12 abril 2018
Las "gotas" del café
Cuando los cafés empezaron a popularizarse en España a mediados del siglo XIX como establecimientos de hostelería y nidos de tertulia, el café con gotas se convirtió en una institución social semejante a la actual tapa.
La generosidad y calidad del mejunje servía para elegir un local u otro, de modo que todos, absolutamente todos los cafés acabaron dando este servicio que, dependiendo del ánimo del camarero o del precio estipulado, podía ser buen café y ron de primera o aguachirri con matarratas.
En 1888 la subida de los impuestos sobre el alcohol hizo que durante un tiempo se dejaran de servir en Madrid las gotas.
Infinidad de artículos se escribieron en la prensa española dedicados a llorar el bistec barato y las gotas de ron, aguardiente o cognac. "El café con gotas es una institución que por sí sola merecería un golpe de estado y va a perturbar a muchas familias, privándolas de la dulce poesía de la tertulia del café. ¿Qué será de la tranquilidad de tantos hogares si en las horas de la siesta, o de la prima noche, el cabeza de familia se ve retenido en casa porque la impía determinación de los cafeteros le priva del regalo de las gotas?", se lee en 'El Heraldo de Madrid".
Se dijo que su eliminación cercenaba los derechos individuales y atacaba el estilo de vida y las costumbres nacionales, incluso que aquella afrenta merecía un movimiento revolucionario al grito de ¡Queremos gotas!'
ANA VEGA
Este país ha vivido y vive en permanente tendencia a la revolución y a considerar atentado vital al Estado hasta el punto de reclamarlo por que los bareros no regalaran GOTAS de licor en el café.
ResponderEliminarDON JOSE ANTONIO
EliminarNos debieron de transmitir en los genes los cartagineses o los fenicios : la afición a organizar pistofios por cualquier causa.
Cuánto se aburrian aquellos señoritos de café y qué irresponsables eran por cuanto que consideraban una afrenta el cobro de las gotas de licor por los bareros y no reparaban en que la mayoría de los pueblos de aquella España carecían de agua, luz y escuelas.
ResponderEliminarDON ARISTIMUÑO
EliminarAquella España estaba formada por "rentistas" que se pasaban el día en los cafés, y los campesinos dedicados a trabajar.
Y los primeros nunca se enteraron de cómo iba el país.
El periodista que escribió lo de "El café con gotas es una institución que por sí sola merecería un golpe de estado", o era un chuflista o un redomado tonto de remate. Lo que demuestra que a partir de Carlos III el país ha ido para atrás.
ResponderEliminarDON JUANCHO
EliminarTe contesto lo mismo que a Aristimuño :
"Aquella España estaba formada por "rentistas" que se pasaban el día en los cafés, y los campesinos dedicados a trabajar.
Y los primeros nunca se enteraron de cómo iba el país. "
Aquellos señoritos de café, tan ridiculizados por los escritores del 98, perdieron Cuba y Filipinas y ni se inmutaron. Se supone que eran la representación de la derecha de la época.
ResponderEliminarDON MARTIN
EliminarEran tan irresponsables aquellos señoritos de café y gotas de anís o de ron que cuando les informaron que Usa se había apoderado de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, se fueron a los toros a pasar la tarde.
Pues yo voy a defender la gotas, maxime cuando desaparecen porque, oohh sorpresa, el estado decide que hay que subir los impuestos y exprimir a los putos ciudadanos. Podemos pensar que era para mejorar la calidad de vida de las zonas rurales, lo mismo que nos podemos creer que la miriada de subidas de impuestos con las que nos atizan cada año ahora mismo, son "por nuestro bien".
ResponderEliminarSEÑOR OGRO
EliminarA estas alturas deben de quedar muy poquitos los que se crean que el aumento de impuestos es POR NUESTRO BIEN.
Ahora con el café en vez de GOTAS nos ponen una galletita. Y todos tan contentos.