Charla con P. Reverte

Nació en el periodismo de los ceniceros y los malditos y se fue a las guerras para contarlas sin saber que las miradas de los niños, los estertores de otros en sus brazos o los perros desperrados habrían de visitarlo durante el resto de su paz / 22 novelas después.
Un columnismo mordaz, testicular y nocturnal y que en una gresca reciente le llaman 'cipotudo'

1.- ¿Usted es feliz enfadado?
Sería profundamente infeliz si no me enfadara. Es más, me sentiría un miserable. Siempre desconfié de ellos, e incluso desprecié, a los que procuran no enfadarse y son capaces de tragárselo todo con tal de seguir a salvo o congraciarse con el canalla o el verdugo. Si algo aprendí a detestar es el silencio resignado de los corderos.
2.- ¿Sabemos mucha incultura?
Si se refiere usted a los españoles, poseemos y disfrutamos, con gozoso entusiasmo colectivo que viene de lejos, una incultura muy por encima de nuestras posibilidades.
3.- Dicho sea con cariño, ¿usted es más borde en las palabras o en las ideas?
Soy borde, palabra que uso hoy por primera vez en mi vida, ante la estupidez, sobre todo. Incluidas las preguntas estúpidas.
4.-Señor "Falcó", su última novela ¿por qué un amoral nos seduce?
Porque en el fondo todos hemos envidiado alguna vez la ausencia de complejos del chico malo o la chica mala, en el patio del colegio. Una prueba es que muchas mujeres se emparejan con hombres buenos pero se enamoran de los canallas. Aparte que la amoralidad, en hombres o mujeres, siempre fue más divertida que la decencia.
¿Tiene usted alguna otra gilipollez que preguntar?... En tal caso, le sugiero que eche un vistazo a los personajes femeninos de mis novelas. Quizá así pueda advertir, como yo lo hago, la diferencia entre feministas intelectualmente serias y analfabetas folklóricas.

5.- Eduardo Galeano me dijo que él escribía para mejorar el silencio. ¿Y usted para qué no se calla?
Me callo para no herir a los débiles. Y escribo para ajustar cuentas con la gente que no me gusta. La estupidez, como aliada de la ignorancia, es uno de los elementos más corrosivos de la vida. Escribir es mi forma de disparar. En realidad, yo escribo en defensa propia.

¿Y morirá con las letras puestas?
No creo, pero de lo que estoy seguro es de que la escritura me ayudará a morir con serenidad. La propia o la ajena. De lo que se trata es de morir con serenidad. Al final, cuando uno lleva una vida larga donde han pasado cosas, mantienes ciertos errores, sangre en las uñas... te das cuenta de que lo que realmente has hecho toda tu vida es prepararte para la muerte. Si en este momento me garantizaran que iba a morir con serenidad, sin perder las maneras ni la compostura, sin lamentarme ni gritar, ni insultar a nadie, ni quejarme de nada, firmaría ya y daría a cambio lo que fuera. No me importaría acortar la prórroga. He visto muchas agonías y las agonías largas, a menudo, hacen perder la compostura.

6.- He leído que en alguna de las guerras que cubrió llegó a empuñar algún arma para defender su vida. ¿Usted ha matado a alguien para no morir?
No tengo la menor idea. Estaban demasiado lejos, y no era cosa de ir a mirar.

7.- ¿Dónde le pillará a usted la toma de la calle de Podemos?
A mi edad lo tengo claro: atrincherado tras los 30.000 libros de mi biblioteca, leyendo a Plutarco, con una botella de Chateau Margaux y la escopeta del 12 apoyada en la pared, cargada con cartuchos de posta lobera.

8.- ¿Qué saben Gürtel, Púnica, los ERE de Andalucía, Valencia toda, las tarjetas black o Urdangarin de nosotros?
Lo saben todo. Nos conocen demasiado bien. Somos sus cómplices activos o pasivos, y lo saben. Lo que realmente nos indigna de ellos no es que robaran, sino que nos dejaran fuera del negocio.

9.- ¿A usted en qué parte del cuerpo le duele España?
Ahí.

10.- Periodista, ¿echa de menos preguntar?
Realmente, no. Es una pregunta que nunca me habían hecho. Nunca. Y yo tampoco me la había planteado. De hecho, a cierta edad, no tener que preguntar supone un alivio. Hay una pregunta que me gustaría oír en boca de un periodista alguna vez cuando entreviste a un político: '¿Es usted así de inculto e irresponsable o se lo hace?'.

11.- ¿Donde esté un minuto de bombas que se quite un minuto de silencio?
Sin duda. Las bombas despiertan a la gente y hay demasiada gente dormida.

12.- ¿Qué ráfaga quiere para su lápida?
Una ráfaga de viento sobre el lugar del Mediterráneo donde se hundiera mi barco, borrando las últimas burbujas. Glu, glu, glu. Que traducido a lenguaje terrestre significa: 'Podéis iros al carajo'.

¿Apuramos un trago, cipotudo?
(Piensa, mira con sorna, vuelve a pensar y...) ¿A usted hace mucho que no le pegan una hostia?