España estaría mejor sin Cataluña y el País Vasco.

El hispanista norteamericano Stanley G. Paine ha dicho:

"Posiblemente, España estaría mejor sin Cataluña y el País Vasco. Pero es imposible."

Rumiándola, la frase, y acercándome cada vez más a la conclusión de que no se trata de una "boutade", inimaginable en un historiador tan serio como Payne, sino de una reflexión en voz alta, basada en hechos objetivos. Y de que "es imposible", nada.


Habría que inventars un prototipo de FUNCIONARIO o CARGO PÚBLICO , al estilo del Defensor del Pueblo,  para que vaya explicando a catalufos y "baskos" ( vascos con b y k sólo lo son los nacionalistas)  el Gran Problema que va a traer para Cataluña y Vasconia una decisión simple a tomar por las Cortes.


Esa simple decisión de unos hastiados diputados reunidos en el Congreso y Senado diría : Cataluña y Euskadi quedan expulsadas del Estado Español

En efecto, País Vasco y Cataluña han sido a lo largo de los dos últimos siglos origen de toda clase de conflictos y tensiones para el conjunto del Estado español.

Las guerras carlistas fueron el contrapunto sangriento durante todo el siglo XIX.

En el XX, lo fueron la Semana Trágica barcelonesa, la declaración del "Estado Catalán" al proclamarse la II República, el levantamiento de la Generalitat contra ésta en agosto de 1934, el largo reguero de sangre dejado por ETA, que no se interrumpió con la llegada de la democracia, y la reivindicación permanente de ambos nacionalismos, eternos insatisfechos, que erosionan en lo que pueden el sistema constitucional español en sus respectivos territorios y marcan la pauta a seguir por el del resto de las comunidades.

Sí; para el Estado español, de Cataluña y el País Vasco han venido en los últimos tiempos más problemas que ventajas, pese a que ese mismo Estado ha sido más generoso con ambas que con las demás autonomías, no importa lo que digan sus nacionalistas.



Otra cosa es que el avance real de las mismas se haya reducido respecto al resto. Pero eso tiene más que ver con la prioridad que han dado sus líderes a promover su proyecto nacionalista que a promover su riqueza real. Aunque, naturalmente, le echarán la culpa a España, cuando España no recibe desde estas dos regiones más que reclamaciones, disgustos, quejas y agravios.

Desprendiéndose de Cataluña y el País Vasco, España quedaría enormemente aligerada.

Tal vez haya llegado el día (por eso "lo de inventar" unos funcionarios destinados a explicarles el tema) en que convenga confrontar a vascos y catalanes NACIONALISTAS con su verdadero destino, en vez de permitirles seguir exigiendo e imponiendo sus totalitarismos.

Unos y otros deben saber que las extraordinarias ventajas de que gozan (sobre todo los vascos), les iban a desaparecer automaticamente.

Tienen también que admitir que sus autonomías tendrían que sobrevivir como una Albania cualquiera, fuera de todo contexto internacional europeo. y que iban a carecer de protección jurídica y física, entre ellas, la de garantizar su unidad interna y los derechos de todos sus habitantes, cosa que no están haciendo hoy y que, en ese futuro hipotético, sería mucho más problemática que ahora.
 

¿O es que creen que los mossos d´escuadra y los ertzainas se bastan para mantener en sus territorios la paz ciudadana, que ya les cuesta mantener con las fuerzas de orden público españolas?

Ya sabemos lo que iba a producirse, al ser pronunciada la frase de "Euskadi y Cataluña expulsadas de España" : miles de políticos y curas de Ciu, Erc, de PNV, EA, Aralar, etc. (item de población civil espabilada) iban a salir corriendo en dirección a las costas a coger una lancha para refugiarse en Hendaya o en Pergpiñan de las hordas batasunas de una zona y de la otra.


Pero su rechazo abierto, decidido, en muchos casos ofensivo y despectivo hacia lo español, como suelen mostrar ambos nacionalismos como señas de identidad, iba a traducirse en un rechazo de lo catalán y de lo vasco por parte del resto de los españoles, con repercusiones comerciales de toda índole, que se traducirían en industriales, pues el inversor extranjero no piensa en el mercado catalán o vasco.

Y en poco tiempo, cuestión de días, estallaba en Vasconia una guerra civil proclive a desparramarse fuera de sus fronteras, pero que no iban a merecer más atención que la de los familiares de vascos que residen en otras zonas de España para ayudarles a escapar del infierno independiente que se les había caído encima.

Pero eso sería tanto como traicionar a los muchos catalanes y vascos que se sienten también españoles, abandonarles en manos de los nacionalistas, entre los que se impondrían los más radicales, que procederían como primera precaución a una limpieza política como la camboyana de Pol Pot.
 


Lo triste es que los políticos vascos y catalanes no están para estas trascendencias. A ellos, a los Urkullu, Carod Rovira, Tardá, o Korkoreka, lo único que les preocupa ahora y luego es EL CHOLLO de cada día. Los miles de familiares y amiguetes colocados en lo público, y la mamandurria de las Haciendas recaudadoras.

Javier Tellagorri

NOTA: Una vez al año reproduzco este escrito como recordatorio para españoles y para separatistas. Y decir que esto que se sugiere aquí, ya lo hizo, en persona, De Gaulle, con "baskos", bretones y corsos. Dijo que La France era unitaria, y que los que no la admitieran que se fueran.

¿Cúando tendremos un político similar a De Gaulle para decir lo mismo?

españa estaría mejor sin