Abunda mucho más de lo que se cree. Como tiene el apartamento u hotel a más de 5 kilómetros de la costa, llega en coche hasta un parking con hueco que está a unos dos kilómetros de la playa, acompañado de la mujer, la suegra, la cuñada y los niños.
Naturalmente, traen encima, repartidos entre los adultos, una sombrilla grande y tres hamacas de las largas y pesadas, un cajón lleno de gaseosas y coca-colas con mucho hielo y que pesa más que el remolque de un camión, un par de botes inflables pero inflados imitando una lancha, y media docena de palas y cubos como si fueran a excavar una mina.
Logicamente, no consiguen ponerse en pié en cuanto llegan a la arena y allí dejan a un costado toda la impedimenta militar mientras se tumban y los niños se meten en el agua. Cuando ya están los adultos completamente con color de cangrejo cocido y con la piel que les pica como quemaduras de tercer grado, avisan por los altavoces que hay dos niños en el puesto de la Cruz Roja porque se han perdido.
Para cuando reaccionan, los niños ya se han quedado dormidos entre los socorristas, y los adultos que los van a recoger vuelven a cargar con la impedita militar en dirección al coche para volver al apartamento.
Luego en cuatro días no aparecen más ni por el jardín de su alojamiento porque les duele todo a flor de piel.
Naturalmente, a la vuelta dicen a sus vecinos que han estado en Marbella o en Benidorm o en Salou compartiendo juerga con ministros e incluso con la Duquesa de Alba
tonto playero
Y después, necesitan descansar para reponerse de las vacaciones.
ResponderEliminarDON TRECCE
EliminarForzosamente. Yo los veo llegar a la playa de mi pueblo y traen más carga encima que los porteadores negros de las pelis de esclavos. Los hay que vienen en coche cada día desde La Rioja y Navarra a Guipúzcoa, en donde en las playas el estacionamiento más próximo lo tienen a varios kilómetros. Pero no llevan una toalla, sino que todo eso que se describe arriba más neveras con comida que incluye de todo : tortilla de patatas, filetes empanados, pimientos, fruta, etc.
Con sólo ese acarreamiento diario de una semana, más el achicharramiento de la piel, es como para tener que pasar luego, tras las vacaciones, por un hospital una larga temporada.
Retratados inmortalmente por los Omaítos.
ResponderEliminarAunque para mí el tonto playero por excelencia es el dúo formado por los de las paletitas y la pelotita que siempre andan molestando a todo el mundo, una vez un imbécil de estos estaba tan entusiasmado por devolver la bola que me empujó y me tiró al suelo, así que cada vez que los veo albergo poco piadosos sentimientos hacia ellos y su estúpida afición.
DOÑA MARIBELUCA
EliminarEsos también se las traen pero hay que hacerles frente : a los de las paletas. Yo siempre que se ponen cerca les digo que "las normas municipales de playas dan preferencia a los bañistas y demás sobre los que realizan deporte, de forma que si no hay suficiente arena por estar la marea alta, lo que tiene que hacer es irse a otra parte.
Pelmas que son y no hay que tener consideración con ellos porque no la tienen ellos con los demás.
Lo bueno de los tontos playeros es su persistencia, son ciclicos y cada verano caen como la cosecha de trigo; lo negativo es que te pueden arruinar un día de playa solo con que te caigan a menos de cien metros, sobre todo si ademas cargan con un reproductor de música que utilizan a todo volumen.
ResponderEliminarSalud
DON JAIME
EliminarSí, cíclicos, persistentes e INESCARMENTABLES. Cada verano de queman, porque no saben tomar el sol, y cada verano sudan la gota gorda acarreando hasta la mesita de madera plegable para comer los tres o cuatro cestos o neveras de comida que traen, además de grandes hamacas, sombrillas e inmesas colchonetas infladas.
No menos tonto es el que se mete en esa playa abarrotada de humanidad. ¡Horreur!
ResponderEliminarEsa foto me ha hecho reconsiderar mis planes de vacaciones, aunque no me importaría aposentarme en esa tumbona vacía al lado de Prima Aída (su boca me ha dejado traspuesto...)
Esa playa de la foto es La Concha en agosto y tampoco yo me metería ni jarto de jumilla. En mi pueblo hay muchísimo más espacio en la arena. Lo malo para los visitantes es que lo más cerca que pueden aparcar es a dos o tres kilómetros de la playa. Y sabiendo eso en vez de traerse una toalla al hombro, cargan con impedimenta militar como para ir de safari durante tres meses al Senegal.
EliminarJunto a Prima Aida tiene vuacé ya reservada hamaca y con un largo vaso lleno de hielo y guisqui.
No os preocupéis...que vamos a seguir siendo españoles....
ResponderEliminarDON JUAN CARLOS
EliminarLo siento pero no hallo relación entre una cosa y otra.
Un entretenimiento habitual y glorioso, Javier, es salir al balcón de casa y, mientras degustas una cerveza bien fría y comes cuatro o cinco tacos de jamón y queso, disfrutar observando cómo las legiones de "tontos playeros" se encaminan hacia la playa tal y como dices en tu entrada.
ResponderEliminarLa risa está asegurada... pero no sólo son españoles, que también los extranjeros van bien servidos en estas lides.
Un saludo.
DON HEREP
EliminarCierto, esa diversión tal cual la planteas ( con cervecita y tacos de jamón y a la sombra OBSERVANDO), es placer de verano.
Los extranjeros no son tan aficionados a cargar con tanta impedimenta playera, quizá por sentido práctico. Los de aquí que vienen de tierra dentro antes de salir de playa se pan por un hiper a aprovisionarse de lo que ellos creen es imprescindible. Y claro cargan hasta con "juegos de comedor" incluuendo mesa y sillas, amén de las más grandes colchonetas y hamacas que encuentren.
Los guiris llevan menos impedimenta gracias a Ryanair.... pero si les dejaran....
ResponderEliminarLo suyo es no ir a la playa en verano, especialmente en agosto... Nunca he entendido ese amor a freirse en su propio jugo. Me reportó ciertos problemas de recién casado, pero por suerte ahora me dejan tirado en casa sin problemas.... con cerveza, patatas fritas, jamón, queso y otros entretenimientos.
DON CSC
EliminarEn sí el acudir a la playa comporta una concreta "cultura" de ocio que hay que saber utilizar. Lo que jamás se debe de hacer es tumbarse y estar dos o tres hora bajo los rayos del sol directamente.
La playa se disfruta dándose unos buenos chapuzones de olas cada media hora o cada hora, paseando por ella en charla o soledad, tumbándose no más de 20 minutos cada vez, etc. y jugando con los niños si se tienen.
Yo vivo a pie de playa y bajo cada día de verano a las doce del mediodia, disfruto con las olas grandes simplemente dejándome moler por ellas, y tras un ratito de secado al sol para las 13 horas me largo a una terraza a tomarme un aperitivo a la sombra
Su sistema es francamente bueno, yo voy un ratito a jugar con mis hijas y a nadar. Más o menos de 11 a 13, y quedo saturado de sol. Mi esposa va de 9 a 14, vuelta y vuelta... paseos etc. un horror.... es de santander pero parece llegada de estocolmo con tanta necesidad de sol, y en la costa mediterranea el calor es superior al que tienen ustedes en el norte.
ResponderEliminarDON CSC
EliminarSí, tu sí sabes estar en la playa. Tu mujer tiene "hambre" de sol y un día puede tener un disgusto aunque se está acostumbrado a estar mucho tiempo tumbado. A la larga pasa factura la inmovilidad playera.
Cordiales saludos