Garaicoechea haciendo realidad a Groucho Marx

El entonces lehendakari, Carlos Garaicoechea, navegaba entonces relajado por las aguas del Mediterráneo en un yate con la enseña nacional española. Garaicoechea, el lehendakari "bonito", entonces pertenecía al PNV y hoy retirado de la primera línea de la política, es para muchos el líder en la sombra de EA, partido que fundó en 1986 tras abandonar su antigua formación.

Eusko Alkartasuna  es hoy como un yate desarbolado. El mismo barco, con diferente rumbo. Navega por aguas revueltas y muchos de sus antiguos tripulantes creen que lo hace a la deriva. La izquierda abertzale ha subido a bordo, invitada por el timonel.

Se trata de una apuesta arriesgada, ya que no son pocos los que piensan que los nuevos pasajeros podrían relevar en el futuro a quienes hoy están al frente de la nave. Lo que está muy claro para el bloguero es que de ésta tanto él como EA desaparecen del mapa político.

Un simple ejemplo de este extraño matrimonio de conveniencia. En su documento Prodem, ETA acusó al partido de Garaikoetxea de "terrible debilidad ideológica" y de "práctica política lamentable". Pese a estas reticencias, la banda ordenó a la izquierda abertzale que montara una coalición con EA que "abriría muchas puertas".

A última hora del jueves, el Tribunal Constitucional (TC) respaldó esta estrategia.

Carlos Garaicoechea Urriza nació en 1938. Vino al mundo en la capital navarra. Abogado y economista por Deusto, fue presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Navarra con Franco todavía vivo. En plena Transición, dio el salto a la política en Navarra y un año después, en 1980, presidía el Consejo General Vasco.

Con la aprobación del Estatuto, fue elegido primer lehendakari, el que más simpatías se ganó dentro y fuera de Euskadi (palabro puesto entonces de moda y que los de Aquitania creían que era una marca de coches coreanos).

Frente a lo que ahora se dice de él, su círculo destaca su cercanía con las víctimas del terrorismo.

"Yo he sido testigo de cómo en el primer homenaje que se hizo a las víctimas en el Palacio Euskalduna hace unos años, un guardia civil retirado se cuadró ante él en un gesto tremendamente emotivo", recuerda Rafa Larreina, miembro destacado de EA.

Garaico se fue airado del PNV en 1986. Sus acólitos dicen que se limitó a poner de relieve uno de los rasgos que le caracterizan: la coherencia. Que ironía.

Los tiempos cambiaban y el PNV seguía anclado en posiciones conservadoras que no encajaban con la orientación socialdemócrata del pamplonés. Se oponía por aquel entonces a la central nuclear de Lemóniz y al ingreso en la OTAN.

Desde que tomara las riendas de EA, su formación vivió épocas de esplendor. Sus momentos más dulces los vivió de la mano del PNV, formando parte de sus gobiernos desde 1995 hasta la última legislatura. Sin embargo, cuando la formación peneuvera empezó a enfriar sus quimeras soberanistas, tras el fracaso de los mega-planes de Ibarreche, EA decidió abandonar a sus antiguos socios sin importarle el precio.

De nuevo, Garaicoechea apoyó el proceso. De nuevo enarboló la bandera de la "coherencia". El precio fue alto. En las últimas autonómicas, EA pasó de siete a tener sólo un escaño en el Parlamento Vasco. En el partido, muchos se preguntaban sobre el nuevo rumbo. Al final, los críticos de su Partido acabaron desembarcando en una chalupa nueva llamada Hamaikabat, y los oficiales en otra que conserva las siglas de EA.

EA empezó a buscar nuevos tripulantes. A los navarros del partido les obligó a abandonar el seguro buque de NaBai (otra chalupa tripulada por batasunos y los de él) para subir a Bildu sin saber su destino. La apuesta era arriesgada. Muchos militantes criticaron el harakiri político que ha estado a punto de consumarse.

Sin embargo, Bildu, el nuevo barco, obtuvo el jueves su patente de corso y estará en las elecciones, pese a los informes de la Policía y la Guardia Civil, que alertan de que este viaje huele a piratería. En uno de ellos, difundido horas antes de la decisión del TC, la Guardia Civil habla de una reunión entre EA y ETA para hablar de estrategia electoral.

"Es una mentira infame", reaccionó Garaicoechea. "Una farsa policial y del propio Gobierno sin precedentes en un régimen democrático".

No obstante, Garaicoechea, dicen sus próximos, no se la juega así como así. Da pasos firmes y lanza órdagos con cabeza. Claro, tan de cabeza que estaba a un telediario de desaparecer del mundo electoral.

Hombre de gran cultura y experiencia, destaca por su cercanía. Cerró el despacho de abogados que tenía en Pamplona y ahora vive en su ciudad, dedicado a escribir y disfrutar de su familia. En verano descansa en su casa de Zarauz. Una de sus pasiones sigue siendo la vela junto a la montaña, el esquí o el frontón.

Garaicoechea soltó el mando del barco a las puertas del nuevo siglo. Al menos en apariencia, ya que si otros asían el timón, él continuaba manejando la brújula. Aunque sus partidarios niegan que sea un dirigente en la sombra, está a disposición de su formación si le necesitan. El viernes participó en la apertura de la campaña en Zarauz y ha posado tras las pancartas de apoyo a Bildu en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona.

Sus detractores no están de acuerdo con la visión de Garaicoechea como hombre dialogante y de gran corazón. Dicen que fue mejor lehendakari que gestor de partido y aseguran que la nueva dirección del barco responde a la vanidad de quien sintió eclipsada su figura por Ibarreche. Mejor dicho, por el manejador de la marioneta y que era Zarzalluz.

Sea como fuere, Garaicoechea surca las aguas en un barco en el que ya no ondea la bandera española, ni ven navegar con respeto a las víctimas del terrorismo. El tiempo dirá si el órdago del viejo capitán y sus compañeros, al enrolar a los marineros de la izquierda abertzale, no termina con él y con los suyos arrojados por la borda.

Lo que sí estaba claro es que en estas elecciones de 2011 su Partido se iba a quedar K.O. absoluto y sin concejales, ya que jugaba a ser, simultaneamente, más izquierdas que Peneuve y más independentista que Batasuna, pero sus afiliados siguen siendo gente de sacristias y de dirección de empresas, es decir, más derechas que Franquito.

Lo que los suyos denominan : COHERENCIA. Y que Groucho Marx lo definió así : partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria.

Tellagorri

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