13 julio 2009

¿Quienes son los UIGURES?


Los UIGURES son una de las 55 etnias de China con 8 millones de componentes dentro de los mil doscientos millones de habitantes de ese Estado. Y, además, son musulmanes.

Viven en Xinjiang, la remota región enclavada a unos 4.000 kilómetros de Pekín y que, junto al Tíbet, es una de las zonas más sensibles y conflictivas de China. Buena prueba de ello son los graves disturbios interétnicos que han sumido esta semana en el caos a su capital, Urumqi, donde se han contabilizado, al menos oficialmente, 184 muertos y más de un millar de heridos.

Fronteriza con Mongolia, Rusia, Afganistán, Pakistán, India y varias repúblicas ex soviéticas de Asia Central, la población autóctona de Xinjiang son los uigures, una etnia que profesa el Islam, habla una lengua emparentada con el turco y aspira a la independencia para formar el Turkestán Oriental. Lo tienen CRUDO.

A lo largo de la Historia, esta vasta región, que ocupa tres veces la superficie de España, ha permanecido bajo el control de los distintos imperios del Reino del Centro cada vez que sus dinastías eran lo suficientemente poderosas para imponer su autoridad.

Tras dos intentos fallidos de independencia en los años 30 y 40, las tropas comunistas de Mao Zedong tomaron finalmente Xinjiang en 1949.

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Desde la constitución de la Región Autónoma Uigur en 1955 y la construcción del ferrocarril, los chinos de la etnia “han” (pronúnciese “jan”) han colonizado Xinjiang para explotar sus ricos yacimientos de petróleo y minerales. De sus 20 millones de habitantes, ocho son uigures, otros siete u ocho millones pertenecen a la etnia han, la mayoritaria en China, y el resto se lo reparten kazajos, “hui” musulmanes, kirguizes, mongoles y otras minorías.

Frente al carácter emprendedor y moderno de los “han”, la mayoría de los uigures son parados que viven hacinados en lo poco que queda de los cascos históricos o paupérrimos campesinos que habitan cabañas de adobe como hace siglos.

Como ocurre en Basux, una aldea a orillas del espectacular lago Karakul habitada por kazajos, la Policía comprueba el censo cada por tres para asegurarse de que nadie se ha marchado.

Para frenar su separatismo, el Gobierno chino intenta impedir que los uigures salgan al extranjero, por lo que deben pagar entre 10.000 y 20.000 yuanes (entre 1.056 y 2112 euros), esperar un año y tener muy buenos “guangxi” (contactos) para conseguir un pasaporte.

Antes de ser "cesado" IBARRECHE quería poner una embajada ante los uigures ya que, según el PNV, todos "todos los pueblos oprimidos son iguales a los vascos". Lástima que él y los dirigentes peneuveros no se vayan a vivir en Xinjian para siempre.

El año pasado, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, una cadena de atentados terroristas causó en Xinjiang una treintena de muertos, entre ellos 16 policías en Kashgar. En la entrada a Kuqa, escenario de uno de estos ataques, un cartel da la bienvenida mostrando una foto del presidente chino, Hu Jintao, para promocionar la empresa de alquitrán KSBC, que, según reza, “ha florecido con el amanecer del Partido Comunista”.

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Al amparo de los cercanos campos de petróleo, han proliferado las petroquímicas y compañías que trabajan con derivados del crudo, atrayendo a numerosos emigrantes “han”. Pero no todos están contentos con este desarrollo.

“Más eficacia y más desarrollo”, se lee en un cartel que muestra una central nuclear, una jungla de rascacielos y a un soldado para simbolizar el progreso de los últimos 30 años. Contradiciendo la proclama, los uigures pasan por debajo en carros tirados por burros y comen en tenderetes callejeros en el zoco, donde se venden desde cabras, gallinas y ovejas hasta afrodisíacos traídos de Alemania y Rusia, cuyos envases con fotos de chicas desnudas hacen la delicia de los boquiabiertos parroquianos.

En las carreteras, plagadas de controles de la Policía, vistosos caracteres en mandarín escritos en blanco sobre fondo rojo recuerdan que “todas las nacionalidades de China son iguales” y que “la seguridad es una misión de todos en la lucha contra el terrorismo”.

Además de la vigilancia política y la utilización de la lucha internacional contra Al Qaida para aumentar la represión, los uigures critican el control del régimen de Pekín sobre la religión. No en vano, los imanes son elegidos por el Gobierno y sus discursos rigurosamente supervisados. Como debe de ser, para que no se desmanden como en España.

En la mezquita de Id Kah, en Kashgar, uno de los vigilantes luce la hoz y el martillo en la hebilla del cinturón, pero los uigures deben renunciar a su fe si quieren trabajar para la Administración o hacer carrera en el Partido Comunista.

Tellagorri

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4 comentarios:

  1. A mi lo que me llama poderosamente la atención, es que ante esta masacre, nadie de la comunidad internacional ha puesto el grito en el cielo ni se han rasgado la camisa como Camarón, invocando la legalidad y los derechos humanos.
    Una cosa es lucir plumaje cuando se trata de Honduras para ejercer de palmeros del aspirante a dictadorzuelo Zelaya, y otra muy distinta plantar cara al gigante chino.
    Curioso también el comportamiento progre, que bramaban contra Guantánamo con el trato supuestamente vejatorio a los islamistas, o que ponían el grito el cielo cuando los choques armados entre Hamás e Israel, y ahora permanecen muditos aunque también sean musulmanes los asesinados, pero eso sí, cambia el "ejecutor"; aquí son los chinos y no los sionistas.
    Que caterva...

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  2. GUTIFOREVER

    Estoy completamente de acuerdo con tu comentario.
    Los progres sólo son críticos con víctimas de no musulmanas ni comunistas ni israelies.

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  3. Pues yo me he quedado con al dato absurdo de Ibarreche y esa solemne tontería de que los pueblos oprimidos son iguales que los vascos.

    He estado buscando si entre estos chinos, o los saharauis, o los venezolanos o la inmensa mayoría de los negros africanos tienen dinero para tirarlo en televisiones públicas, si tienen dinero para mantener una casta de políticos ineptos, si su renta per capita es similar, si tienen libertad hasta tal extremo de haber podido votar partidos políticos asesinos hasta hace poco, si (estando como están tan cercanas) esta gente disfruta de semanas grandes donde protestar por la opresión fascista de un estado invasor...

    Pues Tellagorri, he buscado y resulta SORPRENDENTEMENTE que la tierra de ese hombre, las vascongadas, es una parte de una gran nación, España, que tiene la suerte de vivir en una región prospera donde salvo la excepción de unos hijos de puta viven en el mejor de los mundos posibles.

    O se equivoca él o yo... no sé

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  4. ISRA
    Primero, lo de Ibarreche es una BROMA mía en plan ironía, ya que los nazios del PNV suelen muy amigos de gentes independistas tipo KURDOA.

    No es necesario que me expliques lo que sucede en mi tierra y cómo piensan los nazios y cómo se vive.

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