17 septiembre 2016
SANÁ, en el reino de Saba
Saná, aunque sea vista a través de la distancia, consigue algo que muy pocos lugares pueden: nos traslada 2.500 años atrás, a la época del Reino de Saba, y de las Mil y una noches. A lo largo y ancho de esta localidad de más de dos milenios han pasado persas, judíos, musulmanes y cristianos, entre otros. Pero los vaivenes de la época terminaron por declarar la capital oficialmente musulmana en el 628.
Este cambio se materializó, por ejemplo, en el fin de todos los palacios no islámicos, que fueron reconvertidos en lugares de culto.
Sus estrechas y enrevesadas callejuelas, flanqueadas por unas construcciones de adobe de hasta siete u ocho pisos, conservan el mismo estilo arquitectónico milenario, en el que destacan unas fachadas especialmente trabajadas y decoradas con elementos como arcos, frisos, arabescos, o lacerías que incluyen motivos en los que no hay lugar para la repetición. Las ventanas, con vidrieras de colores o alabastro, gran parte en forma de media luna.
El Palacio de Ghumdan, de la época de Saba en el siglo III, ha sobrevivido a los innumerables destrozos causados por los conflictos, y su reconstrucción ha permitido mantener intacta su esencia. Se trata de un lugar que ha aparecido en múltiples leyendas y cuentos.
Ese lugar resulta enormemente atractivo para ser visitado por su antiguedad y por ser reliquia de una Historia que ya casi nadie recuerda, EL REINO DE SABA, pero que se halla en medio de uno de los puntos más peligrosos del Mundo actualmente.
ResponderEliminarMr. Gregoire,
EliminarTiene el lugar, como comentas, un enorme atractivo por su antiguedad conservada. Pero no quiesiera tener que andar por sus cercanias tal como está ahora el bollo.
Es increíble que con todos los bombardeos y combates que por esa zona se producen cada día, esas casas de hace 2500 años se mantengan en pié. Eso es un milagro.
ResponderEliminarENERITZ anderea,
EliminarAl hilo de lo que comentas ciertamente es un milagro que esas edificaciones sigan en pié. Es lo bueno que tienen las construcciones muy antiguas : no hay bombas que destruyan casas así ni puentes y acueductos fabricados por romanos varios siglos después.
Visitar la capital te traslada a 2.500 años atrás, visitar el país te lleva al Más allá en un periquete...
ResponderEliminarDON ULTIMO.
EliminarBuena descripción de lo que supone ir a aquellas tierras.
La verdad es que es una lástima que estén como están en estos lugares, por otro lado, de una belleza tan especial.
ResponderEliminarDON TRECCE.
EliminarSi es una pena y más aún que los lugares de la civilización babilónica y de la etiope de cuando la Saba bíblica estén desde casi el nacimiento del Islam en manos de esa horda de cafres.