Europa derriba toda idea europea

Vuestras mercedes me disculparán si les digo que hasta el momento hablar de Europa, como entidad con contribuyentes y ciudadanos orgullosos de ese "Estado" con Ejército, Bandera, Gobierno único para todos los miembros de la UE, es pura fantasía de políticos porque bastante tenemos con que seamos "España" en vez de "los de Vilanova y la Geltrú, o los de Arrigorriaga".

A pesar de todo, Europa hambre, peste, emperadores, papas, ateos, heterodoxos, monjes, cismas, Inquisición, Renacimiento, descubrimientos, Reforma, Contra- rreforma, Ilustración, Siglo de las Luces, Enciclopedia, esclavismo, banca del mundo, marxismo, hidra del nacionalismo, democracia, derechos humanos, todo se resume en un sueño de construcción y una idea de unidad casi tan vieja como el continente.

Todo el mundo se pregunta por qué decae Europa precisamente cuando mejor le iba. Los ojos se vuelven atrás y se buscan antecedentes en el Imperio Romano, uno de los puntos culminantes de su historia. Hay mil teorías sobre su decadencia, todas ellas plausibles, lo que quiere decir que las causas tuvieron que ser múltiples.

Mucho más claro es el caso de Grecia, la clásica. ¿Por qué se hundió Grecia, después de haber dado a luz la cultura occidental, la ciencia, la filosofía, el arte, la democracia?

Pues tal vez por eso: porque habiendo cumplido su papel histórico, no le quedaba otro que diluirse en los que iban a adoptar su herencia, Roma en primer lugar.

Pero las causas materiales, la causa material mejor dicho, pues fue una sola, está muy clara: por su incapacidad de superar la polis, la ciudad, y convertirse en nación o Estado. Los griegos, tal vez por haber descubierto que el hombre es la medida de todas las cosas, no consiguieron nunca ver más allá de sus murallas.

Dentro de ellas lograron cosas admirables. Fuera, se dedicaron a combatirse entre sí y a exportar sus polis por el Mediterráneo. En los rarísimos momentos que actuaron juntos, consiguieron derrotar al gigantesco ejército persa. Pero fue la excepción, no la regla y, para realizar su sueño de grandeza, Alejandro los dejó por imposible y se marchó a Asia.

Si entornamos los ojos para que no nos deslumbren los detalles, descubrimos que a Europa, a fin de cuentas una invención griega, le ocurre lo mismo: es incapaz de superar su etapa de nación. Sino logra superar las crisis es por no ponerse de acuerdo en crear una fiscalidad, una productividad, una seguridad, una educación, un gobierno, en fin, europeo.

Se contenta con sucedáneos. La mirada del europeo se detiene en sus fronteras nacionales, como las del griego se detenía en las murallas de su ciudad. Muy cómodo, muy autocomplaciente, pero así no hay forma de sobrevivir en el mundo global que tenemos y de superar la crisis planetaria que sufrimos.

Ningún frances, alemán o británico quiere dejar de ser eso. La "patria" europea no la ha asumido aún el europeo. Nadie va a las batallas en nombre de Europa sino de Francia, etc. etc., mientras uno de Dakota del Norte o de Wisconsin o de Carolina del Sur sólo tiene una patria y una única bandera.

Y no les digo nada cuando se añaden los nacionalismos internos, como en nuestro caso. Entonces, la derrota está garantizada.

Tellagorri

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