31 diciembre 2009

Un ejército de "prohibido morirse"


Un Ejército para la paz tiene el mismo sentido que una funeraria para la vida, pero el Gobierno español se ha empeñado en convertir a nuestras Fuerzas Armadas en una ONG.

Afganistán está en guerra desde Alejandro Magno y ya humilló al Ejército Rojo.

El actual gobierno legal manipula la mayor producción mundial de heroína y el país está cuadriculado en kábilas.

La consigna del contingente español enviado allí es no sufrir pérdidas.

Dice Martín Prieto que el General Stanley Mc Cartey, al frente del operativo aliado ya se quejó de que los españoles protegían a las columnas gubernamentales afganas pero al iniciarse el tiroteo tenían que acudir por aire los helicópteros estadounidenses y por tierra las tropas italianas que nos flanquean.

La Ministra de Defensa, Carme Chacón es socialista, catalanista, experta en Quebec y pacifista: Todo un desastre para el futuro de cualquier tipo de ejército.

Es una ministra que, obedeciendo a Rodríguez Zapatero, otro que tal, se defiende poco y piensa que la guerra consiste "en desfilar para el telediario".

Eso sí: en la guerra de Afganistán no podemos tener más muertos. Son órdenes de Zapatero que ya levanta el culo al paso de la bandera de las barras y estrellas.

Las tropas de España están en Afganistán de Puro Despiste a los USA.

Mañana comienza un nuevo año, y muchos tenemos la convicción de que esta "cuadrilla" de trileros, estafadores, represores, censuradores, prohibidores, y ladrones, habrán sido barridos antes de finalizarlo. Y de forma dramática, probablemente.

Tellagorri




30 diciembre 2009

Lo que dicen los PNV, y lo que sucede luego


En el País Vasco suceden cosas extrañas. Observen, vuesas mercedes, lo que dicen los que creen "ser la representación real del pueblo vasco", y lo que el pueblo vasco hace o dice.

Exactamente, lo contrario.

Dicen los peneuveros, desde el kurkullu hasta el korkoreka, que la emisión por la tele vasca del discurso del Rey es "Una "imposición contra la mayoría  vasca". ¿Una imposición de quién?

El resultado, o sea la realidad de lo que hacen los vascos, un insólito 24,4% de cuota de pantalla, que batió records de audiencia tanto en Euskadi como en toda España, refleja el fiasco de esta valoración.

El 'share' alcanzado dobla el 13'5% de la audiencia habitual de ETB  y ha superado a los programas más vistos.

Los líderes nacionalistas adujeron que la audiencia del canal autonómico podría resentirse al emitir un mensaje "que puede verse en otras siete u ocho cadenas de televisión", pero el discurso del monarca alza a la ETB al liderazgo del 'prime time' en Nochebuena. La primera de TVE alcanzó el 15,1% y ninguno de los 29 canales de toda España por los que se difundió el discurso alcanzó un mejor porcentaje que Euskal Telebista.

Vaya vista la de los korkorekas y kurkullus. Los van a nombrar cofrades de La Santa Previsión.

Otros casos han reflejado el contraste entre lo que dicen los peneuveros de que " no hay que dejarse españolizar", con la masiva afluencia de los vascos a las playas de Levante o Andalucía, donde es valorada su apuesta vital, o el constante desplazamiento hacia Cantabria y La Rioja.

El miedo al "intento de españolizar Euskadi" que esgrimen los nacionalistas tanto ante la emisión del mensaje del Rey como a la llegada de un obispo a Guipúzcoa podría asemejarse al fantasma de los árboles cuando ya no existe el bosque.

Tellagorri



29 diciembre 2009

Piratas, filibusteros, corsarios


Hoy nos toca una de Arturo, el Caballero de Cartagena, para amenizar, con sus verdades de a cien mil dolares cada una,el Blog en este agonizar de año.

En los últimos tiempos, con esto de los secuestros de barcos en el Índico y demás peripecias náuticas españolas, las palabras pirata, bucanero, filibustero y corsario han salido mucho a relucir en periódicos, telediarios y sitios así.

No siempre con propiedad, creo. Se observa cierta confusión de ideas y conceptos, comprensible quizás en el joven enviado especial que sobre el terreno hace su crónica apresurada; pero no en las redacciones, donde hay jefes de sección, redactores jefes y gente que se supone, aunque sólo sea por edad, vocación y oficio, dedica tiempo a leer, o ha leído.

O es capaz de recorrer los metros que separan su mesa de trabajo del estante donde están –deberían– los libros de consulta, o teclear en el ordenata el ábrete Sésamo de la página de Internet –veinte millones de visitas mensuales de todo el mundo– donde se accede al diccionario de la Real Academia Española.

Pirata, comprobarán si lo hacen –dejando mitificaciones románticas aparte–, es el hijo de puta a secas: quien se dedica al abordaje de barcos para robar, sin otro móvil que enriquecerse con el producto del robo.

Desde la remota Antigüedad a nuestros días, esta actividad va acompañada de otros desmanes que suelen incluir el asesinato, la violación, la tortura de prisioneros y la exigencia de rescates.

Por eso al pirata se le consideró siempre la escoria de los mares, el más bajo escalón de la escala moral. Así, en tiempos de menos matices que los actuales, el que caía en manos de la Justicia terminaba en la horca, como fue el caso de Benito Soto, de quien me ocupé alguna vez en esta página: el último pirata español, ejecutado en Gibraltar en 1832.

Filibustero y bucanero son variantes de pirata caribeño en tiempos de la dominación española. Especializaciones regionales.

Los primeros eran ladrones y asesinos a palo seco, sin otra filiación que dedicarse a eso bajo un nombre que se supone derivado de la antigua palabra freebooter, que significa merodeador, o por ahí.

Los bucaneros tenían origen francés: eran colonos asentados en el Caribe que ahumaban la carne en lugares llamados boucans, y que acabaron dedicándose al más rentable negocio del saqueo y el degüello marítimo.

Ellos convirtieron en nido de piratas la isla de Tortuga y luego Jamaica, bajo la habitual protección inglesa, siempre cínica e interesada a la hora de saquear los intereses españoles en América, hasta que los chicos malos empezaron a saquear también los suyos.

Entonces todo fueron tratados internacionales auspiciados por Londres, campañas contra piratas y patíbulos bien provistos. Lo típico de Su Graciosa. Lo de siempre.

Corsario, en cambio, es un título digno, dentro de lo que cabe. Y complejo. De una parte, se aplica a cualquier nave que en tiempo de guerra combata el tráfico mercante enemigo.

El acorazado alemán Graf Spee, por ejemplo, era un buque corsario, como lo fue el crucero auxiliar Atlantis –el de la película Bajo diez banderas–, pertenecientes ambos a la marina de guerra alemana, con la diferencia de que el segundo operaba camuflado como mercante de bandera neutral. Pero éstas son variantes modernas.

Otra cosa fueron los corsarios clásicos: barcos armados y tripulados por particulares que, en tiempo de guerra, estaban autorizados por su Gobierno, con arreglo a estrictas Ordenanzas, para atacar y apresar a naves enemigas, generalmente mercantes, y también para combatir a las embarcaciones piratas.

Eran los corsarios, por tanto, auxiliares civiles de las marinas de guerra, y lo hacían por dinero, a cambio del beneficio obtenido por las embarcaciones apresadas y sus cargamentos. Para esta actividad era necesaria la patente de corso, que sólo autorizaba presas de países con los que la autoridad que expedía la patente se encontrase en guerra, o de barcos fuera de la ley internacional. Frase ésta, la de patente de corso, que ha terminado significando, en uso coloquial, la libertad de que, por diversos motivos, goza un particular para actuar al margen de las normas generalmente establecidas.

En ese contexto, llamar corsarios a los piratas somalíes no es sólo una inexactitud técnica, sino un error moral.

Supone dignificarlos con un título impropio, elevándolos de simples saqueadores sin reglas –a toda ropa, decía Cervantes– a una categoría casi respetable. Algo parecido a lo que nuestra imbecilidad nacional hizo en los años 70, al conceder la prestigiosa palabra comandos –combatientes de la Guerra Bóer y fuerzas especiales modernas– a grupos de terroristas vascos cuyo único mérito era apoyar pistolas en la nuca y apretar el gatillo.

Así que dejémonos de cursiladas. Corsarios como Dios manda fueron Antonio Barceló, Roger de Flor, Robert Surcouf, John Paul Jones, Jean Lafitte –aunque este último tuviese su punto filibustero–, o los protagonistas de la espléndida novela La cacería, del uruguayo Alejandro Paternain. Lo otro es gentuza del mar, ladrones y asesinos. Para entendernos: piratas.

Arturo Pérez-Reverte


28 diciembre 2009

Los zapateristas van a la destrucción de nuestra cultura


Según una encuesta realizada por un diario no conservador, lo que implica que los datos no se pueden esconder o achacar a que son obtenidos por los no socialistas, tenemos una realidad que ni los progres mentirosos pueden camuflar.

He aquí la dicha encuesta sobre las preocupaciones de los españoles y de estos días últimos =



¿Cuál es su principal preocupación?
Crisis económica 48,07% [48,07%]
Corrupción política 49,64% [49,64%]
Terrorismo 2,29% [2,29%] 
 
 
 

Lo que nos lleva a que, por culpa de esa corrupción de los políticos, este país va camino de ser uno de los primeros en ser islamizados y transformado en sus tradiciones sociales y en corto plazo.

El Bloguero Gees dice que "aquí en Europa, hay organizaciones no gubernamentales, instituciones y fundaciones perfectamente coordinadas y generosamente pagadas por los Estados del Golfo Pérsico realizando una perfecta acción de minado de las instituciones cristianas, vía "multiculturalismo", "derechos humanos" o "libertad religiosa".

Todo lo cual, en principio, no supodría mayor riesgo para las democracias cristianas occidentales, si éstas mantuviesen firmes los principios culturales y religiosos que constituyen su razón de ser, y tuviesen claro que con todas sus pegas, sus regímenes democráticos y sus sociedades abiertas son preferibles mil veces a las islamistas y a las islámicas.

Si fuese ella misma, Europa resistiría perfectamente al islamismo actual, al terrorista y a cualquier otro.

Pero aquí entra la segunda fuerza ideológica, que viene a romper este equilibrio: la izquierda postmoderna, perfectamente representada por el PSOE de Zapatero.

Tras el fracaso del socialismo real, parte de la izquierda europea se está revolviendo, como si se tratase de un niño malcriado, contra el orden cultural occidental: ojo, no contra el régimen político y económico, sino contra los principios morales, culturales y religiosos de éste, que también son en parte de la propia izquierda.

Para ello, la izquierda de ZP no ha dudado en ponerse de parte del islamismo en la campaña contra la tradición y la cultura occidental. Retiran crucifijos, pervierten la Navidad, acorralan a la Iglesia en sus iglesias, destruyen la moral pública.

Vacían de religión Occidente, ante el aplauso del islamismo, que ya espera, cimitarra en mano, edificar sus mezquitas sobre el erial europeo.

Lo tragicómico del asunto es que nada hay más despreciable para un islamista que un materialista izquierdista como Zapatero, defensor de todo tipo de perversiones morales y que no encontraría clemencia alguna en la cultura que ayuda a importar.

Los europeos van camino de cargarse en veinte años lo que ha perdurado veinte siglos.

De continuar así, podemos garantizar que dentro de treinta años nuestros hijos no celebrarán la Navidad tal y como la celebramos nosotros... y eso si la celebran.

Tellagorri




27 diciembre 2009

El calendario de pared


Entre los ritos de los próximos días figura el de cambiar el calendario de pared. Lo ha hecho ya Don Gerardo, que es un cagaprisas, y ha colgado enero de 2010 antes de que acabe 2009.

Lo propio han llevado a cabo en el taller sevillano de Matías (Reparaciones en general del automóvil) y las monjas de clausura frente a San Esteban en el obrador del convento de Salamanca.

Don Gerardo ha elegido el calendario de la Caja de Ahorros, que tiene los números gordos a prueba de presbicia. Matías ha colgado, entre correas de ventilador, el calendario que le regala cada año un fabricante de amortiguadores. Y la responsable de la cocina del convento, ya tiene enero preparado debajo de la hoja amarillenta del último mes del año.

La parte colorida de los calendarios prácticamente no ha cambiado.

Paisajes guipuzcoanos para Don Gerardo; mozas turgentes para Matías y escenas piadosas para la pared de las monjitas. Donde las cosas ya no son igual es en la parte inferior.

A los números les han quitado el santoral. Ya no hay manera de saber cuándo es San Daniel o Santa Margarita, aunque a cambio nos permitan saber cuándo es el Día de la arteriosclerosis.

A mi me parece que no está bien esconder los nombres de los santos aunque, vistos los nombres impuestos ahora a los recién nacidos a lo mejor es que ya resulta imposible.

No hay quien cuadre un calendario con Distiratsu, Vladimir, Onbera, Abdel Hazim y Vanessa Angélica, Haritz, Harkaitz, Agurtzane,Esteve, Carod, Didac, Blai, Arnau etc..

Claro que siempre nos quedará el Calendario Zaragozano.

Tellagorri


26 diciembre 2009

"Eso" que en España llaman Justicia


La Justicia, para serlo realmente, necesita rapidez y garantías procesales.

Por eso el ordenamiento jurídico, además de establecerlas, confía su defensa tanto al juez como a la fiscalía y a los abogados, lo que es el fundamento del mismo en un Estado de Derecho.

En España, por descuido, falta de medios o porque a menudo jueces, fiscales y policía judicial no actúan en este aspecto como debieran, las filtraciones (casi siempre interesadas), la vulneración del secreto, la innecesaria exposición de los justiciables ante la opinión pública, etc. son demasiado habituales.

Que las cosas dejen de ser así debería ser una obligación del Gobierno de los Jueces (El llamado Conejo Superior del Joder Judicial), a veces más pendiente de negociaciones para repartir nombramientos que de estos asuntos esenciales.

Y todo esto puede ir ligado, en muchísimas ocasiones, a leyes estúpidas que cada Juez aplica según sus prejuicios particulares, o sus ideologías políticas oportunistas de ascender en el escalofón a base de enchufes y no por méritos judiciales.

Méritos judiciales son el no tener expedientes pendientes porque los tramita todos, el que sus sentencias sean pocas veces recurridas, y que tengan sentido común cuando hay laguna jurídica.

Por todo ello, algunas de las leyes estúpidas que obligan a los jueces a resolver (dictar una resolución o sentencia)están en relación con el más estúpido de los ministerios existentes desde que Ervigio (año 680) llegó a rey de los godos y prohibió todo lo prohibible que un hombre puede prohibir. Me refiero al Ministerio de IGUALDAD de ZP.

Si vuesa merced desea subir la tensión y provocar lo que se llama un "cabreo", indique a su taxista madrileño que le lleve al Ministerio de Igualdad: Primero reconocerá su ignorancia. Rápidamente se intentará documentar con la información usual. Después consultará con sus compañeros de la parada. Más tarde llamará a su Radio-Taxi y posteriormente, sin duda, dimitirá.

Nadie sabe donde se ubica físicamente este Ministerio o si es un "dominio" en Internet.

Si la Igualdad en España la representa una tonti-culo Ministra Aído y su controvertida Ley de Protección de "La Mujer" o algo parecido, llena de remiendos y zurcidos, apaguen y vámonos. Con esa ley, y otras muy similares de parecidos ministerios, hablar de Justicia es como hablar de Caperucita. Un cuento tonto.

Tal como evolucionan las cosas, en unos años, China será la fábrica; la India, la oficina; Estados Unidos, el laboratorio y el cuartel, y Europa, la residencia de la tercera edad.

Y ni siquiera está claro que el lujoso asilo vaya a corresponder a España , porque hasta como destino turístico y refugio dorado de jubilados está en quiebra.

Ante una decisión arbitraria del poder ejecutivo en materia de libertad de expresión, no hay instancias nacionales que puedan actuar de forma independiente.

Es notable la carencia de contrapesos institucionales. Dicha situación hace más aberrantes a las de por sí tendencias autoritarias del gobierno.

Tellagorri


24 diciembre 2009

La generación que trajo esta Navidad de 2009


Viven refugiados en sus casas hasta la época de la prejubilación. Dan la bronca a sus viejos gordos y calvos y devoran su comida. Lo peor de todo es que permanecen tumbados en el suelo por miedo a caerse. No se atreven a cortar la soga que tienen en el cuello, no salen a combatir el odio y la mentira.

Nacieron en la época de más prosperidad de nuestra Historia.

Miraban desde su cuarto a una ventana abierta al universo llamada internet, salían a ligar como Gengis Kan en caballos de hierro, estudiaban en las universidades de élite norteamericanas y europeas.

Su esperanza de vida subió a 100 años. No les obligaban a llevar el chopo en el hombro. Eran la generación más poderosa que había alumbrado el sol. De pronto, todo se jodió. Se transformaron en la generación catátrofe.

FELIZ NAVIDAD a todos los Blogueros y Lectores de blogs.



23 diciembre 2009

Las invenciones de la izquierda mundial derrotada


En el siglo XX, la utopía llenó de cadáveres las cunetas de la Historia gracias a los dos hermanos gemelos que entonces la encarnaban: el comunismo y el nazismo.

Ahora, el ecologismo, ideología que mantiene una relación con la ecología pareja a la de la velocidad con el tocino, se ha convertido en la nueva expresión política de una fábula siempre igual a sí misma.

Tras la soberbia escena cómica de Zapatero en Copenhague, cuando dio en hacer el indio parafraseando la famosa carta ful del piel roja Seattle al presidente de los rostros pálidos, hay algo más que simple indigencia cultural.

De hecho, bajo la estomagante cursilería de la frasecita yace, incólume, el mito que alimentó el discurso de la izquierda a lo largo de las dos últimas centurias: la fantasía del buen salvaje.

Técnicos rusos del Institute of Economic Analysis (IEA) han publicado un completo informe en el que dan cuenta pormenorizada de las mentiras del Planel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.

En el documento, demuestram mediante datos probados que las estaciones meteorológicas rusas no verifican la teoría del Calentamiento Global Antropogénico.

Pero lo más significativo es el desenmascaramiento que sufren esos grandes científicos del Centro Hadley y el CRU. Sus técnicas de medición los retratan, y buena parte de los periódicos rusos ya han dado cuenta del escándalo.

Los calentólogos del CRU recabaron datos de apenas un 25% de todas las estaciones ubicadas en el vasto país, curiosamente, solo los datos de aquellos centros poblados influenciados por el efecto de la contaminación urbana.

Dadas las dimensiones del país, la repercusión sobre el cómputo final de los datos climáticos no es baladí. La escala del calentamiento del planeta en su conjunto ha sido distorsionada en un 12.5% por las manipulaciones y falsedades del CRU sólo en Rusia.

Aún así, podría ser aún más. El IEA ha declarado que hasta que no se recalculen todos los datos de la temperatura global, no se podrá conocer la verdadera magnitud de la exageración calentóloga.

Seguimos con una IZQUIERDA que camufla la Caída del Muro de Berlín con cuentos ecologógicos INVENTADOS.

Tellagorri



22 diciembre 2009

Tontos (y tontas) de pata negra


Uno comprende que tiene que haber tontos, como tiene que haber de todo. Me refiero al tonto social, o sea. Al que normalmente llamamos tonto del haba. Al imbécil de andar por casa.

De diario. Son criaturas de Dios, como dijo San Francisco del hermano lobo, si es que lo dijo, y tampoco es cosa de pasarlos por el lanzallamas. O de pasarlos sin más. Tienen tanto derecho a existir como cualquiera.

Incluso un tonto evidente, lustroso, bien cebado, de esos que da gloria verlos, tipo cuñado Mariano, hace su papelito en determinados lugares. Decora el paisaje.

Sobre todo si, como ocurre a menudo, no tiene conciencia de lo tonto que es. O de lo que puede ser si se lo propone, en plan película de superación deportiva americana, con el entrenamiento y el esfuerzo adecuado.

Y es que un tonto en condiciones, situado en el lugar idóneo, el trabajo, la vida cultural, la política, completa la vasta y asombrosa obra de la Naturaleza. La armonía del Universo. Enriquece la vida, para que me entiendan. Sirve como referencia.Como tontómetro del entorno y como brújula para los demás.

Por eso siempre he sido partidario de tener un tonto a mano. No demasiado cerca, ojo. Un tonto es como las escopetas: lo carga el diablo. Pero tenidos a distancia y bajo control razonable, se aprende mucho observándolos.

La pega principal es que el tonto tiene una asombrosa capacidad reproductora. Se multiplica como una coneja. Y al menor descuido, te rodea como al general Custer.

Ciertos ambientes, sobre todo los políticamente correctos, le son en extremo favorables. Y si además se trata de un tonto de aquí, español, con todos los complejos, inculturas, envidias y estupidez congénita propios de esta nacionalidad esplendorosa y autosatisfecha de la que gozamos, para qué les voy a contar.

Si España exportara tontos al extranjero –a veces lo hace, pero sin organización ni método– seríamos la primera potencia mundial.

Los tontos españoles son tontos conspicuos, de pata negra. Matizo, a fin de no avivar talibanismos feminazis: los tontos y las tontas. Para qué voy a mentir: en el fondo me hace ilusión.

Si el tonto español desapareciera como especie, la cosa sería tan lamentable como la desaparición del toro de lidia, o la del tertuliano radiofónico que con la misma soltura analiza un resultado electoral que la teoría de campos de fuerza de Maxwell.

Una de nuestras señas de identidad nacional se iría a tomar por saco. Cuando los últimos vínculos trimilenarios que unen a nuestra ruin tropa se aflojen del todo, y castellanos, catalanes, vascos, andaluces, inmigrantes y demás vayamos cada uno a nuestro aire, como realmente nos pide el cuerpo, sólo habrá dos cosas que nos sigan manteniendo unidos: el fútbol y lo tontos del ciruelo que somos, o que podemos llegar a ser cuando la Historia, la sociedad, la tele, la moda de turno, nos dan la oportunidad. Que suelen dárnosla.

En tal sentido, me preocupaba que las universidades españolas quedaran al margen del asunto. Perdieran el tren, para entendernos. A fin de cuentas, en sitios así lo que menudea es la inteligencia, la cultura y cosas por el estilo, y a la idiotez se le supone sólo un carácter mínimo, testimonial.

Pero la Universidad de Zaragoza acaba de tranquilizarme mucho. El que más y el que menos prevé el futuro siniestro que espera a los universitarios españoles, y sabe que cuanto tiene que ver con progreso, innovación, ampliación de titulaciones, investigación, calidad en la docencia y nuevas tecnologías recae exclusivamente sobre el esfuerzo individual y el sacrificio de un profesorado que cobra menos de 2.500 mortadelos al mes, y eso cuando tiene 20 años de antigüedad.

Con este paisaje, la última iniciativa de la docta institución cesaraugustana, de cara al próximo curso, ha sido apadrinar una campaña que, bajo el título Nombrar en femenino es posible.¡Inténtalo!.

Y con los nombres y símbolos bien a la vista de la Universidad –cátedra sobre Igualdad de Género, nada menos– y del Gobierno de Aragón, que supongo soltaron la viruta apropiada, reparte a troche y moche folletos de cuatro páginas a color, para que los jóvenes universitarios zaragozanos dejen de invisibilizar a las mujeres mediante deliciosas construcciones en la línea del tópico habitual: el ser humano en vez del hombre, el alumnado sin empleo en vez de los estudiantes desempleados, profesionales en régimen laboral autónomo en vez de trabajadores autónomos, y otros brillantes hallazgos al uso.

Con la siguiente –y confusa– afirmación final, que transcribo literalmente en toda su espléndida y analfabeta incongruencia gramatical: «Seguro que, con la práctica, prestas más atención al lenguaje y usas términos para que todos y todas seamos visibles en el discurso».

Por eso digo que estoy tranquilo con lo de las esencias. No hay como la estupidez institucional, con cátedra incluida, para asegurar el futuro. Y el nuestro está garantizado. Tenemos tontos y tontas para rato y para rata.

ARTURO PÉREZ-REVERTE



21 diciembre 2009

La Sexta : Canal TV inspirado por Pol Pot


Para los que no saben quién era Pol Pot, se resume diciendo que "Pol Pot, llamado cariñosamente por Mao Tse Tung "Potty" y cuyo nombre real era Sado Sar, fue un criminal gobernante camboyano,  actor de cine que fundó la conocida Kampuchea Sadocrática entre 1975 y 1979. Entre sus muchos programas de gobierno se destaca "Un país sin gente, un país en paz".

Un programa de control de la explosión demográfica, que tuvo un éxito contundente logrando una reducción de un millón 500 mil personas en tan sólo 4 años.

Si los envidiosos de los vietnamitas no lo hubieran asustado, hubiera seguido con el programa y a ese paso hubiera acabado con todos los camboyanos en ocho años, los asiáticos en 10 y el planeta en 20 para instaurar una nueva civilización sin guerras, sin odios entre naciones
".

A qué nos suenan este tipo de frases : "una nueva civilización sin guerras, sin odios entre naciones". Al estilo de "La Tierra no es de nadie, es del Viento". Cualquier día nos dirán, los sociatas, algo parecido a "los españoles no son necesarios, basta con que sobrevivamos los progres, por el bien de una atmosfera no contaminada".

Le quedó muy fino a Monzón, alias Wyoming, el chistecillo del miércoles a costa, nuevamente, de Hermann Tertsch, lo de que éste trabaja más en la cama que Nacho Vidal.
A ver si a Tertsch lo apiola alguien de una vez, como parece que se pretende, y Wyoming nos obsequia con la ocurrencia del siglo, y reventamos todos de risa, hasta los no socialistas.

Al parecer, para Wyoming, todo lo que se haga con Tertsch es muy blandito, para lo que el chico se merece. Ni una costilla, ni dos ni tres ni pulmones encharcados. Ánimo, ¿no hay quién dé más? ¿El bazo roto? ¿Fractura craneal, dice el señor del fondo?

Aplastamiento de médula a la una... qué blandengues los veo, compañeros. Vamos a tener que lanzar un concurso de ideas, o mover la parroquia con otro vídeo simpático: Hermann Tertsch prometiendo que se va a cargar una guardería en Vallecas, a pleno sol de invierno y ante las cámaras.

O, mejor, cargándosela directamente en montaje de ordenador, con mucha casquería y biberón profanado.

Dice Jon Juaristi que "el caso es divertirse hasta morir, y el filón Tertsch es explotable sin riesgo, porque su antiguo periódico lo acaba de declarar tótem máximo de la prensa de la caverna, o sea, que se la ha estado buscando desde que abandonó la cabecera correcta".

Pero, ya que de corrección se trata, veamos cómo se escribe la historia según la Sexta y el programa de Monzón-Wyoming, cuya aspiración no es, según los directivos de aquélla, exterminar a Tertsch, sino instruir deleitando a la audiencia con gracia y salero, enseñándonos, de paso, un poco de memoria nacional.

Resulta que Hermann Tertsch, en un comentario desde el lecho del dolor, emitido por Telemadrid, se refirió a un tiempo de checas y paseos cuyo aroma está impregnando de nuevo la imaginación colectiva de la zurda.

Pues bien, Wyoming comparece de ordinario junto a un artefacto conocido por Beatriz Montáñez, que pone las puntualizaciones eruditas. A lo de las checas, la tal Montáñez reaccionó explicándonos a los legos que se trataba de los terribles centros de detención que abrió en España el Ejército Soviético durante la última guerra civil.

Lo malo es que las checas tuvieron mucho más que ver con el Partido Socialista Obrero Español que con el Ejército Soviético, al que los españoles sólo conocen a través de sus coros.Sí, aún podeís comprar el disco que se llama "Los Coros del Ejército Soviético"

Los socialistas sí que sabían de checas; es más, éstas florecieron en Madrid bajo el gobierno de Largo Caballero, ( un jefe de gobierno socialista) que proporcionó al vecindario la única experiencia auténtica de terror soviético que se vivió en España.

Hermann Tertsch no había afirmado que las checas actuales consisten, sobre todo, en ciertos programas de televisión donde se manipula la imagen ajena hasta hacerla odiosa a base de choteo supuestamente blando que ni siquiera compromete al paseo final, porque no faltará entre los espectadores algún psicópata justiciero, incapaz de captar la ironía, y dispuesto a encargarse de la tarea sucia.

Con Calígula de gobernante vamos derechitos a ser un país como la Camboya  de Pol Pot.

Tellagorri



20 diciembre 2009

Necesitamos un TURGOT


Su madre quiso introducirle en la vida social de la ciudad, y entabló relación con gentes como Montesquieu, D'Alembert o Galiani. Para 1755 ya formaba parte de los economistes (fisiócratas), aunque jamás pudo encajar en el "espíritu de secta", que (en sus propias palabras) "crea enemigos de las verdades útiles".

Turgot llegó al Gobierno de Luis XVI en las condiciones más favorables. Era ya un intelectual reconocido y contaba con la exitosa experiencia de su paso por la intendencia de Limoges. El 20 de julio de 1774 fue nombrado ministro de Marina, donde enseguida dio en poner en práctica sus ideas. Así, mandó comprar nuevos barcos a Suecia, con lo que consiguió reducir los costes en dos quintos (en comparación con lo que hubiera supuesto armarlos en Francia).

Apenas llevaba un mes al frente de Marina cuando se le designó titular de Finanzas, puesto para el que estaba más preparado que ningún otro hombre del país.

Llegó a su Finanzas enarbolando tres principios, que expuso cumplidamente en una carta a Luis XVI: "No a la quiebra, no al aumento de impuestos, no a los préstamos".

Su rechazo a la quiebra incluía la "disfrazada por reducciones ilegales". En cuanto a los impuestos, estaba en contra de subirlos porque empeoraban la condición de la gente.

Por lo que hace a los préstamos, entendía que tenían como consecuencia "ora la bancarrota, ora el incremento de los impuestos". En esas condiciones, la única solución pasaba por "reducir los gastos por debajo de los ingresos".

Turgot había restablecido la libertad de granos. Voltaire escribió sobre este decreto: "Durante sesenta años he estado leyendo esos edictos que, en un lenguaje ininteligible, siempre nos han desnudado de nuestra libertad natural. Ahora llega éste, que nos devuelve la libertad y del cual puedo entender cada palabra sin dificultad. Es la primera vez que el Rey razona con su gente". Era la primera vez que alguien, en nombre del Rey, legislaba pensando de veras en la gente. Y lo hacía para devolverle la libertad robada.

Turgot estaba dispuesto a luchar también contra los privilegios de la Corte, lo que en última instancia acabaría con su carrera política.

Había un cuerpo, llamado Fermiers Généraux, encargado de la recolección de una parte muy importante de los impuestos. Sus gestores tenían bastante libertad para fijar sus propias remuneraciones, a todas luces escandalosas, y repartían lo robado entre los miembros más influyentes de la Corte.

Turgot convenció al Rey de la lacerante injusticia y ordenó, con su apoyo, que cesaran esas dádivas con dinero ajeno. Él mismo renunció a las 300.000 libras que le correspondían como ministro de Finanzas, y cerró el grifo, del que manaban casi dos millones de libras, a la Corte.

Una joya de personalidad como Turgot precisa ahora mismito Hispanistan.

Tellagorri



19 diciembre 2009

Proporciones y Cinta métrica


Por razones que no se han detenido en aclarar, investigadores de las universidades de California (San Diego) y Toronto se han fijado en las caras femeninas. Dejando a un lado algunos rasgos ampliamente valorados en la moderna sociedad occidental, como los ojos grandes o los labios gruesos, los científicos han descubierto que existen unas nuevas "proporciones áureas" que hacen que una chica nos parezca más guapa.

En concreto, tienen que ver con la distancia entre los ojos, la boca y el contorno de la cara.

Los investigadores realizaron cuatro experimentos por separado, en los que presentaban a estudiantes universitarios distintas parejas de mujeres con características faciales muy similares, pero con los ojos más o menos separados entre sí y a distinta distancia de la boca.

Las mujeres fueron consideradas más atractivas cuando la distancia vertical entre sus ojos y su boca era aproximadamente el 36% de la longitud de su cara, y la distancia horizontal entre sus ojos suponía el 46% de la anchura del rostro. Curiosamente, esas proporciones corresponden a un rostro medio.

Si tiene una cinta métrica a mano puede hacer el mismo ejercicio con su propio rostro o con el de alguna mujer que se ofrezca de conejillo de indias. Es bastante sencillo.

"La gente ha intentado y no ha podido encontrar estas relaciones desde la antigüedad. Los antiguos griegos propusieron lo que creían unas proporciones áureas, también conocidas como divina proporción, y lo utilizaron en su arquitectura y el arte.Algunos incluso sugieren que Leonardo Da Vinci utilizó esta razón al pintar su Mona Lisa", explica Pamela Pallett, una de las investigadoras, al portal de información científica Physorg.

Según los expertos, esto puede tener que ver con un proceso cognitivo por parte del observador, de forma que acepta como ideal el promedio de anchura y longitud de todas las caras que ve.

Además, estas proporciones pueden consideradas como un indicador de salud, y estamos predispuestos por la biología y la evolución para encontrar atractivas esas caras.
Y atención, porque el estudio apunta algo muy interesante: "Nuestro descubrimiento también explica por qué a veces una persona atractiva lo parece menos o viceversa, después de un corte de pelo o un peinado distinto, ya que pueden cambiar las proporciones", afirma otro de los creadores del informe, el profesor de la Universidad de Toronto Stephen Link.

Así que ISRA y CHARNE, vuestras habituales observaciones sobre la belleza femenina tienen que reedirigirse en otra dimensión. Soís es-tétas un poco anticuados.

Tellagorri



18 diciembre 2009

El despelote de los años 40 en España


Entre himnos, guirnaldas y brindis patrióticos, entran en París las fuerzas aliadas.Ondean banderas y gallardetes en el aire lleno de pavesas (los alemanes, antes de poner pies en polvorosa, han quemado los documentos comprometedores).

Desfilan los carros de combate Sherman por las anchas avenidas bajo la torre Eiffel. Rodean el Arco del Triunfo...
A la cabeza de la primera columna marcha el Regimiento de Marca del Chad, con autos blindados tripulados por republicanos españoles de las fuerzas de la Francia Libre.

Los vehículos lucen sobre el radiador nombres de batallas de la guerra española: Madrid, Jarama, Belchite, Guadalajara...

La ocasión no es gozosa para todo el mundo. El maquis detiene y fusila a muchos colaboracionistas. A las mujeres que mantuvieron relaciones con militares alemanes se las rapa, se las obliga a beber aceite de ricino para que se caguen las patas abajo y, de esta guisa, se las pasea y se las exhibe entre los abucheos de sus compatriotas.

Mientras la guerra arde en Europa, España arde con el verano. Los españoles que pueden permitirse el viaje y el hotel o la pensión se suman a los que viven en las costas para bañarse en las playas, la nueva moda que se va extendiendo a capas más amplias de la sociedad.

La Dirección General de Seguridad remite a los gobernadores civiles de las provincias litorales la preceptiva circular sobre normas playeras:

"Queda prohibido el uso de prendas de baño indecorosas, exigiendo que cubran pecho y espalda debidamente, además de que lleven faldas para las mujeres y pantalón de deporte para los hombres".

"Queda prohibida la permanencia en playas, fuera del agua en traje de baño. Quedan prohibidos los baños de sol sin albornoz."

"La autoridad gubernativa procederá a castigar a los infractores, haciéndose público el nombre de los corregidos."

La legislación está clara, pero la gente se relaja en verano y tiende a ignorarla e incumplirla sin reparar en las desastrosas consecuencias espirituales que tal conducta acarrea. Después del baile agarrado, el principal desasosiego de los obispos es la falta de moralidad en las playas.

El informe sobre moralidad pública del Patronato de Protección a la Mujer de 1944 señala, como nota destacada, "la enorme mezcolanza de hombres y mujeres en las playas".

En cuanto al obligatorio albornoz, el informe oficial denuncia que "el público es remiso a usar el albornoz".
El legislador no entiende que las débiles economías del personal no permiten dispendios inútiles.

Cuando alguien ve acercarse a los guardias da la voz de alarma: "¡Que viene la moral!", y los bañistas sin albornoz corren a introducirse en el agua para evitar la multa.

¿y qué decir de los bañadores? Los hombres usan un simple bañador que sólo cubre de la cintura a las rodillas. El de las mujeres deja al aire los muslos y los brazos.

La memoria del Patronato de Protección a la Mujer señala las playas de Barcelona y San Sebastián como "más afectadas por influencias exóticas, con tendencia al desnudismo integral". Lo del "desnudismo integral" se refiere, claro, al modelo de bañador que se ve en la foto de inicio.

Como establece el padre Laburu S. J.: "El peligro de las playas radica en que la exhibición impúdica hace que las pasiones se desborden en lujuriante actividad y violen, por tanto, procazmente los altos fines de la Divina Providencia."

El padre Laburu S. J. no se limita a denunciar la ponzoña; también señala su antídoto, sus propias ideas sobre la indumentaria playera de la mujer honesta: "falda larga hasta media pierna, pantaletas y mangas cortas, y un gracioso escote redondeado que oculte la fea prominencia de las clavículas".

La propuesta obtiene una acogida tibia.

-¡Lo que es tibio es la fe!-sentencia don Próculo.

La bañistas optan por un diseño a medio camino entre el maillot de los años treinta, ya rigurosamente prohibido, y el mandilón diseñado por el polifacético jesuita: el traje de baño de látex con faldas que señoreará playas y piscinas hasta bien entrados los cincuenta.

-Es que, cuando se moja, pesa una tonelada -se queja una señora a su director espiritual.

-Más pesa el pecado, hija. Mejor fastidiarse que condenarse.

NOTA
Este es un relato de la realidad española de los años 1945 a 1960, documentado en el escritor Juan Eslava Galán. Las señoras y señoritas que consideren indecoroso el contenido de este post, pueden dirigirse a Dña. Bibiana y a Dña. Mary Tere para quejarse sobre las inmoralidades que expone Tellagorri.

Javier Tellagorri



17 diciembre 2009

Los curas nazis de Vasconia


Siempre han sido trabucaires, primero en forma de calistones y luego como filoetarras, y ya no tienen remedio porque los de la Conferencia Episcopal y los del Vaticano han mirado a otro lado.

Quizá haya curas trabucaires, también, entre los de la teología de la liberación de sudamérica, pero sólo en Vasconia son nazis, racistas ideológicos, discriminadores por exclusivos motivos políticos de secta totalitaria.

Casi todos los curas, incluido la mayoría de los arciprestes, se han amotinado contra el nuevo obispo de Guipúzcoa, mientras que el Papa Benedicto hace ganchillo.

A ver si estalla un cisma. O los echan de la "Santa Madre Iglesia vaticana" para que vayan a ganarse las alubias y el pacharán con la capucha y la metralleta.

Esta arriscada clerecía carlistona que ahora recibe con rebrincos al prelado Munilla es la misma que arrastraba sus casullas en acólita sumisión al dictado peneuvero y batasuno.

La que cobijaba en sacristías a los cómplices del terror. La que negaba funerales a los asesinados y predicaba comprensión para las razones de los asesinos. La que siempre encontraba excusas y subterfugios para la violencia, la que siempre eludía con jesuíticos casuismos la condena del crimen, la que enfatizaba el sufrimiento de los perseguidores y minimizaba la angustia de los perseguidos. La que consagraba el vino áspero de las herrikotabernas.

Dice el periodista Camacho que es la tropilla talar del aranismo más rancio, la guardia vestal de las esencias del soberanismo, la levítica cuadrilla espiritual que amparaba con su doblez el delirio de la hegemonía étnica. La turbia centinela moral de un evangelio hemipléjico en cuya doctrina cabe antes un camello por el ojo de una aguja que un no nacionalista en el reino de los cielos.

Ahora han urdido una conspiración de batzoki contra un obispo euskaldun al que, siendo vasco y hablando su lengua autóctona, no consideran uno de los suyos.

El viejo resabio tribal del nacionalismo se activa en cuanto atisba señales de discrepancia en el caserío o en la aldea.

El recelo cimarrón se agrupa en reflejo de autodefensa para estigmatizar al recién llegado, aunque se trate sólo de un recién regresado al territorio propio de nacimiento en el que goza del mismo derecho de acogida que quienes se consideran sus dueños.

¿No tendrán un ratito libre para mirar a Vasconia sus Eminencias los cardenales, entre degustación y paladeo de licores exquisitos y visitas a sus sastres de élite donde se prueban refinados trajes de seda?

O ¿habrá que mandar a la Legión Décima para romanizar a isopazos a estos rurales y cavernícolas hijos de San Zarzalluz?

Tellagorri



Cristina Fernández de Kirchner y un bizco en el pasillo


En el siglo XX las mujeres empezaron a lograr cotas de poder político como presidentas o primeras ministras de varios países.
Golda Meir, que cocinaba para sus ministros; Bandaranaike, tres veces al frente del viejo Ceilán; la señora Margaret Thatcher; la asesinada Bhutto en un Pakistán islámico; Bachelet en Chile; la también sacrificada Indira Ghandi; Violeta Chamorro en Nicaragua; Lidia Gueller en Bolivia; Angela Merkel en Alemania, y, ahora mismo, la lesbiana islandesa, entre varias otras.

Cristina Fernández de Kirchner, figura entre ellas como presidenta de Argentina, pero sólo a título nominal.

Argentina fue pionera en el poder femenino y en su historia ha tenido más ministras que en los gobiernos de Zapatero. Evita abrió el camino en tiempos inimaginables para el matriarcado y no fue vicepresidenta con el apoyo de los sindicatos porque muy joven alcanzó un cáncer de útero.

Isabelita heredó la presidencia a la muerte del marido. Perón era un machista experto en la manipulación de las mujeres. Cuando le propusieron a su tercera esposa como pareja electoral, comentó: "O sea, que queréis que gobierne solo".
Isabelita no tiene muchas luces, pero vaya en su descargo que le hicieron un bocadillo entre los militares y los insurgentes.

El mandatario argentino es el ex presidente Ernesto Kirchner, que no es primer caballero porque resulta más cursi que lo de primera dama. Controla el Congreso y el Senado con la alianza que urdió entre peronistas, disidentes radicales y formaciones menores populistas.

Este tipo me recuerda a mí, el Ernestito, al personaje de Gila cuando decía aquello de "nací en una casa en donde vivía con mi mamá, mi papá y un señor de marrón que estaba siempre en el pasillo". El bizco éste me recuerda al "señor de marrón en el pasillo de casa".

La presidenta no puede aprobar una ley sin el consentimiento del cónyuge que detenta y ostenta férreamente todo el poder político.Ella está confinada a esmerar su aspecto, leer lo que la escriben y viajar en el Tango Ol.

Carece de formación y cintura políticas y ni se habla con su vicepresidente y presidente del Senado, un tránsfuga radical impuesto por el esposo.

En Buenos Aires se chamulla sobre apocalípticas broncas maritales, pero eso es secundario porque el único que manda es el marido.

Tellagorri



16 diciembre 2009

De cursis, horteras y berlusconis


A su lado, Sarkozy parece Napoleón. Me estoy refiriendo a BERLUSCONI.

La RAE dice que Cursi es "Dicho de una persona que presume de fina y elegante sin serlo". Y Hortera lo define así :" Vulgar y de mal gusto".

ESTAMOS entre los que aparentan ser elegantes sin serlo y vulgares de mal gusto. Y, para colmo, chorizos. Entre Berlusconi y Pepé-Luí.

Hay gente que pertenece a esa especie de patosos indescriptibles en cuya presencia quisieras que te tragara la tierra. Gente que se ríe de las desgracias ajenas, que cree que lo más profundo en una mujer es el culo, que no sabe si Obama es negro torrefacto o café con leche, y expresa estas chorradas en voz alta, con dos cojones, para que se partan de risa los amiguetes.

Normalmente no llegarían ni a presidente de una comunidad de vecinos ni el Berlusconi ni el Zapatero, con lo que hay que reconocerles el mérito a  tipos que se ha empeñado en dedicarse a la política profesional y ha encadenado  mandatos seguidos sin más méritos que su televisión y sus chistes machorros.

Berlusconi ha logrado que la bota de la península italiana huela a calcetín sudado y que los últimos vestigios del Imperio Romano parezcan las afueras de Marbella.Es normal que Carla Bruni pidiera asilo en Francia.

Sin embargo, millones de italianos han confiado sus destinos en este personaje no una ni dos sino tres veces. Esa reiterada e inexplicable confianza en el error lo dice todo sobre los italianos y sobre su íntima relación con Berlusconi, igual que esas mujeres maltratadas que no sólo se niegan a pedir una orden de alejamiento sino que siguen adorando ciegamente a su marido.

También dice mucho acerca de las demás opciones y de la calidad de sus adversarios políticos. Berlusconi representa el grado último de un populismo de taberna que hace sangre de la herida y luego echa sal, para que pique.

En el siglo XXI han surgido, en España, legiones de arbitristas, cagones y embusteros con sus teorías disparatadas, y que todas ellas pertenecen en exclusiva al socialismo zapateril, no al otro.

Y el inefable y calamitoso ZAPATERO no teme a la ruina a largo plazo o a corto endeudamiento del futuro. Sigue el principio económico de que: "A largo plazo todos estaremos muertos". "Y a corto plazo, ya sabeís que la culpa es de Bush y Aznar".

Tellagorri

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15 diciembre 2009

Gibraltar inglés


Los guardias civiles son inocentes como criaturas. Tanto golpe de tricornio y bigotazo clásico, y luego salen pardillos vestidos de verde.

A quién se le ocurre pedir instrucciones concretas al Gobierno español sobre cómo actuar en aguas próximas a Gibraltar, donde la Marina Real británica lleva tiempo acosándolos cuando sus Heineken se acercan a menos de tres millas del pedrusco, pese a que la colonia no tiene aguas jurisdiccionales.

Cada vez que una lancha picolina anda por allí persiguiendo a narcotraficantes y demás gentuza, los de la Navy salen en plan flamenco a decirle que o ahueca el ala o se monta un desparrame, mientras la embajada británica denuncia «inaceptable violación de soberanía».

Para más choteo, la marina de Su Graciosa usa boyas con la bandera española en sus prácticas de tiro, a fin de motivarse. Cada vez, nuestros sufridos guardias, «para evitar males mayores y siguiendo instrucciones», no tienen otra que dar media vuelta y enseñar la popa.

Y claro. Como el papel es poco gallardo, algunas asociaciones profesionales de Picolandia piden que esas instrucciones se den de forma clara, para saber a qué atenerse. Porque hasta ahora, la única recibida de sus mandos es la de «seguir patrullando por las mismas aguas, pero evitar conflictos mayores».

O sea, largarse de allí cada vez que los ingleses lo exijan. Que es cuando a éstos les sale del pitorro.

La verdad. No he hablado últimamente con el ministro Moratinos, ni con el ministro Pérez Rubalcaba. Ni últimamente, ni en mi puta vida.

Pero eso no es obstáculo, u óbice, para que desde esta página me sienta cualificado –como cualquiera de ustedes– para despejar la incógnita que atormenta a nuestros picolinos náuticos.

¿Cuándo el ministerio español de Exteriores va a dar un puñetazo en la mesa?, preguntan. Y la respuesta es elemental, querido Watson. Nunca. Suponer a un ministro español dando puñetazos en una mesa inglesa, o somalí, requiere imaginación excesiva.

Las instrucciones a la Guardia Civil puedo darlas yo mismo: obedecer toda intimación británica y no buscarle problemas al Gobierno, a riesgo de que los guardias chulitos acaben destinados forzosos en Bermeo, o por allí.

Porque si insisten, y los detienen los ingleses, y se les ocurre resistirse a la detención, para qué le voy a contar, cabo Sánchez. Sujétese la teresiana. La instrucción, que ya regía en pleno esplendor cuando gobernaba el Pepé –a ése también se la endiñaban bien–, vale para todo incidente imaginable: desde ametrallamiento de bandera, a copita y puro de la Navy con las zódiacs de los narcos, pasando por submarinos nucleares con tubo de escape chungo y paradas navales con banda de música y majorettes.

Por el mismo precio también incluye la opción de desembarco de los Royal Marines de maniobras en las playas de La Línea, como ocurrió hace unos años, y la sodomización sistemática de los agentes del servicio marítimo de la Guardia Civil o de Vigilancia Aduanera a quienes la marina inglesa, al mirarlos con prismáticos, encuentre atractivos. Todo sea por evitar conflictos mayores.

Y ahora, una vez claras las instrucciones –luego no digan que no son concretas–, una sugerencia: podríamos dejarnos ya de mascaradas. De teatro estúpido que ofende la inteligencia del personal, guardias civiles incluidos.

Gibraltar no va a ser devuelto a España jamás, y ninguno de los gobiernos pasados, presentes ni futuros de este país miserable, con el Estado sometido a demolición sistemática y los ciudadanos en absoluta indefensión, está capacitado para sostener reivindicación ninguna, ni en Gibraltar ni en Móstoles.

Y no es ya que los gibraltareños abominen de ser españoles. En esta España incierta y analfabeta, desgobernada desde hace siglos por sinvergüenzas que han hecho de ella su puerco negocio, lo que desearíamos algunos es ser gibraltareños, o franceses, o ingleses. Lo que sea, con tal de escapar de esta trampa.

Huir de tanta impotencia, tanta ineptitud, tanta demagogia, tanto oportunismo y tanta mierda. Largarnos a cualquier sitio normal, donde no se te caiga la cara de vergüenza cuando ves el telediario. Lejos de esta sociedad apática, acrítica, suicida, históricamente enferma.

Podrían dejarse de cuentos chinos. Reconocer que España es el payaso de Europa, y que Gibraltar pertenece a quienes desde hace tres siglos lo defienden con eficacia, en buena parte porque nadie ha sabido disputárselo.

Y porque la Costa del Sol, donde los gibraltareños y sus compadres británicos tienen las casas, el dinero y los negocios, se nutre de la colonia; y sin ésta esa tierra sería un escenario más, como tantos, de paro y miseria.

Así que declaremos Gibraltar inglés de una maldita vez. Acabemos con este sainete imbécil, asumiendo los hechos. La Historia demuestra que la razón es de quien tiene el coraje de sostenerla. Nunca de las ratas cobardes, escondidas en su albañal mientras otros tiran de la cadena.

ARTURO PÉREZ-REVERTE



14 diciembre 2009

Un Juez honrado, extraña joya nacional


"Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia falsa por maltrato. ¿Cuántas mujeres ha sido detenidas por acusar en falso? Ninguna... A partir de 2007, el Gobierno dejó de divulgar cifras de hombres muertos por sus cónyuges".

La denuncia del titular del Juzgado de Familia 7 de Sevilla, un hombre moderado con 20.000 sentencias. Esta ley, dice, estigmatiza a miles de hombres y es producto de la "dictadura" del "feminismo radical".

Es un tipo bonachón pero esta mañana se le ve muy indignado. Es una irritación que no oculta y que le dura ya cinco años: el tiempo que lleva en vigor la Ley Orgánica de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Sin miedo al qué dirán, culpa de la "estigmatización" de miles de hombres detenidos en aplicación de la ley a la "dictadura" del "feminismo radical".

O del "feminazismo".

Lo dice desde el otro lado de la mesa de su despacho, donde destacan la foto de su mujer y sus dos hijas y unos dibujos infantiles en la pared. Se los han regalado los niños, rehenes a menudo de traumáticas separaciones, a los que atiende aquí.

Quien habla con tanta contundencia contra la "injusticia" de esta ley, Francisco Serrano Castro, nacido hace 44 años en Madrid y criado desde los 11 en Sevilla, no es un marido machista, despechado y sin estudios que pasaba por la calle, sino el titular del Juzgado de Familia 7 de la capital andaluza.

Un magistrado que en los 11 años que lleva ejerciendo [se estrenó antes de juez de primera instancia e instrucción en la onubense Valverde del Camino, en la misma sede que Garzón] ha dictado unos 20.000 autos y sentencias, y ha sido premiado por la asociación de asistencia a mujeres violadas Amuvi, o por la de Pro Derechos del Niño y la Niña (Prodeni) por su defensa de maltratadas y menores.

Pero Serrano -quien además preside la Asociación Multidisciplinar para la Investigación de Interferencias Parentales (Asemip), centrada en las manipulaciones que ejerce el progenitor (hombre o mujer, recalca) para poner a los hijos en contra del otro- dice que esa trayectoria no ha impedido que lo traten "como al juez loco" desde que ha decidido "dar la cara" y denunciar una realidad silenciada: que el Gobierno dejó de divulgar, a partir de 2007, las cifras de hombres muertos por agresiones de sus cónyuges.

Aún más, Serrano sostiene que una parte de los 3.716 varones suicidados en 2006, frente a 2.753 mujeres, lo hicieron por efecto de la "discriminación de la Ley contra la Violencia de Género" (aprobada por unanimidad el 28 de diciembre de 2004 y que ahora el Gobierno se propone reformar).

Otras fuentes dan la cifra exacta: 630 hombres se quitaron la vida cuando estaban en crisis con su pareja.

Afirma el juez que esta ley, que ha conducido a un "totalitarismo", mezcla en el mismo saco a los maltratadores machistas con los hombres -incluso "buenos padres, buenos cónyuges, buenas personas"- que han cometido un delito o una falta "puntual" durante una disputa con su pareja pero que no tienen una relación de dominio sobre ella.


Esto ha causado una situación "cercana al holocausto social" porque, dice, citando al joven acusado por error en Tenerife de violar y matar a la hija de su novia, se detiene y marca como maltratador a todo acusado.

"Miles de hombres han sido detenidos por el hecho de serlo, tras una denuncia por maltrato".

¿Cuántas mujeres han sido detenidas por denuncia falsa? Ninguna", asegura Serrano.

"Las mujeres del ojo hinchado en la foto existen, pero son el 1% [de las denuncias]. La que nos tiene que preocupar es la del ojo hinchado que no sale en la foto, la que sufre de verdad explotación, violencia y miedo, pero no se atreve a denunciar".

Y reta al Gobierno y a la ministra de Igualdad a debatirlo con él. "En privado, diputados del PSOE y del PP me dicen que tengo razón, pero que ellos no lo pueden decir".

Dice el magistrado que se usan datos "sesgados" y que, mientras se registran y publicitan las estadísticas de mujeres víctimas de violencia machista, se "ocultan", no se registran o no se da publicidad a los datos de hombres muertos a manos de sus compañeras o ex parejas.

Que la ley está causando un daño no estudiado a miles de hombres acusados "injustamente". Sus críticas van más lejos: "Este año han matado ya a 51 mujeres (hasta el 3 de diciembre) y a 30 hombres, pero no se registra oficialmente".

Quien quiera saberlo, afirma, tendrá que recurrir, como él hizo, a internet y a la prensa.

Critica en cambio que un informe publicado este octubre por el Grupo de Expertos y Expertas del CGPJ acerca de la aplicación de la Ley contra la Violencia de Género sobre la incidencia de las denuncias falsas (el estudio decía que sólo halló 1 entre 530 sentencias analizadas), haya sido utilizado de forma "sectaria" para dar a entender que las condenas son mayoritarias entre los denunciados.

Según el estudio, el 84,91% de las sentencias fueron condenatorias: el 59,33% por maltrato ocasional, el 21,78% por delitos de amenazas leves, el 10,22% por quebrantamiento de pena o medida cautelar y el 6,28% por maltrato habitual. En 388 casos se impuso pena de prisión.

MINORÍA DE CONDENADOS


Serrano alega que si se tuvieran en cuenta las denuncias archivadas o sobreseídas, se percibiría que los condenados son minoría y que los casos en los que se da lo que él considera inconfundible y sistemático dominio machista representan "menos del 1% de todas las denuncias".

Sostiene que decir lo que él dice es ser "progresista", y resume su propuesta, ampliada en su libro Divorcio sin traumas: pasar de la "criminalización" por la vía penal de los conflictos de pareja a una mayor apuesta por la mediación y la conciliación.

O cambiar la redacción del artículo 1 de la Ley: en vez de decir que la violencia de género es la que sufre la mujer "COMO" expresión de las relaciones de poder de los hombres [lo que "prejuzga que toda relación entre un hombre y una mujer es desigual y que ésta es inferior por el hecho de serlo"], la defina como la violencia que sufre "CUANDO" es expresión, etc., precisando así que es violencia machista sólo la que se produce en los casos concretos en que existe esa posición de dominio y abuso en la pareja.

Argumenta: "Una ley que agrave la pena contra el hombre sólo por serlo es tan discriminatoria como si se hiciese una ley de prevención de riesgos laborales que no protegiese a las mujeres porque representen sólo el 5% de los 1.100 trabajadores muertos en el tajo el año pasado".

No es la única voz autorizada. La protesta del magistrado Serrano converge con la jueza de Barcelona María Sanahuja y el juez de Violencia contra la Mujer, de Jaén, Miguel Sánchez Gasca, entre otros.

Ya en 2005, Sanahuja aseguró que muchas mujeres utilizaban la denuncia para obtener mejoras en los divorcios. El pasado viernes, el juez Gasca negaba a un padre la custodia compartida de sus hijos. Pero al sospechar de la mujer, pues denunció a su marido por violencia justo al saber que éste aspiraba a la custodia compartida, se lo ha pensado: "Quizás lo más adecuado habría sido otorgar la custodia al padre".


(Publicado en El Mundo por Eduardo Campo, el 13 de Diciembre de 2009.)



13 diciembre 2009

¿Para cuándo un despertador de España?


Veo a los políticos que quieren que dejemos de ser españoles para hacernos socialistas, a los nacionalistas, que muestran su egoísmo y falta de respeto por los demás, haciendo alardes de CHULERÍA, a los del PP que no saben ni lo que son ni lo que somos los contribuyentes, y quieren vivir de la golfería de las subvenciones que reciben del Estado por ser Partido Político.

Los nacionalistas vascos  viven en un pasado inexistente y en un futuro más falso que un dinar afgano. Y jamás prometen nada para el presente, porque el presente, de pura realidad palpable que es, no lo pueden falsificar.

Sus gemelos catalanes están en las mismas y, para colmo, imitan a los camisas negras de Benito Musolini.

Los peperos un día parecen embajadores del Vaticano y al día siguiente hablan al estilo de Pepiño Blanco. Palabras, palabras y ni puñetera idea de cómo resolver nada. Y, de rebote, parecen todos del Opus aunque no vayan a misa.

Las campañas de Pepe Blanco han respondido siempre a la dramática definición que hizo Groucho Marx sobre la política: "el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados" para, a continuación, informar al gentío de que todo va muy bien aunque el gentío no tenga de comer.

¿Por qué hay tanto corrupto de alcalde o diputado, representando a ciudadanos honestos. Por qué no se despide sin piedad a quien, pillado mintiendo, se aferra al coche oficial y a los viajes de lujo a cuenta de nuestros impuestos?

Cada mes nos parecemos más, los españoles, a los argentinos de Perón o a los chilenos de Allende.

Este país necesita un ruído de sables de unos cuantos espadones dispuestos a meter en el cuerpo de los políticos el virus de la diarrea, para que luego el gentío nos echemos a la calle a parar a los milicos e instaurar una democracia de verdad.

No hay mejor tratamiento, para la parálisis mental en que vivimos, que una buena dósis de acojono colectivo.

Un tipo, que se cree Calígula y reparte dinero público a la clac, ha arruinado a uno de los países que empezaba a levantar cabeza tras 40 años de Dictadura. Y, lo peor de todo, ha adormecido el sentido de la realidad en las gentes.

Ahora se entiende mejor lo que pensaban y clamaban los Unamunos, Ortega y Gasset,Ferrater Mora, García Calvo, García Morente, Giner de los Ríos, Maeztu, Azorin, Baroja y todos lo intelectuales de una época que se sentían impotentes ante tanta desverguenza y aldeanismo. Todo aquello ha vuelto pero no hay nadie con capacidad intelectual (como entonces) de despertar a la población. Quizá, sí existan esas mentes pero están ocultas u ocultadas.

Tellagorri



12 diciembre 2009

La Fabla Aragonesa


Humberto Vadillo nos informa de que en Aragón,Región de España, (información para los extranjeros que lean este Blog) se va a aprobar una ley que legalice la Fabla Aragonesa, idioma totalmente desconocido hasta el momento hasta por los más famosos lingüistas mundiales.

Si vuesa merced es de Helsinki o de Hamburgo, no haga caso y siga bebiendo cerveza con vodka. Si es de EE.UU, piense que en España hoy estamos, más o menos, como cuando George Washington reunió a las 13 colonias para formar una Confederación. Y si vuesa merced reside en Argentina, Colombia, México, Puerto Rico, Honduras, Uruguay, Chile, Guatemala,Perú, Bolivia, Costa Rica, etc., tendrá que ir pensando en matricularse en una Academia de Lenguas por si algún día decide ir a Aragón a trabajar o a ver la Pilarica.

He aquí los que nos cuenta Humberto, para hacernos una idea :

¿Sabía usted que en Aragón se hablan aragonés y catalán? Pues yo no. Y lo mío tiene, desde luego, más delito porque yo nací en Zaragoza.

El PSOE aragonés y muy especialmente el presidente de la comunidad autónoma, Marcelino Iglesias –por mal nombre Marcelino 100% Ovino– han decidido promover una ley de lenguas que, si nada lo impide, será aprobada por las Cortes aragonesas el próximo jueves 17. Esta ley sitúa al catalán y a la "fabla aragonesa" como lenguas propias de Aragón con todo el equipaje institucional, administrativo e impositivo que tales declaraciones suelen conllevar cuando aparecen en el Boletín Oficial.

Ocurre que ni una ni otra son lenguas "propias" de Aragón. En Aragón no se habla catalán. Hay pueblos del Aragón Oriental donde se habla el "chapurriau" evidentemente distinto, ya en primera escucha, tanto del catalán como del valenciano a los que según algunos filólogos antecede. Por si quedara alguna duda, más de 40 asociaciones procedentes de pueblos del Este de Aragón han constituido la plataforma "No hablamos catalán". También el PP de Luisa Fernanda Rudí se ha opuesto a esta ley lanzando la campaña "Defendemos Aragón. No a la imposición del catalán". El PAR, a quien no gusta la ley es, sin embargo, socio de gobierno de Iglesias y mantiene un perfil bajo para no poner en peligro puesto, sinecura y coche oficial.

Por su parte, la "fabla aragonesa" es una lengua frankenstein toda llena de costurones e hilvanes que nadie ha hablado nunca como lengua madre. La fabla aragonesa es el resultado de un paciente trabajo filológico y mucho pegamento Imedio. Lo que hay en Aragón son un buen puñado de modalidades lingüísticas como cheso, chistabín o benasqués que esta ley de lenguas apisonará en beneficio de la sintética "fabla".

Naturalmente, las modalidades lingüísticas fascinan al filólogo pero tienen interés cero para el político ganoso de puestos y padrinazgo. En cambio, la fabla aragonesa es el sueño humedo de cualquier nacionalista. La ley de lenguas crea no una sino dos Academias, una para el catalán y otra para el aragonés. Academias que precisarán de presupuesto, que habrá que llenar de altos cargos, funcionarios y filólogos afines. Adivinen ustedes quiénes van a copar las nuevas plazas creadas. Exacto. Del mismo modo, siendo lenguas propias habrá que incorporarlas al currículo educativo. ¿Quién dará las clases? Exacto. Finalmente la ley prevé el uso de catalán y "aragonés" en las relaciones con la administración. Habrá que contratar traductores. Y el conocimiento del catalán o del "aragonés" serán valorados en las contrataciones para la administración pública. Marcelino, ¡colocanos a todos!

Por si lo anterior no fuera suficiente la ley de lenguas abre anchurosa vía al pancatalanismo rampante al que se invita a café y bollitos y ya de paso a que pase la noche. Mucho ojo con los okupas. Es conocida la poderosa tendencia imperialista del nacionalismo catalán, cuyo programa máximo incluye un buen pedazo de Aragón dentro de los Països Catalans. La Generalidad de Cataluña subvenciona con generosidad a activísimos grupos pancatalanistas no sólo en Baleares y Valencia sino también en Aragón.

En resumen, la ley de lenguas es una ley injusta, una ley que va a costarnos dinero y mucho a los aragoneses, una ley cada una de cuyas disposiciones es semilla de futuro conflicto y una ley que no hacía falta alguna.

Y sin embargo, el próximo jueves se aprobará con los votos del PSOE y Chunta Aragonesista

Este bloguero siempre ha mantenido que la obligatoridad impuesta por los nacionalistas del uso de vascuence y del catalán era y es un inmenso negocio, y, al parecer, los listos-listillos de Aragón acaban de descubrirlo.

Debo aclarar que ya hace un año algunos cantautores exigieron la legalización del "asturianés", dificil idioma consistente en poner E al final de cada palabra. Por ejemplo, alpargatas se dice "les alpargates", cortina de ventana se dice "les cortines de les ventanes", alubias = "les fabes" y así sucesivamente.

"Ansí" que a comprar diccionarios de Fabla Aragonesa para cuando, usando pasaporte, entremos en tierras del General Palafox.

Tellagorri



11 diciembre 2009

Copenhague


Los líderes políticos que han acudido a Copenhague obvian la mera existencia de debate respecto a la verdad del cambio climático.

Dice Asís Tímermans que el "consenso científico" –¿ciencia por consenso?– ha conseguido trasladar a la opinión pública la idea de que un día caluroso en noviembre o una inundación en Bangladesh son consecuencia de las emisiones de CO2.

Poco importa lo absurdo de tales creencias. Casi nadie duda de que los polos se deshielan, aunque el Ártico haya crecido en los últimos dos años y la Antártida (depósito del noventa por ciento del hielo existente) no pare de crecer. Se da por cierto que la temperatura aumenta, aunque los datos muestren que no ha sido así en los últimos diez años, y que el mar amenaza con inundarnos, pese a que su nivel medio sólo muestra una insignificante tendencia a la baja.

Pese a la presión, cada vez más científicos se atreven a proclamar tres modestas verdades:

Los datos no muestran una tendencia al calentamiento global, no se conoce la influencia del hombre en el cambio climático y no está claro que sea perjudicial un aumento de las temperaturas.

No sorprende que la más famosa manipulación de los datos de temperatura, realizada por el climatólogo Michael Mann, fuese el gráfico del palo de hockey, que eliminaba de la secuencia el denominado Óptimo Climático Medieval.

Así, ocultaban, por una parte, que el cambio climático es un fenómeno natural y, por otra, que los periodos cálidos no son necesariamente perjudiciales.

El mayor peligro no son los salvadores del Universo reunidos en Copenhague para decidir sobre nuestros bienes y nuestro destino. El verdadero peligro es que renunciemos a nuestra libertad individual.

Si rompemos el intento de controlar el pensamiento y la libre expresión, el debate racional volverá por sí solo. Hay que luchar para que NO nos impongan falsas ideas sobre nada que afecta a nuestras vidas y haciendas, por parte de unos millonarios trileros y unos políticos, cobardes a enfrentarse a los santones oficiales, que tienen objetivos que ocultan muy bien. Por ejemplo, evitar que Africa se industrialice. O que los grandes de la mangancia organizada sean cada vez más ricos.

Lo triste es que esos farsantes están llevando a sus propios países a un futuro ruinoso. Pero les importa tres el futuro de las poblaciones. Sólo les interesa el presente de ELLOS.

Voy a volver a llamar a Charne para que lleve una buena guillotina a Copenhague.

Tellagorri



10 diciembre 2009

La Rebelión de los Moriscos


Tras la toma de Granada, los moriscos que se comprometieron (con Fernando el Católico) a quedarse en España, juraron que abjuraban de la religión musulmana y que adoptarian las costumbres de los cristianos en vestimentas, alimentación y usos.

Casi cien años después, en tiempos de Felipe II, seguian sin cumplir lo acordado.

Lo cierto es que los moriscos de Granada seguían viviendo conforme a sus ancestrales costumbres, y lo que era más peligroso, haciéndolo más como musulmanes que como cristianos, pese a que, a partir de los decretos de 1502, ya la religión musulmana había quedado fuera de la ley.

Era un problema viejo que ahora se renovaba, aplazado por Carlos V cuando en 1526 había accedido a que las disposiciones para obligar a los mo­riscos a abandonar su forma de vida y a insertarse en la comunidad cristiana habían sido suspendidas por cuarenta años.

Eso era mucho tiempo, tanto más cuanto que Carlos V llevaba diez como Rey de España. No cabe duda de que el Emperador se había librado del con­flicto, dejándolo en herencia a su sucesor, con toda la carga añadida de lo que suponía esa larga convivencia conforme al modo de ser musulmán.

El arzobispo Guerrero había puesto en marcha la rectificación de su archi­diócesis, convocando un sínodo de los obispos de Málaga, Guadix y Almería, para una acción conjunta que pasaba por la ayuda de la Corona.

Felipe II deci­dió entonces, habiendo oído a sus teólogos, que, puesto que el plazo concedido por el Emperador, su padre, había vencido, era preciso imponer los viejos edic­tos para una aculturación de los moriscos granadinos, no sólo en las prácticas religiosas, sino también en sus ritos y costumbres, incluyendo la propia lengua.

Tal fue la sustancia del nuevo edicto promulgado a comienzos del año 1567.

La reacción morisca no se hizo esperar. En principio se apeló, por la vía judicial, ante el nuevo presidente de la Chancillería de Granada, que lo era don Pedro de Deza.

En nombre de los moriscos negoció Francisco Núñez de Muley. Su razonamiento se basaba en que resultaba imposible el cumplimien­to del edicto a corto plazo, porque los moriscos no conocían la lengua caste­llana. Y en cuanto a las costumbres populares en trajes y danzas, no había por qué prohibirlas, por cuanto no afectaban a la religión.

El criterio de la Monar­quía era, por el contrario, que mientras mantuvieran sus propias costumbres se aferrarían también a la religión musulmana de sus antepasados. Pero algu­nos extremos eran tan fuertes que tenían que provocar la desesperación.

El propio cronista Cabrera de Córdoba lo reconoce, en cuanto a la lengua. ¿Cómo podían convivir, si debían emplear la castellana, que desconocían?

Y eso era tan evidente que durante los primeros meses las autoridades abrieron la mano. Aun así, el descontento era cada vez mayor, traduciéndose en un aumento de los que huían al monte y se alzaban como bandoleros (los monfíes) y en las inteligencias con los corsarios berberiscos, que incrementa­ban sus incursiones en las costas granadinas.

No había unanimidad en la corte. El Marqués de Mondéjar señaló al Rey que un cum­plimiento de los edictos llevaría a un alzamiento, con todas sus graves conse­cuencias. De ese parecer fue el Consejo de Guerra.

En cambio, el Rey encontró el apoyo del Consejo de Estado.

Entre tanto, un grupo de moriscos más resueltos planeaban ya la rebelión abierta, alertados por un cabecilla decidido: Farax-abén-Farax.

Comenzaron las reuniones secretas de los conjurados en el barrio morisco del Albaicín. Su plan era sencillo: un ataque por sorpresa a Granada, para ha­cerse con la capital, y envío de emisarios a Marruecos y al bey de Argel para obtener el apoyo de las potencias musulmanas del Mediterráneo. Y para dar mayor fuerza a su alzamiento, eligieron un caudillo, dándole el nombre de Muley Mohamed Abén Humeya.

Se trataba de uno de los miembros más destacados de la nobleza granadi­na, don Fernando de Córdoba y Válor, caballero veinticuatro de la ciudad de Granada, entonces fugado de la justicia.

Con su nuevo título, renegando de su reciente vinculación al bando cristiano, Abén Humeya se proclama descen­diente de los antiguos omeyas, reivindicando así, otra vez, un reino musulmán independiente en la España andaluza.

Era como romper la tarea de la Reconquista, atentar a la esencia del Estado español, representado por la Monarquía católica. Se podía nego­ciar en cuanto al status de la población morisca. Pero la proclamación del nuevo rey moro en Las Alpujarras era toda una declaración de guerra.

Una guerra iniciada por los rebeldes con un audaz golpe de mano sobre la capital granadina, aprovechando las fiestas navideñas.

El 25 de diciembre, Farax-abén-Farax entró en la ciudad con un contingente armado bajo las ór­denes de los monfíes, poniendo a saco a parte de la ciudad y provocando una tremenda alarma. Sin embargo, no consiguió el alzamiento del barrio morisco del Albaicín y tuvo que retirarse.

Para los granadinos de 1566 lo inmediato era lo que contaba. Lo que se les venía encima.
Porque la rebelión estaba en el ambiente, aunque fuera dudoso que ven­ciera; a fin de cuentas, tras los edictos regios estaba todo el poder de la Mo­narquía.
Pero lo que era seguro es que el triunfo del Rey no sería sin conflictos, sin violencias, sin derramamiento de sangre.

La guerra se prolongó así increíblemente, en parte por las desavenencias entre los marqueses de Mondéjar y de Vélez, y también porque para aquella lucha, en riscos tan impresionantes, estaban mejor preparados los rebeldes granadinos. Sólo el que ha penetrado en esa zona tan agreste (Órgiva, Capilei­ra, Trevélez, Válor) puede darse cuenta de sus dificultades.

También, en cierta medida, hay que tener en cuenta el apoyo del mundo islámico; aunque no en gran número, lo cierto es que pequeños contingentes de berberiscos y turcos vinieron a sumarse al combate, no en cantidad como para resultar decisivos, pero sí para alentar a los rebeldes, haciendo más difícil su sometimiento.

De hecho, el propio Rey, alarmado ante la envergadura que estaban to­mando los acontecimientos, tomó dos medidas de excepción: la primera, nombrar a su hermano don Juan de Austria como generalísimo de las fuerzas cristianas, a fin de superar las divergencias surgidas entre Mondéjar y Vélez, y la segunda, acercarse él mismo al teatro de las operaciones convocando Cor­tes en Córdoba el año 1570; sería la única vez que el Rey reuniría las Cortes castellanas fuera de Madrid, desde que en 1561 la había convertido en la capi­tal de la Monarquía.

Cadiar y Galera fueron el centro de la resistencia, pero la amenaza morisca llegó hasta el asedio de Órgiva e incluso de sendas intento­nas sobre villas costeras tan importantes como Almuñécar y Salobreña.

Ahora bien, las incursiones y las rivalidades también se cebaron en el bando rebelde. Su primer caudillo, Abén Humeya, fue asesinado por Abén Aboo, que se alzó como nuevo rey, nombrando su general a El Habaquí, que también acabaría asesinado por Abén Aboo, deshaciendo de ese modo unas primeras negociaciones de paz con don Juan de Austria, tenidas en mayo de 1570 y protagonizadas por El Habaquí.

La insurrección, además, se extende­ría a la serranía de Ronda.

Fue precisa una durísima campaña, llevada a cabo en pleno verano de 1570, para doblegar a los rebeldes, completando la acción bélica con una de las medidas más despiadadas: la expulsión de todos los mariscos granadinos, sin excepción, incluyendo hasta los mismos reconocidos como cristianos; sacán­dolos de sus lugares para trasladarlos, bajo vigilancia, a parte de la Andalucia Occidental, a Extremadura y a parte de  Castilla.

La dispersión del pueblo morisco de Granada fue casi completa. Los tratadistas cifran entre 150.000 y 200.000 los que sucumbieron en aquella implacable guerra de 1569 a 1570, poco antes de la batalla de Lepanto.

Posteriormente fueron expulsados de toda España.

NOTA : Como, al parecer, hay un bloguero que echa de menos las fuentes de estas historias de Tellagorri, detallo a continuación las usadas : Fernandez de Retana (Felipe II), Dominguez Ortíz (Historia de los Moriscos), Luis de Mármol Carvajal (Historia de la Rebelión de los moriscos), Archivo de Simancas, (Cámara de Castilla, legajo 2150).

Tellagorri