Conocido como "El Holandés", hace de Otegui o mejor, lo sustituye. Rufi Echeberria (el otrora duro entre los duros de Batasuna) sólo pronuncia la palabra "muerte" una vez en esta entrevista. Lo hace para hablar de su Real Sociedad: "Soy realista a muerte".
Aunque lleva un cuarto de siglo picando cebolla en la cocina batasuna, el chef Rufi apenas ha dejado rastro en los papeles. Tampoco encontrarán sus estudios de maestría industrial, ni su afición al cicloturismo, ni siquiera su "mili cómoda" como conductor en Madrid...
Tan discreto fue cuando desfilaba vestido de verde por la capital como en sus siguientes 30 años como militante batasuno.
Y eso que su vida ha sido tan intensa como escueta su biografía. Es el único dirigente abertzale que ha vivido desde dentro los cuatro amagos de ETA de dejar las armas: con González, Aznar, Zapatero... y el actual. Pero siempre desde la penumbra: el hábitat predilecto de este batasuno apodado El Holandés por su aspecto centroeuropeo.
Visiblemente inquieto, Rufi pronunció unas palabras que, hace sólo unos años, habrían resultado inimaginables en los labios de un ultraortodoxo como él: "La izquierda abertzale rechaza y se opone al uso de la violencia, o la amenaza de su utilización, para el logro de objetivos políticos, y eso incluye la violencia de ETA, si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones...".
Días después, Echeberría descuelga con voz recia el teléfono de su casa de Oyarzun (Guipúzcoa), donde vive con su esposa Igone y sus hijos Aitor y Maialen. "No voy a entrar en declaraciones políticas", avisa al principio. Luego accede a precisar algunos datos de su vida. Y, al final, se enzarza en una charla en la que no esquiva ningún tema. Eso sí, sus respuestas no se desprenden de la pegajosa ambigüedad que caracteriza a este mandarín abertzale.
-¿Usted habla regularmente con gente de ETA?
-No, no (se ríe). Mis relaciones las tengo con gente de mi formación política.
-¿Y ellos mantienen una interlocución con la banda?
-No, no. Eso no existe...
-Eso es como decir que el Sinn Fein no hablaba con el IRA...
-No sé, no he tenido la ocasión de preguntarles.
-Si no está en contacto con ellos, ¿cómo sabe que esta vez van en serio?
-Porque lo han dicho públicamente.
-Lo han dicho muchas veces y luego han roto sus treguas.
-Pero nos guiamos por lo que han dicho publicamente. Y nunca lo han dicho como esta vez.
-La vez pasada tampoco lo dijeron como la vez anterior... Y también creían que era la definitiva...
-Nos guiamos por lo que dice ETA o por lo que puede decir Benedicto XVI. Si ETA dice lo que dice, nos guiamos por eso. Si luego no cumple, tendríamos que entrar en otras valoraciones que ya tenemos adoptadas y son públicas. No nos inventamos nada, solamente hacemos una lectura de lo que dice ETA.
-Pero en el pasado han dicho una cosa y han hecho otra.
-Efectivamente.
-Cuando volaron la T4 estaban en tregua.
-No le voy a decir que no. Eso es real. No voy a negar lo que ha ocurrido en el pasado.
Si alguien conoce este pasado de la izquierda abertzale, ése es Rufi Etxeberria. Lleva más de media vida en ese mundillo, con cuatro paréntesis de prisión (uno por colaborar con ETA, tres por sus actividades en Batasuna). De ahí que, por ejemplo, le extrañe que alguien piense que los dirigentes de Sortu (la nueva marca abertzale) son los primeros batasunos encorbatados.
"¿Es que no recuerda a los corbatudos de HB?", replica. "Gente como Iñaki Esnaola, Txema Montero... En los 80 se llevaba más que ahora".
Rufino Echeberria Arbelaitz (Oyarzun, 1959) mamó el nacionalismo desde pequeño. Hoy admite que no tiene familiares ni amigos cercanos del PSE o el PP: "Si acaso, alguno vota al PNV". Y justifica sus convicciones actuales con los tres años que el tío de su madre pasó en una prisión franquista. O con el día que, cuando tenía 12 años, la Guardia Civil "fue a buscar a un vecino y, como no lo encontraron, torturaron a sus hermanas".
El Holandés sólo vivió fuera del País Vasco cuando le tocó hacer la mili. Pero nunca se adaptó a Madrid, así que volvía a su tierra cada dos semanas. Probablemente cuando juró la bandera ya urdía su entrada en ETA. Nada más regresar a Oyarzun, ingresó en el entramado de la banda. Y en 1981 lo arrestaron como integrante del comando Txirrita y, tras pasar por la cárcel, dio el salto al brazo político.
En 1988, ingresó en la Mesa Nacional de Herri Batasuna, donde se alineó con los más inmovilistas. Él fue, según Interior, el impulsor de la ponencia Oldartzen. Ahí se propugnaba la socialización del sufrimiento que propició asesinatos tan sonados como los de Gregorio Ordóñez o Miguel Ángel Blanco.
"Era el freno de los intentos de participar en política", recuerda un integrante de aquella mesa. "Era el hombre de KAS, el representante de la ortodoxia etarra. Y también el encargado de aislar a quienes cuestionaban la estrategia armada".
-¿En qué momento decidió que la violencia ya no tenía sentido?
-No es una cuestión personal. Ha sido un debate colectivo en la izquierda abertzale desde hace más de 10 años. No se ha dado de un día para otro, ha ido madurando.
-¿Fue usted de los últimos que dio el paso?
-En absoluto.
-¿De los primeros?
-Fui, junto con los demás, responsable...
-No cambiarían todos a la vez...
-(Se ríe) ¿Cómo voy a entrar en eso? Son cuestiones colectivas, hombre...
-¿Interesa que haya un poli bueno (Otegi) y uno malo (Rufi)?
-Pues puede ser. Siempre se habla de palomas y halcones... En la izquierda abertzale estamos aburridos. Y yo, personalmente, tambien.
-A usted se le ve como halcón.
-Ah, eso no lo sé. Tampoco ha sido siempre así...
A muchos les sorprendió que este halcón ejerciera de maestro de la histórica ceremonia del lunes. La clave se encuentra el 13 de octubre de 2009, cuando la Policía arrestó a 10 dirigentes abertzales: entre ellos, Arnaldo Otegi, Rafael Díaz Usabiaga y el propio Rufi. Al final, el juez dejó en libertad a Echeberria por los "débiles indicios" en su contra. Ese día le cayó encima el liderazgo del proceso, que comparte con Usabiaga desde su excarcelación en abril.
Además, de los líderes congregados en el Euskalduna (Usabiaga, Permach, Landa, Barrena...), sólo él podía hablar sin arriesgarse a pasar la noche en el calabozo. Es el único a quien no se le impuso la prohibición de participar activamente en política. "Yo sólo sustituí a Arnaldo", recalca Echeberria.
Otros, sin embargo, detectan claves más allá de las triquiñuelas legales. "Una cosa así no la podía decir un piernas cualquiera", apunta un veterano político nacionalista. Y coincide con este diagnóstico Brian Currin, el polémico mediador de la izquierda abertzale: "Es una persona importante en ese mundo porque es capaz de arrastrar a los que más se resisten.Si alguien puede influir a los duros, es Rufi. Sabe entender sus opiniones e, incluso, identificarse con ellas".
-¿Temen que aparezca una escisión en ETA que siga atentando?
-No lo contemplamos.
-¿Pero está seguro de que no va a ocurrir?
-No lo contemplamos, pero no tenemos una bola de cristal.
Sean cuales sean sus motivos, parece que este duro se ha alineado con los posibilistas. Aunque su discurso sigue teñido de los típicos eufemismos abertzales. En sus labios, por ejemplo, el terrorismo de ETA se convierte en "lucha armada" y los etarras encarcelados, en "presos políticos".
Sus palabras también están plagadas de calculadas ambigüedades. Por ejemplo, recalca que rechazaría un nuevo atentado de ETA, pero se niega a condenar los crímenes del pasado.
¿Por qué?
"Más que colocar el retrovisor, lo que importa es lo que vamos a hacer en el futuro", dice. "Lo trascendental es que la izquierda abertzale ha tomado la decisión de que la estrategia independentista es totalmente incompatible con la violencia política".
-Le pongo un ejemplo concreto, el atentado de la T4. ¿Lo condena?
-Ya dijimos que era una acción que dejó unas consecuencias dramáticas... En definitiva, tenemos una historia y la cargamos a nuestras espaldas. Podría ser hasta hipócrita por nuestra parte [condenar].
Igual de escurridizo se muestra ante las peticiones de que ETA se disuelva. Si no quiere que la banda cometa atentados, ¿por qué no pide su desaparición?
Su réplica:
"Con nuestra acción política vamos a contribuir a acabar con todo vestigio de actividad armada para que en este país reine desarrollarse en igualdad de condiciones".
-Pero la contribución más fácil sería pedir a ETA que se disuelva...
-Contribuiremos a la superación de esa realidad desde la declaración política.
-Pedir que ETA se disuelva es una acción política.
-Nosotros planteamos una intervención política. Y decimos que la acción independentista se tiene que desarrollar por vías políticas y democráticas.
Según Echeberría, ETA todavía tiene un papel que jugar: resolver la situación de sus presos, de sus exiliados, el desmantelamiento de sus estructuras... "Nosotros entendemos que la solución radica sobre dos ejes: reconocimiento nacional y aceptación del derecho a decidir".
-Si el Gobierno no cede a sus pretensiones, ¿podría volver la violencia?
-Tenemos la firme convicción de que no vamos a vivir nuevos episodios de violencia.
-¿Justificarían que volviera la violencia?
-No, no, ya hemos adoptadouna decisión.
-¿En ningún caso? Imagine que el Gobierno mantiene esta política que ustedes consideran represiva...
-Exacto. Hemos tomado una decisión estratégica. Nuestra opción es esa, no tiene vuelta atrás, sean cuales sean los avatares políticos.
-Y si el Gobierno no cede en el asunto de los presos, ¿retomaría ETA las armas?
-No lo contemplo.
-¿Puede descartarlo?
-No soy quien para descartar nada. Nadie puede asegurar nada. Pero desde una posición política, con lo que ha hecho público ETA, entiendo que hay una voluntad de cerrar las cuestiones que a esa organización le competen.
-¿Entiende que la gente no se fíe de ETA después de que haya roto su palabra otras veces?
-Desde 1989, ha habido tres intentos y los tres han fracasado. Y es cierto que en la opinión pública pueda haber un nivel de cierta duda. Pero la izquierda abertzale ha encarado este nuevo proceso de manera unilateral. Esa es la diferencia cualitativa.
-La gente ve que hay una banda que puede actuar en cualquier momento. ¿No deberían dar pasos adicionales para calmarles?
-Nuestro proceder político está siendo claro. La guerra de la credibilidad la vamos a ganar con nuestra apuesta política que está siendo inequívoca.
Quizá le ayude a empatizar con los más de 800 muertos de la violencia etarra. ¿Pediría perdón a sus familias?
"Siempre hemos mantenido una actitud de sensibilidad, un respeto absoluto".
-No es cierto. Incluso se les ha llamado asesinos en sus funerales...
-No creo que la izquierda abertzale como tal deba cargar con esos hechos. Puede que haya habido situaciones de ese tipo, pero la izquierda jamás ha organizado un acto así. En el País Vasco hay víctimas de realidades muy distintas y entendemos que todas merecen el reconocimiento.
-¿Acaso cree que los dos bandos han sufrido igual?
-Plantear diferencias en el sufrimiento... El conjunto del país ha sufrido y las familias que lo han sufrido directamente lo han padecido de forma brutal. Ante eso no somos insensibles, porque también lo hemos vivido en primera persona. La contribución de la izquierda abertzale es que no se vuelva a repetir.
-Si consideran que sus acciones han contribuido a que esa gente sufra, ¿por qué no piden perdón?
-Estamos convencidos de que una resolución del conflicto, como hemos visto en conflictos como el norirlandés, conllevaría que según se fueran alcanzando acuerdos las partes reconocerían situaciones del pasado. Seguramente esos momentos se van a dar aquí. Esperemos que sea más pronto que tarde.
¿Que haría la izquierda abertzale si no lo legalizan?
-No contemplo esa posibilidad.
-Pero tendrán un plan B...
-Sólo tenemos un plan A, que es la legalización. Pensamos que se cumple todo lo que exige la ley. La mayoría social, política y sindical del País Vasco opina que la izquierda abertzale debe ser legalizada.
-Pero eso lo decide la Justicia española, no la vasca. Y es posible que no les legalicen.
-Entenderíamos que es una decisión totalmente injusta y antidemocrática. Por eso, apelaríamos al resto de agentes políticos para encontrar una salida. Ya no sería una responsabilidad exclusiva de la izquierda abertzale.
-¿Cree que España es una democracia?
-En lo que respecta a los problemas nacionales tiene déficits claros. No hay reconocimiento de las identidades nacionales, del derecho que les asiste a decidir su futuro.
-¿Pero es una democracia?
-No se lo voy a negar, lo es, pero tiene déficits notorios y nítidos.
-¿Se fía de Zapatero?
-Tuvo una oportunidad que no pudo fraguarse. Ahora hay una segunda gran oportunidad en la que entiendo que debería actuar con una política de Estado.
-¿Pero se fía?
-No es cuestión de fiarme o no. Entiendo que actuará en conciencia... Si negociamos, defenderá sus posturas y nosotros las nuestras.
-¿Y de Rajoy?
-Yo me fío de la persona que tengo delante, en principio. Cuando hablamos en términos políticos, cada uno defenderá sus postulados y podremos llegar a un acuerdo o no.
-Si se legaliza Sortu, ¿qué cargo ocupará usted?
-No lo sé, ya lo veremos...
-¿De qué vive usted?
-De lo que hago.
-Pero se supone que no puede cobrar de un partido ilegalizado.
-Bueno... En los últimos tiempos, del subsidio social. Nos arreglamos como podemos.
Hoy sobre su rubia coronilla pende una petición de 12 años de cárcel por su presunto papel en la financiación de ETA a través de las herriko tabernas. Mientras se resuelve el caso, su obsesión es que la izquierda abertzale regrese a la instituciones. Y que, según su particularísima visión de la Historia, "por primera vez en 200 años" exista "una generación de vascos que no viva las consecuencias de distintos signos de violencia".
-Viendo lo que le ha pasado a su país, el sufrimiento que ha ocasionado su bando. ¿No siente arrepentimiento?
-Es una realidad que está ahí, que no se puede mover.
-¿Pero le gustaría que no hubiera pasado?
-Efectivamente. Me hubiera gustado que el Estado español nos hubiera reconocido hace 200 años o antes.
-Me refiero a su parte de responsabilidad. ¿No le gustaría haber concluido antes que la política era la única vía? ¿Hace 20 años? ¿O cuando se acabó la dictadura?
-Puede haber consideraciones sobre si se debería haber alcanzado antes esta conclusión. Pero la cuestión trascendente es que, a día de hoy, la izquierda ha optado por las vías democráticas. Aunque entendemos que se quiera adoptar la política del retrovisor, esta política no sirve para avanzar. Lo que hay que hacer es mirar adelante y construir un futuro nuevo.
-Hay víctimas a las que les cuesta desprenderse del retrovisor. ¿Lo entiende?
-Lo entiendo.
Tellagorri (con información de El Mundo.)
NOTA BLOG
Este tipo, prototipo de batasuno, vive en la mentalidad engañosa y engañada de los que nunca han salido de un batzoki del peneuve, o su equivalente la Herriko Taberna. Está convencido de que el País Vasco está oprimido desde "hace 200 años" por España. Sus respuestas muestran la "perfección del jesuiteo", la escuela de hipocresía montada en su tiempo por los jesuitas. Y, no hay que olvidar que dice "No contemplo que Zapatero no nos legalice".
rufi el holandes
Este tío es un etarra asesino se ponga como se ponga. Y no pone en duda que Sortu sea ilegalizado porque algo le habrán asegurado desde el Gobierno zapateril para dejarlos tranquilos.
ResponderEliminarUn poco tarde me parece a mí que tras más de 30 años de democracia se haya dado cuenta de que la vía de la violencia no cabe en una democracia ¡a buenas horas, mangas verdes!
Sería una injusticia legalizar a esta panda de asesinos sin que hayan depuesto las armas y pedido perdón a sus víctimas.
Un abrazo.
""-¿De qué vive usted?-De lo que hago.-Bueno... En los últimos tiempos, del subsidio social. Nos arreglamos como podemos""
ResponderEliminarEse es el quid de la cuestion; parece que la organización está sin un duro y necesitan el maná del Estado para seguir comiendo "txuletas" y besugos que con el "subsidio social" no les alcanza.
Las declaraciones de este sujeto son escurridizas e hipócritas, pero es muy significativa la última frase de tu artículo ""No contemplo que Zapatero no nos legalice", o sea, consumatum est; ¿éste no es también de la clericalla?
En fin lo que hay que ver...como bien dices Tella, nos encontramos ante un claro ejemplo de batasuno incapaz de reconocer la realidad, con un arcaico discurso basado en las típicas milongas nacionalistas vascas (opresión desde hace 200 años, presos políticos, exiliados vascos, igualdad de sufrimiento víctimas de ETA-presos de ETA, etc, etc...).
ResponderEliminarSe le nota demasiado a este Holandés de donde cojea y su entrevista debería bastar para no legalizar a SORTU pues claramente se lee como el discurso no cambia y como el respeto ante los desmanes de ETA sigue sin existir...es un discurso tan burdo y carente de cultura que te entraría hasta la risa de no haber más de 800 muertos detrás de todas estas mentiras...indigna que este personajillo tenga la cara dura de decir que el "pueblo vasco" (entendido como los batasunos, etarras y afines) ha sufrido tanto como las víctimas y hace chirriar lo oídos este duscursos carlista-jesuítico-aldeano de la opresión desde hace 200 años...
Un saludo.
La trepanación y la ingeniería social que ha sufrido la población vasca debería ser objeto de estudio. Y parte de ese estudio revelaría las gravísimas responsabilidades que el partido hegemónico durante décadas, El Partido, ha tenido en la formación y desarrollo de estos zombies andantes con pistolas.
ResponderEliminarDoy la misma credibilidad a este tipo que a un violador, a un peredasta o un asesino múltiple. Lo tremendo es que haya gente encantada de creerle, entiendo hay que ser idiota o malvado para hacerlo.
Lo que me preocupa es que se confunde un "alto a la violencia" con una entrega definitiva de las armas.
ResponderEliminarPor lo que se ve, no se arrepienten de los crímenes y al gobierno le va a bastar la promesa de estarse quietecitos en el futuro próximo; pero yo aprendí de pequeña que para abrir cuenta nueva en esto de los pecados, primero estaba el reconocimiento y el arrepentimiento, después el propósito de enmienda y por último pedir perdón por los agravios y pagar la penitencia.
En cambio, a estos se les va a dar una absolución demasiado barata.
Habrá que preparase para muchas entrevistas como ésta: batasunos que con la colaboración de muchos medios lavarán su imagen, o al menos lo intentarán. Todo esto forma parte del proceso.
ResponderEliminarMe parece patético este individuo que equipara su sufrimiento al de las victimas, que habla de que llevan 200 años así y que les tenían que haber reconocido antes, y yo me pregunto, a quien tenían que reconocer??, acaso este individuo y los de su calaña cree que los españoles, o estado español le debemos algo a él y a su recua de asesinos??, pero que méritos concurren para estar en los ayuntamientos, o incluso tener representatividad, a quien representan?, estos son como los sociatas,que mientras el estado les permita una legitimidad, acataran las normas, pero fuera de eso, el caos, muerte y destrucción; pues nada, que les abran todas las puertas.
ResponderEliminarUn saludo
¡Pero si al final no ha dicho nada!
ResponderEliminarHay en esto una parte de culpa muy importante en la prensa. La prensa es la base de cualquier democracia, un periodista serio lo hubiera mandado a pasear a la segunda pregunta, porque una cosa es que Rufino sea cateto y otra que se le de tanta salida en medios de comunicación.
Lleva una camisa nueva pero sin planchar, también muy acorde con su discurso.
A TODOS LOS COMENTARISTAS
ResponderEliminarOs ruego disculpeís porque hoy no he podido contestar a ninguno de vuestros brillantes y acertados comentarios sobre el RUFI y su pandilla.
No te preocupes; no siempre se tiene tiempo para todo.
ResponderEliminarSaludos.