30 abril 2010

Los van a volver a tragar los camisas pardas

Los políticos, que en los últimos años utilizaron los halagos al populacho, las falsas promesas, los insultos a los partidos de la competencia para calentar los instintos primarios de la chusma, ahora están preocupados por una sociedad mediática que no controlan, que da alas al amarillismo, en la mermelada comunicativa de internet y en algunas televisiones donde se mezclan las calumnias.

Sin que nadie se diera cuenta, el populismo y la demagogia se aparearon y van a tener una criatura a la que llaman extrema derecha. Nunca como en estos días se dieron en la España del paro, el descrédito de las instituciones y la irrupción de los emigrantes en los barrios miseria.

Son las condiciones para que rebrote la peste parda.

Dice Raul del Pozo que "Hoy mismo se anuncia que sólo en Cataluña han surgido seis partidos de ultraderecha ante las elecciones autonómicas o que en Sevilla, un grupo de gamberros ha enterrado un chanchito (cerdito)en el solar donde iban a construir una mezquita.
No es que culpen a la televisión de la escalada de una involución que se masca, pero piensan que en esas parrillas de difamación y alboroto se hace un mal servicio a la democracia.
Se convirtieron en héroes no a la gente de valía o de talento, sino los que producen 'share'. Como los jóvenes leen pocos libros y periódicos y se forman en los 'talk-show', de ahí sacan las vidas a imitar. Los héroes antiguos eran los que protagonizaban hazañas, el famoso de hoy no tiene que hacer nada, apenas marcar gol o poner unos cuernos."

Pues, eso. Que soltar a los descerebrados, como ha hecho el Psoe e incluso impulsarlos, va a desembocar en el renacimiento de ultraderechistas de los del símbolo nazi.

No será este bloguero quien los pare, porque esta izquierda merece que la apaleen hasta que escarmiente, otra vez, tras la experiencia de la Segunda República y su intento de resucitarla hoy, "sea como sea", que acostumbra a decir el tonto nacional.

Tellagorri



De cómo calcular los números

Cuando en la década de los 70 irrumpieron en el mercado las calculadoras electrónicas de bolsillo, una nueva época dio comienzo, las tablas de logaritmos cayeron en desuso y las reglas de cálculo, herramienta habitual en los gremios de la ingeniería y navegación, se convirtieron en un chismes obsoletos.

Los logaritmos y la regla de cálculo siempre han estado íntimamente ligados y no son ningún descubrimiento reciente, aunque en nuestra actual vida cotidiana estamos rodeados por todas partes de sistemas informáticos que lo calculan prácticamente todo y olvidamos que gran parte de esta tecnología no tiene más allá de treinta años.

Ante la escasez de instrumentos que aliviasen el trámite, tradicionalmente nos hemos servido del uso de las manos para calcular y realizar operaciones simples.

Incluso para los griegos la aritmética no contemplaba el cálculo, sino que trataba sobre las propiedades de los números. El cálculo era cosa manual y se reservaba para los artesanos, de condición social equivalente a la de esclavos (cuando no lo eran directamente).

Pero aún en esa situación era preciso construir naves, levantar edificios y tasar de alguna manera los objetos de comercio, por lo que la necesidad de aliviar este extremo dio origen al ábaco.

El funcionamiento del ábaco es en extremo sencillo. Emplea señales que, tras determinada manipulación, realizan operaciones. Sin embargo, en este proceso no se da un desarrollo formal de algoritmo de cálculo, puesto que hasta el siglo XIII los sistemas de numeración empleados no eran posicionales e ignoraban el valor operacional del cero (o directamente su existencia).

Los números poseen su propio lenguaje y, al igual que ocurre con el que empleamos para comunicarnos, tiene su alfabeto. El que usamos comúnmente emplea como alfabeto diez cifras, del 0 al 9.

Este lenguaje se llama sistema decimal de numeración, que en su forma actual surgió en la India en el siglo VI a. de C y llegó a Europa de la mano de los árabes en la Edad Media. Las razones por las que dicho sistema ha sido universalmente aceptado no son, ni mucho menos, de índole matemática. LLos diez dedos de la mano han constituido el aparato primario de cálculo, empleado por el hombre desde los tiempos prehistóricos, porque valiéndose de los dedos es fácil contar hasta diez.

Al consumir todas las posibilidades, es decir: al llegar a diez, la lógica lleva a considerar al “10” como una nueva unidad mayor. Asimismo, diez decenas formarán una unidad de tercer orden, y así sucesivamente.

Por lo tanto, precisamente el cálculo basado en los dedos de la mano humana ha dado origen al sistema que ahora nos parece completamente natural, pero en distintos periodos muchas civilizaciones no lo era tanto.

Por ejemplo, tuvo bastante difusión el sistema duodecimal, que también está ligado al empleo de los dedos de la mano, pero valiéndose de las distintas falanges, con el que se puede contar hasta 12. Los vestigios de este sistema han pervivido hasta nuestros días y, a resultas del mismo, muchos objetos aún se cuentan por docenas y no por decenas, si bien han caído en desuso expresiones tales como “gruesa” (doce docenas) o “masa” (una docena de gruesas).







A dedo

En la antigua Babilonia se empleaba un complicado sistema, denominado sexagesimal, que aún sigue usándose en lo cotidiano, pues la hora se divide en sesenta minutos y el minuto en sesenta segundos.

A través de los relatos del explorador Stanley se sabe que algunas tribus africanas empleaban el sistema quinario. Los celtas, aztecas y mayas se valían del sistema vigesimal, cuyos restos persisten, por ejemplo, en como nombran los franceses -y los vascos- al número ochenta (cuatro veces veinte).

Los mayas emplean un sistema vigesimal posicional completo, incluyendo un símbolo para el cero. Los nombres de las sucesivas unidades eran: kin, ninal, tun, katun, bakitun, piktum, calabtum, kinchiltun, y alautun.

Los ejemplos anteriores vienen a demostrar que no siempre ha sido el sistema decimal el más aceptado. La rutina con la que utilizamos el sistema de numeración base diez, que hemos aprendido de forma intuitiva, ocasiona que muchas veces carezcamos de la consciencia de los números que empleamos.

Así que, al examinar un número cualquiera, por ejemplo el 464, hemos de tener en cuenta que, realmente, significa que el número bajo consideración contiene 4 unidades, 6 decenas y 4 centenas. Esto significa que que 464 es la abreviatura de:

464 = 4 x 102 + 6 x 101 + 4 x 100

que llamaremos expresión polinómica del 464.

El número 10 es la base del sistema y nos proporciona la idea del número de símbolos (dígitos) distintos que se utilizan para representar la cantidad, pero un examen más detallado del sistema nos revela que el concepto de posición es importante, pues el valor de las cifras dependen de la posición que ocupan. Así el dígito 6 no posee el mismo valor en las siguientes representaciones:
464 644
En la primera, 6 representa seis decenas y en la segunda seis centenas.

Los sistemas en los que la posición de los dígitos determinan el valor de los números representados, se llaman sistemas posicionales, con el objeto de diferenciarlos de aquéllos en los que el valor del dígito no depende del lugar que ocupa (por ejemplo, la numeración romana). La ventaja de los números posicionales reside en que es posible representar grandes cantidades con, relativamente, pocos dígitos, y de que pueden emplearse en operaciones aritméticas con mayor facilidad.

Generalizando, un número N, en un sistema de base b, puede ser expresado en forma polinómica:


N= a n b n + a n-1 b n-1 + ... + a i b i + ... + a o b o + a -1 b -1 + ... + a · p · b -p

donde n+1 es el número de dígitos enteros y p el número de dígitos fraccionarios.

La introducción del sistema decimal a lo largo de los siglos XV y XVI llevó a apartarse progresivamente de los postulados platónicos -realizados viente siglos antes- y al intento de conseguir instrumentos mecánicos con os que poder realizar cálculos avanzados. Así vio la luz el compás proporcional de Galileo, destinado a aplicaciones militares y de ingeniería.

En 1614 Juan Napier publicó su primer trabajo -Mirifici Logarithmorum Canonis Descriptio-, una tabla logarítmica de senos trigonométricos, describiendo pormenorizadamente la forma de emplearla, popularizando sus tablillas, con las que (superponiendo unas sobre otras) era posible realizar cálculos del producto de números.

El empleo de los logaritmos neperianos permitió realizar en adelante con mayor facilidad operaciones que hasta aquél momento representaban un gran engorro, tales como raíces de índices no enteros, potencias, etc.

En poco tiempo la mecanización de operaciones pasó a ser un hecho, cuando en 1621 Oughtred introdujo cambios en las tablillas neperianas. Las multiplicaciones y divisiones se realizaban sumando y restando las longitudes de los logaritmos marcados sobre una línea recta. Oughtred se valía de dos líneas que se deslizaban la una sobre la otra y que no precisaban separadores. En eso constiía la primera regla de cálculo, ampliamente utilizada hasta casi nuestros días, con distintas variantes para otras tantas aplicaciones.

DEL ÁBACO AL ORDEÑADOR


4000 a. de C: Sistema sexagesimal de numeración sumerio.

3000 a. de C: Los egipcios agrupan números por decenas y los representan mediante jeroglíficos.

2500 a. de C: Los chinos inventan el ábaco, considerado como la primera máquina que se utiliza para facilitar las operaciones de cálculo.

2000 a. de C: Sistema decimal no posicional babilonio.

2000 a. de C: Los egipcios emplean un torno de madera para realizar cálculos.

500 a. de C: Los romanos utilizan ábacos con piedrecillas, originando el término cálculo.

46 a. de C: Herón de Alejandría construye un autómata, empleando elementos hidráulicos.

300: En Alejandría se emplea el sistema de numeración alejandrino; toma como base las 24 letras del alfabeto, más otras tres el alfabeto antiguo. Los babilonios introducen un símbolo para el cero en el sistema sexagesimal.

400 : Platón publica su estudio sobre el análisis de la función del piloto de un navío.


850: Los árabes adoptan el sistema decimal posicional, copiado del que los hindúes desarrollaron en el S II de nuestra era.

851: Al Karismi escribe Algebr wa'l mukabala, traducido al latín en 1120 por Adelardo de Bath. De aquél se deriva el término álgebra.

1202: Fibonacci, expone en Liber Abaci el sistema decimal y como utilizarlo.

1299: La Iglesia publica un edicto que prohíbe la adopción del sistema decimal y el empleo de símbolos infieles a los mercaderes florentinos.

1400: Lo que se podría denominar comunidad científica europea, acepta la notación en el sistema decimal.

1496 : Se instala el reloj en la Plaza de San Marcos de Venecia. Las campanadas horarias son acompañadas por el desfile de figuras mecánicas.

1585: Simon Stevin propone en De thiende una notación para las fracciones decimales.



1614 : Juan Napier publica Mirifici Logarithmorum Canonis Descriptio.


1617: Juan Napier publica Rabdologia. En él presenta un dispositivo para efectuar multiplicaciones. En un primer momento empleaba reglas y, más tarde, rodillos.

1621: William Oughtred realiza una modificación al artilugio de Naiper, usando dos líneas de números que se desplazan superpuestas, para efectuar cálculos logarítmicos.


1623 : Wilhelm Schickard, diseña una máquina capaz de realizar las cuatro operaciones. El modelo fue destruido en un incendio y nunca llegaría a fabricarse.

1632: Se populariza el empleo de la regla de cálculo de Oughtred.

1642: Blaise Pascal construye la "Machina Arithmetica", comúnmente conocida como Pascalina, que podía sumar y restar números mediante engranajes.



1662: Seth Partridge perfecciona la regla de cálculo.

1666: Samuel Morland construye una máquina capaz de multiplicar, basada en las tablas de logaritmos de Napier.









1671: Gottfried Leibniz construye una calculadora mecánica que realizaba las cuatro operaciones básicas.

1678: En Journal des Scavans se publica una artículo describiendo una máquina que podía efectuar, además de las cuatro reglas, raíces cuadradas y cúbicas.

1714: En Inglaterra se registra la patente de un dispositivo similar a la de una máquina de escribir.

1728: Falcon pone en práctica la idea del telar automático y se aplica por vez primera en una instalación de Lyon. Esta idea sería perfeccionada algunos años más tarde por Jacquard.

1750: Vaucanson utiliza una cinta perforada para almacenar datos.




1753: En Scots Magazine se describe un sistema de telegrafía eléctrica.

1767: Priestley establece las leyes básicas de la electrostática.



1770: Pierre y Henri Louis Jacquet Droz construyen el escribiente, autómata cuya cabeza acompaña a la mano en la escritura, y en la que los ojos se mueven al compás de la pluma.

1774: Lasage inventa un teléfono primitivo. Se presenta por primera vez en Ginebra.

1787: Betancourt realiza experimentos con la electricidad estática para transmitir mensajes.



1793: Claude Chappe recibe el primer título mundial de ingeniero telegrafista, como reconocimiento a su trabajo de 5000 kilómetros de estaciones repetidoras con signos gráficos. Recibió el nombre de telégrafo.



1796: Volta construye la pila que lleva su nombre.



1798: Salvá, utilizando los trabajos de Betancourt, envía mensajes telegráficos entre Madrid y Aranjuez.
1800: Se inicia en Boston el funcionamiento del telégrafo óptico.
1808: Entra en funcionamiento la red inglesa de telegrafía óptica.

1811: Ned Ludd inicia las revueltas contra la implantación de telares automáticos.








1812: Jacquard vende en Francia 11.000 telares automáticos y 1.000 mas al el resto de naciones europeas.



1820 : Arago describe el funcionamiento del electroimán.



1822 : Babbage elabora el diseño de una máquina diferencial que produzca tablas logarítmicas de seis dígitos, que nunca llega a terminar porque inicia el proyecto de la máquina analítica, capaz de controlar automáticamente su funcionamiento. Tampoco consigue terminarla, porque su diseño precisa de una tecnología superior a la disponible en aquella época.

Muchos consideran a Babbage el padre de la computación digital. Augusta Ada (hija del poeta Lord Byron), realiza grandes contribuciones al trabajo de Babbage. Elabora importantes métodos de programación, entre los que se incluyen las subrutinas (saltos dentro del programa), iteraciones (repetición de rutinas) y el salto condicional (permite que el programa tome decisiones automáticas). Además, cambia del sistema decimal al binario para procesar las tarjetas perforadas.




1824: Berzelius descubre el silicio.



1827: Steinheil demuestra la posibilidad de transmitir electricidad a distancia con un solo hilo.

1828: Becquerel desarrolla un procedimiento para alargar la vida de las pilas eléctricas.


1829: Se patenta en Estados Unidos el tipógrafo.

1831: Joseph Henry crea el primer telégrafo electromagnético.



1831: Faraday descubre el electromagnetismo.


1832: Schilling, idea la forma de utilizar las desviaciones producidas por la electricidad en los imanes, como señales telegráficas.

1833: Xavier Progrin desarrolla la primera máquina de escribir con barras de tipos separadas para cada letra. Gauss y Weber construyen el primer telégrafo electromagnético con aguja.



1834: Samuel Morse obtiene del Gobierno norteamericano 30.000 dólares para construir un sistema telegráfico que unirá Washington y Baltimore.




1836: Daniel modifica la pila de Becquerel, que formará parte de los primeros sistemas de telegrafía eléctrica.
1837: Samuel Morse presenta el nuevo telégrafo. Se sustituye el desplazamiento de agujas por la escritura de puntos y rayas en una tira de papel.

1837: En Francia se publica una ley por la que las comunicaciones pasan a ser monopolio del estado.

1837: Se inventa el telégrafo eléctrico.

1839: Entra en funcionamiento en Landres el primer telégrafo eléctrico inglés. Cooke y Wheatstone fundan la primera compañía telegráfica inglesa: Electric Telegraph Company.

1843: Bunsen propone un nuevo modelo de pila eléctrica.



1844: Morse envía el primer mensaje telegráfico entre Washington y Baltimore.

1847: Boole publica El análisis matemático de pensamiento, planteando una álgebra nueva.

1854: Boole publica Las leyes del pensamiento, método con el que resolver problemas de lógica, enel que únicamente se utilizan los valores binarios 1 y 0, y tres operadores lógicos: Y, O y NO.

1890: Herman Hollerith utiliza tarjetas perforadoras para procesar los datos del censo de EE.UU, basándose en la lógica de Boole y aplicando electricidad. Hollerith fundará posteriormente la Tabulating Machine Company, antecesora de la IBM.



1906: Lee De Forest inventa el tubo de vacío e inicia la era electrónica.



1919: W. H. Eccles y F. W. Jordan crean el flip- flop, circuito binario capaz de reconocer y tomar uno de los estados estables (0, 1).



1930: Vannevar Bush construye el primer computador analógico, con elementos electromecánicos.



1936 – 1941: Konrad Suze construye dos máquinas electromecánicas de cálculo, muy parecidas a lo que sería la primera computadora.



1940: George Stibitz y S. B. Williams, construyen una calculadora de secuencia automática empleando ordinarios interruptores de sistemas telefónicos de la época.



1941: Konrad Suze presenta la Z3, una computadora electromagnética que puede ser programada mediante cintas perforadas. Shannon demuestra que la programación de las computadoras es un problema de lógica y no de aritmética, reconociendo la importancia del álgebra de Boole para estos menesteres.

1943: Turing proyecta teóricamente un cerebro artificial. Durante la II Guerra Mundial participa en el desarrollo de la computadora COLOSSUS. En 1947 publica Maquinaria inteligente, donde se trata el tema de la inteligencia artificial.



1944: Basándose en la máquina analítica de Babbage, Howard Aiken inicia el diseño y construcción de la primera computadora, que recibe el nombre de MARK I.



1947: En la Universidad de Pennsylvania Eckert y Mauchly construyen la primera computadora electrónica (ENIAC).


1950: Von Neumann, desarrolla la EDSAC, incorporándole gran cantidad de ideas sobre almacenamiento de programas en la memoria.



1951: Con la UNIVAC se da principio al concepto de generaciones de computadoras.


1960: Se aplica el transistor al diseñar los circuitos, con lo que los computadores salen del estado experimental y extienden su uso a las grandes empresas y gobiernos.

1971: El microprocesador permite incluir en una pastilla de silicio los componentes que constituyen el núcleo de la computadora: la unidad aritmética lógica, los registros, los controles de direcciones, etc. Intel diseño y fabricó por vez primera uno de tales dispositivos.

1975: La aplicación masiva de microprocesadores permitió la aparición de los Personal Computers (PC), dirigidas al público. El concepto modular fue introducido por la Altair, basado en una arquitectura abierta, mediante ranuras o slots para conectar accesorios y periféricos de otras marcas. De hecho, el éxito de esta máquina incentivó el desarrollo de los sistema operativos y programas de usuarios estandarizados, para evitar la necesidad de que el usuario programase su propio software.







Por esa época también nos encontramos con los diseños de:

Atari:




Apple:



Commodore:




Y la revolución del estándar: el PC, de IBM.


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TELLAGORRI
(Trabajo realizado por un excomentarista cuyo alias era IBAIA).








29 abril 2010

Terra Lliure

Terra Lliure fue una banda terrorista catalana de carácter independentista que surgió en 1978 entre un grupo de militantes del Partido Socialista de Liberación Nacional.

Su objetivo era unificar los ‘paises catalanes’ (Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y la zona de influencia de Francia) por medio de la lucha armada: pedían la independencia, al estilo del modelo vasco, y la implantación de un régimen socialista marxista-leninista; aunque nunca se pudo probar que tuviera conexiones con ETA.

En su conferencia de ayer, el ex dirigente del grupo lo calificó como "una experiencia de propaganda armada".

Entre 1979 y 1992, año en que se disolvió, reivindicaron más de 150 atentados perpetrados con artefactos explosivos contra edificios públicos, compañías eléctricas, emisoras de radio y repetidores de televisión, principalmente en la zona de Cataluña y Valencia. Se le atribuye una muerte y una veintena de heridos: una mujer de 62 al explotar una bomba en un juzgado del distrito de Borjas Blancas (Lérida).

Entre los años 1982 y 1989 celebró cuatro asambleas. Sus comandos operativos fueron el 'Manresa', 'Barcelona', 'Vic', 'Tarragona', 'Gerona' y 'Castellón'.

En 1985 fueron detenidos en Puigcerdá tres de los dirigentes de la banda: Jaume Fernández Clavet, Carles Sastre y Monteserrat Tarragó, por su presunta implicación en los casos Bultó y Viola.

El 8 de julio de 1991 ciento dos militantes de Terra Lliure, la mitad de la dirección de la rama política, CL, y un tercio de sus militantes, decidieron abandonar las armas, según informaron entonces varios ex responsables en Perpignan (Francia), habitual refugio de los máximos dirigentes de la organización.

Muchos de los integrantes de la banda terrorista pasaron a engrosar las filas de ERC y hoy ocupan cargos de responsabilidad tanto en el seno del partido como en diversas instituciones públicas.


Carlos Sastre, precursor


Antes de que la banda terrorista se formara, el Exércit Popular Català, precursor de Terra Lliure sembró el terror en Cataluña con dos de los asesinatos más espeluznantes que ha sufrido la España de la democracia.

El punto de partida fue el atroz atentado el 9 de mayo de 1977 contra el industrial barcelonés de 73 años José María Bultó, que conmocionó a la sociedad española. Un comando entró en casa de la hermana de Bultó, le adosaron al empresario con tiras de esparadrapo una bomba al pecho y le exigieron 500 millones si no quería morir en 24horas. Le advirtieron que no se quitara el artefacto. Bultó regresó a casa, se metió en el cuarto baño y pocos segundos después la bomba estalló.

También secuestraron a Jimenez Losantos y le dispararon en las rodillas.

Sastre fue detenido, junto a otros cuatro miembros. El grupo, sin embargo, estuvo poco en prisión. Tras la aprobación de la Ley de Amnistía, todos salieron en libertad en noviembre.

El Ministerio del Interior recurrió la aplicación de la amnistía a Sastre y sus compañeros y, en marzo de 1978, el Tribunal Supremo la anuló. En la sentencia, el Alto Tribunal entendió que el atentado contra Bultó había sido una acción independentista, y no en defensa de la autonomía catalana, y por tanto quedaba fuera de los casos recogidos en la citada Ley de Amnistía.

Mientras la Justicia dirimía las responsabilidad de Sastre, el 25 de enero de 1978 se produjo, en iguales circunstancias, el asesinato de Joaquín Viola, ex alcalde de Barcelona, y su mujer Monserrat Tarragona, al fallar la bomba que los terroristas adosaron al pecho del ex edil.

Sastre, Jaume Fernández Clavet y Monserrat Tarragó fueron detenidos en 1985 y acusados de ambos atentados. Sastre sólo cumplió condena por el asesinato de Bultó, al no poder demostrar la Audiencia Nacional (pese a haberle identificado un hijo del matrimonio) su implicación en el segundo atentado.

Por todas sus actividades terroristas, Sastre recibió un total de 48 años de condena. Cumplió sólo 11 y salió en 1996 en régimen abierto.

Ayer dió una conferencia (cual si fuese un hombre de prestigio internacional) en la Universidad de Valencia. La siguiente conferencia le corresponderá, al paso que van, a De Juana Chaos o a Ternera.

Tellagorri
(Con información de El Mundo)


28 abril 2010

Es inutil, progres, España no es Venezuela

Zapatero está empecinado en situarnos en la España de hace 70 años. Reabrir heridas y odios entre ambos bandos. Nadie cuestiona las barbaridades cometidas en nuestra guerra "incivil", la mayoría de ellas injustificadas y producto de la venganza.

Nuestro país ya nada tiene que ver con las España de los años 30 y deben ser los historiadores quienes expliquen el fracaso de la República y sus consecuencias.

Para reactivar toda esta movida, equivocadamente, se ha recurrido al juez Garzón, personaje resentido y ansioso de un deseo de reconocimiento fuera de lo común. Jamás perdonará el no haber sido nombrado ministro con el gobierno del ex-presidente Felipe González, quien descubrió las intenciones del citado juez y lo que podría haber ocurrido otorgándole una cartera ministerial.

A todo esto, ZP, está consintiendo y alentando desde la sombra, las duras críticas que están recibiendo el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional en actos en los cuales están participando importantes cargos políticos del PSOE.

Eso de reivindicar la reapertura de ultrajes y crímenes pertenecientes al pasado como arma electoral, puede resultar mucho más peligroso de lo que parece.

Los del ya más que anticuado "no pasarán" cometen un gran error. Olvidan que es imposible poner barreras al sentido común, y los ciudadanos, por mucho que pretendan alborotar cuatro descerebrados, ya no se asustan.

Criterio, tolerancia y justicia son valores defendidos por muchos millones de españoles a quienes lo que verdaderamente preocupa es poder vivir en paz, concordia y a poder ser, con trabajo para todos.

Estoy convencido de que, el achuchar a las masas contra el Estado de Derecho, representado por los tribunales de Justicia, se puede comparar con el gran error cometido por los gobernantes de la República cuando les entregaron armas al pueblo; en ambos casos se abandona la legalidad para dejarse arrastrar por los intereses sucios de ciertos gobernantes y de aquellos que no supieron ver más allá de sus narices ¡y así les fue!

Tellagorri


27 abril 2010

El diputado Herrera

Hoy me relamo con otra perla parlamentaria, y no me resisto a compartirla con ustedes. Especialmente porque, si no me equivoco, pasó casi inadvertida en la prensa: media tímida columnita en un rincón, y poco aire de la clase política.

Entre bomberos, supongo que se dijeron, no vamos a pisarnos la manguera. La soltó un pavo llamado Joan Herrera, diputado de Iniciativa por Cataluña Verde, me parece que es, pero podía haberla facturado cualquier otro individuo de los que frecuentan el garito. O buena parte de ellos.

De esos a los que alguna vez encuentro en la rotonda o los restaurantes del Palace –yo pago allí con mi dinero, y ellos también pagan con el mío y con el de ustedes–, y me veo obligado a oír sus conversaciones telefónicas o de viva voz.

Como ya apunté en esta página alguna vez, España debe de ser el único país de Europa, o de por ahí cerca, donde para sentarse en las Cortes no hace falta tener ni el bachillerato.

En pregunta parlamentaria, hace un par de semanas, ese tal Herrera inquirió, muy serio, si bajo los supuestos de la ley de Memoria Histórica de 2007, que impone la retirada de objetos, monumentos o menciones conmemorativas que exalten la sublevación militar de 1936, el Gobierno tiene previsto cambiar el nombre de la Base Alfonso XIII de Melilla: que a su juicio, y de acuerdo con la citada ley, "supone una exaltación franquista".

Respondió el Gobierno que, aunque se han tomado muchas medidas acordes con lo establecido en esa ley, la figura de Alfonso XIII no está incluida en ella, puesto que el abuelo del actual monarca dejó de reinar en España con la proclamación de la II República, que fue anterior a la Guerra Civil y a la dictadura del general Franco.

Lo que, dicho en bonito, venía a significar que el diputado Herrera se había tirado un planchazo de órdago, mezclando dictaduras –la de Primo de Rivera sí fue bajo Alfonso XIII– y liándose más que el tobillo de un romano.

No vayan a creer ustedes que Herrera, azote implacable –y verde– de dictadores y dictaduras, pidió disculpas por meter la gamba hasta la ingle, o en sincero auto de fe salió al día siguiente en el telediario admitiendo: soy un indocumentado y un cantamañanas. Nada de eso.

Se dio por satisfecho, y con la solemne impavidez del tonto, supongo, miró al soslayo, fuese al bar y no hubo nada. Quede claro de todas formas, diría su gesto seguro y la sonrisilla satisfecha, que aquí mis votantes y yo no dejaremos pasar ni una. Faltaría más. A esa puta y facha España.

Opino, sin embargo, que el Gobierno, aunque diligente, anduvo escaso en la respuesta. Mañana mismo, algún otro insobornable martillo de dictadores puede sentir curiosidad por franquismos parecidos, y esta clase de cosas es mejor prevenirlas.

Lo de Alfonso XIII es más que una simple anécdota: delata caudales de rancia estupidez nacional, aliada con ignorancia y oportunismo político.

Individuos que hacen preguntas como ésa, indigentes intelectuales de semejante calibre, votan leyes y deciden, con sus pactos, alianzas y pertinaz desvergüenza parlamentaria, nuestro presente y el futuro de varias generaciones.

Habría convenido, por tanto, aprovechar la respuesta gubernamental para explicar a los vigilantes de la playa, y compañía, que Franco fue un dictador culpable de muchas cosas; pero que España es un lugar complicado y viejo, con tres mil años de verdadera memoria histórica, donde antes de la Guerra Civil, fecha a la que aquí se remite toda referencia y clave de nuestros males, ocurrieron otras cosas.

Aunque despachara a moros y cristianos, por ejemplo, el Cid no era franquista. Ni Cervantes, aunque escribió en castellano. Tampoco los Reyes católicos, que expulsaron a los judíos, o Felipe III, que echó a los moriscos.

Y la bandera roja y amarilla, pásmense todos, no la impuso Franco en 1936, sino Carlos III –que era un rey ilustrado– en 1785, inspirada en la antigua señal del reino de Aragón.

Todo eso está en los libros de Historia, explicado muy clarito. Los hay de bolsillo, baratos. Cuando hagan otro de esos caros viajes protocolarios internacionales con avión en clase preferente, hotel y dietas a que tan aficionados son nuestros diputados, en vez de ponerse ciegos a canapés en las salas Vip de los aeropuertos, podrían leer alguno.

ARTURO PEREZ REVERTE
Académico de la Real Academia de la Lengua