El tribunal, que preside la magistrada Concepción Espejel, les impone penas de entre dos y 13 años de prisión, además de obligarles a indemnizar a los agentes agredidos con 9.200 euros por lesiones, en el caso del teniente; 3.750 euros, al sargento y 6.100 euros a cada una de sus parejas por las lesiones.
Además, por las secuelas y daños morales, la Sala ha fijado indemnizaciones de 45.000 euros para la novia del teniente y 25.000 euros para la novia del sargento.
Los magistrados no pasaron por alto que los ocho jóvenes, con edades comprendidas entre los 32 y los 21 años, actuaron movidos por "la animadversión y menosprecio a la Guardia Civil y por motivos claramente ideológicos", pero consideran que no quedó acreditada la finalidad terrorista de las agresiones, como tampoco su vinculación o pertenencia a la organización terrorista ETA.
Dicho esto, aprecian circunstancias agravantes de abuso de superioridad y de odio en sus condenados, dejando claro que "no puede permitirse que en el siglo XXI, y en un Estado democrático y de derecho, se prive a unas personas solamente porque tengan la condición de guardias civiles".
Iñaki Abad y Aratz Urrizola, dos de los condenados |
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ResponderEliminarMenos mal. Una condena a medida. No se puede pegar a los policías por el hecho de serlos y menos, tomar su cuerpo por entretenimiento. Espero el mismo castigo cuando se agreda por el hecho de serlo a homoxesuales, mejeres,médicos,maestros,niños etc etc.
ResponderEliminarDON JUAN CARLOS.
EliminarSí, señor, esta vez los ropones se han mostrado como deben de ser : con valor y equidad.
Ojalá, como bien comentas, se apliquen similares sentencias en los casos de agresiones a todos los que citas, especialmente a niños.