Giuliano della Rovere, así se llamaba aquel pontífice guerrero, Julio II, sucesor del Borgia Alejandro VI. Sus coetáneos, que lo apodaron el Papa Terrible, susurraban que daba miedo mirarlo de cerca, tal era la fuerza que emanaba.
Ya mayor, todavía la emprendió a bastonazos con Miguel Ángel en los andamios de la Sixtina. Fue un ataque de ira en una de las muchas ocasiones en que Buonarrotti respondió con un cuco "cuando pueda" a sus preguntas apremiantes sobre la conclusión de los frescos.
Fue un Santo Padre más padre que santo, que llegó a la cátedra de Pedro con al menos tres hijas. Quería restablecer los Estados Pontificios. Quería el Poder. Lo ganó en el campo de batalla, encabezando ejércitos siendo ya Papa.
Giuliano, que luego dictaría una bula contra la simonía, la practicó a lo grande, comprando un cónclave para entronizar a su títere Inocencio VIII.
Utilizaba la excomunión como arma política, espiaba, intrigaba, abroncaba como un trueno.
Pero también hizo grandes cosas: El Príncipe de la Iglesia que puso a trabajar para él a Bramante, Rafael y Miguel Ángel. El Papa que encargó los frescos de la Sixtina a Buonarroti.
(Luis Ventoso)
Todo un carácter, que se dice, el de este hombre.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarEs uno de los pocos Papas que dejó gran huella en Europa y en la Iglesia. Aún pervive la dinastia de los Della Rovere en Italia y son aristócratas de alto copete.
También se le acusa ahora de haber envenenado a su antecesor el Borgia Alejandro VI, el padre de Cesar y Lucrecia Borgias.
Cómo escribe este mozo abecedario, es uno de mis columnistas favoritos del momento
ResponderEliminarDOÑA MARIBELUCA
EliminarTambién mío. Por lo simple en el meollo y lo enriquecedor en los datos.
No se va por ningún cerro a la hora de abordar los temas.
Buena Semana Sagrada para vos.
Uno de los más ilustres pajarracos que se han sentado en la """santa""" sede. Como debe ser, porque sino no hubiera tenido narices de llevarse por delante a su antecesor, el "amigo" Borgia que era también de armas tomar. Un hombre de su tiempo.... Más o menos como el que ahora nos "ilumina"... Su sucesor también fue un gran elemento, León X... Verdaderamente que el renacimiento italiano debió ser un momento digno de contemplarse.
ResponderEliminarDON CSC
EliminarComo dices, el Renacimiento es digno de ser visto en una peli de 100 días de duración por la riqueza de personajes que tenía.
Estoy de acuerdo en que el Giulano y el Rodrigo (Borgia) eran tal para cual en cuanto a escasez de escrúpulos para lograr sus fines. Y ambos eran también hombres de guerra más que de otra cosa porque aspiraban a gobernar Italia entera.
Si a ellos unimos otros contemporaneos como Los Medici y el Maquivaleo, todos de Florencia, junto a los sibilinos duces de Venecia que eran los amos de Constantinopla hasta que el turco Memet II los echó, tenemos un culebrón completado con la figura del astuto Fernando II de Aragón, llamado "El Católico".