24 marzo 2009

No hay tranvia que le deje a la puerta


Logros del fragilísimo Calvo Sotelo fueron el juicio de Campamento, la elevación de aquellas penas por el Supremo y el ingreso en la OTAN llamando a aldabonazos.

Había que orear aquella tropa, hacerles hablar otros idiomas, visitar otros cuarteles generales y estudiar otras estrategias aparte de la ocupación interior.Ni Felipe González quería la Alianza, habiendo pactado en Moscú nuestra exclusión a cambio de la jibarización del PCE, y lo demostró con un referéndum si es no es que rajó la sociedad.

A ZP no hay tranvía que le deje en la puerta y no le place la OTAN ni EEUU, gobierne un hijo del petróleo o un abogado negro. Nada que objetar: De Gaulle, en una de sus soledades grandiosas, se fue de la estructura militar, y Franco era un anti-yanqui de pliego de cordel, que se asió a ellos.

Equivocarse no es un crimen: lo es no manejar los tiempos y eructar en la mesa. Este nos corrió de Irak por telegrama cuando arreciaba el tiroteo, y desde Trípoli exhortó a otras potencias a que hicieran lo mismo.

La retirada de Kosovo es multiopinable pero en la Alianza y en la oficina de Hillary Clinton se han enterado por e-mail. Hasta Javier Solana, que ya lo ha vivido todo, refunfuña las maneras de Este y su Chacón.

No me extraña que manden plumas blancas al JEMAD y al JEME. Este sólo gobierna a favor del viento y en el calmón de la crisis no sabe rumbear. Si las encuestas dieran un abrumador antiatlantismo nos sacaría de la Alianza con igual desprolijidad.

Mal empezamos con Obama aunque Moratinos, que sólo entiende de Gaza y Cisjordania con ojo palestino, siempre diga que las relaciones son óptimas.

Demasiadas relaciones carnales tuvieron Bush y Aznar para ruina del PP. Las mejores relaciones fueron las de Condolezza Rice y Ana de Palacio, que siguen cenando en el apartamento de la primera en Watergate.

Las dos chicas más solas de Washington.La experta en sovietismo habrá aprendido mucho en estas veladas sobre el psicoanalizable antiamericanismo de media España que es lo que impele a Este a encontrar su propia identidad en el embroncamiento de los poderosos de su guiñol en el que juega a niño malo, resultando sólo inofensivamente grosero.

Galtieri se creía favorito de EEUU y sosias del general Patton. Antes de Malvinas quería ingresar en el Tratado del Atlántico Norte y, entre los vapores de su cerebro, no entendía que Argentina está en el Atlántico Sur y que la OTAN colecciona democracias.

Este tampoco entiende y teje y desteje la alianza de civilizaciones como la mujer de Ulises, a ver si sale algo.La política exterior de Este es la del pellizco de monja.

Por M. P.

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2 comentarios:

  1. Amigo Javier, no veo la mejor manera de hacerte llegar este mensaje que quiero decirte.
    Si te has fijado he borrado mis comentarios en el post tuyo acerca de algunas costumbres de los moros.
    Para nada lo he borrado porque me haya arrepentido de felicitarte por tu blog y por tu post.
    Pero me has puesto mala cuando veo que publicas la Ip.
    Yo digo que cada uno puede hacer en su santa casa lo que le de la gana. Y me parece perfecto que tu tengas esta costumbre, pero francamente no está el horno para bollos con tanto espabilao como hay suelto.
    No lo digo por suspicacia hacia tí, pero esto al ser público está lleno de mirones, y nunca se sabe.
    Para lo que quieras estoy a tu disposición en mi blog, y espero no ofenderte con este comentario, teniendo en cuenta que llamo más aún la atención.

    Un abrazo amigo.

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