23 abril 2009

OTEIZA y ELIZONDO


Sabido es (y si no se sabe, ahora queda constancia) que los baztaneses poseen un sentido del humor bastante pintoresco.

Podría decirse que el choteo autóctono es directamente proporcional al cuadrado del suceso que lo origina e inversamente proporcional al cubo de la distancia desde la que se observa éste.

Tal formulación viene a representar que los foráneos no pasemos del estadio de zurupetos a la hora de interpretar chascarrillos en la pequeña Suiza.


Chascarillos o melonadas cuyo entendimiento pasa por resolver la ecuación completa de la fuerza central y conservativa, esa que viene a determinar que cuando un móvil está sometido a una fuerza central y conservativa, se mantiene constante el momento angular y la energía total de la partícula.

No voy a continuar por estos derroteros, evidentemente. La introducción viene al caso para explicar la dificultad comprensiva a la que nos veremos abocados cuando intentamos entender o descifrar la socarronería baztanesa.

No sé si conocen las aventuras y desventuras de Jorge de Oteiza.

Quizá recuerden su broncas con Ardanza a cuenta del proyecto cultural del Gobierno Vasco de la época, o las referidas al Museo Guggenheim de Bilbao. El caso es que, por una cosa u otra, Oteiza decidió donar toda su obra al pueblo navarro en perjuicio del país (según Tellagorri) de las patatas.

Oteiza en sus escarceos literarios fue -no cabe duda- la fuente de inspiración de los polis- milis contemporáneos a su literatura. Influjo indebido quizás a la interpretación errónea de algunas de sus exposiciones (por la escasa capacidad de lectura de aquéllos, que a priori les inhabilitaba para entender correctamente al de Orio), como la del “carro ario”, la de “Dios en la trampa”, o aquélla que parece calcada del pensamiento sabiniano (pero que trata de expresar justamente lo contrario), en la que el genial chatarrero- picapedrero dice:

“[...] Un amigo de Irún tiene en su servicio dos chicas. Una atiende la casa y la otra a los niños [...] La que atiende la casa es de Toledo. La otra es de Lesaca y se le ha recomendado que hable en vascuence a los niños. Pero al poco tiempo, la chica de Lesaca ya no habla en vascuence ni va a misa los domingos, como acostumbraba. La de Toledo ha hablado con desprecio a la de Lesaca del idioma del país, de los vascos y de la costumbre de ir a misa. Pero, rápidamente toda la familia de la de Toledo está viniendo a vivir a nuestro país [...]”.

Sin duda Oteiza creía comprender el especial sentido del humor de los vascos y, particularmente, el de los baztaneses. Así trata de plasmarlo en el pasaje “la risa en el vasco”: “[...] el yerno cuenta a su suegro un chiste y el segundo permanece impasible. En vista del escaso éxito de la especie, el yerno le dice “pues bien que se reía el año pasado, casi se ahoga cuando se lo conté. El abuelo continúa serio, como antes. A los postres el suegro empieza a reírse artificiosamente y con ostentación. Le pregunta el yerno ¿qué le pasa? Y contesta: pues que ahora me está dando la vuelta la risa del año pasado”.

Pues a costa de Oteiza, y bien a pesar de toda su perorata metafísica respecto al alma vasca, bertsolaris que se mojan los calzones caminando hacia el mar de espaldas, síntesis del humor euskaldún y demás zarandajas, hay -frente a la iglesia de Elizondo- un artilugio que por más que su autor (el propio Oteiza) se hubiese empeñado en bautizarlo como “Oración a Santiago”, el acervo popular baztanés lo hará pasar a la posterioridad como el qué cojones.


En 1998, tras no pocas gestiones de una tipa con exceso de peso y de cara dura -autodenominada artista de los pinceles-, Oteiza consintió en donar la escultura al pueblo de Elizondo.

Las mentes preclaras del consistorio (que siempre han sido no pocas) confiaron que, ubicándolo en el jardín por el que la feligresía debe circular los días señalados por el precepto, despertarían lo plástico en el pueblo llano que continúa perseverando en el culto (muy al contrario que la lesacarra de la especie anterior, moza vasca descarriada ella).

Pues bien, en vez de tocar la fibra de lo plástico, más bien ha excitado la de lo acrílico. Aún hoy los abuelos y abuelas suben los domingos la escalinata de la parroquia preguntándose los unos a los otros: “Joxé, zer arraultzak da hori?” ( Joxé ¿qué cojones es eso?).

De paso, la escasamente pía pregunta -o afirmación, según sea el caso- les sirve para pasar por taquilla a redimir el exabrupto.

Quienes no se preguntan nada son los jóvenes y jóvenas, pues piensan que el artilugio ha sido dispuesto por el señor párroco a modo de mesa de diseño, en la que apalancar las litronas y kalimochos de sus juergas noctámbulas.

¡Pobre Oteiza! él que creía haber sintetizado el humor y pensamiento vascos no supo hallar la ecuación que resolviera las particularidades del baztanés, pues en Baztán dos y dos lo mismo pueden ser cuatro que veintidós.

De manera que, si van a Elizondo y quieren admirar el artilugio, no pregunten ni por Oteiza ni por la oración a Santiago. Pregunten por el “qué cojones”.

Ya que estamos en materia (por aquéllo de que el Pisuerga pasa por Valladolid), admiren ustedes el cordial trato que me desea Tellagorri Jauna:"Servir de badajo a la campana" que ustedes pueden observar en la fotografía.

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Finalmente, aquí tienen otra de las prodigiosas obras civiles de los ilustrados munícipes:

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Unos inmensos menhires, pintados de rojo y blanco que, atravesados en la calle mayor, tienen por principal función hacer fosfatina el sistema de suspensión de nuestros vehículos.

Finalizo el ladrillazo, dedicándoselo con el mayor cariño a todos y cada uno de los concejales y, especialmente, a la señorita Virginia, alcaldesa-propulsora-a-reacción de tal avance urbanístico en la localidad de adopción y segunda residencia de Ibaia.

Para recuperarse les recomiendo el uso del ácido acetilsalicílico (por favor, no lo confundan con el ácido bórico).

Por Ibaia


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4 comentarios:

  1. Yo de estudiante de arquitectura en Madrid allá por los 80' leí como un poseso algunas cosas de Mr. Oteiza. De hecho entre mis mejores amigos (y en algún caso media novia) estaban un ahijado y una ahijada del escultor de origen bilbaíno e hijos de un gran catedrático de la ETSAM (hoy ambos arquitectos) y una sobrina-nieta que me enseñó en privado en una casa que tenían en Madrid un laboratorio de tizas el abuelo Jorge.

    Hoy leo el artículo éste y solo puedo reírme de todo aquello. Es muy bueno, y lo de "qué cojones" mejor.

    Es como la escultura gigante que hay en Gijón de Chillida. Los Gijoneses la llaman el orinal de King-Kong.

    :P

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  2. Pues, sí, Trueno. Es un escrito de IBAIA (autor del post sobre "Las Reglas de Cálculo" o Todo es Número, dentro de este Blog)forista con el que varios amigos de Internet creamos el Foro LA VOZ DE LOS LIBERALES.
    Y se deshizo porque el portal Hispavista nos boicoteó imposibilitando la inserción de escritos. Luego cada uno se ha ido por rumbos diferentes.
    Hace pocos días asomó por aquí el buen Ibaia dejando un comentario de señal de vida, pero no escribe.

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  3. Tellagorri jauna:

    Es honor inmerecido que rescates mis melonadas, cuando tu caletre produce cosas mucho "más mejores".

    Como ya comenté hace unos meses, ahora ando de emigrante por bochilandia, por lo que los antaño abundantes escarceos por foros y blogs se tornan inviables, pues el trabajo me ocupa mucho tiempo, cosa de la que no me quejo, porque profeso mi "profesión". Me cansé de andar por ahí haciendo de buhonero. Soy un técnico, no vendedor de humo.

    Así que paso por la pequeña Suiza ocasionalmente una o, como mucho, dos veces al mes. La familia se mudó definitivamente a tan peculiar villa tras no pocos exordios de la rubia conteniendo los consabidos y abundantes "ya me lo decía la amá, con un guiputxi mal te irá..."

    Así que, de tarde en tarde, vengo a darle un vistazo a la bitácora de vuesa merced para recordar viejos tiempos. El foro o está off side o tiene el capricho de no permitirme entrar. Espero que los polemistas habituales anden por estos pagos, porque sería lástima hayan emprendido también la diáspora.

    Por tierras alanas sigo haciendo patria de la gallarda gente guipuzcoana, ostentando cual bandera una generosa peneira de metro y medio de diámetro (aún me parto de risa cuando recuerdo aquél hilo de la peneira, mano a mano con el Bau, en el viejo foro de los liberales). El blusón y las abarcas no me atrevo a exportar aún, porque igual la polizei me toma por orate y me reexpiden al patatal.

    En fin, que no es plan importunar al respetable con comentarios que se aparten del tema, así que, de vez en cuando, pasaré a dejar constancia de la visita y poco más. No por desidia ni por falta de afecto: es falta de tiempo.

    Un fuerte abrazo, perdonen la intromisión y mil perdones a los seguidores. Herr Tella, viele erfolge.

    Ibaia.

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  4. Gracias, IBAIA, por dar fé de vida y, por cierto con la tradicional inteligencia y buen sentido del buen humor (los hay de mal humor),por hacerme saber que por fin los teutones te llevaron.

    Deushtland te deberá mucho porque pocos son los que pueden aportarles lo que tu llevas encima : racionalidad mezclada de auténtico espíritu guipuchi.

    Del Foro nunca más se supo ni tampoco de sus integrantes.

    Aquí, en Blogolandia, hay un excelente ambiente de compañerismo entre blogueros y es un placer visitar cada día, a los que "semos jubilatas o semi", las denuncias o especulaciones de cada quién en sus particulares sites.

    Te echo muchísimo de menos con tu incopiable sentido crítico de la realidad.
    Un abrazo
    Tellagorri

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