09 enero 2019
Discurso de UNAMUNO en el Congreso en 1931
Discurso de Unamuno en el Congreso el 9 de setiembre de 1.931 sobre las lenguas hispánicas y a propósito de la oficialidad del castellano
El Sr. Unamuno:
"Señores diputados, el texto del proyecto de Constitución hecho por la Comisión dice: "El castellano es el idioma oficial de la República, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconocen a las diferentes provincias o regiones."
Yo debo confesar que no me di cuenta de qué perjuicio podía haber en que fuera el castellano el idioma oficial de la República , e hice una primitiva enmienda, que no era exactamente la que después, al acomodarme al juicio de otros, he firmado.
En mi primitiva enmienda decía: "El castellano es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tendrá el derecho y el deber de conocerlo, sin que se le pueda imponer ni prohibir el uso de ningún otro."
Pero por una porción de razones vinimos a convenir en la redacción que últimamente se dió a la enmienda, y que es ésta: "El español es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tiene el deber de saberlo y el derecho de hablarlo. En cada región se podrá declarar cooficial la Lengua de la mayoría de sus habitantes.
A nadie se podrá imponer, sin embargo, el uso de ninguna Lengua regional."
Mejor dicho, que si se encuentra un paisano mío, un gallego o un catalán que no quiera que se le imponga el uso de su propia Lengua, tiene derecho a que no se les imponga.
Tiene derecho a que no se le imponga. Claro que hay una cosa de convivencia y de conveniencia; pero esto es distinto; una cosa de imposición. Pero como a ello hemos de ir, vamos a pasar adelante.
Se ha creído que hay regiones más vivas que otras y esto no suele ser verdad. Las que se dice que están dormidas, están tan despiertas como las otras; sueñan de otra manera y tienen su viveza en otro sitio. (un diputado : Muy bien.)
Aquí se ha dicho otra cosa. Se está hablando siempre de nuestras diferencias interiores. Eso es cosa de gente que, o no viaja, o no se entera de lo que ve.
En el aspecto lingüístico, cualquier nación de Europa, Francia, Italia, tienen muchas más diferencias que España; porque en Italia no sólo hay una multitud de dialectos de origen románico, sino que se habla alemán en el Alto Adigio, esloveno en el Friul, albanés en ciertos pueblos del Adriático, griego en algunas islas.
Y en Francia pasa lo mismo. Además de los dialectos de las Lenguas latinas, tienen el bretón y el vasco. La Lengua, después de todo, es poesía, y así no os extrañe si alguna vez caigo aquí, en medio de ciertás anécdotas, en algo de lirismo. Pero si un código pueden hacerlo sólo juristas, que suelen ser, por lo común, doctores de la letra muerta, creo que para hacer una Constitución, que es algo más que un código, hace falta el concurso de los líricos, que somos los de la palabra viva. (Muy bien.)
Y ahora me vais a permitir, los que no los entienden, que alguna vez yo traiga aquí acentos de las Lenguas de la Península.
Primero tengo que ir a mi tierra vasca, a la que constantemente acudo. Allí no hay este problema tan vivo, porque hoy el VASCUENCE en el país vasconavarro no es la Lengua de la mayoría, seguramente que no llegan a una cuarta parte los que lo hablan y los que lo han aprendido de mayores, acaso una estadística demostrara que no es su Lengua verdadera, su Lengua materna; tan no es su verdadera Lengua materna, que aquel ingenuo, aquel hombre abnegado llegó a decir en un momento:
"Si un maqueto está ahogándose y te pide ayuda, contéstale: Eztakit erderaz. "no sé castellano."
Y él apenas sabía otra cosa, porque su Lengua materna, lo que aprendió de su madre, era el castellano.
Y hace cosa de treinta años, allí, en mi nativa tierra, pronuncié un discurso que produjo una gran conmoción, un discurso en el que les dije a mis paisanos que el vascuence estaba agonizando, que no nos quedaba más que recogerlo y enterrarlo con piedad filial, embalsamado en ciencia.
Provocó aquello una gran conmoción.
Hoy continúa eso, sigue esa agonia; es cosa triste, pero el hecho es un hecho, y así como me parecería una verdadera impiedad el que se pretendiera despenar a alguien que está muriendo, a la madre moribunda, me parece tan impío inocularle drogas para alargarle una vida ficticia, porque drogas son los trabajos que hoy se realizan para hacer una Lengua culta y una Lengua que, en el sentido que se da ordinariamente a esta palabra, no puede llegar a serlo.
El vascuence, hay que decirlo, como unidad no existe, es un conglomerado de dialectos en que no se entienden a las veces los unos con los otros. Mis cuatro abuelos eran, como mis padres, vascos; dos de ellos no podían entenderse entre sí en vascuence, porque eran de distintas regiones: uno de Vizcaya y el otro de Guipúzcoa.
¿Y en qué viene a parar el vascuence? En una cosa, naturalmente, tocada por completo de castellano, en aquel canto que todos los vascos no hemos oído nunca sin emoción, en el Guernica Arbola, cuando dice que tiene que extender su fruto por el mundo, claro que no en vascuence. "Eman ta zabalzazu munduan frutua adoratzen raitugu, arbola santua" "Da y extiende tu fruto por el mundo mientras te adoramos, árbol santo."
Santo, sin duda; santo para todos los vascos y más santo para mí, que a su pie tomé a la madre de mis hijos.
Y ¿qué ha ocurrido? Ha ocurrido que por querer hacer una Lengua artificial, como la que ahora están queriendo fabricar los irlandeses; por querer hacer una Lengua artificial, se ha hecho una especie de "volapuk" perfectamente INCOMPRENSIBLE.
Porque el vascuence no tiene palabras genéricas, ni abstractas, y todos los nombres espirituales son de origen latino, ya que los latinos fueron los que nos civilizaron y los que nos cristianaron también.
(Un señor diputado de la minoría vasconavarra: Y "gogua" ¿es latino?)
Ahí voy yo.
Tan es latino, que cuando han querido introducir la palabra espíritu, que se dice "izpiritué", han introducido ese gogo, una palabra que significa como en alemán stimmung, o como en castellano talante, es estado de ánimo, y al mismo tiempo igual que en catalán talent, apetito.
"Eztankat gogorik" es "no tengo ganas de comer, no tengo apetito".
(Un señor diputado interrumpe, sin que se perciban sus palabras.- Varios señores diputados: ¡Callen, callen!)
Me alegro de eso, porque contaré más. Estaba yo en un pueblecito de mi tierra, donde un cura había sustituido, y esto es una cosa que no es cómica, el catecismo que todos habían aprendido, por uno de estos catecismos renovados, y resultaba que como toda aquella gente había aprendido a santiguarse diciendo: Aitiaren eta semiaren eta izpirituaren izenian (En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo), se les hacia decir: "Aitiaren eta semiaren eta Crogo dontsuaren izenian", que es: "En el nombre del Padre, del Hijo y del santo apetito."
(Risas.)
Esto me recuerda algo que no olvido nunca y que pasó en América: que una Orden religiosa dió a los indios guaraníes un catecismo queriendo traducir al guaraní los conceptos más complicados de la Teología, y, naturalmente, fueron acusados por otra Orden de que les estaban enseñando herejías; y es que no se puede poner el catecismo en guaraní ni azteca sin que inmediatamente resulte una herejía.
(Risas.)
Y después de todo, lo hondo, lo ínfimo de nuestro espíritu vasco, ¿en qué lo hemos vertido?
El hombre más grande que ha tenido nuestra raza ha sido Iñigo de Loyola y sus Ejercicios no se escribieron en vascuence. No hay un alto espíritu vasco, ni en España ni en Francia, que no se haya expresado o en castellano o en francés.
El primero que empezó a escribir en vascuence fue un protestante, y luego los jesuítas. Es muy natural que nos halague mucho tener unos señores alemanes que andan por ahí buscando conejillos de Indias para sus estudios etnográficos y nos declaren el primer pueblo del mundo. Aquí se ha dicho eso de los vascos.
En una ocasión contaba Michelet que discutía un vasco con un Montmorency, y que al decir el Montmorency: "¿Nosotros los Montmorency datamos del siglo.., tal", el vasco contestó: "Pues nosotros, los vascos, no datamos."
(Risas.)
Y os digo que nosotros, en el orden espiritual, en el orden de la conciencia universal, datamos de cuando los pueblos latinos, de cuando Castilla, sobre todo, nos civilizó.
Y ahora hay una cosa. El aldeano, el verdadero aldeano, el que no está perturbado por nacionalismos de señorito resentido, no tiene interés en conservar el vascuence.
Se habla del anillo que en las escuelas iba pasando de un niño a otro hasta ir a parar a manos de uno que hablaba castellano, a quien se le castigaba; pero ¿es que acaso no puede llegar otro anillo?
¿Es que no he oído decir yo: "No enviéis a los niños a la escuela, que allí aprenden el castellano, y el castellano es el vehículo del liberalismo"?
Eso lo he oído yo, como he oído decir: "¡Gora Euzkadi ascatuta!"(Euzkadi es una palabra bárbara; cuando yo era joven no existía; además conocí al que la inventó).
"¡Gora Euzkadi ascatuta!" Es decir: ¡Viva Vasconia libre!
Acaso si un día viene otro anillo habrá de gritar más bien: "¡Gora Ezpaña ascatuta!" ¡Viva España libre!
Y sabéis que España en vascuence significa labio; que viva el labio libre, pero que no nos impongan anillos de ninguna clase".
Fenomenal, parece escrito o discurseado hoy mismo.
ResponderEliminarUn bravo para el bloguero por traer este discurso tan actual aunque hayan pasado más de 80 años.
DON PEDRO
EliminarEl nacionalismo es una forma de imbecilidad. Lo digo sinceramente. Es una forma de imbecilidad porque tú no puedes pensar que el señor que vive a 30 kilómetros más abajo o más arriba de ti es más tonto o más listo que tú. No puede ser así. Los seres humanos somos exactamente iguales.
Los del PNV decían entonces las mismas cosas que hoy sobre el idioma vascuence : falsedades para disimular la artificialidad de un idioma que estaba muerto por no ser usado.
ResponderEliminarDON JUAN
EliminarLos nacionalismos hoy son un arcaísmo en nuestra realidad. Cuando la humanidad da un paso con el pie izquierdo o derecho hacia delante, tarda siglos el segundo pie en ponerse al mismo nivel.
"el VASCUENCE en el país vasconavarro no es la Lengua de la mayoría, seguramente que no llegan a una cuarta parte los que lo hablan y los que lo han aprendido de mayores, acaso una estadística demostrara que no es su Lengua verdadera, su Lengua materna; tan no es su verdadera Lengua materna, que aquel ingenuo, aquel hombre abnegado llegó a decir en un momento:
ResponderEliminar"Si un maqueto está ahogándose y te pide ayuda, contéstale: Eztakit erderaz. "no sé castellano."
ESPLÉNDIDO PÁRRAFO que sigue estando vigente.
Y lo del naúfrago que no debe de ser salvado al no saber vascuence, es una de las muchas idioteces que dijo SABINO ARANA.
Y él apenas sabía otra cosa, porque su Lengua materna, lo que aprendió de su madre, era el castellano."
Los más iletrados de los políticos acostumbran a jugar con los idiomas como argumento de sus cencerradas. Lo perfeccionó el orate ARANA y los actuales seguidores suyos siguen sin salir de la cáscara de huevo de cuervo en que viven.
EliminarLos "maestros ciruelos" del PNV se han inventado un idioma que no existía antes, a base de crear palabras artificiales. Y ya lodetectó hasta Unamuno allá por 1931.
ResponderEliminarDON CARLOS
EliminarSí, desde 1980 una hornada de curas y frailes rebotados de sus sotanas se han dedicado a perfeccionar la creación de un vascuence falso y ridiculizante para quien lo usa.
Como lei hace poco en una red social: "los idiomas son una desgracia". Y así es, totalmente de acuerdo con la sentencia.
ResponderEliminarSEÑOR OGRO
EliminarSon una desgracia cuando se desnaturalizan y reinventan como han hecho los excuras que a eso se dedican en el PNV.
Con palabras como GAILUA (inventada recientemente) solucionan montones de descripciones inexistentes en vascuence : añadiendo BERO (calor) a gailua, o IGO(subir) a gailua, obtienen el equivalente en castellano de aparato de calefacción o de ascensor.
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