A mí, Ernesto Guevara de la Serna, el Che, nunca me cayó ni medio bien, lo que resulta raro en la izquierda progre que lo ha endiosado.
El Che, en particular, me parecía un payaso con cierto aire a Cantinflas, pero Mario Moreno era infinitamente más entrañable, incluso cuando se ponía antigringo, como en aquella secuencia de "Por mis pistolas", en la que un ranger de Arizona me lo paraba en medio del desierto y le hacía el cuestionario de rigor antes de pasar la frontera, preguntándole, entre otras cosas, si tenía intención de derrocar al gobierno de los Estados Unidos.
La respuesta de Cantinflas incluía un colofón para inscribirse en mármol: "Pero, hombre, si lo derroco, ¿quién nos va prestar la lana?".
Ahora ha vuelto el Che, vía Hollywood, interpretado por Benicio del Toro, que también se le parece, aunque menos. Hará hará taquilla frondosa y lo verá mucha más gente, supongo, de la que hubo en su día del extraordinario documental de Luis Guardia, "Guevara, anatomía de un mito", con impresionantes testimonios de antiguos compañeros de armas del Che (los comandantes de la revolución Huber Matos y Daniel Calderón, Benigno), además de otros de familiares de sus víctimas.
De ellos se desprende que el Che era un tipo sádico y vengativo, y un incompetente como planificador económico y estratega.
De no ser por los rusos, habría dejado la isla -que fue una sentina de corrupción bajo Batista, pero, a pesar de ello, próspera- en los niveles de Haití.
Cuando Castro se lo quitó de encima, mandándolo al Congo, se las arregló para pringarla, aunque no tanto como un par de años después en Bolivia. Además de ciento cincuenta y seis asesinatos en directo, bien atestiguados, entre fusilamientos de los que se encargó directamente y tiros en la cabeza a prisioneros desarmados, están sus venganzas contra los jefes castristas del Escambrai, que no le dejaron meter baza en su territorio.
Entre las biografías de Guevara, la más seria es "Compañero", de Jorge Castañeda, que fue después Canciller de México en el gobierno de Fox.
Cuenta lo del Che (que, por cierto, no fue en su origen un apelativo cariñoso: se lo pusieron, con sentido despectivo,los negros del Movimiento 16 de Julio, hartos de sufrirle lindezas racistas) y se pregunta por el futuro del comunismo en Latinoamérica, y lo augura como próspero, por la acción combinada de los diversos populismos y, según él, por la ineficacia y torpeza de las iniciativas liberales (que los populistas ya se encargan de sabotear, y si no, que se lo pregunten al presidente Uribe).
Quien más hace por convertirse en otro Guevara es, por supuesto, ese hijo de Bolívar y de Tupac Amaru (así se define él mismo) que se conchababa hace meses con las FARC y amenaza hoy a medio sudamérica con mandar los tanques.
Lo de "creemos dos, tres, muchos Vietnam" es lo que faltaba por oírle, y ya lo ha dicho, aprovechando el estreno de la película.
Chávez calienta el ambiente con la inflación en el treinta, mayor pobreza que nunca, pese al petróleo, y la malandra desatada, asesinando a mansalva.
Tellagorri
malandrino,canonizado
Muy buen y necesario post. Enhorabuena. Super certera la comparación del Ché con mi admirado Mario Moreno (salvando mucho las distancias), porque el Ché de gracia, nada, en ningún sentido.
ResponderEliminarSALUDOS.
Gracias por el comentario y por la consideración que expones, ARCENDO.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Al de la camiseta lo tiene el iluminado de la Moncloa como "ejemplo a seguir".
ResponderEliminarMe explico, Ministerio al que ponían al frente quebraba, así que antes de que se cargase Cuba él solito lo mandaron a pegar tiros por Africa y Sudamérica (además, se lo pedía el cuerpo, pues no dejaba de ser un señorito psicópata de gatillo fácil... y ya sabemos que la mejor forma de dar salida a esas aficiones es colaborar en regímenes comunistas, Polo Pot, Stalin, Idi Amin Dada, son claros ejemplos de psicópatas reconducidos a líderes comunistas).
Como Zp tiene por misión acabar con España sigue al pie de la letra la experiencia gestora del señorito.
Ay señor, que ganas me dan de darles dos hostias (o dos clases de historia... bueno, primero dos hostias y luego las clases) a los imbéciles e imbécilas que llevan la camiseta de un asesino con total impunidad.
Pues nada, moda "casual" inspirada en el III Reich, total, un asesino es un puto asesino, mate 100 o 100000.
Tellagorri, es Uv. todo un reto para mi corto intelecto, uno tiene que esforzarse para estar a la altura, y eso es bueno, que el cerebro se relaja.
Como dice Arcendo, buena comparación con Cantinflas, salvando las distancias.
ResponderEliminarEstos son los mitos que crea el socialismo para mantenerse en pie, para que elementos como el gorila rojo ensalcen a sus turbas, él seguramente se cree que es la reencarnación del che.
ISRA
ResponderEliminarAquí el que va demostrando calidades intelectuales es uno que adora a ELVIS, y cuyos análisis hacen pensar a todos.
ESVERITATE
Si, Esveritate, con esos mitos falsificados es como siempre la izquierda y los totalitarios de cualquier signo imponen a las masas (vulgo PLEBE) su religión de cuanto peor, mejor, porque así se joden los ricos . Y hoy ya la clase dominante en todo es la MEDIA, la que más se jode con todas las chirenadas de los progres. O sea, LA PLEBE.