30 mayo 2016
Curar la vejez va a ser posible.
La inmortalidad ya no es lo que era. Ahora su búsqueda transcurre entre probetas, bajo una aséptica luz blanquecina muy poco poética. Eso sí, nunca ha estado tan cerca. Por eso esta historia comienza en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) donde nació Triple, un ratón transgénico capaz de vivir un 40% más de lo normal.
Lo creó María Blasco, bióloga molecular y una de las mayores expertas del mundo en la investigación contra el envejecimiento.
Y bajo esta luz blanquecina, gracias a la manipulación genética, Blasco logró que Triple estuviera sano todo ese tiempo. Este superratón sería el equivalente a que un humano viviera joven más de 140 años.
"Haber considerado que el envejecimiento era algo natural ha evitado que durante mucho tiempo la ciencia estudiara cómo evitarlo", dice Blasco, una mujer energética que aparenta cuarenta y pocos, de piel clara y pelo negro, que habla con entusiasmo y se mueve muy deprisa.
"Pero era una barrera mental, no científica". Triple es la prueba. No envejecer siempre ha preocupado a los mortales, pero no a la ciencia. No hasta hace bien poco.
Cuando María Blasco empezó sus experimentos, a principios de los 90, el envejecimiento era un área de estudio aún denostada en la biología. Ahora la longevidad se ha convertido en uno de los temas centrales del próximo siglo.
"Hasta hace poco tenía algo de esotérico, pero en la última década se ha empezado a trabajar en ello al más alto nivel", explica Blasco sentada en su despacho del CNIO, donde cuelga el dibujo de un ratoncito en honor a Triple.
Haber aumentado un 40% la longevidad en estos pequeños mamíferos hace pensar que podría, en un futuro, aplicarse en humanos.
"En personas aún no tenemos idea de cuánto se alargaría la vida con esta estrategia, porque nosotros envejecemos mucho más despacio que los ratones. Tal vez sería mucho más del 40%... Tal vez el doble", comenta.
Así que nada de Santo Grial. Este es el relato actualizado de la búsqueda de la eterna juventud con roedores. Las pegas son meramente narrativas, no biológicas: el ser humano comparte con los ratones el 90% de los genes.
Frenar el envejecimiento también se ha convertido en una de las obsesiones de Silicon Valley. Peter Thiel, cofundador de PayPal, asegura que gracias a los avances científicos en los que está invirtiendo vivirá 120 años. Modesto objetivo comparado con los planes de Google, que aspira directamente a curar la muerte. Para ello el gigante tecnológico ha creado Calico (California Life Company), una empresa en la que se han invertido cientos de millones de dólares a la que rodea el máximo secretismo. También en California está Human Longevity. La fundó en 2014 el pionero de la genómica, Craig Venter, y ha recaudado 300 millones de dólares en sus dos primeros años de trabajo.
Descifrará el genoma humano de cientos de miles de personas de forma industrial para crear una gran base de datos. A medida que se vayan secuenciando genomas, y se analicen con big data, se entenderá mejor por qué unas personas viven más que otras. "Hasta ahora, el que quería encontrar una cura para el alzheimer, estudiaba sólo a pacientes con esta enfermedad. Y lo mismo con el cáncer, el parkinson o las enfermedades cardiovasculares... Pero igual que las enfermedades infecciosas se combaten atacando los virus o bacterias que las producen, ¿por qué no atacar el agente causal de las enfermedades asociadas a la edad? Cuando entendamos por qué envejecemos, viviremos muchos más años y mucho más sanos".
"Envejecer no es inevitable, no está programado en la vida de los organismos", afirma Manuel Serrano, director del Programa de Oncología Molecular del CNIO.
Sánchez tiene para explicarse una gráfica de la supervivencia de los humanos hasta hace 10.000 años que muestra que la vida media estaba entonces en los 15 años. "Algunos llegaban, de manera extraordinaria hasta los 30. Los vivos estaban muy sanos porque la principal causa de muerte era el hambre, el frío y la violencia. No se morían de cáncer porque no vivían para desarrollarlo".
¿Por qué envejecemos? Los científicos aún no tienen respuesta. Están en ello. Blasco ha probado que una de las causas es la pérdida de telómeros, algo que ella explica comparándolo con la punta que protege el extremo de los cordones pero para las células. Cuanto más largos sean nuestros telómeros, más tiempo vivimos, pero a medida que envejecemos se van acortando. "Aumentando la cantidad de telomerasa en el organismo adulto, podemos alargar la vida y mantenerlo (al ratón) joven y sano durante más tiempo", explica Blasco.
Envejecer ya no es, por tanto, irreversible. "Si lo alteramos genéticamente, lo podemos retrasar. Pero no se trata de alargar la vejez, sino la juventud: sería como llegar a los 80 años con la vitalidad y el aspecto de los 40", insiste la directora del CNIO, que acaba de publicar el libro Morir joven, a los 140 (Editorial Paidos, 2016), junto a la periodista Mónica B. Salomone.
Además de la terapia génica, también se están haciendo avances serios en la vía farmacológica. En un futuro, podrían desarrollarse fármacos antienvejecimiento con moléculas como la espermidina, la metformina, la rapamicina y el resveratrol. La candidata favorita a convertirse en la píldora de la juventud es la metformina.
Otro de los compuestos que podría convertirse en un fármaco antienvejecimiento es la rapamicina, una sustancia descubierta en una expedición científica de los años 70 en la Isla de Pascua. El National Institute of Ageing de EEUU demostró que la rapamicina alarga la vida de los ratones un 13%. Ahora, la Universidad de Washington la está probando con perros y, según The New York Times, los primeros resultados son esperanzadores.
Cada especie tiene su horizonte vital. Un gusano vive semanas; una rata, tres años; las ardillas, 25; y las tortugas hasta 500. Pero no todo lo que nace, envejece y muere. Según el biólogo Daniel Martínez hay un organismo inmortal: la hidra. En 1998, publicó en Experimental Gerontology que este bicho invertebrado de unos pocos milímetros no mostraba signos de envejecimiento. La mayoría de las células del cuerpo de las hidras son células madre, capaces de dividirse y convertirse en cualquier otra.
En 1920, se afirmaba que era imposible superar la media de 65 años de vida. Según James Vaupel, uno de los biodemógrafos más prestigiosos del mundo y director del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Alemania, ya no se vislumbra límite vital. El récord de longevidad lo tiene Jeanne Clament, una francesa que vivió 122 años.
"Acabaremos así con la enfermedad que causa las dos terceras parte de muertes en todo el mundo, la vejez, y podremos vivir varios siglos con salud".
¿Seríamos, entonces, inmortales?
"Ése es un concepto religioso, no científico". Para el gerontólogo, que luce una barba pelirroja que le llega casi hasta el ombligo, el cuerpo humano es parecido a una maquina: "Somos como un coche, y si aprendemos a reparar la estructura, podremos funcionar indefinidamente". Técnicamente no lo llama inmortalidad "porque si te cae un piano en la cabeza, morirías. Lo que se cura es el envejecimiento", puntualiza.
El grupo chino Huawei, uno de los mayores fabricantes de smartphones, reconoce estar explorando la perspectiva de la inmortalidad, como hace Silicon Valley.
Sin embargo, muchos no comulgan con este optimismo ante la perspectiva de tantos matusalenes. "Que fuera posible vivir hasta los 200 años no quiere decir que la gente quiera", afirma Elkin Oswaldo Louis García, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Navarra. "Hay gente mayor que se cansa de vivir porque le falta motivación, muchos rechazarían la idea de vivir para siempre".
Ya me gusta ese concepto de CURAR LA VEJEZ alargando la juventud. Y creo que será posible en un plazo no lejano. Cuando yo era joven los "viejos" lo eran a los 60 y pocos vivian hasta los 70. Hoy lo normal está en la ochentena como límite, con muchísimas personas que rondan los 90 y llegan a la centuria.
ResponderEliminarDON ZALDUM.
EliminarSecundo tu creencia de que se llagará a alargar la juventud hasta una edad muy avanzada, de la forma en que se explica en el post y consistente en curar la vejez al igual que se cura el cancer o el tifus.
Yo creo que lo bueno de esta investigacion, no es tanto llegar a los 100 o 120 años, sino el llegar dignamente a edades mas altas, que de eso se trata creo yo.
ResponderEliminarDicho esto, el asunto tiene un punto de vista social interesante. Con la baja natalidad que tenemos, ¿se imaginan una sociedad de gente de 110 años?, no se yo si es muy deseable. Economicamente seria inviable salvo que trabajaramos hasta muy avanzada edad.
SEÑOR OGRO.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Lo importante de esta investigación (múltiple) está en conservar la juventud durante muchos años de forma que a los 80 tengas iguales capacidades físicas y mentales que a los 40.
Como bien dices, se va a crear una sociedad de matusalenes (ya hemos avanzado mucho en ello) de forma que los jubilatas nos muramos a los 120 años en vez de a los 75-90, y tendrán que crear autobuses-Inserso especiales para que se vuelquen cuando van a Benidorm
De todas formas, aunque los de ahora 40-50 años lleguéis a los 110-140 años, seguirán muriendo muchísimos en los habituales accidentes de VIONES y de COCHES.
Lo que más me gusta es que con 70-80-90 años no se sufra de ictus, demencias seniles y demás enfermedades que ahora asolan a esas edades.
Es una putadita de las gordas, temo que por desgracia no me pillará puesto que ya veo difícil salir de estar "en una edad muy mala", aunque la mala milk también es un conservante...o a lo mejor dentro de nada te hacen jetas nueva con las impresoras 3, a saber; lo que si nos va a pillar de lleno es la gracieta de las pensiones a los del baby boom
ResponderEliminarDOÑA MARIBELUCA
EliminarNo te quejes. que tal como estás ahora (con apariencia de 30 años) ya quisieras tenerla a los 80 años. Sería una gozada. Y sí, la mala leche es un conservante de primer orden.
"La problema" va a venir, cuando todo esto funcione, de cómo cargarse a los pensionistas. Porque llevarán otros 70 años cobrando pensiones de jubilación.
La vida eterna para vivir 140 años padeciendo a los paleocomunistas de nueva hornada. Más que píldoras para vivir, faltarán pastillas para ir al otro barrio.
ResponderEliminarDON HEREP.
EliminarNo me seas pesimista. Todos esos comunistas de pacotilla en cuanto cumplen 70 años se convierten en capitalistas conservadores y rancios. A poco que ramplen unos duros en los cargos públicos.
Efectivamente también habrá variedad de píldoras para dejar de vivir a poco que se tengan cuñados ajilipollúas.
Muy interesante el artículo, Don Javier. Espero que esos estudios avancen adecuadamente y salgan pronto a la venta esas pastillas anti-arrugas, que tengo unos brazos que dan pena.....
ResponderEliminarDON BWANA.
EliminarVan a sacar la pastillas anti-age de un momento a otro y vuesa merced y un servidor, en calidad de cdentenarios, vamos a aparentar tener 40 añitos o la que tenga el complutense.