Los ropones españoles se declaran competentes para los casos de ablación cometidos fuera de España. Bien. Es un paso. Ya sabemos que esta costumbre sádica viene del tercermundismo y se instala con algunas de sus gentes allá donde éstas se aposentan.
La ablación es la extrema concepción de la mujer como artefacto sometido, como orinal de las taras mentales del cuasi-hombre. Mayormente se castra a las niñas porque oponen menos resistencia. Es una forma de ir confeccionando un serrallo sumiso de párvulas no sin tintes porque al tío lo que en verdad le da miedo es el repicar fascinante del sexo femenino.
El clítoris es, además, un sello de libertad en las mozas. Como el nuestro es lo otro. Ahí donde la especie ya no puede falsear nada. Lo de ir extirpando clítoris es directamente proporcional a la cantidad de atavismo siniestro que se acumula en algunas mentes atizadas por la superchería y la religión ( vienen a ser la misma cosa en muchísimas ocasiones).
Este ceñidor contra el placer que se nos dispuso en el equipamiento que traemos de serie es una tara más de ese machismo extremo con el que se le toma el pulso a la vida en ciertas sociedades.
Amputar de ese modo es una humillación irreparable. Un ejercicio de inquisición. Un bestialismo. Una prueba más del fracaso testicular. Hay lugares del mundo donde ser mujer hace siglos que se puso imposible.
Bien está que la Justicia española clave el espolón del Código Penal en aquellos que promocionen o permitan la desexualización de la mujer, este ajuste de cuentas patriarcal que viene de la ignorancia y se reproduce en el castratis de neuronas.
Separar a una mujer de su derecho al gozo es una mentira. Un crimen. La mala resolución de un complejo que sólo está en el hombre, en el macho, en el mono que no entendió que lo necio es la idea de pecado.
Y hablo de esto porque esas "ablaciones" no son exclusivas de islamismos y otros timos, también los clérigos durante siglos han practicado lo mismo a través de sus sermones "morales".
Lo que me induce a la conclusión, aunque moleste a algunos creyentes, de que las religiones monoteistas han sido siempre CASTRANTES. Lo prueba que durante el Nacional-Catolicismo y todo el medievalismo, en aquella España no tan lejana, el único crimen sancionable, desde la perspectiva de los hechiceros sotaniles, era el relacionado con el sexo. Y algunos de los erigidos, ahora, en "libertadores" de aquel mundo han asumido idéntico concepto pero a la inversa : lo único válido en la vida es el sexo en público y exhibidor.
Si por mí fuera introduciría la obligación de la trepanación y lobotomía de todo el que se vaya a dedicar al "adoctrinamiento religioso plus ultra" en el que se incluya el "modo de vivir". Entre opusdeistas, boriseizaguirres e imanes de camisón pretenden convertir a las gentes en simples esclavos.
Tellagorri
cuanto castrado mental pulula
Muy bien dicho Don Tella. A mí que quiere que le diga Licinia sin su botoncico mágico no me parecería lo mismo para nada. El Asunto es lo que es. Y claro algunos nos lo quieren expropiar porque como dices lo traemos de serie y ellos en eso no mandan, por eso hacen estas burradas que demuestran el respeto que les merecen los demás y no digamos si son ñiñas, coño que seria de nosotros sin las ñiñas como Licinia.
ResponderEliminarSaluditos.
Todos estos castradores de mujeres deberían sufrir la misma suerte: corte a cuchillo de sus organos y obligación de tragárselos por HIJOS DE PUTA. Se creen muy machos aquellos que quitan el derecho a gozar de una relación sexual a una mujer, como si este hecho fuera "pecado"...el pecado es no disfrutar de la vida y no dejarlo hacer, con todo lo que ello lleva implícito, incluido el placer sexual...todos estos santones, imanes, clérigos e hijos de la gran puta religiosos deberían arder en donde deban hacerlo...a uno se le descompone el alma sólo de ver a una pobre niña sufriendo tal tormento por vaya usted a saber que principios morales....
ResponderEliminarDON ZORRETE
ResponderEliminarEso : quitarle a Licinia su botón mágico exigiría, como dice Carolvs, cortarselos a los hechiceros y hacerselos tragar.
Cuanto hijodeputa disfrazado sigue circulando por el Mundo.
DON CAROLVS
ResponderEliminarComo indicas, esos castradores de mujeres son unos eunucos mentales con las neuronas destruídas por algún tipo de odio a su propia nimiedad. Y de hechiceros de esos se halla el Mundo lleno.
Qué inmensa desgracia la del que inoculó la idea del PECADO. Son los proetarras de la MORALINA.
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ResponderEliminarHoy voy a ponerme renegón:
ResponderEliminarEse acto atroz de la ablación tiene que ver tanto con la costumbre y la "cultura" (sí, cultura, para que luego digan que son todas respetables), como con la religión. Cierto que las religiones tradicionalmente han impuesto tabues y restricciones, pero también han sido fuentes de derecho y de reconocimiento de derechos casi universales. Ni todas las culturas son iguales, ni todas las reliones tampoco. Ni todos los laicos son iguales, ¿no?.
A recordar igualmente, que esto de la ablación suele además impulsarse no solo desde una sociedad digamos testicular, sino que las madres, abuelas, etc, también lo quieren para sus hijas. Esta aberración se "comprende" de nuevo desde esa óptica "cultural" particular.
Me alegro de que los ropones persigan esto, a pesar de que me suena a brindis al sol. Pero dicho esto, me preocupan otras cosas como el futuro de mis hijos, o el hecho de saber (pese al silencio informativo) que en mi ciuda, Vitoria, han habido en 6 meses 8 violaciones/agresiones a menores de 8 años. En ocasiones en portales, etc.
Y es que, que quieren, si no se cumplen las leyes más fundamentales en mi terruño, lo que pase en paises extranjeros, es algo que aun importándome, considero secundario.
Esperemos que con la aplastante mayoria obtenida poe el PP,El peso inmiseriscorde de la justicia caiga sobre esta gentuza.La deportacion seria un motivo mas que logico,un saludo.
ResponderEliminarUn brujo de la tribu de los bosquimanos, me decía que no comprende el rechazo a esa extirpación a las mujeres si es es igual a la circuncisión que realizan los hebreos a los hombres. Costumbres del África profunda.
ResponderEliminar(Vaya cinturón más bonito luce la Licinia)
En otro momento habría recomendado la extirpación de la punta de la polla (a la altura de la ingle) del cabrón que lo haga, o de la cabeza de la hija de la grandísima puta que lo haga, pero no, hoy vengo moderado y sólo pediré su empalamiento público y la quema de sus restos.
ResponderEliminarEs lo que tiene el África subsahariana (lo que viene a ser los negros poco evolucionados... perdón por la redundancia), sobre todo si se mezcla con eso de las creencias, y aquí es donde se ve claramente el absurdo de las religiones, aquí está "sin elaborar" y se ve que no son más que supersticiones y locuras en las que no faltan los 4 iluminados que se arrogan la interpretación y aplicación de las mismas.
Por cierto Tella, te agradecería me facilitases cómo contactar con Licinia, se ve que no usa la protección adecuad y se le marca el tanguita... por eso de untarla el bronceador adecuado que proteja ese culo que está pidiendo a gritos un monumento.
Es el poder absoluto el que ha resultado siempre castrante. Lo mismo da que sea religioso que laico. Todas las libertades son resultado de la evolución. Las religiones ancladas en el pasado, como las políticas, son las que producen las castraciones del pensamiento y lo físico.
ResponderEliminarQuien controla el sexo, controla la emoción más importante del ser humano, y eso lo aprovechan las dictaduras religiosas y civiles.
Es el poder en su estado puro.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarEn efecto todo esto es consecuencia de unas concretas CULTURAS, pero no sólo. Esas culturas, y lo hemos comprobado en la sociedad española durante siglos, se van formando a través de influencias SEMÍTICAS (libros y tradiciones sagradas hebreas heredadas por el cristianismo y el islamismo). No sé si tú has conocido la época clásica y tradicional de tener a las féminas encerradas en casa o con cinturón de castidad. Pos, es lo mismo pero en más bruto.
Lo de las violaciones por moros y negratas en Occidente proviene, como comentas, de no saber adaptarse o no querer hacerlo a las normas de convivencia civilizada. Aparte, claro de los que siguen con cerebros a lo Puerto Hurraco. Haylos muchos.
Como dice CAPITAN TRUENO quién controla el sexo controla a las personas y es lo propio de dictaduras religiosas y civiles.
No puedo más que felicitarte por el post, y así lo hago.
ResponderEliminarSuscribo todas y cada una de tus reflexiones.
Me he desmayado una vez en mi vida, y fue empezando a ver una ablación en un documental de TV. No pensé que lo fueran a poner, pero no me dio tiempo a verlo, se me cayó la cabeza sobre la mesa y lo único que escuché fue a mi madre reanimándome.
Como bien dices, hay lugares en el mundo en los que es un peligro ser mujer.
DON BWANA
ResponderEliminarAunque se parezcan no son nada iguales las circuncisiones y las ablaciones. Lo más próximo a la ablación es la producción de EUNUCOS. Que según cuentan los italiani, producen voces corales muy bonitas.
El cinturón de Licinia es un obsequio de esta casa y me alegra que le guste. Lo restante es todo de ella misma.
DON ISRA
ResponderEliminarBueno, a lo del empalamiento público y la quema de sus restos a los ABLACIONISTAS, me apunto y secundo tu idea.
Creo que coincidimos en que esas religiones o supersticiones existentes y que impiden el pleno desarrollo de féminas como Licinia precisa de urgentes medidas inquisitoriales.
A Licinia, que es prima tuya, la puedes encontrar habitualmente en la Arrano Taberna de Zarauz sirviendo chiquitos. No es que tenga esas ideas pero está colocada allí para atraer votos.
También me apunto a sufragar el monumento que merece.
DON AGUSTÍN
ResponderEliminarGracias por venir hasta aquí desde Nueva Zelanda. Bienvenido.
No sé yo si los políticos están capacitados para tomar medidas serias contra esa chusma inmigrante con costumbres cavernarias. En tu tierra ya sabemos que les obligaís a acatar las costumbres locales, pero aquí se le tolera todo de todo.
Un muy cordial saludo
ELENA
ResponderEliminarGracias por lo que dices.
Esa cirugía de la ablación es una de las mayores animaladas existentes y se las hacen a las niñas "en vivo". No me extraña que te desmayaras.
Lo de ser mujer en muchos sitios es un verdadero peligro, aunque creo que ser hombre en Córdoba tampoco debe de ser muy gratificante salvo que se tenga espíritu de esclavo. Sin ofenderse, doña.
CAPITAN TRUENO
ResponderEliminarSuscribo tu párrafo que dice :
Todas las libertades son resultado de la evolución. Las religiones ancladas en el pasado, como las políticas, son las que producen las castraciones del pensamiento y lo físico.
No creas, conozco a uno que no se arrepiente de "lidiar" con una cordobesa.
ResponderEliminarEs totalmente denigrante y creo que Isra se queda cortito con los castigos propuestos.
ResponderEliminarDON MAMUNA
ResponderEliminarAbsolutamente denigrante.
Me alegro de que reciban lo suyo por la salvajada.
ResponderEliminarPrecisamente la labor de muchos misioneros era intentar desterrar estas barbaridades, además de llevarles una idea de Dios más civilizada, nociones de higiene y cultura etc, y muchos lo pagaron con su vida, pero se ve que hay cosas con las que no hay manera...ciertamente atávicas.
Me congratula esta sentencia, y sin embargo casi a la vez, se ha producido otra muy descorazonadora sobre un gitano rumano que se había casado con una prima suya muy pequeña y había abusado de ella porque "es lo normal en su cultura".