23 enero 2010

En recuerdo y homenaje a ALBERT CAMUS


Sarkozy, por lucirse, ha pretendido trasladar los restos del gran escritor al Panteón de Hombres Ilustres de la France, pero sus hijos se han opuesto.

La resonancia que ahora tienen el nombre y los libros de Camus no debe hacernos pensar que la tarea emprendida por él, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, fue una actividad fácil.

El gran narrador,ensayista y autor dramático se arriesgó a mirar a la Historia , cara a cara, a encender la luz y a desmantelar la penumbra expandida por las coartadas comunistas de los ideologos de su época.

La Segunda Guerra Mundial llevó al pináculo a Stalin. En 1945, la Unión Soviética era una de las potencias vencedoras del conflicto, y cualquier duda que el sistema estalinista pudiera despertar parecía irrelevante comparada con el heroísmo del ejército rojo o con los veinte millones de muertos que la invasión alemana le había costado al país.

Dice el historiador Fernando García Cortazar que el hecho de que la patria del comunismo hubiera pagado el precio más alto por esta victoria, en alianza con Inglaterra y los Estados Unidos, hizo olvidar los procesos de Moscú, los campos de concentración o los brindis de Molotov y Hitler en 1940.

Por aquellas fechas, en Europa occidental, el comunismo ya no tenía enemigos declarados. Estos se ocultaban, o callaban, ya que la jerga "antifascista" había invadido todo el escenario político, instaurando sus mentiras, sus eufemismos y sus omisiones. Como ahora con el mameluco de Rodriguez en España.

En Francia, el partido comunista, legitimado por su participación en la Resistencia, dictaba la línea política de la izquierda y llevaba la iniciativa en el campo cultural, y su hegemonía era tan poderosa, tan indiscutida, que cualquier disidencia estaba condenada a la invisibilidad.

Nadie podía ser buen demócrata y verdadero antifascista si miraba con hostilidad a la Unión Soviética.

No hay un testigo más fidedigno de este estado provisional de embrutecimiento de la opinión pública en Francia que Albert Camus, quien pagó muy cara su heterodoxia.

Porque el autor de "El hombre rebelde", y de tantas novelas valientes como La Peste, Calígula, El Extranjero, etc. se atrevió a romper la malla de la propaganda y de la complacencia, y denunció ese sistema gigantesco, impune y cantado y aplaudido, que se llamó Unión Soviética. Fue Premio Nobel.

Libertario irrecuperable, que aprendió la libertad en la miseria de su infancia argelina y en la resistencia francesa contra la ocupación nazi,Camus batalló para buscar una justicia social concreta, no un paraíso abstracto.

Como Orwell, desconfiaba de las ideologías totales, porque tienden a disolver a los seres humanos reales y concretos (los únicos que existen) en bloques sólidos, en categorías absolutas o en meros esclavos del ideal.

"Sólo siento aversión", dijo después de publicar El hombre rebelde, "hacia esos servidores de la justicia que piensan que únicamente podemos prestarle un buen servicio a la historia entregando varias generaciones a la injusticia."

A diferencia de otros intelectuales de su tiempo que acabaron devorados por la política, convertidos en un sello de aprobación en manos marxistas, Camus supo decir no al espíritu de una época marcada a fuego por el miedo: la época del colonialismo, del totalitarismo, del terrorismo.

Y así, gracias a su carácter y a la independencia de su pensamiento, acabó por parecerse a los grandes escritores franceses del siglo XIX, un intelectual de la talla de Víctor Hugo o Zola, más testigo que juez, un pensador autónomo, inclasificable y siempre ajeno a la servil flexibilidad con el bando propio de gran parte de los intelectuales contemporáneos.

No olvidemos que era la época de los Sartre, Simone de Bauvier; Picasso, Malraux,  Raymond Aron, Regis Debray,  etc. todos comunistas.    




16 comentarios:

  1. Hola Tellagorri.
    Albert Camus fue el primer intelectual junto a Sartre, que pone su literatura al servicio de la sociedad.
    Son las dos figuras clave del Existencialismo.

    Camus fue un escritor comprometido con la sociedad, asistía a las manifestaciones callejeras y hacía propias las causas que buscaban una justicia social concreta, como bien dices.

    Imitado por algunos escritores y periodistas españoles incluso en la forma de vertir.

    Podríamos decir que su heredero aquí en España es Fernando Sabater, no en el estilismo, sino por su compromiso social.

    Besos.

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  2. DOÑA ELENA

    Excelente análisis sobre Camus. Veo que conoces muy bien al personaje.

    Cuando yo tenía 20 años estabamos siempre, algunos, a la busca y captura de sus libros porque en España estaban prohibidos, y teniamos que pedir que nos los trajeran de Hendaya a los que cruzaban la frontera.

    Con Camus disfruté como un enano porque era totalmente diferente a los que se podía leer en España.

    El gran mérito de Albert Camus, en mi opinión, es que era el único entre los escritores franceses de aquel entonces como Gide, Sartre, etc., que ni era comunista ni era facha. Y los otros sí lo eran.

    Gracias por el brillante comentario.

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  3. Un escritor muy lúcido y valiente. Sólo tengo que puntualizar una cosa: "Calígula" no es una novela sino una pieza teatral. Por cierto, hay una versión de Estudio 1 en el que el personaje de Calígula es interpretado soberbiamente por José María Rodero.

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  4. VICENTE

    Sí, es cierto. Calígula era teatro. Pero se leía como una novela histórica.
    No he visto la obra en teatro tal como mencionas.

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  5. Camus era un anarquista convencido, y entraba en serias contradicciones cuando cuestionaba las ideologías totalitarias, siendo el anarquismo en sí mismo profundamente totalitario en sus presupuestos y no deja lugar alguno a la disidencia,ni siquiera conceptual.

    Sin duda es uno de los grandes de la literatura francesa, no sé si a la altura de Balzac o Zola como tu afirmas,Javier, pero si en ese podium de los cuatro o cinco grandes (se te olvidan Flaubert o Proust).

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  6. NATALIA

    Gracias por las aportaciones que haces sobre el tema pero deseo puntualizar tu concepto sobre ANARQUISMO.

    Es tan variado el modo de entender el anarquismo que los ha habido de todos los colores.

    El anarquista tradicional español podría ser, en la época pre-guerra civil muy totalitario, pero simultaneamente se declaraban anarquistas intelectuales de clarísimo corte liberal como Azorin y Baroja.

    Y, a mi entender, el anarquismo de Camus es de ese modo de entenderlo, una especie de postura ajena a todas las ideología dominantes de cada momento. Más o menos tal como yo mismo entiendo hoy la vida política.
    No tengo confianza en ninguna de las actuales tendencias ideológicas existentes y propugno la máxima libertad del INDIVIDUO y el mínomo inervencionismo estatal.

    Esa forma de concebir la vida jamás será un totalitarismo ni una contradicción. Es la que, también preconizaban los enciclopedistas franceses.

    Francois Marie Arouet y Camus vienen a expresar ideas o modos de entender la convivencia de modo muy similar.
    Y no creo que a nadie se le ocurra calificar de totalitario el pensamiento de Voltaire.

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  7. Siendo contemporáneo de tantos escritores comunistas, no le debió ser fácil escribir plasmando sus ideas, sobretodo, por la importancia que se les daba a aquellos.

    Lo de trasladar sus restos y la negativa de la familia, recuerda al caso García Lorca.
    Los ladrones de cadáveres no se cortan cuando esperan sacar rédito.

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  8. LEONA

    Efectivamente, le resultó muy dura su vida intelectual por varias razones.
    La primera, porque siendo amigo de SARTRE dejó de tener relación con él cuando éste quiso meterlo en su Club de comunistas. Y Sartre era un sandiós.

    La segunda, porque era un "pied noir" o hijo de franceses afincados en la colonia de Argelia, lo que para los parisienses de la época era una especie de clase social inferior o poco refinada.

    El SARKOZY, siempre pendiente de las cámaras de TV predendía ganar puntos laudatorios a su favor llevando sus restos al PANTEON, en donde reposan los grandes hombres de la France. Y sus hijos, un varón y una mujer, le han dicho que en la mentalidad de su padre no entraba nada relacionado con pompas y honores y que a él no le gustaría que le hicieran ningún tipo de homenajes públicos.

    Ya ves, los hijo han salido al padre. Libres o libertarios e independientes, postura que nada tiene que ver el ideario anarquista del que habla Natalia.

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  9. Muchas veces en estos blogs nos centramos mucho en la política pero mires por donde mires las comparaciones son odiosas.

    Incluso comunistas, aunque no se compartiesen sus ideas, al menos tenían las ideas claras y las defendían en obras intelectualmente muy, muy superiores a lo puedan hacer los indocumentados de hoy en día.

    Mira la literatura, el ensayo, el cine, la música, no hay color con aquello.

    Y que conste que de él sólo he leído la peste, la intelectualidad francesa siempre me ha parecido un poco pedante y se me ha atragantado.

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  10. Tienes razón. Nos hemos acostumbrado, algunos, a ETIQUETAR a los intelectueles y valorarlos en función de su adscripción política.

    En cualquier caso, la intelectualidad francesa de entonces estaba a millones años luz de lo que pudiera haber ahora.

    De ahora salvo a unos pocos como Marsé, Perez Reverte, Javier Reverte, Delibes, Manuel Ayllon, Eslava Galán, García Cortazar, y muy poquitos más.

    Semprúm en aquel tiempo escribía en francés y era comunista pero también lo hacía muy bien.

    Sartre era un coñazo y su dama de compañía, la Simone, también.

    En cambio no encuentro nada en España parecido a Francois Maurois y André Mauriac.

    Cela sólo tiene DOS libros válidos : Viaje a la Alcarria y La Familia de Pascual Duarte. El resto de su abundante producción nunca me ha merecido interés y la encuentro caduca.

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  11. Excelente entrada, amigo "Tella"!!!.
    Contigo hay que aprender a la fuerza!!!. Y me gusta!!!.

    Gran filósofo y novelista. De Camus tengo un libro por casa que en ocasiones he empezado a leer pero nunca he llegado a terminar, "El Primer Hombre". Espero acabarlo algún día!.


    ...y los políticos siempre buscando beneficio para mejorar su imagen.


    Un abrazo, "Tella".

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  12. DOÑA LOLA

    Me alegro de que conozcas a Camus. No he leído ese libro que citas. Quizá ahora, 40 años después, ya no me gusten tanto los libros y autores que leí de joven, pero a Camus le tengo especial aprecio por su gran indpendencia personal e intelectual.

    Sí, y los políticos utilizando a quien sea para obtener votos.

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  13. Sr. Tellagorri, cuanta razón tiene al decir que el anarquismo individualista nada tiene que ver con el comunismo libertario...Éste último tal vez fuera totalitario pero dejando aparte que el error humano de cualquier pensamiento, ésto no deja de ser circunstancial a la dificil época en la que hubo de desarrollarse...Orwell se alistó en el POUM para combatir al enemigo fascista...

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  14. Albert Camus!! QUÉ GRANDE!

    Un valientazo. Un ateo que al final de su vida se convirtió a Cristo y pidió un sacerdote antes de morir. Me apetece todo leer "El existencialista hastiado", diálogos entre Camus y Sartre.

    Anoche tuve que irme, pero luego si puedo vengo y te contesto a lo que me preguntabas.

    Besos!

    Una oración por Albert Camus, en en este homenaje.

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  15. Se bautizó al final de su vida, qué lindo..

    Anda que los cuadros hoy............

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