El conseguidor "andalús"

En Albánchez de Mágina (Jaén) a los parientes de Juan Lanzas les conocen como Los 21... Y no porque sean una familia numerosa. Un socio de la cooperativa aceitera local aclara el mote: "Los 21... O sea, que no les faltan dedos para robar", dice mientras frota índice y pulgar y se los lleva al bolsillo.

Muchos dedos habría necesitado este hijo de un pastor para tejer la trama que, según la Policía, le convirtió en un hombre rico.

Lanzas es el presunto conseguidor de una conjura para colar intrusos en los ERE de empresas andaluzas en las que nunca habían trabajado y así cobrar parte de su indemnización. Pero en este pueblo de 1.326 almas no ha sorprendido la repentina caída del capo de Los 21.

Según detalla la Policia, Lanzas ordeñó las falsas prejubilaciones con la misma soltura que su padre a las cabras. Unas veces cobraba por hacer informes a las empresas. Otras, colaba entre los despedidos a "hombres de paja" que le pagaban una comisión. Y, si hacía falta, metía a su mujer o a su cuñada en la lista de cesados. O, ya puestos, se incluía él mismo.

Con estos hetedoroxos métodos, Lanzas se habría cobrado sus servicios de mediación entre las compañías en apuros, las aseguradoras que gestionaban los pagos y la Junta de Andalucía, que subvencionaba parte de los despidos para evitar la quiebra de empresas.
Un lucrativo negocio que, según las primeras pesquisas, reportó al conseguidor cientos de miles de euros. Y eso que aún quedan numerosos expedientes por investigar.

Este lunes, Lanzas apareció en su pueblo junto a su esposa, Patrocinio Sierra, también detenida por su presunto papel en el escándalo. Despojado de su eterna barba, ambos celebraron San Valentín con una comida en el hotel San José y luego se recluyeron en su chalet con piscina.

En Albánchez de Mágina, a Juan Lanzas, de 51 años, no le conocen "oficio, aunque sí beneficio", dice un miembro de la familia con quien está enfrentado. Sólo se sabe que empezó a rondar por círculos sindicales a finales de los 80 y que, en 1990, le ofrecieron un contrato para organizar las elecciones sindicales de UGT-Jaén. En esos años, cobraba unas 100.000 pesetas por visitar a comités de empresa a bordo de un Lada blanco propiedad del sindicato. Hoy conduce un reluciente Ford Mondeo.

Su labia le permitió trepar en el escalafón del sindicato. Tras convertirse en líder de la sección alimentaria, empezó a mediar en la negociación en ERE como el de Cárnicas Molina. Allí, sus gestiones dejaron descontentos a parte de los afiliados. "Lanzas, te lo estás llevando calentito", pintaron sus detractores en los muros de la fábrica.

En 2002, Lanzas abandonó el sindicato, pero siguió mediando en los ERE gracias a sus contactos en el empresariado, los sindicatos y la Junta. Y, para facturar sus trabajitos, el ex sindicalista ideó las presuntas triquiñuelas por las que le detuvo la Policía.

Un testimonio crucial proviene de Francisco José González, comercial de la aseguradora Vitalia, que intervino en varios ERE sospechosos. En plenas negociaciones de los despidos de Mercasevilla (una empresa pública) Lanzas le comentó que en estas operaciones se manejan "muchos millones".

¿Qué ganaba Lanzas con estas maniobras? Según la Policía, la mujer recibía entre 1.000 y 2.500 euros mensuales por el despido que nunca existió. Luego, González sacaba 600 euros diarios con una tarjeta vinculada a la cuenta en la que se recibían estos pagos. Y, cuando se agotaba el saldo, él se quedaba 450 o 500 euros y, según su propia confesión, entregaba el resto en mano al conseguidor.

Pero los beneficios de Lanzas no se acababan con estos despidos de cartón piedra. Para justificar su ERE, Mercasevilla pagó 123.000 euros por un informe a la consultora Maginae Solutions. Y el dueño de esta empresa es Ismael Sierra... el cuñado del conseguidor. ¿Otra vía de ingresos para Los 21?

Mientras desentrañaban el enredo, los agentes se toparon con otra presunta irregularidad. Según la Policía, el propio Lanzas figuraba en el ERE de Hitemasa, una empresa textil en la que nunca trabajó, por lo que cobró 50.000 euros entre octubre de 2009 y noviembre de 2010. Y en el listado también aparecía "Sierra García": los apellidos de su esposa Patrocinio. Al parecer, entre ambos habrían recibido 360.000 euros por esta operación.

Patrocinio fue detenida por su inclusión en el ERE, sufragado en parte con subvenciones de la Junta. Para ello, se disponía de un fondo de reptiles dotado con 647,87 millones de euros entre 2000 y 2010. Por ahora, se han detectado 39 intrusos en los ERE de 14 empresas. Se desconoce en cuántas intervino Lanzas.

Su versión no convenció a la Policía, que le arrestó acusado de cohecho, estafa y falsedad documental. Tampoco a sus ex compañeros de cooperativa, donde también tiene cuentas pendientes. Allí, una jueza le investiga por presunto delito societario en su década al frente de la entidad.

Mientras se aclara todo, las malas lenguas funcionan a pleno pulmón en el pueblo. Recuerdan las veces que Patrocinio pagaba con billetes de 500 euros en el mercadillo. Analizan el chalet que la pareja construyó en el paraje Las Veredas. Y dictan sentencia en un juicio paralelo imposible de frenar. "Vivía de puta madre...", cuenta su rival de la cooperativa.


Tellagorri

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