05 febrero 2017
Optimistas en 2017
Nos desayunamos zumo de órdenes ejecutivas by Trump, almorzamos omelette de líos à la Fillon, tomamos el five o'clock tea con sándwich de Brexit y cenamos choque de trenes (a la catalana o con salsa de Podemos).
Estamos mal, en suma. Abrumados.
Y, sin embargo, hay razones para el optimismo.
Y a eso, precisamente, había dado respuesta Tim Harford, El Economista Encubierto, en su Guía de un optimista para 2017 publicada hace 15 días en Financial Times. Aportaba cinco razones:
Una. Tenemos mejor salud que nunca. Hace un siglo la esperanza de vida al nacer era 35 años. Ahora supera los 70. "Países tan miserables como Haití, Birmania y Congo tienen unos ratios de mortalidad infantil inferior a los de cualquier país del mundo en 1900", recoge Harford citando a Charles Kenny.
Dos. El crecimiento de la población mundial, que en los años 60 aumentaba a un "insostenible" 2%, está ahora en el 1%.
Tres. La economía mundial crece por encima del 3%, lo que supone doblar su tamaño cada 25 años. "Hace dos siglos, el 95% de la población mundial vivía en extrema pobreza; hace 50 años, era el 60%; hoy, el 10%", escribe Harford con datos recogidos por el economista Max Roser.
Cuatro. Contra lo que se cree, los frutos de ese crecimiento no están aumentando la desigualdad. El Economista Encubierto admite la dificultad de medir ésta globalmente pero apela al salto adelante de China e India para contrarrestar el aumento de la desigualdad en Estados Unidos.
Y cinco. El evidente declive de la guerra, la tortura y la violencia.
Esos son los datos. Esas son las razones. Así que respire hondo.
Estamos mejor que nunca. Queda claro. Y, sin embargo, el malestar está ahí. Y también hay datos que lo ponen al descubierto...
El estudio empírico más significativo de los últimos años sobre el tema se debe a Angus Deaton, premio Nobel de Economía en 2015. Deaton y su esposa, Anne Case, economista de la Universidad de Princeton como él, publicaron un paper sobre una alarmante tendencia que habían detectado en la sociedad americana. El aumento de los suicidios y otras "muertes de desesperación" entre los blancos con estudios había alcanzado tal nivel que el grupo de hombres blancos de mediana edad era el único cuya mortalidad había aumentado.
Otro dato revelador del malestar de fondo de la sociedad norteamericana es que las muertes por sobredosis de drogas superaron en 2015 a las provocadas por accidentes de tráfico.
Deaton explicaba, en Financial Times, que la victoria de Donald Trump y el Brexit son "consecuencia de la arrogancia de la élites políticas".
El Nobel es firme defensor de que la globalización ha convertido el mundo en un lugar más rico y sano. Por eso considera un error culparla del malestar de los trabajadores que auparon a Trump y decidieron el Brexit.
Quizá sea cierto, como observaba Hidalgo, que los medios "nos vierten al segundo una cantidad abrumadora de noticias negativas" y, como Cercas sostenía, que "para los medios una buena noticia no es noticia".
IÑAKI GIL
Estoy de acuerdo. Nunca antes la Humanidad ha tenido mejor grado de salud y curación de enfermedades, menos desigualdades entre personas y basta con recordar los tiempos en que media sociedas o tres cuartas partes de ella eran criados o colonos de unos pocos aristócratas.
ResponderEliminarDON TÁCITO.
EliminarSí, así es.
Estoy de acuerdo de lleno con los datos de los dos opinantes.
ResponderEliminarDON MELITON.
EliminarCreo que varios estamos plenamente de acuerdo.
Pero el optimismo tiene mucho que ver con cómo le va a cada uno personalmente. Saber que a los recién nacidos birmanos les pueda ir mejor, puede alegrarle la mañana al que espera una operación hace meses en Badalona, pero tampoco mucho.
ResponderEliminarDON ULTIMO.
EliminarTienes razón a efectos individualizados. Pero en el cómputo general de la HUMANIDAD y en el transcurso de dos siglos, el ser humano ha duplicado las perspectivas de vida, ha sanado de enfermedades gracias a medicamentos como los antibióticos, y ya no existen los parias que había en la India y China en donde morian millones por hambrunas, e incluso en nuestro país tres cuartas partes de los habitantes eran CAMPESINOS sometidos a la dictadura social y económica de unos dueños de fincas que lo eran los aristócratas y el clero.
Así es, pese al bombardeo de los medios de incomunicacion; de los cacareos de Pablemitas, de las estupideces vertidas por el Papa, nunca ha habido tanta riqueza, ni nunca ha estado tan repartida. Cosa distinta, es que sea occidente el perjudicado con este reparto, pero a nivel mundial, hay cosas muy claras.
ResponderEliminarY gracias al capitalismo, y punto.
SEÑOR OGRO.
EliminarMuy bien : esa es la realidad a pesar, como comentas, dee lo que digan los comunistoides y sus compadres zurdosos, tan reivindicativos de las IGUALDADES.
Con las "igualdades" de la URSS y de Cuba nunca levantaron cabeza los más de las poblaciones. En cambio con el sistema capitalista hasta INDIA y CHINA han dejado de tener millones de PARIAS hambrientos.
Es cierto que los medios de comunicación se frotan las manos ante las catástrofes, de hecho, cuando no tienen alguna a mano, se la inventan.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarEs vergonzoso lo de los medios. Y si son zurdosos aún ponen peor las cosas.
No me fío de los optimistas; en los años veinte, después de terminada la guerra mundial y más o menos solucionado el "crack" de la Bolsa, los economistas auguraban mejoras en el nivel de vida, bajo el imperio de la PAZ. Mientras tanto, un tal Adolf y otro apodado "Paquito", preparaban algunas sorpresas desagradables.
ResponderEliminarDON BWANA-
EliminarLo que nos obliga a no ser confiados porque no vaya a cogernos el toro de otros Adolf y Paquitos o similares.
A mí me sucede que en estando siempre rodeado de personas totalmente pesimistas en todo, necesito ser optimista para no caer en una depresión. Hay una persona cercana que cada día me advierte que si tengo tos es porque probablemete tendré los pulmones encharcados o que si me baja la Tensión arterial es porque estoy a las puertas de un infarto.
Con gentes así es mejor pensar que el Mundo va de maravilla y que mi organismo también.