La Ilustración nos alejó de las supersticiones del pasado, demostrándonos que una tempestad no es una venganza del dios Neptuno, pero no fue capaz de vacunarnos contra la seducción de las charlatanerías políticas ni consiguió ponernos a salvo de las decepciones políticas.
Piensen, por ejemplo, en los entusiasmos de la Revolución Francesa y en el desencanto que siguió a los grandes impulsos de Napoleón, el conquistador insaciable, el ilusionista de la victoria.
Dice el historiador Fernando García de Cortazar que "La historia nos enseña que el mundo no puede ser redimido de una vez para siempre y que cada generación tiene que empujar, como Sísifo, su propia piedra, para evitar que ésta la aplaste. Sin embargo, individuos y pueblos enteros no cesan de renunciar voluntariamente a esa sencilla lección para refugiarse una y otra vez en la utopía. De otro modo nunca habría sido posible que tras la Primera Guerra Mundial, que voló literalmente la creencia confiada en el progreso de los positivistas del siglo XIX, las gentes de los años veinte volvieran a soñar con Tierras Prometidas y se lanzaran al futuro más ilusionante y sombríamente fracasado del siglo XX: el espejismo soviético, una promesa mucho más estéril que la napoleónica".
Por el contrario, la Revolución de Octubre, que tanto conmovió a los intelectuales de la Europa occidental y a los parias de la Tierra, sólo ha dejado como herencia la cámara de los horrores de Stalin. Sin olvidar una nube de antiguos jerarcas que han pasado de un mundo a otro cambiando simplemente de chaqueta, partidarios del mercado y de las elecciones, o bien reciclados en el más siniestro de los nacionalismos.
Hoy, toda la franja del islam, desde Marruecos a Persia, tiene su propio Gobierno, monárquico o republicano. Pero la estrella modernizante de Nasser y su llamada al modernismo árabe han sido suplantadas por el prestigio del imán Jomeini y sus herederos políticos, faros de un decidido rechazo a Occidente y una recuperación rabiosa del integrismo islámico.
Piensen vuesas mercedes en que el Holocausto no se habría podido llevar a cabo con tanta eficacia de no haber sido por la colaboración de miles de empleados del ferrocarril, carteros, funcionarios del censo y policias municipales, que quizá no eran nazis y muchos de ellos no sentían manía contra los judios, pero cumplieron con su trabajo diligentemente por la simple razón de que se lo ordenaban sus superiores.
No se les ocurrió falsificar un número, traspapelar un documento o boicotear un convoy.
Mucho de eso sucede con los funcionarios y jueces del sistema zapaterista. Y es que hasta para quebrar y arruinar a un país como España también se necesita mucha colaboración de muchos españoles canallas.
Porque la historia de las decepciones es tan vieja como Homero. Y no deja de repetirse.
Hace veinte años, después de veintisiete de cárcel, Nelson Mandela salía en libertad para poner en marcha uno de los más esperanzadores acontecimientos históricos de finales del siglo pasado. Tras una compleja negociación política con el Gobierno racista del apartheid, Mandela llegó a la presidencia y consiguió unir al que había sido el país más dividido del mundo.
Hoy, la ilusión de aquel comienzo ya no existe. Hoy, las clases dirigentes del Congreso Nacional Africano (ANC) viven entregadas a la cultura del lujo y la ostentación. Todo esto, en un país asfixiado por la delincuencia y la corrupción municipal, un país que sigue siendo un océano de pobreza.
Desde el fondo de la experiencia, hora es de que no hagamos caso a ninguna propuesta de los fantoches y majaderos de todo tipo circulando por los comederos de la mamandurria. Mejor que seamos conscientes de que la política es un arte de realidades y no un fumadero de opio.
Una lección que, tras seis años de políticas de imagen, algunos españoles también empiecen a entender ahora lo que es un bluff que ha desembocado en el mayor recorte social de la historia de nuestra democracia.
Viendo la incorregible y fatal ceguera del inepto Zapatero, que durante dos años perdió todo contacto con la realidad que nos acosaba, y que ahora parece creer que puede hacer de pronto lo contrario de lo que defendía hasta la víspera y seguir como si nada.
Voy a terminar diciendo lo que ya sabe todo el mundo : este es un país de catetos y palurdos, obcecados y cerriles como nadie. Un país de ignorantes que se enorgullecen de su ignorancia y hasta alardean de ella. Un país de sumisos que presumen de rebeldes, que se reconforta en su propia y grosera pequeñez.
Tellagorri
mejor excepticismo decepción
""El hombre esta hecho para el error. Este entra en su espíritu con toda naturalidad, pero para descubrir una verdad requiere un gran esfuerzo (Federico el Grande).Suscribo el comentario que hace Garcia de Cortazar, el problema de los seres humanos desde el principio de los tiempos, ha sido siempre la supervivencia, y el acomodamiento dentro de unos canones, que en cierta forma le hagan sentirse que forma parte de algo, por lo que en cuanto consigue una cierta estabilidad,se acomoda, dejandose llevar por la corriente, sin querer salir del circulo en que esta metido.Pues cree que ha llegado a la meta, de ahi que, en lo que llamamos sociedades modernas, los individuos, tengan un comportamiento pasivo y tendente a la sumisión con respecto a los gobernantes,pues viven en la utopia de los derechos conseguidos, sin darse cuenta, que, esos derechos le son arrebatados con la escusa de su seguridad.
ResponderEliminarUff, vaya tema metafisico-filosofico ha buscado hoy.
Un saludo.
Así es este País, Tellagorri. De lo contrario, en las próximas elecciones el PSOE se quedaría en un máximo de 8 o 10 Diputados.
ResponderEliminarDijeron que la Guerra era la continuación de la Política por otros medios.
En España, la Política, es la continuación del Fútbol por otros medios. Somos del equipo que sea (en mi caso, el Athlétic), y juegue mal, peor, pierda siempre, aburra hasta a los lirones, seguimos siendo del mismo equipo.
Pués en la Política, igual. A los que son del PSOE, muchos, simplemente, por ser antiPP, les da igual que nos arruinen, nos hundan, nos amarguen la existencia, nos echen a la cola del paro. Lo importante es que nuestro equipo/partido político, gane el próximo partido/elecciones...
O, al menos, que no lo haga nuestro eterno rival.
DON MANUEL
ResponderEliminarEs triste pero sucede lo que Ud. dice : el individuo tiene un comportamiento pasivo y sumiso a los gobernantes, por simple comodidad.
Los hay que tiene una labia divina, y son entronizados por la prensa como si de nuevos mesías se tratara. Auténticos trileros más falsos que judas. Vendedores de humo y encantadores de serpientes, pero adorados por la masa.
ResponderEliminarDe Nelson Mandela ya oí hace muchos años, antes de que llegara al poder, que su mujer vivía a todo lujo, rodeada de una escolta de fieles que maltrataba a todo el mundo que no accedía a sus caprichos, llegando a la tortura y al asesinato. Lógicamente todo se silenciaba para no manchar la imagen de Mandela, algo parecido a lo que sucedía con la mujer de Arafat.
"Voy a terminar diciendo lo que ya sabe todo el mundo : este es un país de catetos y palurdos, obcecados y cerriles como nadie. Un país de ignorantes que se enorgullecen de su ignorancia y hasta alardean de ella. Un país de sumisos que presumen de rebeldes, que se reconforta en su propia y grosera pequeñez."
Esto no hay que decirlo, hay que gritarlo a los cuatro vientos.
INISFREE
ResponderEliminarHas dado con la comparación perfeca : la política es la continuación del futbol. Votamos para evitar que gane el otro, sin importar que nuestro equipo es una calamidad.
DAMS
ResponderEliminarMuchas gracias por el aviso. Sucede cuando se escriben rápido los títulos para darle a publicar.
Es verdad : hacía daño a los ojos.
ASPIRANTE
ResponderEliminarA pesar de las modernizaciones y del traslado de inmensas cuantías de gentío de las aldeas a las urbes grandes, el españolito sigue siendo un labriego con Renault o Bmw que se asombra con el charlatán de fería que vende peines y parece que vendiera joyas a precio de ganga.
Magnífico artículo, Tella.
ResponderEliminarSi todo el mundo tuviera las ideas tan claras, otro gallo nos cantaría, seguro.
Nos ha resultado tan fácil acostumbrarnos a hacer lo mínimo para vivir que ahora nos va a parecer imposible adaptarnos a formas y maneras de antaño para sobrevivir.
Y es que esto va para atrás que se las pela como la gente no abra los ojos, entienda, analice, decida y eche del poder a la panda de ineptos que nos mangonea.
Un abrazo.
DOÑA ELENA
ResponderEliminar"Esto va para atrás que se las pela" es una verdad científica constatable.
Como dice Inisfree, el gentío funciona en Política como si fuera un partido de futbol más : que no ganen los contrarios, sin importar que los nuestros nos están arruinando.
Hola tellagorri,por las fotos que cuelgas y ciertos datos me parece enterder que o eres de zarauzt o conoces bien esa poblacion por lo que habiendo yo tambien residido en ella mucho tiempo(aun voy muy de vez en cuando)me gustaria saber tu opinion o que escribieras algo sobre el asesinato de Jose ignacio iruretagoyena que fue uno de los mas cobatrdes realizados por esa banda de miserables.
ResponderEliminarLes fue facil poner en el punto de mira a una persona sin malicia,inocente y que estaba convencida de que por ir de potes con gente de batasuna estaba libre ser una diana.
HERMES
ResponderEliminarSoy residente en Zarauz, en efecto, y sobre el pobre Iruretagoyena poco cabe hablar.
Su padre, un clásico cashero de toda la vida que montó un almacén de maderas, fue el primero que tuvo el valor de aceptar representar al Pepé en el Ayuntamiento.
Nadie en este pueblo, ni en casi ninguno de Vasconia, osa representar al pepé porque ya se ocupan los peneuveros de desacreditarlo, antes de que Eta les pegue un tiro en la nuca.
Los concejales que suele haber del Pepé suelen ser foráneos y ajenos a cada pueblo. Pues bien, Iruretagoyena padre se atrevió, con típica mentalidad de vascongado honrado y conservador ( como han sido siempre y lo son las gentes del campo o agricultores)y fue objeto de los boicoteos y marginaciones de un alcalde peneuvero que se creía el "Vengador de los gudaris derrotados en la guerra civil", un tal MURUA. Llegó incluso a ser Diputado General, el Murua, porque el peneuve no dispone de gente que pueda mostrar títulos superiores a Bachiller elemental, y éste era profesor de matemáticas en el Escuela Profesional. Un mindundis con ínfulas.
Tras varias legislaturas de Concejal, Iruretagoyena padre trasladó su responsabilidad a su único varón, que era un chico exactamente igual que él : un buenazo, ingenuo y amigo de todo el mundo.
Y eso molesta mucho a quienes desean que el enemigo debe de mostrar un aspecto represor y oligárquico.
Exactamente lo mismo que le sucedía a Gregorio Ordoñez den San Sebastián, quien, de familia muy humilde, se estaba llevando a la gente de calle e iba a ser con seguridad el siguiente alcalde de la ciudad.
A Iruretagoyena hijo le pusieron una bomba-lapa en su coche y voló.
Me contaba su padre, hombre que habla con todo el mundo y a las personas sólo las distingue por su calidad humana y no por ideologías, que cuando el alcalde Murua fue a su casa a darle el pésame, le negó el paso y le llamó hipócrita.
Tal cual hacian nuestros bravos antepasados que dominaban mares y se metian a colonizar tierras americananas, con su proverbial lema de : Parcos en palabras y largos en hechos, y no dudaban en llamar bellaco a un Duque que lo fuese.
Catetos y cobardes, es que más no se puede añadir al post de hoy Tella, no es que no esté especialmente brillante o inspirado (sabes que eso a los de Alcalá no nos pasa), pero cuando hablas de lo que tenemos encima por borregos ya no sé que más añadir.
ResponderEliminarISRA
ResponderEliminarSí, complutense, llevas razón. No es muy brillante hartarse de repetir que vivimos entre catetos y palurdos.
Pero es que, cuando se trata de la actual España, por cualquiera de las partes que lo analices y en comparación a lo que se te ocurra, siempre la conclusión resulta la misma : ESA.
"Como Sísifo, su propia piedra, para evitar que ésta la aplaste".
ResponderEliminarMe duele mucho lo que voy a escribir, en Andalucía no es que tengamos "una piedra", tenemos una LOSA.
¿Crisis, qué crisis? dicen los ineptos políticos/as, y el gentío va y si lo creen, les da igual que les roben, encima sin trabajar.
En Sevilla votan a la marca PSOE, hasta el Lopera -presidente del Betis- amenazó al Partido conque haría lo posible para que "sus criaturitas" no los votaran más, eso es lo que hay, y lo más triste es que a la alternativa no se les ven ni se les espera, están muy cómodos en el "ministerio de la oposición". Abrazos
PASION
ResponderEliminarSí, creo que en Andalucia con las tramapas-chanchullos de los sociatas teneís una LOSA encima.
El gentío se agarra al PER y a las subvenciones y es como la gente de Sicilia que siempre defienden a los mafiosos aunque algo caiga asesinado.
Un cariñoso saludo
Curioso, ¿qué representa la foto de la colectividad alemana de Argentina? Jeje. Te cuento que esa fotografía es de mi autoría y fue tomada en una de las colonias alemanas de Argentina. La localidad se llama Villa General Belgrano y está ubicada en la Provincia de Córdoba. Fue hecha una noche muy agradable en un Restaurant llamado "Tante Leny", o sea, "Tía Leny". Mucha música alemana, comidas típicas y mucha cerveza. Si te interesa, acá tenés otra: http://img121.imageshack.us/i/villageneralbelgranocol.jpg/ Saludos!
ResponderEliminarGRACIAS, AMIGO CRISTIAN, ignoraba que esa fotografía fuera tuya. Con tu permiso la voy a mantener en el Post, y ya he visto la otra que me indicas. La insertaré en un escrito en el que venga a tenor de su contenido.
ResponderEliminarUn muy cordial saludo