El tema está trillado y hay varios blogs brillantes que tratan sobre el mismo, como el de Nora, El Té de la Cinco, The Light, etc., e incluso en éste he escrito profusamente sobre ello, pero considero un deber seguir insistiendo. El tema es ISLAMISMO.
Lo más repelente y a la vez lo más peligroso es la ceguera voluntaria de la izquierda ante el peligro islámico, bajo concepciones falsamente democráticas e igualitarias, como ésa que dice que un moro musulmán es tan ciudadano como un andaluz católico, por ejemplo. Y lo es, salvo si pone bombas; y las ponen cada vez más.
Las manifestaciones de ese peculiar buenismo son múltiples: en España tenemos la alianza de civilizaciones y mil aquelarres más, y se contempla con benevolencia el proyecto de Al Qaeda de reconquistar Andalucía.
En Francia, Bernard-Henri Lévy y otros intelectuales de izquierda proclaman las virtudes universales del humanismo coránico, y cuando GEERT WILDERS (autor de Fitna) se ve condenado a muerte por el islam radical, la inmensa mayoría de la izquierda, los sindicatos de enseñanza, el PCF, las asociaciones antirracistas, le agreden, le insultan, le escupen: ¡te lo tienes bien merecido! ¿Cómo te atreves a criticar el islam, fascista?
En todas las mezquitas del mundo los imanes proclaman la "guerra santa" y el degollamiento de los infieles, y no pasa nada.
De todas formas, bien sabido es que el terrorismo islámico nada tiene que ver con el islam: los atentados los cometen súcubos extraterrestres. Todo esto demuestra un pánico como jamás se ha conocido en la historia, sobre todo por parte de la izquierda y de la extrema izquierda (que aplaude los atentados terroristas y considera a los terroristas como sus aliados objetivos); pero no únicamente por parte de las izquierdas: muchos sectores de la derecha europea comparten ese pánico; para percatarse de ello basta con observar la Casa Vacía, o sea el Parlamento Europeo.
Se me dirá que se evitan atentados y que se encarcelan terroristas. Cierto, porque, afortunadamente, el virus del miedo no ha contaminado aún a todos los Gobiernos, a todos los políticos, ni a los servicios de seguridad y de lucha contra el terrorismo.
Podría pensarse, por algunos, que puesto que la actividad portentosa y la cantidad de obras producidas por el marxismo han conducido a una tal catástrofe, más vale que nuestros socialburócratas actuales no piensen, ya que además se les sigue votando, en ciertas circunstancias y países, al menos.
No estoy de acuerdo: como liberal, soy partidario de la alternancia, y siendo así, más valdría que la izquierda fuera inteligente. Además, esta portentosa mediocridad de la socialburocracia hunde los países con Gobiernos socialistas en un estancamiento burocrático y en una pauperización tanto económica como intelectual; y sobre todo (sí, sobre todo) deja nuestras sociedades occidentales indefensas y desarmadas ante el peligro del terrorismo islámico.
La inmensa tragedia del siglo XXI aparece, ante los medios de comunicación, como si se hubiera apaciguado, como si los combatientes islámicos, rendidos, heridos, maltrechos, esperaran algo en los hospitales, y aparentemente sólo la pugna izquierda-derecha se limitara a los impuestos. (Sin olvidar la gigantesca aportación teórica de Zapatero, descubriendo los matrimonios gays).
Más o menos algo parecido ocurría en 1936 y reventó en 1940.
Tellagorri
cuidado,rollo
Ay Tellagorri, probablemente este sea el gran problema al que nos enfrentaremos a medio plazo en Europa, aunque si nuestros (des)gobiernos trabajan bien podremos evitarlo, pero lo dudo.
ResponderEliminarMantengo desde hace tiempo que Europa va a morir de éxito, el haber conseguido que las nuevas generaciones dispongan de casi todo sin esfuerzo les ha hecho relajarse, no comprometerse, no luchar y ser unos conformistas.
Cuando no se tienen valores el fin está cerca, y no creo exagerada la afirmación.
Lo peor de todo es que por ser politicamente correctos y por poner TODAS LAS CARTAS ENCIMA DE LA MESA demasiado pronto, nuestros enemigos conocen demasiado bien nuestras debilidades y saben que nuestras sociedades no van a luchar, mientras que la suya, la lucha contra el infiel la viven desde la cuna, y nos conocen bien, muy bien, entre otras cosas, porque son las segunda o tercera generación de emigrantes, gente que se ha beneficiado de todas las ayudas del estado del bienestar y aun así quieren destruirlo, desde dentro que es peor.
Que algo tan grave sea minimizado por los gobiernos europeos es lamentable, hoy NADIE por ser tachado de fascista o racista dirá nada diferente a lo que digan los políticos que viven en sus burbujas.
Y por ir finalizando, a esta gentuza sólo les respetaría sus derechos en base a un principio básico, RECIPROCIDAD, abrirán tantas mezquitas en Europa como iglesias permitan construir en sus países de origen, les daré el trato que den a los extranjeros en sus países y, sobre todo, estarán obligados a cumplir con nuestros ordenamientos jurídicos, no se puede pretender disfrutar de derechos sin obligaciones y menos aún permitir en barrios o ciudades la aplicación de la sharia, primero por que eso no es justicia, segundo porque es una forma de decirles que nuestra ley no les incumbe su cumplimiento (es decir, están al margen de ella) y tercero y lo más grave, porque está demostrado que esta gente siempre, siempre, un gesto de buena voluntad lo interpretan como un signo de debilidad.
Completamente de acuerdo. Eres perfecto en el análisis de las situaciones, y esta vez lo has hecho de forma completa.
ResponderEliminarYo no puedo añadir nada a lo que dices porque sobraría.
Un saludo
Yo no soy nada optimista sobre todo viendo como en Reino Unido, por ejemplo, YA hay barrios donde se aplica la sharía. Esto viene a ser como en la antiguedad que según tu religión, o raza, se te aplica una ley diferente.
ResponderEliminarTambién da miedo como comenta Wilders (el mayor éxito de las europeas) lo que decía un ministro holandés, "si una mayoría de 2/3 de la población vota en favor de aplicar la sharía, se hará". Es como decir si quereis destruir nuestro mundo desde dentro, no nos opondremos.
Lo más apabullante es como la izquierda laica, atea y anticatólica se baja los pantalones ante los clérigos musulmanes. Y, como afirma Isra, esta gente (como Ahmadineyad) cuando Obama habla de diálogo ellos entienden rendición. No otra cosa.
Y, así, vemos como los holandeses, por ejemplo, están huyendo hacia países de mayoría blanca, como Australia. El miedo ya está entre nosotros, y no tenemos el valor de luchar.
Yo veo, siendo lo más pesismista, una Europa musulmana y algún país, tipo Australia, como refugio de blancos de raíz cristiana. Porque nosotros hablamos de multiculturalidad pero ellos entienden sumisión.
Un saludo.
P.S.: Algo similar ocurre desde hace años en Sudáfrica, los blancos (se habla de más de 1 millón) huyen de su país porque los negros están repitiendo los errores del pasado, y ahora los blancos son una minoría despreciada.
PON
ResponderEliminarMuy buen ejemplo el de SUDAFRICA. Les dieron todos los derechos a los negros y ahora ya no quedan blancos.
Con la diferencia de que allí los blancos eran colonizadores, y en Europa los musulmanes son los extranjeros.
Parece como si estuviéramos condenados a repetir los mismos errores que llevaron a la caída del imperio romano: relajación de las costumbres, corrupción generalizada, desidia ante las responsabilidades, y una gran masa extranjera deseando entrar y apropiarse de nuestros bienes y libertades aun cuando eso signifique destruirlos.
ResponderEliminarLos bárbaros cruzaban las fronteras del imperio no por el afán de destruirlo (los únicos que tuvieron intenciones serias de destruir Roma fueron cartagineses, persas y tal vez los hunos), sino por beneficiarse de las ventajas del modo de vida romano. Sin embargo, los bárbaros que ocuparon el imperio romano de Occidente fueron incapaces de mantener las estructuras sociales y económicas que ellos mismos ansiaban.
Y algo parecido pasa hoy, somos como los romanos decadentes. Ya Edward Gibbon en el siglo XVIII advertía del peligro de una nueva invasión en Europa, aunque confiaba en que las nuevas colonias serían capaces de albergar los restos de la cultura occidental. Recomiendo la lectura de su obra porque a pesar de tener más de doscientos años y relatar hechos acontecidos hace casi dos mil, los planteamientos gozan de peligrosa actualidad.
Un saludo.
Pablo
ResponderEliminarExcelente discurso histórico que viene muy a cuento del tema, por la similitud del caso. Lo cierto es que sí fue así y parece que volvemos a estar en idénticas condiciones.
El matiz importante de tu comentario es que, los HUNOS y los HOTROS, sólo querían destruir ROMA, mientras que los de Alarico y cuadrilla venian a disfrutar de la civilización romana.
Y lo consiguieron.
Los visigodos se establecieron en Francia y España (hasta que los francos germanos echaron a unos y los moros a los otros) y sus primos los Ostrogodos se quedaron en Italia.
Felicitaciones por el comentario. es muy bueno.