En atención al estupendo Romance publicado por el bloguero José Antonio del Pozo en su blog respecto al incidente de Olite, vengo en relatar los hechos reales del citado Romance.
Quién le hubiera dicho meses atrás a los ciudadanos de Aalst (Bélgica) que el pueblo pasaría a la historia por la fogosidad de su alcaldesa, Ilse Uyttersprot, filmada en vídeo mientras practicaba sexo en lo alto de un castillo navarro. En realidad, casi nadie en la villa, juzga a Uyttersprot y ya hay quienes ven un filón en las imágenes y vende camisetas diseñadas para la ocasión con lemas que incorporan tanta sorna como "Estamos detrás de nuestra alcaldesa", ya que fue "empitonada" por detrás en el castillo. Las prendas se ofrecen por 2,50 euros.
Ni siquiera el propio Ayuntamiento de Aalst, víctima colateral del terremoto mediático causado por la grabación, cuestiona la legitimidad de la alcaldesa.
El polémico episodio ocurrió, en realidad, hace cuatro años, y en España, cuando el Palacio Real de Olite (mandado a construir por el rey navarro Carlos III, el Noble, a comienzos del siglo XV) se convirtió en inesperado testigo de una pareja que, creyéndose a salvo de objetivos indiscretos, decidió dejarse llevar por el ardor del momento.
Tras pagar los cinco euros de rigor por la visita, él y ella dieron rienda suelta a la pasión sin saber que un grupo de turistas polacos se servirían del potente zoom de su cámara para filmarlos en pleno arrebato sexual. Luego colgaron las indiscretas imágenes en internet sin sospechar de quiénes se trataba.
"En su día hubo mucho cachondeo en el pueblo con el tema, incluso los de Tafalla se burlaban de nosotros comentando el uso que le daban los turistas a nuestro castillo", recuerda Andrea, una vecina.
El torreón, elegido por la alcaldesa para el disfrute sexual, permite al turista contemplar un panorama de kilómetros a la redonda, desde la plana de Olite, jalonada de viñedos, hasta Ujué, villa cercana a la antigua frontera con el reino de Aragón. Eso sí, siempre que se esté a ver el paisaje navarro y no a mirar a la lejana Cuenca, como dicen numerosos internautas que hacía Uyttersprot.
El castillo recibe unos 200.000 visitantes al año, aunque, sin duda, ambos pasarán a la posteridad como los más conocidos. La historia, a la que muchos apodan el towergate, se habría quedado en lo anecdótico si no alimentara la polémica con la ilustre identidad de su protagonista, una alcaldesa que milita en un partido de ideología conservadora y que gestiona un pueblo de 80.000 habitantes.
¿Pero por qué ahora y no durante el transcurso de estos cuatro años acaban de explotar estas imágenes?
La alcaldesa ha tenido que salir al paso de los rumores, el desconcierto y los dimes y diretes. "No tengo nada que decir. Se trata de una escena privada con mi pareja", se defendió desde su Twitter Uyttersprot, para quien "la situación no tiene nada que ver con la política" y carece de influencia sobre su compromiso con la ciudad.
Nacida en 1967, Ilse Uyttersprot estudió Derecho en la Universidad de Gante, está casada y es madre de dos hijos. Nada ha trascendido de su pareja, quien ha logrado pasar totalmente desapercibido.
Al margen de sus colegas en el Consistorio de Aalst, varios periodistas sí cuestionaron abiertamente la conducta de la alcaldesa a raíz de las polémicas imágenes por considerarla impropia de alguien que ocupa un cargo público.
En las tranquilas calles empedradas de Olite, esta semana la anécdota volvía a las tertulias de los vecinos. "Mira que hay rincones en el castillo como para un revolcón sin que te vea nadie, pero es que se pusieron en lo más alto y expuesto", dice uno ante las risas de su mujer.
Lo de la torre de la Atalaya y el placer viene de lejos. En los tiempos en que los soldados oteaban el horizonte en busca de enemigos, ya se le apodaba a esa parte del palacio como la torre "de la Joyosa Guarda", porque durante las guardias, los soldados mataban el rato bebiendo y jugando a los dados o a las cartas. Entonces existía la Inquisición, pero no había Youtube.
uyttersprot olite
Como no me gusta hablar sin saber he buscado y visionado el vídeo de la "faena" por internete y confirmo la cornada a la señora alcaldesa a la altura del recto o parte trasera genital (no puedo confirmar el orificio por el muro del castillo). Fuentes confirman que la corrida tuvo buen final y que la señora honorevole se encuentra requetebien tras el citado empitonamiento...si es que estos guiris son siempre iguales: borrachos y fornicando por donde les pilla, ya sean erasmus o alcadesas...
ResponderEliminarCAVALIERE ALBERTUS CAROLVS
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que los belgas son un conjunto de tontos arrejuntados para competir en tontunez en dos idiomas, no es nada raro que estas cosas las hagan los de esa nacionalidad.
Para los gabachos son el modelo de burla permanente y ellos se sienten muy satisfechos por ello.
Lo que más me sorprende es que en todos sitios por recónditos que sean siempre hay alguien grabando.
ResponderEliminarCatástrofes, atentados o encuentros sexuales, siempre hay alguien grabando.
De todas formas tiene que ser bonito hacerlo en lo alto de esa torre con vistas, mucho mejor que la cama donde sólo ves el techo o la almohada.
Hacían la postura de la Cigüeña, flamenca. jijii. Saluditos Javier.
ResponderEliminarELENA
ResponderEliminarSí, es inevitable que donde haya turistas visitando algo notorio haya grabadoras de video o cámaras de fotos por doquier.
Desde lo alto de esa torreón las vistas son enormes en una gran llanada de terreno, y la observación de la torre de la iglesia de Ujue, a unos 8 kms. de distancia, excita mucho la mente y otras cosas.
Claro que cualquier lepero es consciente de que en los jardines de la Alhambra de Granada resulta bastante visible para todo el mundo, salvo que sean las tres de la madrugada, y aquí sucede algo parecido.
DON ZORRETE
ResponderEliminarEs la postura adecuada para cualquier torre de castillo y campanario de iglesia sin campana, lugares en donde acostumbran a posarse las cigueñas.
No le veo nada extraordinario a la secuencia de fotos. La alcaldesa se asoma peligrosamente y el fulano la sujeta para que no se caiga al vacío. Además ambos están adecuadamente vestidos.
ResponderEliminarMucho mal pensado es lo que hay.
DON BWANA
ResponderEliminarEn princioio las fotos corresponden a un video y es posible que lo que se ve sea que a ella le da miedo asomarse y él la sujeta. La cuestión es que en el video se la ve bajándose la falda por la parte de atrás tras un rato de "observar el horizonte".
En cualquier caso, su interpretación podría crear dudas razonables ante cualquier jurado.
Dice la empitonada "No tengo nada que decir. Se trata de una escena privada con mi pareja". ¿Escena privada en lo alto de una torre en un monumento público lleno de turistas?, pero si sólo le ha faltado un megáfono para expandir por la comarca los gemidos y grititos.
ResponderEliminarJoder con lo privado y lo público.. pensaba que tal confusión sólo existía entre la izquierda española, ya veo que no.
SEÑOR OGRO
ResponderEliminarLlevas razón : ésta no distingue lo público de lo privado. Y le faltaba, como dices, un megáfono para ir anunciando los sucesivos estados "de ánimo" en que iba disfrutando.
Ten en cuanta que es belga, y con eso se explica casi todo.
Javier, es disculpable:
ResponderEliminarLas vacaciones, el sol,y sobre todo el mal de altura.
MAMUMA
ResponderEliminarSí, ahí, en esas alturas del castillo de Olite el sol es muy fuerte y la altura resulta considerable. Pero los calentones se remedian en puntos menos "vistosos" que en el mastil de la bandera de un ayuntamiento. Salvo para los belgas que no distinguen entre lugares discretos y muy públicos.
Hay que ver lo que da de sí la guarrerida de la Ilse jeje
ResponderEliminarDOÑA MARIBELUCA
ResponderEliminarLa ILSE es tan cutre la probe que se ha hecho famosa por sus actividades de popa.
Probablemente en ese castillo haya, cada día veraniego o vacacional, más cámaras de todo tipo que en Holliwood.
Bonito concepto de la privacidad el que tiene la alcaldesa.
ResponderEliminarCon razón dicen por ahí que los belgas son, sencillamente, innecesarios.
DOÑA CANDELA
ResponderEliminarMuy buena frase esa : "Los belgas son, sencillamente, innecesarios".
Lo de la privacidad se le ha debido de ocurrir a la señora autoridad para defenderse de las críticas locales, y naturalmente no da una porque es belga. Una especie de Pepiño hablando en flamenco.
Que mal penados sois, se aprecia claramente que se marea (ella) y le pone el termómetro (él) por donde hay que meterlo en esos casos, POR EL CULO.
ResponderEliminarEl resto... especulaciones, el recto, coloraito y satisfecho.
Efectivamente, ya dijo eso de que son innecesarios Alfonso Ussía en su libro: "Y con estos...entramos en Europa", acertadísimo.
ResponderEliminarPor una vez han servido para algo.
Y no parece que lo pasara mal la Balduina esta.
DON ISRA
ResponderEliminarSerá eso : colocación de termómetro para medir temperatura y presión arterial.
Con lo que te gustan a tí estas historias relacionadas con la retaguardia de las féminas, debieras de hacer un estudio artistico-filosófico al respecto.
CAPITAN TRUENO
ResponderEliminarLe pega a Ussia decir frases de ese estilo, de la que traía Doña Candela.
Esta vez han servido, como siempre que dastacan en algo internacional, para ser el cachondeo de variados países.
Es muy capaz, la Ilse, de poner multas en su pueblo a los que se besan en la calle.