25 febrero 2015

El hombre que removió la montaña

La historia de Dashrath Manjhi es absolutamente increíble, digna de todos los honores. Es la historia de un hombre cuya fe movió una montaña... literalmente.  Para compartir su milagro con vosotros tenemos que viajar a un diminuto y humilde poblado llamado Gehlaur, próximo a la ciudad de Gaya, en el norte de India; y retrotraernos a 1960.

En aquella época, los habitantes de Gehlaur vivían completamente aislados: una montaña rocosa se alzaba entre ellos y Wazirganj, donde estaban las escuelas, los hospitales y el empleo de la inmensa mayoría de los habitantes de la comunidad.
Dasrath Manjhi no era una excepción. Trabajaba al otro lado de la montaña y Phaguni, su esposa, le acercaba comida y bebida a diario. Pero un día de 1960, Phaguni recorriendo el escarpado camino había sufrido una caída, perdiendo los víveres e hiriéndose levemente. Viendo a su desconsolada esposa, Dashrath dijo basta. Si nadie tomaba cartas en el asunto, él mismo lo haría.

Vendió unas cabras que eran su posesión más valiosa y con el dinero compró un martillo, un cincel y varias palancas. Con esas modestas armas se propuso desafiar a la montaña. Manteniendo su puesto de trabajo, robando horas al sueño, comenzó a picar y picar. Algún tiempo después de comenzar su tarea, su mujer Phaguni enfermó y no logró sobrevivir, pues el doctor más cercano estaba a 75 kilómetros a pie. Fue un mazazo terrible para nuestro protagonista, pero el dolor no hizo más que alimentar su obstinación.

Los vecinos de Gehlaur empezaron a ofrecer alimentos a Dashrath, que pudo dejar su anterior empleo para dedicar toda su energía a batirse día y noche con la montaña. Y así fue como en 1982, nada menos que 22 años después, Dasrath Manjhi ganó la batalla. Con sus manos, un martillo, un cincel y algunas palancas había conseguido crear un camino de 100 metros de largo y 10 de ancho, que aún hoy permite a los habitantes de más de medio centenar de pequeños pueblos de la zona de Atri llegar al hospital o la escuela recorriendo cinco kilómetros. Este héroe semianónimo murió en 2007, víctima del cáncer.

(Bitacoras.com)
   

12 comentarios:

  1. Respuestas
    1. DON TRECCE
      Muchísima. Y creo que también mucha rabia por la situación de enclaustramiento entre montes.

      Eliminar
  2. Que crack el tio, que crack.
    El puto amo, no tengo nada mas que decir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SEÑOR OGRO
      Sí, es un crack. Si hubiera muchos indúes que trabajaran como él, la India sería primera potencia económica mundial.

      Eliminar
  3. Admirable el fulano y asombroso, también, que ningún vecino le echara una mano con los pedruscos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON BWANA
      Tan práctico como siempre echando de menos a los restantes vecinos que miraban cómo iba rompiendo piedras para abrir camino el buen Dashrath.
      Y lo cierto es que vuesa merced tiene mucha razón.

      Eliminar
  4. Con vecinos cono estos, porque seguro que utilizan al caminito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON MAMUNA
      Esos vecinos son unos ingratos porque son los primeros en aprovecharse de los sudores de Dashrath.

      Eliminar
  5. Increíble. De otros tiempos y otros lugares.
    Aquí, muy probablemente, vendría algún inspector de cualquier organismo a pedir papeles, tasas y, si al picador se le ocurre levantar el martillo en un descuido, una temporada a la sombra.
    Ah, y un peaje, no nos olvidemos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON HEREP
      Sí, como deces, "de otros tiempos" y también de otros lugares ajenos al nuestro.
      Aquí, como comentas, el munipa de turno le habría exigido papeles de licencias de obras tanto provinciales, como locales como de la Comandancia de Costas.

      Eliminar
  6. Dudo mucho que una sola persona y con un cincel manual pueda hacer ese corte a roca viva.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. DON REPUBLICA
      Yo no porque la necesidad da mucha paciencia y se pasó 22 años haciéndolo.

      Eliminar