicas despelotás" jajajaja...

    Ya ves, " el Isra" no asomó por mi callejón ni el otro día ni hoy porque no quiere cegarse con la belleza que últimamente lo engalana.

    Y sí, hoy está por aquí el comité/jurado para comprobar in situ el programa de la ciudad para dicho evento y decidir cuál será la capital cultural 2016 el día 28 a las cinco de la tarde, una hora muy torera.

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  8. DOÑA ELENA
    El ISRA, por mucho que presuma de tolerante, es UN ENVIDIOSO. No soporta que haya nada mejor que su Complutum. Claro que si le pones la imágenes de unas cuantas cordobesas con buenos culos es seguro que entra en tu blog.

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  9. Mira Tella, te voy a decir una cosa muy en serio, y que conste que no hablo de mí porque ni soy guapa ni me arreglo tanto y además tengo una edad. Verás, por aquí pasan muchos funcionarios de prisiones de todos sitios de España, conocí a uno de Burgos, a otro de Santander, de Valladolid, de Madrid, de Murcia..., y todos coincidían en lo mismo: es alucinante la cantidad de mujeres guapas y perfectamente arregladas que se ven por el centro de Córdoba.
    Así que no creo que haga falta enseñar el culo o las tetas para enamorarse de Córdoba.
    Las chicas que tanto gustan a Isra son culonas chonis que no pasean su vulgar culo por la señorial Córdoba.
    Ahí queda eso.

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  10. DOÑA ELENA
    Vuesa merced disculpe. No estaba en mi ánimo ofender la belleza natural de las guapas cordobesas. Es la sangre VASCA que llevan en sus genes desde que fuimos por allí a liberaros del moro.

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  11. Nada que disculpar pues no ha habido ofensa.
    Y sí, algo tiene que ser, aunque viendo a las chicas vascas con su pelo a lo garçon y su desaliño aberchale, no creo que sea su sangre la causante de la belleza cordobesa. Ahora soy yo la que pide disculpas si lo ofenden mis palabras.

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  12. Espero que las dos piratas no tuviesen el aspecto del grabado en blanco y negro, aunque igual eran los gustos de esa época.

    Nuna he entendido porqué, a lo largo de la historia, no se aprovechó más el talento femenino para el arte de la lucha. De acuerdo que predominaba el papel clásico de madre, pero es que me parece un desperdicio increible de activos humanos. Hasta los pingüinos se organizan de forma que, algunos de ellos, guardan a las crías mientras los demás buscan víveres.

    Y no os metais tanto con Maritere, el chisme que mola ahora es qué fué de Chacón y Rubal... y si es verdad que del amor al odio va solo un paso.

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  13. DOÑA ELENA
    En los siglos XIII, XIV y XV te garantizo que no había nekanes con pelo a lo garçon ni aquí ni allí. Por ejemplo la madre de Abderraman III era vasco-navarra, hermana de la reina Doña Toda de Navarra, al igual que la mujer de Al-Haquen II y madre de Hishan II, y también la mujer de Al-Mansur o Almanzor y madre de un efímero Califa cuyo nombre era Sanchuelo. Todos esos entre los años 900 y 1.000, pero ya en masa os llegaron en los años 1.400 a repoblar lo abandonado por los morismes.

    Las nekane abertzales son producto de los años 1980 en adelante. Y esas no salen de su territorio Sioux ni con cocaina diluída en chacolí en cada desayuno.

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  14. DOÑA CANDELA
    Mal gusto o mala leche tenía quien dibujó en un grabado a esas dos féminas en calidad de Mary y Anne. Parecen más adecuadas para cuidar del señor párroco de Villaconejos.

    Ten la seguridad de que esas señoras que no se iban a las guerras, para eso estaban los maridos membrillos, gobernaban extensos territorios desde su silla de mimbre de la cocina de su casa.

    La Chacón debe de andar buscando mesnadas para hacer frente a los sicarios que le van a ir llegando desde casa de Alfred, o se ha ido directamente a Melbourne por si las flais.

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  15. Vale, de las vascas de los siglos XIII, XIV y XV no me importa ser descendiente, pero de las Nekanes abertzales me niego. Si tú vieras cómo se las gastan aquí las cordobesas, no se les escapa un pelo de su sitio, arregladas aunque madruguen, todo lo contrario a la estética abertzale.

    Ah, gracias una vez más por los datos, da gusto hablar con alguien que sabe de lo que habla.

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  16. Estas si que eran féminas avanzadas a su tiempo y no la Pajines y la Sinde. Lucharon contra todo y todos y acabaron demostrando igualdad de condiciones para esto de la piratería el pillaje...eran los duros tiempos posteriores a la Paz de Utrecht, la época dorada de la profesión...y quién sabe si las dos piratas tuvieron un affaire lesbicoso...

    ...por cierto, espero que hayas llevado estas informaciones históricas a la Sinde para que pueda averiguar si detrás de ellas no hay algo de franquismo o sexismo...

    ...y hablando de melones, a los alemanes decirles que nos coman el pepino, que ya se sabe que los españoles son los más grandes y sabrosos jajajajaja

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  17. Onorevole CAROLVS
    Estás hoy convertido en un "salido".

    A la Pajines y a la Sinde hablarles de todo esto es como explicarles en japonés el Teorema de la Relatividad.

    Si llega a vivir la vascona LOYOLA DE PALACIO hubiera entrado en Hamburgo, Berlín y Bruxelles dando patadones a las puertas de los despachos y hubiera colgado de los plines o de las tetas a todos los teutones y belgas que se hubiera encontrado en el camino. Y con un pepino metido en el trasero.

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  18. Y luego les dicen el sexo débil...
    Y con sólo mostrar, que no usar, los pechos el enmigo se rinde a sus pies.
    Que aprendan las leires del mundo...!

    Y ahora voy a tomarme un grog.

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  19. ASPI
    No semos nada. Cuando las féminas se ponen en armas estamos perdidos.

    Que el GROG te siente bien y mantengas alta la moral.

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  20. Muy buena historia, pero difícil de tragar para mis entendederas. ¿Es que los piratos no notaban la diferencia en el comportamiento o aspecto de estas mujeres disfrazadas? ¿No se extrañaban de su ausencia de barbas? ¿O de la extraña manera de hacer pis?
    O eran cegatos o hay gato encerrado.

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  21. DON BWANA
    Buenas indicaciones en detalles que clamaban de bulto, pero quizá la explicación estuviera en que los piratos eran demasiado BRUTOS y no se enteraban de nada.
    Otra explicación que cabría es que sí sabían que eran mulleres pero les tenían más pánico que a un tornado caribeño.

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