31 diciembre 2011

Dos mil doce





Qué mejor que un estómago satisfecho para poner en marcha todos nuestros grandes propósitos (los que los tengan) para los doce próximos meses.

Aviso :  Uno de los grandes problemas de las comidas navideñas se nos presenta a la hora del postre. Ese fatídico momento en el que la mesa se llena de turrones, barquillos, mazapanes, polvorones y todo tipo de dulces.

Ojo con esos postres.






Según la AEMET, la cota de nieve se situará entre 800 y 1.000 metros en Pirineos y País Vasco.

 Las temperaturas, las nocturnas registrarán un ligero o moderado descenso en la mitad norte peninsular.  En el resto, pocos cambios aunque con heladas débiles en el interior y localmente moderadas en la meseta norte.



A TODOS LOS LECTORES Y BLOGUEROS : Que nos quedemos como estamos aunque con otros ropones y policias.




29 diciembre 2011

Caída imperio terror

La inmensa y monstruosa construcción del imperio comunista se desmoronó como un castillo de naipes sin que nadie saliera a defenderlo. Dentro sólo había confusión y rabia. Y un sálvese quien pueda. Fuera todo era estupefacción.

El hundimiento de una gran potencia mundial en tres días es difícil de entender y asimilar. Pero sucedió en ese brevísimo espacio de tiempo. En apenas 72 horas se pasó de un golpe involucionista de nostálgicos del comunismo estalinista más puro a la constitución de la Confederación de Estados Independientes (CEI) que no era sino la gestora de liquidación.

Poetas e intelectuales de todo el mundo habían cantado la gesta redentora de la humanidad proletaria. Durante más de setenta años la humanidad había mirado con pasión, entusiasmo o terror hacia la cuna del mundo nuevo, de los tiempos nuevos que prometía la superación y haría olvidar toda la historia anterior vivida por el hombre.

Todo era brutalidad, ambición y mentira desde un principio en una maquinaria que creció sin cesar y devoró insaciable todo y a todas las víctimas que cayeran a su alcance. La barbarie estaba en la idea inicial, combinación del desprecio asiático al individuo y el mesianismo occidental.

Es obvio que la implosión fue tan súbita porque el hundimiento había comenzado mucho antes.
¿Cuándo?
Quizás cuando Jruschov compareció ante el XX Congreso en 1956 para revelar algunas de las atrocidades que se habían cometido bajo Stalin. Quizás ya en las primeras hambrunas bajo Lenin cuando el carácter monstruoso y totalitario del régimen ya era absoluto e irreversible.

Desde las protestas de 1953 en Berlín oriental, pasando por Budapest, Poznan y Praga, hasta llegar a Gdansk en 1980. La tecnología y la información del mundo libre habían ganado para entonces la guerra. Y fueron los polacos y demás pueblos de Europa central y oriental los que demostraron a Occidente que se podía vencer al monstruo.

Gracias a un presidente norteamericano, Ronald Reagan, y a un Papa de Roma, el polaco Karol Wojtila, hubo coraje para vencer a lo que era una superpotencia hecha por el mal y para el mal. Así se hundió el imperio en 1989. Dos años más tarde se rompía el cascarón vacío.

La historia del hundimiento de la URSS es todo un canto al coraje y contra el conformismo y el apaciguamiento.

Aunque muchos no se acuerden.



28 diciembre 2011

Machinadas contra prebostes

Ya en los siglos XVII y XVIII algunos vascos muy cabreados solían pasarse por la guadaña a los "señoritos" de la época (alcaldes, curas y prebostes), por culpa de lo que hacían y que era, más o menos, lo que hoy siguen haciendo los señoritos que gobiernan. Por ello, es bueno tener noticia del tema. Las algaradas se denominaban : MACHINADAS.

En toda la historia de estas revueltas de vascos (en los siglos XVII y XVIII) se dan tres circunstancias claves :
a) Coyuntura agraria grave
b) exigencia de tributación extra, y
c) situación bélica o exigencia a las provincias vascongadas de aportación de milicias. (El Fuero eximía de levas militares obligatorias a los vascos).

A esta revueltas se las terminó denominando machinadas, calificativo que deviene de Machín o San Martín, patrono de los FERRONES, porque la base de las mismas se inicia entre ferrones y campesinos relacionados con las ferrerías vascas. Y el término quedó, popularmente, como equivalente a asonada o insurrección.

Las más graves son las de 1718 y 1766, aunque las hubo en 1731 en Irún a raíz de la leva de marinería, en 1733 en Placencia de la Armas, por la fábrica de armamento, la de 1739 en Azpeitia a causa de la carestía del grano o pan, la de 1743 en Hernani, etc. etc.

Los fueros garantizaban : La hidalguía universal, la exención fiscal de determinados productos, y la exención del servicio militar, así como la libertad de comercio.

Las infracciones a algunas de estas "foralidades" por parte de los miembros de Juntas Generales Provinciales o bien por los mercaderes, clérigos y clase urbana, fueron las causas generales de tales insurrecciones populares.

En muchos casos, se venía larvando una hostilidad creciente entre jaunchos (señoritos) rurales de un lado, y comerciantes o burguesía urbana por el otro. Es una lucha feroz entre las clases trabajadoras (de ferrerías y campo) contra comerciantes y notables urbanos, dominantes de las instituciones de gobierno provincial.

Las víctimas de la machinadas son muestra de lo expuesto :

1- La acción popular ajustició en 1632 a Domingo de Castañeda, alto funcionario de la Audiencia del Corregidor;
2.- Saqueó la casa de don Pedro Fernández de Castañeda y la de don Pedro de Villela (alcalde Bilbao el uno y comisario de galeones el otro).

Es decir, hombres poderosos con beneficios agrarios, cosecheros de vinos, propietarios rurales o inversores de negocios y clérigos fueron los objetivos de la masa de amotinados.

Dar muerte a los poderosos, y que se respeten los derechos de las clases más desfavorecidas, en aquella época preinduatrial, es la clave de la mentalidadl popular o comunitaria.
En las dos graves machinadas (1718 y 1766) la cosecha agraria más importante de Vizcaya y Guipúzcoa era el maiz.

Y en ambas es la base del descontento por ser deficitarios en grano y disponer sólo de otras dos actividades : la pesca en Guetaria, Motrico, y los ferrones ( Mondragón, Placencia, Eibar, etc.).

Alberoni, ministro del rey, estableció aduanas de tasas, lo que provocó la ira de los comerciantes y campesinos porque a los primeros les controlaba el tráfico de mercancias (tabaco, sal, etc) y a los otros porque les arruinaba el contrabandeo.

También es curioso que en todas las aldeas rebeldes los cabecillas eran los notarios y los secretarios municipales. Siempre es en la aldea campesina dónde se inicia la revuelta.

MACHINADA de 1766
El foco del motín se localizó en Guipúzcoa, capitaneada por Azcoitia y Azpeitia, en las zonas de Elgoibar, Eibar, Mondragón, Deva, Motrico, Zumaya, Cestona, Guetaria y Zarauz, prolongándose timidamente hasta Hernani.

Los defensores del orden son los donostiarras, autoridades y comerciantes. También las fuerzas vivas de Tolosa y Vergara se posicionaron con las autoridades.

Es obvio que en la expansión machina tuvieron tuvieron siempre un papel determinante las redes de tabernas, mesones, mercados, ventas y ferias, y la presencia de notarios y secretarios municipales.

Los aldeanos, a toque de campana tañida, se congregaban en las puertas de los ayuntamientos y se decidía la partida hacia los centros de poder, siendo de detacar el papel dirigente de las mujeres campesinas.

Los machines cuando actuan lo hacen contra los estancos, aduanas, levas y acaparamiento de comestibles.

Con la profunda convicción de que los precios deberían ser regulados en épocas de escasez y que los comerciantes acaparadores son los criminales, los saqueos, muertes, incendios forman parte de un ritual purificador.
Por otra parte, protestan y actuan sin negar ni poner en duda su sumisión a la Corona.

Al grito de "Viva el rey" y "Viva los Fueros" recriminan la violación de las libertades aldeanas por parte de recaudadores de impuestos, comerciantes y malos gobernantes provinciales. Y así vemos el tal sentido justiciero en las peticiones que formulan:

-Que no se pague el diezmo de la castaña; que los clérigos no salgan de casa después del angelus; que si algún clérigo cayese en pecado de fragilidad, le CAPEN publicamente a la tercera; que el que tiene dos capellanías, se le quite una; que la Villa pague salario al médico y no exija sisa por ello a los vecinos: que la fanega de trigo valga 26 reales y 15 la de maíz, etc. etc.

El alcalde de San Sebastián, don Manuel Arriola, junto al coronel Kindelán y con 300 soldados, más los vecinos de Irún, Oyarzún, Rentería, Hernani y Urnieta partió en dirección a Azpeitia.
En Loyola (Azpeitia) detienen a 74 oficiales y peones que trabajaban en la construcción del colegio de los Jesuítas, junto con otros detenidos posteriormente, sumando más de trescientos en dos días..
Los encausados fueron juzgados de forma sumarísima y se dictaron varias penas de muerte (no ejecutadas) y numerosas multas, confiscaciones de bienes, destierros y prisión en galeras.

Como se ve a los "kaleborrokas" no los trataban como ahora, que los dejan tranquilos por aquello de que "no conviene cabrear a Eta". Pero los "campesinos y fundidores de hierro" (fabricantes de armas para los ejércitos) tenían agallas para enfrentarse a los abusos de sus gobernantes provinciales. Nada que ver con las masas ovejunas de ahora.

Por Tellagorri



27 diciembre 2011

Valeroso Ibai

Hace un año, la vida de este niño tuvo en vilo al país, le trasplantaron cinco órganos a la vez. Sin embargo, su lucha no había hecho más que empezar: Este septiembre, un virus lo mandó de nuevo al quirófano, sólo hace unos días ha vuelto a sonreir.

Día de los inocentes, 28 de diciembre de 2010. Ibai, de cuatro años, entra a un quirófano del hospital de La Paz, en Madrid. Siete horas y media después sale con cinco órganos nuevos en su organismo: hígado, estómago, duodeno, intestino delgado y páncreas. El éxito de su operación es una noticia positiva en medio de la crisis.

Ibai abandonó el hospital en abril, cuatro meses después del trasplante. Iba en un carrito de bebé; su boca, cubierta por una mascarilla. "Está tan contento que no quería esperar a la ambulancia", contaba su padre, Javier Uriarte.

Los médicos, a su lado, advertían: la nueva etapa será delicada. Se deben hacer revisiones periódicas y, sobre todo, cuidar la función renal y evitar deshidrataciones e infecciones.

En septiembre, más buenas noticias. Ibai volvía a su ikastola en Zarátamo (Vizcaya). Según sus padres, estaba tan excitado que habría ido a clase el domingo.

La realidad, sin embargo, es implacable. Pronto recordaría a la familia Uriarte que la vida aún está lejos de ser fácil para ellos. "Todo iba bien (rememora Javier). El 26 de septiembre iban a cerrarle la bolsa donde hace sus necesidades. Era importante para nosotros. Fuimos a hacerle las pruebas para la operación y surgieron los problemas: un virus que se reactivó, dificultad para respirar... Había que hospitalizarlo".

Ingresar de nuevo a su hijo en el centro donde pasaron los cinco meses más angustiosos de su vida fue una prueba, otra más, para la familia.

"Hemos pasado mes y medio en Madrid (cuenta Javier). Nuestro otro hijo, Markel, de nueve años, se quedó en Bilbao con sus abuelos. Me dan la baja (es vigilante de seguridad), pero, claro, son muchas ya".

Ibai, que ya tiene cinco años, lo lleva mejor.

"Es duro para él (dice Javier), pero está contento. Ha vuelto a clase y, si todo va bien, en enero le quitarán la bolsa. Quiero llevarle al Circo del Sol, a Ibai le hace una ilusión enorme. Antes espera que esta noche, el Olentzero (quien lleva los regalos de Navidad a muchos niños vascos) le traiga unas pistas de coches que ha pedido.
"Creo que se las traerá", presagia Javier.



NOTA DEL BLOG
La historia de este chaval es espeluznante. En el vientre de su madre se gestaron dos embriones. Uno no llegó a desarrollarse. Ibai sí pero, algo casi inédito, ese "gemelo parásito" se pegó a él y le ha acompañado en su abdomen durante sus cuatro años de vida. En noviembre 2010, en una consulta rutinaria se detectó un "bulto" raro. La familia se temió lo peor.
Allí, en el hospital bilbaíno de Cruces, Ibai entró en quirófano. La intervención era complicada. Pero algo salió mal. Se había producido un accidente quirúrgico en dos arterias. Primera, la celíaca, que suministra sangre a esófago, estómago, duodeno, bazo, páncreas, hígado y vesícula biliar; segunda, la mesentérica, que abastece el intestino delgado y el colon derecho.

Los padres, ya en Madrid, se lanzan a pedir donantes para su hijo. Desconocían que los trasplantes han de seguir un protocolo. "El de Ibai (explica el doctor Yus) era multivisceral porque habían fracasado esos órganos".


26 diciembre 2011

Narcos y Ropones

El sicario jefe de Escobar revela que en 1984 dieron 30 millones de dólares a jueces de la Audiencia Nacional y miembros del Gobierno español para frenar dos extradiciones

Asesinaron y descuartizaron al etarra que les enseñó a explotar coches-bomba a control remoto. Después, recuerda John Jairo Velásquez, alias Popeye, jefe de sicarios de Pablo Escobar y un activo ventilador de los secretos del desaparecido cartel de Medellín, arrojaron sus restos al caudaloso río Magdalena. Al instructor le llamaban Miguelito, "un hombre bien presentado, no usaba desodorante, que para nosotros es muy llamativo, blanco, de 1,72 de estatura, 42 años, gordito, inteligente, muy bien hablado, jovial".
Nunca conoció su verdadero nombre.

El terrorista llegó a Colombia en 1986, cuando ya había estallado la guerra de Escobar contra el cartel de Cali y comenzaba el narcoterrorismo, una de las etapas más sanguinarias de la nación sudamericana. Miguelito ayudó a recrudecerla.

Popeye habla en un pequeño pabellón de la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, a 130 kilómetros de Bogotá, que comparte con otros dos peligrosos reclusos. Lleva 20 años preso y aún le faltan otros 18 meses para recobrar la libertad. Pero, antes de salir, pretende rescatar de su memoria todo lo que vivió en los años en que la mafia colombiana era capaz de arrodillar al Estado.

Al etarra le contrataron por medio millón de dólares, siempre según la versión de Popeye, porque hizo amistad con uno de los principales jefes del cartel de Medellín, Jorge Luis Ochoa, cuando éste estuvo recluido en España.

Corría el año 1984 y tanto Ochoa como Gilberto Rodríguez Orejuela, líder del cartel de Cali y aún aliados, habían viajado a nuestro país para ampliar el mercado de la coca y blanquear parte de su inmensa fortuna. Adquirieron pisos, chalés, coches lujosos y otras propiedades, hasta que un banquero denunció a la policía sus sospechas por las cantidades enormes de dinero que transaban.

Ambos vivían con identidades falsas, pero, el 15 de noviembre de 1984, los capturaron por orden del fiscal especial antidroga, Antonio Jiménez, cuando salían de una casa en la calle del General Oraá de Madrid. La idea inicial era remitirlos a EEUU, para que pudieran ser juzgados por narcotráfico.

Pero nada temían más los capos que ese destino. Por esa razón, movieron sus fichas en Colombia y, con el inmenso poder corruptor de su organización criminal en su país natal, lograron que la Justicia colombiana solicitara en tiempo récord su extradición.

Ahora Popeye señala que no sólo compraron voluntades en la nación sudamericana, sino que entregaron 30 millones de dólares a jueces de la Audiencia Nacional y a miembros del Gobierno español, entonces presidido por Felipe González.

Transportaron el dinero "en el avión privado del patrón", un Lear-Jet 25", afirma Popeye. Una cantidad que, en la actualidad, equivaldría a 300 millones.

"Yo soy un miserable, un bandido, un asesino, por eso estoy en la cárcel. Pero se supone que los de la Audiencia española son gente muy honesta, que el Gobierno español es impoluto. Una decisión de éstas trajo que perros como nosotros acabáramos con este país", asegura.

No sabe cómo repartieron la fuerte suma, porque quien se ocupó de todo fue Diego Londoño White, persona encargada de las relaciones sociales del cartel de Medellín y ya fallecido.

"Sé que eran para la Audiencia Nacional y para el Gobierno, porque se necesitaban de los dos para poderlos extraditar a Colombia, ellos tomaban la decisión. El lobby de EEUU fue brutal, porque ellos los querían allá, y lo ganó el Gobierno colombiano. Gratis no hay nada", asegura Popeye.

"Esa decisión de personas corruptas en España causó miles de muertos en Colombia. Porque, si no regresan y van a EEUU, no existiría la guerra del cartel de Medellín contra el de Cali", agrega.

En cuanto a Miguelito, le mataron porque el terrorista español, que recibió medio millón de dólares del grupo criminal que comandaba Escobar, también prestó, en secreto, sus servicios al cartel rival de Cali.


Salud Hernandez-Periodista

NOTA
Tras la liberación de Ochoa por los ropones españoles se inició una guerra entre éste y Escobar. Miles de bombas y petardos estallaron por todo el país, se presentaron asesinatos de jueces, fiscales, testigos, periodistas etc. Se destaca la muerte del procurador Carlos Mauro Hoyos, el líder político de la UP Jaime Pardo Leal, tres candidatos a la presidencia de 1990, Bernardo Jaramillo Ossa, Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro Leongómez, periodistas como el director del Espectador, Guillermo Cano, atentados contra el director de DAS, Miguel Alfredo Maza. Uno de ellos, el Atentado al edificio del DAS con un carro bomba de 500 kilos de dinamita frente a la sede del organismo dejó 70 muertos.

En Medellin se afirmaba que Pablo Escobar pagaba 2 millones de pesos (US$1000) por cada policía que fuera muerto, en consecuencia cayeron entre 300 y 600 agentes del orden, entre ellos el Comandante de Policía de Antioquía, Valdemar Franklin Quintero. El año 1987 pasó a la historia como el año más violento en la historia reciente del país, sólo en Medellín hubo más de 10 homicidios al día; en noviembre de 1989 un avión de Avianca en pleno vuelo explotó cerca de Bogotá 107 víctimas, no hubo sobrevivientes.



Assad kaputt

"Kaputt" es una novela que describe la guerra desde la perspectiva de los perdedores nazis-fascistas, pero a la vez es un testimonio crudo de la misma, escrita por el italiano Malaparte.
Y hoy la adaptamos a la familia Assad de Siria.

Las dos potentes bombas en sendos coches estallaron el día de la llegada de los primeros observadores de la Liga Árabe a Damasco. Causaron al menos cuarenta muertos y un centenar de heridos. Nada menos que frente a dos edificios de la seguridad del Estado. Ha sido un mensaje rotundo de una parte de los muchos enemigos del régimen que deja claro que ya son capaces de golpear en corazón de la capital.

El régimen sirio, hasta hace unos meses capaz del control absoluto y libre de movimientos sospechosos en todo el país, ya no puede evitar que le pongan bombas en el umbral de su propia casa.

Puede que haya sido Al Qaida, como insiste el Gobierno sirio y como mantiene alguna reivindicación mas o menos fiable. Puede que hayan sido otros grupos sunnitas sirios o llegados de Irak o Libia. O el propio Ejercito sirio de Liberación al que se integran cada vez mas desertores militares y de otros cuerpos.

Los enemigos del régimen son legión. Y el ejército leal puede seguir matando con intensidad y eficacia, como ha hecho masivamente durante los pasados días. Pero ya no puede garantizar la seguridad ni siquiera en el corazón de la capital.

Está claro que los 150 o 200 observadores que envía ahora la Liga Arabe no sirven ya en esta situación para nada. Salvo para retrasar nuevas acciones punitivas de la Liga Árabe, esta vez en el Consejo de Seguridad de la ONU. Que es por lo que Damasco aceptó su presencia.

Cada vez resulta mas evidente que Siria está a punto de convertirse en campo de batalla de las dos grandes corrientes del islam, sunitas y chiitas, teledirigidas por sus respectivas potencias en la región que son Arabia Saudí e Irán.

Las bombas de anteayer en Damasco refuerzan los temores de que en Siria el mundo ha de prepararse para altísimas cotas de violencia. Otra dictadura que terminará como la de Gadafi o la de Hosni Mubarak o la de  Bin Laden y la de Tunez. Con la caida del Calígula de León han coincidido también las de sus amiguetes. Quedan, y por poco tiempo, el Gorila, el  cura iraní Mahmud Ahmadineyad y el marica de Marruecos.




24 diciembre 2011

Para todos

FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS



Mis felicitaciones para casi todos: los dignos y los indignados, los bajitos y los altos, los zurdosos y los de derechas, los listos y los mutilados cerebrales, los que quieren progresar y los cavernícolas, los que defienden la libertad y a los que les da miedo ser libres y, por supuesto, mis felicitaciones a todos los corderillos de este país que quieren estar encerrados en 17 corrales de borregos.

ETA ha entrado en el Congreso y con pistolas, aunque se las hayan dejado en casa, gracias a los votos de muchos vascos. Muchos vascos los han votado porque durante estos años numerosos cavernícolas adoctrinados han ido saliendo de los Koljoses, granjas de adoctrinamiento, llamados también Ikastolas.

Y aquí está la clave: ¿Cómo se han permitido granjas de adoctrinamiento en las Autonomías? Primero los políticos nos decían que las lenguas tribales eran un bien cultural, luego vino la imposición. Posteriormente vimos como se multaba por rotular en español. El cáncer se fue expandiendo y pudimos ver, incluso a Feijóo en Intereconomía TV afirmar que el que quiera estudiar en español se tendrá que ir de Galicia. Y todos, absolutamente todos los periodistas, callados como “putas bien pagás”.

También me queda un hueco para la banda de indigentes culturales que han pasado por el Gobierno de España. Esta “troupe”, a pesar de no creer en la Navidad, a pesar de que Papá Nöel es hombre y no han conseguido cambiarlo por Mamá Nöela o por algún transexual, a pesar de que les "repatalea" que el Rey negro vaya el último y sea quien lleve los bultos, y sobre todo por su gran frustración al querer cambiar al niño Jesús por la niña Jesusa, a pesar de todos vuestros esfuerzos con la paranoia de igualdad; que os den porque no habéis conseguido romper la Navidad.


GABON eta URTE BERRI ON (Feliz Navidad y Nuevo año)


NOTA :Decía un bloguero que si en vascuence buena Noche es "Gabon ON", buenos días será "Gabon OFF". Que no falte el sentido del humor.

22 diciembre 2011

Coreanos y etarras

En Corea del Norte lo que se aplica es la Dieta Kim, que consigue el milagro de tener un tirano rechoncho y reluciente, mientras veinticinco millones de desventurados las pasan caninas.

Coincidirán vuesas mercedes conmigo en que ver las gorduras de Kim Jongun, nuevo señor y dueño del país, en medio de tanto muerto de hambre (buena parte de la población sobrevive gracias a la ayuda humanitaria y más de dos millones pasan un hambre canina) choca un poco.

En total, entre abuelo, padre y nieto, son ya sesenta y seis largos años los que llevan los Kim mangoneando la única tiranía comunista hereditaria de la Historia. Y para colmo de males, el orondo Kim Jong-un, que tiene 29 años, se educó en Suiza y habla alemán e inglés, cuenta con seis bombas atómicas.

Los dos rostros más conocidos de entre los diputados de Amaiur, su portavoz, Xabier Mikel Errekondo, y el que intervino en el debate de investidura, Iñaki Antigüedad, atesoran entre ambos cuatro viviendas, dos locales, dos fincas y unos 200.000 euros en cuentas, según las declaraciones de bienes publicadas en el Congreso y recogidas por Europa Press.

Iñaki Antigüedad , que fue diputado de Herri Batasuna en los noventa, percibió en el último año 53.476,37 euros como profesor universitario, más 7.101,13 euros por conferencias, y pagó 23.189,99 euros de IRPF.

Cuenta con tres vivienda en Vizcaya: dos pisos en régimen de gananciales (el de residencia en Ispaster y otro en Bilbao con plaza de garaje) más un tercero que heredó de su madre en 2008. También declara poseer un coche, 14.813,07 euros en una libreta de ahorros, 56.797,30 en un plan de pensiones y 16.338,64 euros en fondos de inversión.


El exjugador de balonmano Xabier Mikel Errekondo declaró en 2010 rentas por trabajo de 63.867,12 euros y haber pagado 13.330,14 euros de IRPF. Posee una vivienda y dos locales en Guipúzcoa, así como dos fincas (una rústica y otra urbanizable) y dos vehículos de alta gama: un Audi A6 y una moto BMW 1150R. Cuenta además con 109.034,24 euros en cuentas y planes de pensiones.

También éstos son COMUNISTAS. Exactamente iguales a los "Kim Jong-un".




21 diciembre 2011

Una noche alcalaina

Fragmento de la novela "Páginas entre la tierra" del bloguero don JOSÉ LUIS DE VALERO y uno de cuyos fragmentos se publica en primicia hoy y aquí.

Así nuestras mentes maduraron en la Universidad de Alcalá a la par que nuestros cuerpos se saciaban de vino, juerga y noches de fugaces encuentros con damas de baja estofa, si bien alguna que otra hubo de alta cuna que se dejó llevar por nuestras falsas promesas de matrimonio.
Uno de esos encuentros nos llevó a disfrutar de los favores de dos lindas damas que a poco consiguen truncar nuestra trayectoria en la vida, puesto que a un pelo estuvimos de permutar nuestra condición de estudiantes por la de galeotes.

Hijas únicas del Corregidor alcalaíno, ambas damiselas eran hermanas gemelas con tal grado de semejanza que físicamente no podíase distinguir la una de la otra. Yendo de igual forma ataviadas con parejos vestidos y siendo semejantes sus voces, expresiones y forma de comportarse, era del punto imposible mencionarlas por su correspondiente nombre sin temor a caer en error.

Tal situación agradaba sobremanera a las dos hermanas, que en un principio tomaron a chanza nuestros requiebros confundiéndonos, y de qué modo, cada vez que nosotros intentábamos entablar conversación con ellas.

Elena y Antonia, que así se llamaban las gemelas, eran damitas acosadas por infinidad de pisaverdes figurando como apetitoso bocado para un más que nutrido sector de la población estudiantil de Alcalá.

Comentábase en cuanto al comportamiento de ambas hermanas que eran hembras de alta cuna mas de fácil cama, detalle éste que nos estimuló en gran manera para conseguir el preceptivo encame con las gemelas, incitándonos sin más dilación a poner cerco amoroso a tan suculenta perspectiva.
No fue labor fácil hacerles llegar nuestros primeros mensajes compuestos de amorosos sonetos, más bien escritos con descuidada caligrafía y redactados en tosca rima.

Una de las criadas del Corregidor era la encargada de tramitar nuestro correo, comprada su voluntad con unos cuantos maravedíes más algún que otro pescozón en sus prietas nalgas, que bien le agradaba a la fámula sentirse sobada por nuestras expertas manos de estudiante.

Matilde, sirvienta del Corregidor y a la vez nuestro correo de posta, era alcarreña, gallarda moza y muy putón por cierto. Unía a su natural talento dotes de mercader en cuanto al cierre de alcahuetas transacciones se refiere, cobrándonos por adelantado cualquier servicio que fuera a prestarnos. Fuese que para cumplir con uno de ellos nos demandó además de veinte maravedíes, un estipendio extra que al conocerlo nos sorprendió en extremo.

Pretendía la moza encamarse con nosotros dos al mismo tiempo puesto qué, según dijo, un hombre le duraba a ella lo que un dulce a la puerta de un colegio, además que en aquellos días ardía en deseos carnales y deseaba comprobar en propia carne cómo jodían los hijos de hidalgo.

Picados en nuestra curiosidad y aún más en nuestra hombría de machos hispanos, Alonso y yo aceptamos la desigual refriega amorosa condicionando el asalto a tres envites por hombre y poniendo como límite de tiempo lo que se pudiera hacer entre las sábanas, desde las doce de la noche a las cuatro de la madrugada.

Cerramos el trato, dándole el correo para que al siguiente día fuese entregado a las hermanas gemelas y pusímonos a pensar en qué lugar podría efectuarse el triple revolcón, lo que no dejaba de ser un problema difícil de resolver dada la carencia de lugar idóneo para tal menester. Ni pensar en hacer subir a la criada hasta nuestros aposentos en la hospedería estudiantil, ya que nos jugábamos el pellejo y los dineros que nuestras familias pagaban por nuestros estudios.

En aquellas estábamos cuando Matilde nos planteó una solución que trasgredía todo lo recomendable. Propuso sin más miramiento montarnos o ser montada, que eso dijo para el caso era lo de menos, en su propio alojamiento que a la sazón se hallaba ubicado en una de las buhardillas de la mismísima casa del Corregidor alcalaíno.

Como movidos al unísono por un mismo resorte, Alonso y yo nos miramos con mudo gesto de complacencia ya que era como poner a dos zorros en el interior de un gallinero.

Relamiéndonos por anticipado y pensando en la proximidad de la habitación de las gemelas aceptamos gustosos la proposición, preguntando a la doméstica la mejor forma de acceder hasta su aposento sin despertar las sospechas de los durmientes, que a aquellas horas estarían sin duda en el más profundo de los sueños.

Como buena alcahueta y mejor zorrón, no era la alcarreña mujer a quien amilanasen los detalles y dificultades que comportaba nuestro triple encame en casa del Corregidor, si no más bien parecía tenerlo todo dispuesto para holgar con nosotros aquella misma noche, que ponerse a pensar en las consecuencias que podría acarrearnos tal acción.
Echando mano a su faltriquera, nos entregó una gran llave que abría el portón trasero de la casa y que comunicaba con el patio exterior de las cuadras. Desde allí tendríamos que trepar por una soga que habría sido colocada al efecto por ella misma y escalar hasta la parte trasera de la buhardilla, salvando un muro de siete varas de alto.

Duro ejercicio, pensé, para a la postre yacer con criada que a pesar de su lozanía, prieto culo y firmes tetas no valía tan titánico esfuerzo. Si en aquellos momentos Alonso y yo aceptamos convertirnos en yedras trepadoras, fue simplemente con la intención de presentarnos de improviso en el aposento de las gemelas, y comprobar in situ la veracidad de los comentarios que de ellas se hacían acerca de sus apetitos carnales y la voracidad con la que despachaban a sus amantes.

La ocasión nos venía pintiparada y aceptamos de Matilde la llave que creíamos iba a abrirnos, no sólo el portón de la casa del Corregidor, sino también las puertas del Paraíso.
A las nueve de la noche dirigimos nuestros pasos hacia La Hospedería del Estudiante con el fin de tomar algún bocado con el cual fortificarnos ante la dura vigilia de trepa física más el carnal desgaste que nos esperaba, y de igual modo para acicalarnos convenientemente no fuera caso que algún piojo o chinche se parapetase en el jubón o la roña asomase tras la oreja, y entonces las gemelas nos rechazasen tomándonos por gañanes más que por hijos de hidalgo y de tal guisa se aguase la fiesta.

Devoramos pues un lechón asado, cañas de tuétano calientes y una cazuela de pies de puerco con piñones, cerrando el ágape con una fuente de hojaldres rellenos de pasas y miel. Ni decir tiene que libamos cual sedientos náufragos, trasegando al coleto casi un azumbre de vino por barba, de recio tinto cosechado en cercana viña alcalaína.

Ahítos y satisfechos apurábamos el último sorbo, cuando el reloj de la iglesia desgranó los tres cuartos para las doce. Iba siendo hora de ir templando el cuerpo y aprestarse para la batalla carnal que, presumíamos, iba a librarse en los terrenos del Corregidor ante una moza dispuesta a cabalgarnos o ser cabalgada, que como bien dijo la criada, eso era lo de menos, que lo importante era cabalgar o ser cabalgada sin que jinete o montura se cayeran a los primeros meneos de cambio.

Que, decía la alcarreña, era de agradecer por la mujer que el macho refrenase en lo posible su natural instinto de evacuar rápidamente humores por la entrepierna, con lo que se le aflojaba la verga dejando a la hembra a dos velas, con la comezón en el cuerpo y con cara de pasa.
Recordando entre risas y chanzas sus instrucciones, nos encaminamos por los soportales de la calle Mayor hacia los aledaños de la Puerta de Madrid, lugar donde se encontraba la mansión del Corregidor.

La noche era negra como boca de lobo y fría cual correspondía a la fecha, puesto que nos hallábamos en pleno enero, con heladas y vientos que cortaban el aliento y hasta las ganas de mear. Llegados a pie del portón que daba acceso a la casa, asaltóme de improviso un retorcijón de barriga que, supuse, era producido por la copiosa cena con la que me había regalado el estómago en previsión de futuros desgastes, que como es sabido, se producen en la coyunda con hembra insaciable.

Y a fe mía que Matilde era porfiada en asuntos de cama y además de insaciable, viciosa, según deduje tras nuestra conversación con ella.

Tiré pues de calzón evacuando aguas mayores, y cuál sería mi sorpresa al comprobar que mi amigo Alonso hacía lo propio situándose a mi vera entre grandes ruidos y pedorretas. A poco estuvimos los dos en cuclillas más de lo debido puesto que se nos quedó el trasero como un carámbano, conviniendo ambos que no nos encontrábamos la verga a causa del intenso frío que reinaba en aquel páramo.

Medio repuestos del trance y con el cuerpo descompuesto, tomando la pesada llave abrimos sigilosamente el portón sin que nuestros ojos pudieran vislumbrar objeto alguno en el recinto, tal era la oscuridad reinante en el jodido patio donde suponíamos se hallaban las cuadras del Corregidor.

Aguardamos unos minutos para que nuestra vista se adaptase a la tiniebla reinante, mas no andábamos precisamente como los gatos que pueden ver en la noche por lo que al poco, fuimos a dar con el cuerpo contra una carreta que se cruzó en nuestro ciego rumbo, yendo a caer nuestras humanidades cuan largas eran en una pequeña charca rebosante de boñigas de caballo y excrementos humanos.

Maldiciendo por lo bajo a los caballos, al Corregidor, a la criada y a su puta madre, salimos del trance y de la charca chapoteando entre la inmundicia mientras toda la corte celestial desfilaba por nuestra boca. Jadeando como posesos y entre maldiciones y juramentos, convinimos que no nos hallábamos en condiciones de presentarnos ni ante la más ruin criada y menos aún intentar una aproximación a las hijas del Corregidor, que de vernos en tal estado, nos cerrarían su puerta a cal y canto por siempre jamás, amén.

Emprendíamos pues una estratégica retirada, cuando de repente el patio quedó iluminado por una temblorosa luz procedente de un gran fanal de aceite situado en lo alto de la casa. Desde las alturas, Matilde nos chistó al tiempo que balanceaba una soga indicándonos de ese modo la vía de acceso hasta la buhardilla. Sin saber a qué atenernos y tras rápida consulta con la mirada, decidimos que en aquellos momentos nos importaba una higa la presencia que pudieran tener nuestras personas, puesto que lo primordial sería calmar nuestros ardores de la entrepierna y resarcirnos de algún modo en las carnes de la criada del inesperado baño de mierda con el que nos habíamos visto sorprendidos.

Pusimos pues manos a la obra trepando cual simios por la cuerda. Alonso, que fue el primero en subir mientras yo le tensaba la soga para facilitarle el ascenso, se paró a medio camino incapaz de proseguir puesto que de nuevo le habían asaltado fuertes retorcijones y se estaba cagando vivo patas abajo, según decía entre bufidos de incontinencia.

Recién llegado a tierra, le faltó tiempo para tirar de calzón entre suspiros e imprecaciones y como por lo visto la cagalera es función contagiosa, hete ahí que fuimos dos a pie de cuerda los que dimos en descomer lo comido en la Hospedería del Estudiante, mientras Matilde desde lo alto no cesaba de requerir nuestra presencia a pie de cama.

Interiormente enfurecidos por el espectáculo que estábamos dando con el culo al aire ante los asombrados ojos de la criada, apretando los dientes y echando los hígados por la boca trepamos al fin con rabia hasta alcanzar nuestro objetivo. Al vernos llegar de tal guisa, rebozados en mierda y oliendo a tal, la doméstica no pudo reprimir una sonora carcajada que retumbó, creo, hasta en el aposento del Corregidor.

Abochornados por nuestro aspecto mas dejando aparte falsos pudores, una vez a salvo en la buhardilla nos desprendimos de nuestras ropas quedándonos desnudos como nuestra madre nos trajo al mundo.
Matilde como anteriormente dije, putón y viciosa, quedóse mirando con gran descaro nuestros atributos haciendo agravio comparativo del tamaño de nuestras respectivas vergas qué, por cierto, en aquellos momentos habíanse camuflado sin duda entre las ingles debido a la descomposición interna y al frío reinante.

Lo cierto fue que con extremada diligencia por su parte, Matilde dispuso en el centro de la habitación una gran tina de madera colmada con agua de rosas, fría como un nevero, que contribuyó más si cabe al amago de nuestras vergüenzas pero bien que nos valió para desprendernos de tufos y de la reseca boñiga que se había acumulado en nuestros cuerpos.
A continuación la criada procedió con gran celo por su parte a lavarnos concienzudamente recreándose en la suerte del restregado, entre sofocadas risas y ardientes miradas cargadas de deseo.

De vez en cuando ojeaba hacia la puerta con enigmática sonrisa, detalle que me mosqueó un tanto puesto qué, pensé, con tanto alboroto alguien podría haberse despertado y acudir a la buhardilla en busca de explicaciones.

Una vez bañados y compuestos, nos apretamos los tres en el lecho para que nuestros cuerpos recobrasen algo de calor al amor de las prietas carnes de la moza, que teniendo ambas manos ocupadas con idéntico meneo, no cesaba de acariciarnos y provocarnos con palabras soeces, sin duda para levantar nuestros decaídos instintos.

Todo su manual trabajo se estaba desarrollando a nuestro completo gusto y satisfacción, cuando de repente Matilde dio en proferir en voz alta una frase que como supimos más tarde, era el santo y seña para que otros personajes entrasen en escena.
¡Ya están a punto! – exclamó.

Con gran susto por nuestra parte, oímos chirriar la puerta de la buhardilla mientras en el dintel se adivinaban las figuras de las dos hijas del Corregidor vestidas simplemente con un camisón de dormir.

Fue tal el inicial desconcierto, que la única acción que se me ocurrió para aliviar la tensión consistió en apagar de un soplo el fanal que descansaba en la cabecera de la cama, con lo que el aposento quedó sumido en la más completa oscuridad. Al momento noté sobre mi cuerpo otras manos que no eran precisamente las de la criada, mientras que unos labios buscaban ansiosamente los míos y un segundo cuerpo de mujer se abría paso entre las sábanas solicitando nuestros favores.

La cama aunque ancha, no dio más de sí, ya que debido al peso de los cinco cuerpos que tenía que soportar, cedieron sus cuatro patas yéndose al suelo con gran estrépito. Con todo, las gemelas no cejaban en su empeño de ser montadas lo que ocurrió por partida doble en medio de una total barahúnda de cuerpos entremezclados que fueron cambiándose, pasando de uno a otro en medio de un barullo infernal.

Matilde, que reclamaba su parte en el pastel, fue largada del jergón sin más miramientos mediante certero puntapié administrado por una de las gemelas, que no quería compartir nada con nadie.

Era tanta la algarabía reinante en la buhardilla, que erigiéndome en preboste de ceremonias reclamé silencio y comedimiento en nuestros actos, no fuera caso que acudiera el Corregidor a reclamar lo propio y Alonso y yo tuviéramos que gustar de sus calabozos, amén que de ser sorprendidos retozando con sus hijas, podíamos darnos por muertos en la picota de Alcalá.

Templados los ánimos, encendí de nuevo el fanal para hacerme cargo de la situación y saber quién era quién entre aquel mare mágnum de retorcidos cuerpos en común revoltijo entre las sábanas.

Una de las hermanas, Elena o Antonia, a ciencia cierta todavía no sé quién fue, se había hecho cargo de mi persona aprisionándome con sus brazos sobre su pecho e insistiendo que deseaba un tercer asalto a su fogoso cuerpo.

Púseme entonces a contar mentalmente los envites que había realizado y llegando a la cuenta de tres, convine que yo ya había cumplido con ella, cosa con la que estuvo en total desacuerdo, a no ser, dijo mirando pícaramente a Alonso, que hubiera sido él y no yo, quien la poseyera inicialmente realizando el primero de los envites.

Para poner las cosas en orden en cuanto a número de asaltos y satisfacciones, ambas hermanas decidieron cambiar de pareja con lo que Alonso y yo comimos de los dos platos hasta saciarnos, dejando el postre de Matilde para mejor ocasión.

Holgamos con ellas sin tasa ni freno, hasta que la claridad de la amanecida se coló por el ventanal de la buhardilla que había sido escenario y campo de batalla para la primera refriega, de las múltiples que con el tiempo se sucedieron entre las dos gemelas y nuestras personas.

Fue tanta la pericia que adquirimos en trepar por la soga que más bien parecíamos avezados gavieros de la flota de Indias, que melancólicos estudiantes en pos de su dama.

Ni que decir tiene que un buen día tuvimos que cumplir a la vez con las dos hermanas y el postre, que no queriéndose ir de vacío, una noche aprovechó la ocasión y encamóse sin más dilación con los cuatro, reclamando su parte.

Aquellos tiempos fueron, a fe mía, crisol donde se forjaron nuestros cuerpos y nuestros sentidos para hacer frente en años venideros a toda clase de excesos, donde el placer de la carne se imponía ante cualquier precepto. Sin embargo, un extraño sucedido trastocó nuestra holganza con ambas hermanas, enturbiando la de por sí turbia y cambiante relación carnal existente entre los cuatro.

Cierto día Matilde llegose hasta la Hospedería portando una misiva mediante la cual, las gemelas nos daban a entender que algo muy grave les había sucedido, citándonos con urgencia aquella misma noche en la buhardilla. Intentando adivinar el por qué de tanta premura, instamos a la criada que nos desvelara el motivo de la apremiante cita, mas la doméstica no soltaba prenda aunque por su semblante presagiamos que algo gordo se estaba cociendo en casa del Corregidor.

Sirvieron veinte maravedíes para aflojar la lengua de la alcarreña, manifestándonos entre ahogados sollozos que al parecer sus amas se hallaban preñadas e incluso que ella misma creía encontrarse en estado de ingravidez.

Vive Dios, que tanto Alonso como yo soltamos un respingo al conocer la triple preñez que se nos atribuía, por lo que sin encomendarnos a Dios ni al diablo abandonamos nuestros estudios en la Universidad de Alcalá, poniendo leguas de por medio y mudando nuestras matrículas y nuestras personas a la de Salamanca.

Meses después nos enteramos que ambas hermanas habían contraído rápido matrimonio con dos tronados pisaverdes alcalaínos, que dicho sea de paso, se habrían forrado a nuestra costa – según dedujimos – al aceptar ser padres de sietemesinos puesto qué, según dijeron para salvar su honra y la de sus esposas, los tiernos infantes habían nacido con dos meses de antelación como si ambos, a pesar de nacer de distinta madre, se hubieran puesto de acuerdo para ver la luz el mismo día.

De Matilde supimos que se había unido a un comediante, endilgándole de paso la barriga, al tiempo que la antigua criada se instruía en las artes escénicas actuando con su mancebo en distintos corrales de comedias y cosechando por cierto grandes éxitos.
A pesar de todo Alonso y yo tomamos nuestras precauciones dejando bien atrás el río Henares desechando ser vistos por aquellos pagos durante cierto tiempo, no fuere el caso que el Corregidor lanzase sus mastines sobre nuestras personas,…....

JOSÉ LUIS DE VALERO


20 diciembre 2011

Ciudad de genios


En la mitad del camino entre Madrid y Guadalajara, hoy un continuo de pueblos debido a su crecimiento, la vieja Alcalá de Henares constituye una parada obligatoria.

No por nada es ciudad historiada y culta, sede de una antigua diócesis y de una Universidad recuperadas de nuevo después de siglos, cuna de personajes ilustres, comenzando por Cervantes y siguiendo por el cardenal Cisneros (dos de los hombres más influyentes del Siglo de Oro español) y solar de hasta nueve Monumentos Nacionales, lo que la ha hecho merecedora del privilegiado título de Patrimonio de la Humanidad, que sus vecinos luces con gran orgullo, tanto más cuanto que Madrid, la vecina ciudad que le robó durante bastantes años la capitalidad universitaria y eclesiástica de la provincia, ni siquiera podría soñar con alcanzarlo.

La catedral, la Universidad o la Calle Mayor son atractivos más que suficientes para visitar Alcalá.

La catedral de los Santos Niños (aquellos Justo y Pastor martirizados en tiempos de Roma y sobre cuyas reliquias se asienta el noble edificio), la Universidad del cardenal Cisneros, la Capilla del Oidor y la Torre de Santa María, el Corral de Comedias (del año 1.600 nada menos), la soportalada Calle Mayor con la  Casa de Cervantes y sus pastelerías antiguas, el Hospital de Antezana (del año 1.483, pero todavía en activo), el Palacete-Hotel neogótico de Laredo o la famosa Casa de Hippolytus, superviviente de la ciudad romana de Complutus, la antecesora de la actual Alcalá de Henares, son atractivos más que suficientes para visitar la ciudad natal  del historiador Don Israel De Guzman, que también lo fue en su momento del Arcipreste de Hita o del Presidente de la República Manuel Azaña,  e incluso se dice que Leonardo Da Vinci fue llevado a Florencia desde Alcalá tras cumplir dos años de vida.(En su pueblo le llamaban Leonardo "el de la Vici") .

Un Parador  que ofrece la posibilidad de viajar gastronómicamente al tiempo de Don Quijote con sus duelos y quebrantos, sus galianos, su fastuosa olla podrida, sus migas o su salpicón de carnes.

Pero no es todo lo antecedente lo importante. Lo verdaderamente asombroso es el efecto neuronal que producen las aguas de sus grifos. Además de que jamás se ha sabido de la existencia de "cortos de entendimiento" en el lugar, sí es cuna de genios en tal número que ni el simpar Don Quijote se lo explicaba a pesar de sus consultas al Mago Merlin.

Para los que les hayan crecido los dientes leyendo esto, debo advertir que tal proeza solamente se produce bebiendo esa agua en los dos primeros años de vida.


19 diciembre 2011

Divagaciones dos

A primera vista, un conservador es alguien que quiere mantener el orden social, político, económico o moral vigente en un momento histórico determinado y, en consecuencia, rechaza los cambios por su desconfianza hacia nuevas formas de ordenar la vida en sociedad.
Por el contrario, un liberal es alguien que constata y acepta la existencia de un orden natural, en virtud del cual las cosas que afectan al ser humano son dispuestas de una determinada manera y no de otra. En consecuencia, el liberal luchará contra la imposición de normas de ingeniería social que subviertan este orden espontáneo por el que las sociedades se vienen rigiendo desde los comienzos de la civilización, y gracias al cual la humanidad ha venido experimentando un desarrollo constante.

El conservadurismo apenas es una ideología. Es algo más pequeño y más grande que eso. Es un apego a la sociedad tradicional y es un conjunto de saberes sobre el hombre.
El liberalismo, por su parte, es la defensa de la libertad. Parte del individuo, al que confiere una dignidad radical, y en el que reconoce unos derechos personales inviolables.

La persona tiene un ámbito de seguridad frente a la agresión, que se extiende a su propio ser y a todo aquello sobre lo que recaiga su acción, y que se convierte en propiedad. El derecho a la vida y a la propiedad son la base de las relaciones entre personas y por tanto de la sociedad. La libertad es el nombre que se da al respeto de tales derechos, pues consiste en la ausencia de coacción.

Este orden primigenio tiene tres elementos fundamentales que los liberales-conservadores intentarán siempre preservar, pues son los que garantizan la existencia de sociedades libres y prósperas. La familia como célula básica de ordenación social, la propiedad privada como derecho básico imprescindible para el progreso y el libre intercambio de los bienes y servicios producidos como fórmula pacífica y fructífera de ordenar los millones de relaciones sociales.

Es el moderno estado del bienestar la principal amenaza que hoy tienen las sociedades libres; sin embargo, hay una coincidencia generalizada entre conservadores y socialistas sobre la necesidad de su mantenimiento, a pesar de la imposibilidad práctica de sostener semejante dispendio con la actual pirámide demográfica. No lo apoyan los liberales.La diferencia entre liberales y conservadores en esto es sustancial.

El sistema público de pensiones, la sanidad y la educación estatales de carácter obligatorio o los miles de grupos organizados que depredan el presupuesto público a través del monstruoso régimen actual de subvenciones son elementos que amenazan con acabar con aquellos valores que permiten el progreso humano.

El razonamiento socialista es que ya no es necesario que los hijos cuiden de sus padres ancianos, ni que los padres se preocupen de la educación de los niños, porque para eso está el Estado, con sus vastos programas de bienestar.

Las regulaciones estatales invasivas y los impuestos confiscatorios destruyen la propiedad privada, coartan la libertad económica.

El respeto a la privacidad familiar (en donde se incluyen las creencias religiosas, aficiones sexuales y la moralidad o ética personal), la propiedad privada y el libre mercado constituyen la base del liberalismo.
No podría ser de otro modo, dado que el liberalismo, por su propia esencia, no es puramente una ideología, sino la sencilla recopilación de los mecanismos que han demostrado funcionar para promover de la forma más eficiente las relaciones sociales entre los individuos de un grupo humano.

El actual sistema público de pensiones, basado en el principio del reparto, no va a dejar de ser tremendamente injusto porque cambie el señor ministro del ramo o el propio gobierno. Se trata de un sistema insolidario, injusto, dañino y empobrecedor que no admite más medidas que su progresiva sustitución por otro que permita a los trabajadores capitalizar el fruto de su esfuerzo y emplearlo al final de su vida laboral como mejor estimen.

Exactamente lo mismo puede decirse de cualquier subvención. No se trata de sustituir un fin malo por uno bueno, según cada particular criterio; es que la vileza de los métodos empleados para la obtención de las mismas exige su abolición inmediata, algo que, además, aliviaría de forma espectacular la penuria de fondos de la administración, y que necesita para realizar labores básicas.

Los políticos de España con un perfil "gallardonista" defienden el llamado estado del bienestar con el mismo fervor que las formaciones socialistas. La única diferencia es que aquellos afirman que utilizarán esa fuerza coactiva para acabar con cuestiones que consideran nocivas, como la vagancia subsidiada, el abuso de las drogas, una educación depauperada, la desprotección económica de las familias o unas pensiones públicas de miseria. Y es porque buscan con ahínco alcanzar cuotas cada vez mayores de poder para imponer sus normas morales a toda la sociedad, tal como lo hacen los socialistas. Aquí, entre aquellos, siempre hay de por medio algún prelado clerical aconsejando.




18 diciembre 2011

Divagaciones liberales

Las izquierdas, esencialmente estatalistas, vienen oponiéndose de modo sistemático a cualquier propuesta liberal desde sus mismos orígenes. Salvo el comunismo, nada hay tan opuesto al liberalismo como el corporativismo fascista.

El liberalismo dista mucho de ser una doctrina económica, aunque también lo sea, y hasta ahora ése sea su aspecto más notorio para algunos que miran con orejeras. El liberalismo es una idea del mundo y de la sociedad, y tiende a ser un "modo de vida" constituido de modo espontáneo, del que se excluye la coerción externa sobre el individuo.

Los anarquistas, que eran una especie de seudoliberales del resentimiento y que, en general, no se caracterizaban por su alta cultura, se preocupaban a su modo por el desarrollo intelectual y moral de la sociedad. Solían ser puritanos ateos, prohibicionistas en lo tocante al alcohol, la prostitución o el juego, aunque la historia registra muchos casos de financiación de grupos anarquistas mediante timbas clandestinas y riñas de gallos.

El liberalismo es, o debe ser, un humanismo en sentido estricto, es decir, una doctrina que, al tiempo que prioriza los derechos naturales, preserva, desarrolla y, en no pocos casos, restaura valores.

Es por ello que un liberal es, lógicamente, conservador. Desde luego, no en la acepción grosera de la palabra, cuando se la emplea para designar a quien quiere perpetuar un estado de cosas que, por lo general, tiene poco que ver con la libertad individual en ninguno de sus aspectos, ni en el económico ni en el personal, lo cual sería contrario a la esencia del liberalismo.

Eso no es consevadurismo, sino reacción.

Y reaccionarios los hay de todo pelaje, desde mal llamados conservadores hasta comunistas. A decir verdad, hace mucho que la reacción ha abandonado el territorio de los nostálgicos del Antiguo Régimen (Franquismos y similares) y ha sentado campamento en la izquierda. Hay que dar una batalla constante contra izquierdistas reaccionarios y atrasistas de toda laya, desde antisemitas hasta islamistas, desde indigenistas hasta verdes, desde socialdemócratas hasta mentirosos en general, que se ocupan tanto del clima como de las nucleares, de la enseñanza como de la sanidad: véase, a este último propósito, a los señores Gore, Marchesi o Pajín.

De la despenalización del aborto, hemos pasado a la invitación al aborto y a la propuesta de las instancias más extremas, como la posibilidad de que se practique en menores sin control paterno. Del testamento vital, a la eutanasia abierta. Incluso del derecho a la educación bilingüe en comunidades con lengua cooficial a la imposición de una lengua única en desmedro de la común.

Los liberales deben ser, y son de hecho, conservadores: en interés de la libertad, porque es necesario preservar el patrimonio de la civilización en tanto que experiencia de desbordes y desastres sociales. Los liberales creemos que lo más saludable en una sociedad es que los poderes del estado no solamente estén separados, equilibrados e independientes sino que deben permanecer alertas para que ninguno de ellos trate de imponerse sobre otro.



17 diciembre 2011

Navalni, bloguero ruso

Alexéi Navalni, 35 años, abogado, activista, famoso bloguero y azote de la corrupción en Rusia es la figura emergente en el firmamento opositor ruso. En 2008 comenzó a publicar en su blog casos flagrantes de corrupción, descubiertos por él mismo o por informadores anónimos, y hoy cuenta con una reputación que para sí quisieran muchos líderes de la oposición.

Navalni fue detenido el lunes en Moscú durante una de las mayores manifestaciones que se recuerdan en la ciudad, y condenado en un juicio express a 15 días de prisión. Han sido blanco de sus denuncias las grandes corporaciones que el primer ministro, Vladímir Putin, maneja desde la sombra: Gazprom, Rosneft, Transneft y el banco VTB entre otros. Su blog cuenta con 60.000 seguidores, y su cuenta de Twitter con 117.000.

Sus acusaciones lograron en ocasiones la destitución de altos funcionarios. Uno de los métodos que siguió para la investigación de irregularidades en empresas de la Administración fue comprar directamente acciones para así tener acceso a la información del consejo de accionistas.

Es fundador de la página web RosPil. Y ha publicado también información sobre las actividades ilícitas en el mundo de los negocios de hijos de ministros y otros responsables.

Es el José Luis de Valero en ruso. Algo más joven.



Fraudes consentidos

Sabino Arana no inventó una lengua. Sólo la adulteró y a fondo. Lo que sí se inventó es una Historia.

Pensemos tan solo en los neonombres que tan disparatadamente han continuado desarrollando sus seguidores. Nunca nadie atacó, falseó, despreció y dañó tanto como él la aparentemente idolatrada identidad vasca.

Arana es el Tolkien vasco puesto que la nación surgida de su fantasía tiene un nombre inventado (Euskadi), como muchas de sus localidades, y está simbolizada por una bandera (ikurriña) absolutamente ajena a la historia.

Una nación con un pasado inventado y con enemigos inventados. Con una guerra perpetua inventada, el famoso "conflicto" que nunca se les cae de la boca y que ningún político español, con sorprendente ceguera, se ha preocupado de desmentir y denunciar.

Un mundo poblado por personas que se llaman con nombres inventados (Argoitz ,. Harkaitz, Zuhaitz,, Henrike, Bikendi, Eider,  Enekoiza, Gentzane, etc.) y que hablan una lengua escrita con una ortografía nueva, abarrotada de neologismos que la hacen incomprensible para un verdadero vascohablante. Y lo sorprendente es que Arana y sus seguidores han conseguido que una parte muy importante de los vascos hayan tomado toda este inmenso fraude por real.

Fijémonos en esta contradicción: el porcentaje de libros editados en castellano en España es del 79%, el 10 en catalán, valenciano y balear, el 2 en gallego, el 1 en vascuence y el resto en otras lenguas. Pero, como contraste, el castellano es la lengua de lectura para el 93% de las personas, el catalán para el 4, el vascuence para el 0,4 y el gallego para el 0,3.

¿Cómo se explica esto? Pues con la gente que, por deber "patriótico" o por moda, compra libros que luego no lee, y, sobre todo, con las administraciones autonómicas que derrochan riadas de dinero en subvenciones y en la compra de libros que pasan a pudrirse en almacenes.

Nunca se perpetrará en televisión la cursilería de decir Deutschland, London, Den Haag o Köln, sino Alemania, Londres, La Haya y Colonia. Pero las únicas formas posibles de Gerona, Mondragón y La Coruña han de ser, por miedo reverencial a los sacrosantos hechos diferenciales, Girona, Arrasate y A Coruña. Y no sólo se han impuesto en la regiones respectivas, sino en todas las demás, en las que, evidentemente, no tienen competencia legislativa, lo que no tiene ninguna justificación.

Pero los culpables de toda esta locura no han sido sólo los nacionalistas, sino que el PP y el PSOE comparten responsabilidad a partes iguales.

Tellagorri



15 diciembre 2011

El "Capó" Lauro

El día de la final de la Copa del Rey de 2009, bajo el palco presidido por Juan Carlos, un conocidísimo ex jugador del Real Madrid había reservado un asiento para un viejo amigo de la noche: Lauro Sánchez Serrano.

Su nombre nunca aparecía en el registro mercantil, pero, hasta hace bien poco, era uno de los capos de la noche madrileña. Su último objetivo era la antigua sala Aqualung, Teatro Quinto. Quería meter a 7.000 personas cada noche y todo lo que eso conlleva, dentro y fuera de la legalidad; o lo que es lo mismo, dar, con ello, salida a un par de kilos de cocaína al día.

Así trabajaba Laurentino Sánchez Serrano (Colombia, 1972), el hombre sin nombre, que vivía a todo trapo con su esposa, Fanny Fernández Bosch, y sus dos hijos en una lujosa casa de Boadilla del Monte. Se tuteaba con políticos, jueces y algún policía. Hasta que en la operación "Colapso", desarrollada por la UDEV Central y la Udyco de Madrid de la Policía Nacional, del pasado enero, dio con sus huesos en la cárcel.

El desarrollo posterior de la macrooperación contra las mafias de la noche madrileña revela detalles de guión cinematográfico. Todos coinciden, sobre Lauro, que era la hora de bajarle del altar. Su poderío era brutal. Era capaz de meter en Hot, el burdel que ocupa la antigua Bocaccio, un kilo de cocaína por noche, para una clientela de pretendido postín que pagaba a cien euros el gramo.

Hasta el punto de que Lauro se convirtió en el principal proveedor de droga en el ambiente de la noche.

Ayudado por su hermano Ángel, apodado "Patata", negociaba con los cárteles de las montañas colombianas y se traía barcos con entre 4 y 6 toneladas de coca al puerto de Huelva. Hasta que un cargamento fue abortado en tres ocasiones.

¿La razón?  Cuando la nodriza regresa hacia Colombia, el 15 de septiembre de 2009 y a la altura del Mar Caribe, la Armada Británica la bombardeó. Los 212 fardos de cocaína, valorados en casi 400 millones de dólares, quedan requisados, y el prestigio y credibilidad de Lauro Sánchez Serrano, por los suelos. Comienza su declive. Sus socios en las importaciones le dan de lado, no tiene mercancía ni liquidez.

Así que actúa a la desesperada y envía a su hermano a negociar en persona a Colombia, aun a riesgo de su propia vida. Y, además, pide un crédito de 1,8 millones a Caja Duero: como garantía da el alquiler del Gimnasio Barceló, que, en realidad, es uno de los puntales de su entramado de 50 empresas, todas a nombre de testaferros.

A Lauro no le queda otra que recurrir a Ana María Cameno, "La Reina de la Coca". Ella quería pasar de dirigir el aparato logístico de los cargamentos que se movían en España a distribuir. Y aparece otro nombre, el del verdadero receptador de la cocaína, hasta entonces intocable: Álvaro López Tardón, asentado en Miami, aunque con varios lazos con nuestro país.

Las fiestas que organizaba su hermano en Molina de la Hoz fueron "antológicas, en un chalé de escándalo, con los hermanos Gamarra. Los fiestorros duraban hasta tres días y la coca de mejor calidad "rulaba" a espuertas.

La Policía aún tenía que atar cabos hasta relacionar a unos con otros y que el puzzle tomara forma.

Lauro movía otro gran negocio con su mano derecha, Nacho Rocha, el sujeto que intentó matar al abogado Emilio Rodríguez Menéndez por encargo de su ex esposa: hacerse en exclusiva con la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real, otro de los negocietes de comisiones del Pepiño. Se movieron a primer nivel político y financiero, pero la operación fue al traste.

Es curioso que en medio de todas estas tramas de gansters, mafiosos, malosos, malandrines y follones siempre hay de por medio ropones deshonestos. Qué necesidad de purga de Benito (se aplica a todo lo que produce efectos inmediatos.)  tiene ese gremio.




14 diciembre 2011

Granuja gato Paesa

Las andanzas del agente Paco, como llamarían a Paesa a partir de los 80, comienzan a finales de 1968, cuando conoce a Francisco Macías, el líder emergente de la República de Guinea Ecuatorial e inminente dictador de la nación. Por mediación de Antonio García Trevijano, quien redactara para Macías la constitución del nuevo país, Paesa consigue la adjudicación de Banco Nacional de Guinea. Y para cuando las autoridades descubren que el capital aportado no se compone en realidad de billetes de 100 dólares, sino fajos de papel de periódico y guías telefónicas, nuestro hombre ya ha esquilmado las arcas de la entidad africana y disfruta de su botín en Suiza.

Ese toque cinematográfico que imprime a su primer golpe será casi una marca de la casa a lo largo de su dilatada carrera delictiva.

Corren los 70 y Paesa disfruta de la buena vida en Ginebra. Frecuenta a la alta sociedad y consigue seducir a la bella Dewi Sukarno, esposa del dictador Achmed Sukarno y ex primera dama de Indonesia. Por entonces Paesa ya gastaba esa facha de playboy sospechosamente hortera que lo acompañaría varias décadas.

Lo cierto es que en esos años, un experto en la materia como Roberto Vesco lo inicia en las artes de la evasión de capitales. Paesa funda el Trust Developement Bank en las islas Caimán y compra el Kredit und Commerce, banco suizo al borde de la quiebra que luego rebautizaría como Alpha Bank.

Pero sus aventuras financieras no duran mucho, porque entre 1977 y 1978 cumple 18 meses de prisión preventiva en el país helvético, imputado por un delito de estafa.. Y esta experiencia a la sombra lo marca, porque sería la primera y última vez que el futuro espía se dejaría pillar por el  brazo de la ley.

Poco después Paesa cambia de rumbo y, a través del francés Georges Starkmann, se inicia en el tráfico de armas. Se sabe que ambos intentaron colocar una partida de material a Jomeini, pero no consiguieron concretar la operación. Una actividad que, a pesar de ello, no abandona y que, en paralelo al espionaje, le reportaría beneficios muchos años, sobre todo a partir del deshielo soviético del 89, su gran proveedor armamentístico para cubrir la creciente demanda de Oriente Medio.

Incluso Paesa le llegó a vender una partida de munición defectuosa de Parabellum 9mm proveniente de Filipinas a su amigo el director general de la Guardia Civil Luis Roldán (al que luego volvería a traicionar en uno de sus golpes más sonados y redituables). Timo por el que resultaron heridos numerosos guardias en prácticas de tiro.

En 1980 Paesa es un militante del PSOE y pertenece a la agrupación francesa Chambéry. Y para el triunfo socialista en las generales del 82, nuestro hombre ya se ha colocado en el Ministerio de Interior a través de otro amigo, Julián Sancristóbal, que cuatro años más tarde se convierte en director de Seguridad del Estado. Ha nacido el agente Paco.

El traficante Paesa le vende en 1986 a ETA un lote de 100 pistolas Sig-Sauer, compradas en Austria, como señuelo. Y en una segunda entrega el agente Paco del Cesid le coloca a la banda un misil con localizador que permite a los servicios dar con el arsenal del zulo de Sokoa, en Francia. Pero no todas las operaciones del 007 español son tan diáfanas, porque cuando estalla el escándalo de los GAL, su implicación en el terrorismo de Estado es evidente.

Incluso llegó a presionar a la testigo Blanca Belsategui para que modificara su declaración ante el juez de la causa, Baltasar Garzón. Traspié del que el espía se salvó por los pelos, porque cuando Garzón libró la orden de busca y captura a finales de 1989, Paesa ya estaba en Ginebra estrenando su inmunidad diplomática como flamante Embajador de Santo Tomé y Príncipe ante la ONU.

A su vez, el caso Roldán destapado en 1993 no deparó al aventurero más que beneficios. La millonaria malversación, estafa y fraude fiscal del director general de la Guardia Civil (1.800 millones de pesetas) jamás apareció. Pero se sabe que fue la sobrina del espía, Beatriz García Paesa, la que se encargó de transferir esa suma desde el Aresbank de Madrid al de Singapur para después borrar el rastro del dinero con ingresos físicos en diferentes bancos asiáticos. Operación realizada poco después de que su tío amañara la fuga de Roldán de España en 1994.

Paesa oculta y protege a su amigo Roldán en sus pisos parisinos: un ático en el 12 de la rue de Matignon y un segundo piso en la avenida Victor Hugo, junto a la plaza de L'Etoile. Hasta que un año después negocia con el ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch, a través de su abogado Manuel Cobo del Rosal, la entrega de Roldán en Bangkok (Tailandia).

Y de la rocambolesca operación fraguada con una falsa extradición de Laos e incluso simulados agentes laosianos, el espía se embolsa otros 300 millones de pesetas de los fondos reservados.

Poco falta para que la Interpol lo incluya en su lista de fugitivos más buscados, pero Paesa se anticipa y orquesta en julio de 1998 su propia muerte a causa de un infarto en el aeropuerto de Bangkok. Sus familiares llegan a publicar una esquela en El País en la que anuncian la celebración de 30 misas gregorianas en el monasterio de San Pedro de Cardeña por su alma.

A partir de allí el rastro de Paesa se torna difuso. Se mueve entre París, Ginebra, Moscú y Madrid con identidades falsas, como la del francés Philippe Pascal Perez, máscara con la que el ex espía compra un lujoso chalé en Las Rozas (Madrid) en 2002. En 2004 lo localizan operando en Luxemburgo las sociedades Luxembourg Balloon Company SA y First Target SA. desde el número 45 del boulevard de la Petrusse, con pasaporte argentino a nombre de Francisco Pando Sánchez. El muerto está vivo. El testaferro Paesa, orientado a todo tipo de negocios turbios, lo integran su hermana María, sus dos sobrinos Beatriz y Adolfo Gracía Paesa, además de Hans, un ex espía de la DRA de alias Stuart, mano derecha del aventurero.

El James Bond a la española vuelve a esfumarse un tiempo y reaparece este octubre, pero con el pasaporte español en regla y a su verdadero nombre, Francisco Paesa, en el Aeropuerto Internacional de Lungi en Sierra Leona. Según acaba de saberse, desembarca de un vuelo privado de Senegal Air proveniente de Senegal junto a su sobrino Adolfo.

Su Air Stream 32 ha sido despojado de sus asientos para albergar una carga de mercadería y las autoridades locales lo retienen unos días con la sospecha de que se trata de tráfico de drogas o de contrabando de oro. Paesa se identifica como el representante de un abogado francés que ha ido a verificar una partida de antigüedades. Por supuesto el proveedor no aparece y las autoridades locales se ven forzadas a liberarlo porque el ex espía ya no tiene causas pendientes con la justicia española ni internacional.

El delito de blanqueo de dinero para los casos de corrupción se comienza a contemplar en la legislación española a partir del año 1996 y Paesa actuó entre los años 1993 y 1994. Y la causa por la que lo buscaba la Interpol en 1999 ha prescrito en marzo de 2004. Y sobre el paradero actual de Paesa nada se sabe. El ex espía puede estar en estos momentos en las Islas Vírgenes o en las Caimán, en Brasil, Turquía o cualquier otra parte del globo. 




NOTA BLOG
Quizá ahora esté disfrazado de Bono y no nos hemos enterado.


13 diciembre 2011

Tres millones de caballos

En medio de la batalla de Passendale, en Bélgica, atacados por los obuses alemanes (Primera Guerra Mundial, 1917), el teniente Dixon vio una mula de tiro agitándose por el barro enloquecida. Un obús le había volado las dos patas delanteras.

El teniente, del cuartel de Artillería Real británico, y su regimiento iban rumbo del frente de Ypres por un camino lodoso, con caballos y mulas arrastrando carros y cargando armamento, cuando les habría sorprendido aquel ataque aéreo. El teniente trataba de llegar hasta la mula para dispararle en la sien pero estaba demasiado lejos. El fuego se había intensificado. Las bombas caían por todas partes. Los más vulnerables eran las mulas cargadas con armamento y comida. Tenían sus patas hundidas en el lodo. Eran un blanco demasiado fácil. Muchas bombas las alcanzaban, despedazándolas.

Pero él sólo pensaba en aquella mula que se revolvía en el suelo, que era una piscina de barro y de sangre, agonizando. Sus compañeros habían empezado a correr. Él no tuvo más remedio que avanzar para ponerse a cubierto.

Esta mula amputada y agonizante sólo era una de los tres millones de caballos, mulas y asnos que mataron durante la I Guerra Mundial. Entre 1914 y 1918 fallecieron 900.000 soldados británicos, uno de cada ocho. Mientras que del millón de caballos enviados al frente por los británicos tan sólo regresaron 62.000.

Otro de los testimonios es el del capitán inglés Sidney Galtrey, que relató las calamidades que padecieron los animales durante la ofensiva de Arras, en Francia, y durante el invierno de 1916: "El lodo engullía literalmente los caballos". Había partes del camino para llegar al frente por donde los convoyes no podían pasar y, sin embargo, tenían que llegar hasta las trincheras con las cajas de municiones, de alimentos. Los animales se hundían. Había escasez de avena y no podían alimentarlos. Muchos animales fallecieron de agotamiento.

La caballería al principio fue considerada como esencial pero a medida que avanzaba la guerra la vulnerabilidad de los caballos ante las ametralladoras y el fuego de artillería redujo su utilidad. En el frente eran atacados con gas mostaza, con obuses y ráfagas de ametralladoras, durante las cargas de caballería. O se quedaban atrapados en las extensas alambradas de púas y, presas del pánico, se revolcaban hiriéndose de forma irreversible. Tras la batalla muchos soldados pasaban horas rematándolos.

Más allá de los libros y películas como War Horse, con la que Steven Spielberg se posiciona en el buen camino de los Oscar, existió un auténtico exterminio de los esforzados cuadrúpedos. Con ellos no iba la Gran Guerra, pero en ella perecieron como chinches. Como nunca antes, ni después, en la Historia. Y en aquel holocausto también hubo un siniestro lugar para miles de mulas llegadas de España, como relataron las crónicas inglesas.

El general Jack Seely, famoso por su heroicidad en la batalla de Mureuil Wood, y por su caballo Warrior (guerrero), explicó en la biografía de su caballo después de la guerra: "Lo más violento para él (para su caballo) tenía que ser el ruido espantoso, el estallido, los brillantes destellos de las explosiones de las bombas de racimo por las noches, todo esto debe de haber provocado un violento dolor para ojos tan sensibles como son los de los caballos".

Warrior participó en la Gran Guerra desde el principio (al igual que Joey, el protagonista de la novela Caballo de Batalla, de Michael Morpugo y de la película de Spielberg). Era un caballo especial. El general Seely lo conocía desde que lo crió en su finca de la Isla de Wight, en el sur de Inglaterra. Era su mejor amigo. Llegaron a Francia el 11 de agosto de 1914 y, desde entonces, habían participado en infinidad de batallas. Había visto morir a muchos compañeros atrapados entre púas, tiroteados o destrozados por explosivos. Warrior era un superviviente. En 1917, tuvieron que desenterrarlo para salvarlo y más adelante una bomba cayó en la villa en ruinas donde se encontraba y quedó atrapado bajo una viga partida.

Durante la guerra, la actividad en Southampton, el principal puerto militar de Inglaterra, fue frenética, de día y de noche. Constantemente llegaban barcos con cargamentos de 500 a 1.000 caballos. Los animales arribaban exhaustos, tras semanas de hacinamiento en los buques. Del puerto eran transportados al campamento veterinario del pueblo de Romsey, a 13 kilómetros de distancia.

Romsey era el mayor campamento, con capacidad para 5.000 animales, pero había muchos otros, más pequeños, repartidos por todo el país, que funcionaban como centros de adiestramiento. En Romsey los animales eran inspeccionados para descartar enfermedades infecciosas y marcados con la flecha, símbolo del Ejército Británico. Los seleccionaban y distribuían, a la espera de ser enviados al frente, por los otros centros para prepararlos para la guerra. Los mejores corceles para el combate; las mulas y los asnos, para la carga.

Entre los animales reclutados por los británicos figuraban 7.000 mulas españolas, que llegaron, como el resto, al puerto. Las mulas españolas se caracterizaban por ser más delgadas y más resistentes.

En el frente se encontraban con otro enemigo inesperado: el frío, sobre todo en invierno. Por la noche, eran atados en largas líneas, a la intemperie, con las patas cubiertas de lodo, expuestos al frío y la humedad. Literalmente muchos morían de frío. Trotaban una media de 65 kilómetros al día y era común que tanto los soldados como los caballos contrajeran enfermedades debido al constante contacto con el barro y la presencia de bacterias.